Javier Vázquez Delgado recomienda: Jimmy’s Bastards 2
Edición original: Jimmy’s Bastards #’s 6-9 USA, Aftershock.
Edición nacional/ España: Planeta Cómic.
Guion: Garth Ennis.
Dibujo: Russ Braun.
Color: John Kalisz.
Formato: Tomo cartoné.
Precio: 14,95 €.
Hace tiempo que tenemos la suerte de poder disfrutar de nuevos títulos independientes desembarcando en nuestras orillas cada mes, con una explosión de obras que dejan el corazón lleno de gozo y la cartera llena de polillas, así que realmente motivos no faltan para acercarse a las tiendas con religiosa puntualidad. Y a pesar de todo, la llegada de una nueva editorial, y que encima ha entrado en el mercado con tantísima fuerza, siempre es motivo de ilusión para el friki de pro. Así está siendo 2019 con la llegada de Aftershock, cuyos títulos nos está dosificando Planeta con una cadencia firme y constante que nos hace mantener el interés cada mes. Ha pasado ya medio año desde que viéramos estrenarse a la editorial en nuestras tierras, y este octubre nos llega precisamente el cierre de una de las dos series que tuvieron el honor de comenzar dicha publicación. Preparaos para sangre y demás fluidos a raudales, porque vuelve el sucedáneo gamberro de 007 ideado por el más gamberro todavía Garth Ennis. Vuelve Jimmy’s Bastards.
En marzo pudimos disfrutar de la presentación de este James Bond follador vividor que ve cómo sus años de infinitas conquistas sexuales terminan explotándole en la cara en forma de infinitos descendientes profundamente cabreados con su padre. Un primer arco que ya reseñara mi compañero para presentarnos el contexto de la serie y la trayectoria de sus autores, habituados a trabajar codo con codo en el pasado. El resultado fue una de esas obras que encanta a los fans del humor negro del irlandés, pero que conseguía salpicar toda su historia socarrona con una interesante deconstrucción del arquetipo del agente secreto más macho que un carnero, siempre enfocado desde un sentido del humor tan macarra como nos tiene acostumbrados Ennis.
Este segundo volumen nos presenta a un Jimmy Regent completamente catatónico a consecuencia de la revelación que tiene lugar en las páginas finales del primer tomo de la serie. Ingresado en una institución mental abrazado a su cachorrito, el agente número uno de Inglaterra queda completamente fuera de juego, dejando a su compañera Nancy como única esperanza para investigar lo sucedido y acabar con la banda de bastardos (literalmente) que ha sumido al mundo en el caos con su virus del género fluido. ¿Será capaz Jimmy de recuperar la cordura suficiente para ayudar a su colega?
Garth Ennis es un guionista que personalmente me fascina. Como amante del humor negro, me pierde tremendamente su habilidad para diseñar a los personajes más psicópatas y tarados y su capacidad para idear las mayores burradas posibles. Pero cuando el guionista irlandés termina de enamorar es cuando toda esa fachada de gamberradas está levantada sobre unos pilares basados en un profundo amor por sus personajes, un mensaje reflexivo cargado de crítica social y una sensibilidad en su historia que contrasta totalmente con ese tono pasado de rosca. Es por eso por lo que el primer volumen de Jimmy’s Bastards me sorprendió gratamente: tenía al Ennis bruto, al de las vísceras y las orgías, el de villanos sociópatas y diálogos mordaces, pero sazonado con una parodia del personaje de Ian Fleming que aprovecha para debatir en boca de Jimmy y Nancy sobre la masculinidad, la corrección política o la discriminación. Tampoco quiero decir que estuviéramos ante un ensayo de Unamuno (no creo que Unamuno sacara muchas tetas de viejo en sus obras), pero tuve la sensación de encontrarme con el Ennis de The Boys en muchos momentos, más si cabe teniendo a Braun en el dibujo.
En este segundo arco sin embargo, aunque lo he disfrutado y me he seguido riendo tanto como con el primero, la historia se resiente un poco debido principalmente a su protagonista. Como comentaba antes, los mejores momentos del primer volumen residían en las ricas conversaciones que tienen Jimmy y Nancy, abordando desde distintos prismas temas polémicos e interesantes, dotando de una fuerza enorme al personaje de Nancy mientras a la vez consigue profundizar en la fachada de Jimmy, humanizándolo y convirtiéndolo también en algo más que en un simple héroe follacas. Es precisamente ese giro de guion que nos deja al agente secreto catatónico el que hace que la trama se resienta, dejándonos la serie algo coja en comparación con lo que nos ofreció en sus primeras grapas. Lo que nos queda finalmente es algo más similar a Un tren llamado amor, por citar algún otro ejemplo dentro de la bibliografía del autor, una historia de acción desenfrenada y pasada de rosca que sigue siendo muy disfrutable como diversión ligera, pero quizás con algo menos de interés que la propuesta inicial. No ayuda tampoco el hecho de que el villano principal termine reducido a algo tan simplón, con un enfrentamiento final digno de dibujos animados.
Por contra, Ennis continúa siendo un fantástico creador de personajes femeninos que son auténticas apisonadoras, ya sean heroínas y villanas. El personaje de Nancy fue la gran sorpresa del primer tomo, arrebatándole el protagonismo de la función a su compañero de misiones, y en esta segunda mitad mantiene su estatus a la perfección, con un combate final de aplaudir con las orejas. Mención aparte merece la descacharrante reunión de agentes 00 del psiquiátrico, donde podremos reconocer a más de uno de los actores clásicos que han interpretado a Bond en un cuadro tan grotesco como maravilloso. Nada como un Sean Connery perjudicado follándose la pierna del protagonista como para hacerle subir puntos a una historia.
En el apartado gráfico sí que podemos decir que se mantiene el nivel desplegado en el primer volumen. Con un estilo entre el realismo y un cartoon que evoca a ese pasado profesional de Braun en Disney, el dibujante mantiene la personalidad de un trazo que encaja perfectamente con el tono de la historia, y que por supuesto evoca a The Boys, siendo como fue dibujante ocasional de la serie. Cabe destacar la habilidad de Braun para plasmar un abanico de expresiones faciales inmenso, que suponen un pilar fundamentalmente a la hora de potenciar las escenas cómicas del cómic, que forman la esencia de su historia.
Jimmy’s Bastards termina con un nivel algo inferior al que nos prometía su magnífico inicio, pero a pesar de todo nos deja en conjunto una obra divertidísima de las que te consiguen hacer reír en alto a lo largo de sus nueve números USA. Cierra así la primera obra de Aftershock que nos llega del guionista de Predicador, al que podremos volver a disfrutar el mes que viene con A Walk Through Hell, serie que algunos ya han definido como el regreso del mejor Ennis y a la que servidor está ansioso por hincarle el diente.
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