Javier Vázquez Delgado recomienda: ZN 20 Años – Los 4 Fantásticos de Jonathan Hickman
No, no ha habido ningún error de programación en Matrix. Antes de formar parte de la gran familia que es Zona Negativa, en el área de mi universo favorito que es DC Comics, había otra gran familia que me había robado el corazón: Reed Richards; Sue Storm; Johnny Storm; Ben Grimm; Valeria Richards; Franklin Richards. Estoy hablando obviamente de la Primera Familia de Marvel, los Cuatro Fantásticos. Y si la etapa anterior de Mark Millar y Bryan Hitch me gustó lo suyo, y me hizo re-descubrir el grupo más allá de las series animadas de los 90 y las primeras películas de Fox, quien realmente me hizo amar a esta parcela del universo Marvel fue Jonathan Hickman. Por ello, aprovechando que por fin se está recopilando en tomo en España por primera vez, he querido dedicarle a esta etapa mi artículo del ZN 20 Años a una de mis etapas preferidas de los cómics de superhéroes.
Mencionar la anterior etapa no es algo casual, pues varios de los elementos con los que empieza a trabajar Hickman los hereda de Millar. La anterior etapa tuvo mucho más influencia que su anterior trabajo, puesto que junto a Sean Chen ya había escrito a la familia en Dark Reign: Fantastic Four, recopilado en el primer tomo. Allí ya empezó a trabajar uno de los aspectos más importantes de su etapa, como darles la voz adecuada a Valeria y Franklin. Pero ahora Valeria pensaba y hablaba como una adulta, y Franklin tenían sus propios poderes secretos. Citando al autor en una de las primeras entrevistas concedidas tras la publicación del Fantastic Four #570, que daba inicio a su etapa, “No hay ni una cosa negativa que Valeria y Reed ahora tengan algo que los une únicamente a ellos dos. Es lo típico entre padres e hijos. Siempre hay algo entre un padre y un hijo. Siempre hay un rasgo identificativo. Reed y Valeria lo tienen, y ciertamente es algo sobre lo que poder escribir“.
Y es que uno de los puntos centrales de toda la etapa de Hickman es la relación entre padres e hijos. En este primer número, no sólo se ve como Reed Richards fue criado por su padre, sino que además empezaremos a sumar más niños a la franquicia, que acabará desembocando en la serie que complementó la etapa principal en Fantastic Four. “Todos nosotros somos hijos, pero no todos somos padres“. Y ciertamente es raro ver a padres protagonizar cómics de superhéroes, y menos aún cuando además los hijos pueden tener su propia voz. Sumado al worldbuilding – y nos quedamos cortos con lo de “mundo” – que va tejiendo número a número, convierte a la Primera Familia en el centro del universo Marvel. Otro de los aciertos, es que para Hickman la colección se había vuelto demasiado dependiente de Reed. Sin despreciarlo ni devaluarlo, la serie logra que cada miembro de los Cuatro Fantásticos tenga la misma importancia, tengan sus historias y sus momentos de brillar como el que más.
Y es que las acciones de Mister Fantástico tienen un gran peso sobre la trama, empezando por el Concilio de Reeds – algunos años más tarde tendríamos el Consejo de Rickys en Ricky y Morty -, así como la relación con su padre Nathaniel Richards. Y gracias a la nueva relación entre Reed y su hija Valeria, se puede establecer una nueva dinámica con el Tío Doom. All hope lies in Doom. Seguro que al Lex Luthor de Scott Snyder le encanta esta frase, pero no sienten la misma devoción los Reed Richards de Jonathan Hickman. Pero el gran villano de su etapa no es Victor, ni tampoco es Namor intentando ligar con Sue, quien demuestra que no necesita estar en los grupos de superdotados como su marido e hija para salvar el mundo, así como ser reconocida por su propia valía. No, el gran malvado es el señor del lugar que da nombre esta página. Annihilus.
Corría 2015, unos años posteriores al fin de esta etapa, y Fox estrenaba el reinicio de la franquicia de la Primera Familia. 4 Fantásticos. Un tono más oscuro y realista, distanciándose del tono original y del marcado por Disney-Marvel, más parecido a las primeras películas del universo DC iniciado con el Hombre de Acero. La trama se centraba en la Zona Negativa, algo no explorado en las películas anteriores. Eso significaba que si hubiera sido una buena película, en una secuela hubiéramos tenido a Annihilus, quitándonos el mal sabor de boca de lo que había sido ese “Galactus” de la anterior entrega. Desafortunadamente, lograron que la película tuviese 99 problemas, y que Michael B. Jordan como Antorcha Humana no fuera uno de ellos. Nunca perdonaré a Fox por su capacidad de superación en destrozar nuestras esperanzas con los Cuatro Fantásticos.
Y es que para mi, que no soy un lector extenso del universo Marvel, la etapa de Jonathan Hickman hizo que pusiera a Annihilus en el pedestal de los villanos mas temibles de los cómics de superhéroes. Su primera aparición en la etapa provocaba una alteración en la formación de los 4 Fantásticos, y la serie pasó a ser simplemente FF durante 23 números, si bien recuperaría la numeración con el Fantastic Four #600, probablemente el número más poderoso de toda su etapa. Tras ello, ambas series coexistirían en su publicación, centrándose en su “segundo año” en la Fundación Futuro. Y es que muchas de las mentes más brillantes de la Tierra son niños, chavales. Oh, y también Peter Parker. Porque Hickman no se olvida de la estrecha relación de Spiderman con los Cuatro Fantásticos, sobretodo su amistad con Johnny Storm, quien a su vez rivaliza con ser el superhéroe favorito de su sobrino Franklin, otro de los puntales de esta saga.
Algunos criticaron la relación de Iron Man/Tony Stark con el Spiderman/Peter Parker del universo Disney-Marvel, pero sin los habitantes del edificio Baxter, alguien tenía que suplir esta importante carencia. Spiderman encaja como un guante en la franquicia de la Primera Familia, mucho más que cualquier otra, y no son los únicos. Otros en aparecer en la etapa con los Inhumanos, que funcionan mejor como parte de los 4 Fantásticos que como alternativa a los mutantes. Y hablando de mutantes, quizás dentro de un lustro en un hipotético ZN25, me veáis volviendo a escribir sobre Jonathan Hickman, pero en su actual inicio de etapa de los X-Men. Si, que haya vuelto a Marvel y vuelva a maravillarme como lo empezó a hacer hace 10 años, también ha sido parte de la motivación de escribir este artículo.
Regresando a los Inhumanos, también son parte central del desarrollo de esta etapa, porque no todas las amenazas surgen de la Zona Negativa. Hickman se encargaba de enmendar la supuesta muerte de Black Bolt en el War of Kings de Dan Abnett y Andy Lanning, los padres modernos de la parcela galáctica del universo Marvel, para darnos un nuevo conflicto con los Kree. Pero lo mejor de todo es que esta etapa no termina cuando se resuelve la batalla final. Tras ello, siguen habiendo grandes números, como la historia en Wakanda, el tener que compartir piso o resolver el destino de la Zona Negativa. Y por supuesto, despedirnos de los personajes venidos del futuro, y dejar todas las tramas cerradas de la mejor manera posible.
Una multitud de artistas han acompañado durante estos 55 números – 60 si contamos desde Dark Reign: Fantastic Four – desde el Fantastic Four #570 dibujado por Dale Eaglesham y coloreado por Paul Mounts, y mis compañeros ya les dedicarán su análisis y debido reconocimiento en las reseñas de los tomos venideros. Han tenido su peso y también son responsables que esta etapa fuese tan especial, siendo las referencias a Jonathan Hickman la constante para hablar de esta etapa en particular. Al final las historias tratan sobre los personajes que las protagonizan, y así ha nacido este artículo.
Podría haber optado por un desglose mucho más extenso, pero he optado por minimizar los spoilers al mínimo posible, ya que creo sinceramente que es una etapa que hay que leer sin ninguna duda, conociendo lo mínimo posible de lo que va sucediendo. Ojalá en años venideros volvamos a tener una etapa así de memorable con los Cuatro Fantásticos, pero sobretodo, tengamos al fin una adaptación digna de ellos. A poder ser, con Valeria. De hecho, me da igual el universo Marvel que me deis, sólo pediré siempre una cosa: que pueda acabar teniendo a Valeria Von Doom. Porque quizás tendrá los gen Richards y Storm, pero siempre será la sobrina favorita del Tío Doom. Larga vida a la Primera Familia de Marvel y larga vida a (la) Zona Negativa.
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