Javier Vázquez Delgado recomienda: Bloodshot, Edición De Lujo 1

 

Edición original: Bloodshot Vol.1 #1-13.
Edición nacional/ España: Medusa Cómics
Guión: Duane Swierczynski.
Dibujo: Manuel García, Matthew Clark y Barry Kitson.
Color: Ian Hannin, Clayton Crain y Brian Reber.
Formato: Tapa dura con sobrecubierta, 368 págs.
Precio: 34’95€

 

Este pasado mes de septiembre Medusa Cómics sacó a la venta un nuevo tomo en edición de lujo, en este caso el personaje elegido es Bloodshot, con lo que este tomo resulta especial en tanto que con él la editorial española ha iniciado ya la publicación de todas las series de Valiant que quedaban pendientes en el periodo previo a su entrada en el mercado, es decir, desde Medusa ya lo han empezado todo, solo faltan siete tomos (sin contar ya el de Unity que se acaba de publicar) en este formato para que Valiant al completo esté publicado bajo esta editorial. Y de esos siete, seis contendrían material jamás editado en nuestro país, material muy interesante, todo sea dicho. Pero hoy centrémonos en los inicios de este personaje.

Al igual que los grandes de esta editorial, Bloodshot había sido creado en la antigua Valiant en 1992, en este caso por Kevin VanHook e Yvel Guichet, para el cuarto número de la serie Eternal Warrior, como un soldado con pequeñas máquinas, llamadas nanitos, en su interior que le daban capacidades muy superiores al resto de mortales. Ni que decir tiene que portaba muchas armas, era un personaje muy anclado al prototipo de héroe de los noventa y quizás por ello el más complicado de recrear en la actualidad.

En 1993 Bloodshot recibe su serie propia, escrita por su creador, VanHook, pero con dibujos de Don Perlin, la cual alcanza los 51 números, más los debidos especiales, y solo cierra en el 96 cuando Valiant es comprada por Acclaim, los cuáles no dudan en relanzar la colección con un nuevo volumen, una nueva estética para el personaje y una gabardina negra, más adecuada para el final de esa década. Acclaim mantiene la cabecera de Bloodshot poco más de un año, hasta el número 16, y no se volverá a saber de él hasta 2012 con el surgimiento de Valiant Entertainment, y el reinicio de todos los personajes que esto supone.

Al contrario que con X-O Manowar Bloodshot no gozó de una colección tan larga. La nueva versión de la editorial tiene mucha tendencia a presentar historias más cortas, centradas en arcos, más o menos largos y más o menos enlazados, dejando puntos de ruptura fuertes entre el último número de una colección y el primero del siguiente, bajo la muy acertada idea de que no todos los personajes tienen que tener siempre una colección abierta. Sin embargo Bloodshot siempre ha estado presente de una u otra manera, no deja de ser uno de los personajes más importantes y lo hacen notar con especial relevancia en algunos de los eventos, pero también al ser una de las primeras series que lanzan al mercado en ese 2012 en el que resucita la editorial. Concretamente es la tercera, tras X-O Manowar y Harbinger.

Los elegidos para este nuevo inicio son Manuel García al dibujo, salmantíno que lleva más de veinte años trabajando para el medio, habiendo trabajado para Marvel y DC, y Duane Swierczynski, escritor del que se puede decir exactamente lo mismo, aunque se prodigó más por la casa de las ideas. Visualmente el cómic consigue el efecto de entrar muy bien por los ojos a la vez que se distingue de los otros publicados por la editorial en ese momento, los autores llevan muy bien la acción, que a su vez es mayor que en la otras y bastante más fuerte. Solo hay que ver el primer número y comparar con las dos antes mencionadas, aquí vemos como alguien suelta a Bloodshot en Afganistán donde muere. Tras unos recuerdos de su familia, nuestro protagonista resucita dentro de la base enemiga y los va matando en un cómic plagado de violencia. Pero pronto dejan claro que Bloodshot no va de eso, es todo una simulación, alguien juega con su mente, literalmente, y se va dando la información con cuentagotas.

Aquí también se presenta a una organización llamada P.E.R., Proyecto Espírtu Renacido, que resultarán unos de los grandes villanos del universo Valiant. Esta organización paramilitar cercana al gobierno son los dueños de Bloodshot, que van moldeando al soldado poniendo en su mente lo necesario para que acabe con la misión, sin embargo ha sido capturado por el doctor Kuretich, un antiguo miembro del P.E.R. que ha cambiado de bando y piensa sacar a la luz todo lo que han estado haciendo. La historia que aquí se trata no pretende tener blancos y negros, Kuretich dista mucho de parecer bueno. No obstante, aunque hay un fuerte entramado de bandos y conspiraciones, el punto de vista que se trata es el de un hombre perdido en un mundo de recuerdos falsos que solo desea saber quién es, y es en este punto donde sí se pueden establecer ciertas similitudes con otra de las series de la editorial, X-O Manowar, en cuyo inicio nos presenta a un hombre perdido en busca de la verdad dentro de un mundo mucho más complejo. Sin duda esto simplifica la historia haciéndola mucho más ligera, pero también ofrece un buen punto de entrada a cualquier lector con ganas de diversión. Esto no durará mucho, el primer arco argumental, llamado “El mundo en llamas” no deja de ser una presentación como hiciera Robert Venditti con Aric de Dacia en la serie antes mencionada, aunque bastante más larga y con una resolución diferente, ya que el misterio sobre quién es en realidad Bloodshot tendrá una sombra muy alargada.

Toda la intriga está muy bien llevada, con un fuerte peso narrativo en el dibujo, que cumple sin lugar a dudas, y se logra que, aun con todo lo malo que ha hecho, empaticemos con el personaje, ya que no ha sido más que una herramienta poderosa en muy malas manos. Pero si algo distingue a esa serie son su trabajo con los personajes secundarios, incluyendo a los villanos pero principalmente en Kara, una enfermera que se ve atrapada en su historia, y su conexión con el universo Valiant. Ya en el primer arco se une mucho al mundo de los psiots, si en Harbinger se presentaban dos facciones de personas con poderes y diferentes intereses, aquí tenemos a los humanos temerosos que se quieren defender contra ellos. Bloodshot es esa defensa, el humano anti-psiots, o eso se quiere desde el P.E.R., sin embargo la propia organización utiliza psiots en misiones (casi como esclavos), empezando por Pulso, pero si algo son expertos en el P.E.R. es en hacer enemigos y Pulso se vuelve contra ellos. Como decía antes es una historia que tira más de dibujo que de palabras, sin embargo en cuatro números consigue que entremos en un entramado que cada vez se complica más y, aun así, sigue manteniendo una claridad y una sencillez asombrosa. Todo ello logrando ser un motor de transmisión empático bastante fuerte. Bloodshot no podía empezar de mejor manera.

La meta del segundo arco es profundizar mucho más en los personajes, haciéndonos ver alguna de las misiones de Bloodshot en el pasado y algunos de sus recuerdos falsos, dando más fondo a Kara y metiendo una trama importante con Pulso que llevará al encuentro con nuevos enemigos del P.E.R., que ya no son soldados random sino seres mucho más bizarros y con un poco de personalidad, la justa para que disfrutemos viendo como caen ante Bloodshot.

Los cinco números que componen el arco “Auge y Caída” ya deberían habernos dado una pista sobre que el tema de la identidad de Bloodshot no es algo que se va a tratar aquí, los autores cambian bastante de tercio, salvo un número, dibujado por Matthew Clark con una bajada cualitativa considerable, que explica cosas del pasado y sirve de interludio con cierta relación. Ahora el tema es otro, Bloodshot sí se va a vengar un poco del P.E.R. pero ahora va a rescatar a unos niños psiots que se encuentra prisioneros de la organización, olvidándose de su búsqueda de la verdad.

Si bien es cierto que no es necesario leer otras series para enterarse de todo lo que aquí pasa, Bloodshot está mucho más integrada en la continuidad de este universo, de hecho esto es una preparación para el primer evento de la editorial, las Harbinger Wars. En este arco se descubre que detrás de la traición de Kuretich está Toyo Harada, que será el gran enemigo a batir en dicho evento. Pero se puede tomar con calma, esto no es un evento Marvel o DC, aquí es todo muy accesible y toda la trama tiene su sentido para el personaje.

De todas las personalidades que tuvo Bloodshot la que manda es la de Ray, un padre de familia, por ello su misión pasa a ser la de ayudar a los niños, pero la cosa se complica ya que ellos lo identifican como “el hombre del saco”, son esos pequeños detalles los que hacen que la historia no vaya en línea recta y que esa trama de acción se vaya enriqueciendo poco a poco. Lo que era un ataque se ha convertido en una especie de Road Movie donde todos se buscan a sí mismos mientras huyen de un buen puñado de gente de diversos bandos que los quiere matar. También se habla de la relación del personaje con sus nanitos, como se viera en el primer arco se comunica con ellos de forma algo abstracta, pero esta es una trama que también pega un frenazo como se hiciera con la de su identidad.

La recomendación absoluta siempre será leerse el evento entero, cuyo grueso está en la colección Harbinger y la miniserie Harbinger Wars, sobretodo por el cliffhanger que nos deja la última página de este tomo, pero el esquema de Bloodshot contra todos por salvar a los niños no solo funciona sino que les queda perfecto. Aunque sí que el cambio de dibujo, con Barry Kitson, vuelve a descender el nivel que ofrecía García, tampoco está nada mal. El Bloodshot sin cara que copa casi todo el tercer arco está bastante logrado.

En esta parte la historia tiene un poco menos que ver con Bloodshot y más con los niños, a los que luego se conocerá como Generación Zero, pero, como ocurría con el primer arco, la violencia vuelve a hacerse con la serie, de buena manera ya que los autores hacen un gran trabajo, sobretodo por el hecho de que logran los diversos bandos se enfrenten de forma plausible, ahora Bloodshot se las ve también con Los Renegados. Quizás el único problema de esta serie, y de lo que vendrá después, sea que se dispersa demasiado, tira mucho de otros personajes, en este tomo Harbinger y Generación Zero, en el siguiente los HARD Corps y Archer & Armstrong, dejando menos margen para su historia propia. Pero no pasa nada porque eso lo hará luego Jeff Lemire con grandes resultados. Las comparaciones son odiosas, pero en ocasiones inevitables, un gran problema de esta primer serie de Bloodshot es que el trabajo posterior de Lemire fue tan bueno que quien se acerque a este tomo esperando lo mismo se llevará una pequeña decepción, pero no deja de ser un comienzo notable que puede gustar a quien haya disfrutado con las series posteriores, siempre y cuando uno sea consciente de que no se va a enfrentar al mismo tipo de cómic.

Bloodshot no es una de las mejores primeras series de Valiant, pero dista mucho de ser una mala historia, no hace más que dar fe de la gran calidad que nos daba y nos sigue dando esta editorial (y además sale Toyo Harada despedazando gente… que eso siempre es atractivo).



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