Javier Vázquez Delgado recomienda: Doctor Extraño 4-5
Edición original: Doctor Strange #6-8 (#396-398). Marvel Comics.
Edición nacional/ España: Doctor Extraño 4-5 (37-38). Panini Cómics.
Guión: Mark Waid.
Dibujo: Javier Pina y Andrés Guinaldo.
Entintado: Andy Owens, J.P. Mayer, Javi Pina.
Color: Brian Reber, Jim Campbell.
Formato: Grapa.
Precio: #4 (2,20€), #5 (4,00€)
Panini Cómics continúa con la etapa del Hechicero Supremo de la mano de Mark Waid. Los números que conforman este arco argumental, llamado Los dos doctores, corresponden a Doctor Strange #6-8 (Legacy #396-398).
Como bien sabemos Mark Waid tuvo ya entre sus manos al Stephen Strange, en Strange Vol.2 # 1 – 4 (100 % Marvel. Extraño: ¿Quién es Stephen Extraño?), junto con Emma Ríos. Los números que se reseñan son continuación de ese breve y fugaz paso por la colección. Al regresar a la tierra el Doctor Extraño se encuentra consigo mismo, si bien con los atuendos que portase en la etapa de Jason Aaron. Iniciado el pertinente enfrentamiento comprobaremos que bajo la máscara del doble del falso Stephen se encuentra Casey. Se nos presenta por el autor a la joven aprendiz, la cual, si recordamos la obra anteriormente mencionada, quedó atrapada en otra dimensión mística con la pérdida de su alma. A lo largo de los números que confluyen en este pequeño arco, el autor nos planeta una pequeña trama sin gran complejidad en la cual Casey, con su atuendo del Doctor Extraño, irá obteniendo diversos ítems de gran poder mágico.
Tras la iniciativa de la nueva némesis en la persona de Casey, constataremos que detrás, entre las sombras, y moviendo los hilos, se encuentra
Aviso de Spoiler
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Ante esta tesitura el Doctor Extraño se verá arrastrado por la culpabilidad no solo de haber abandonado a Casey, sino de haber eliminado de su recuerdo la necesidad de su búsqueda, en aras de poder salvar nuestra realidad de un mal mayor. Dichos remordimientos le harán buscar a su antigua aprendiz para apartarla de los brazos de su verdadero enemigo, que la maneja en contra de su voluntad. Será con la ayuda de Kanna como Stephen obtenga la victoria, dándole acceso a su forja, tal y como vimos en el arco argumental anterior. Es en este momento donde Mark Waid dará breves pinceladas de la niñez y juventud de este personaje. Como colofón de este arco veremos nuevamente cómo nuestro buen Doctor pagará las consecuencias de su arrogancia y tendencia a la manipulación de sus seres cercanos, bajo el pretexto de solucionar un bien mayor. En este caso la traición a Kanna, vista en los números previos a raíz de la obtención de una de las gemas del infinito, supondrá un cisma con la que hasta ahora ha sido su mayor apoyo.
En definitiva, un argumento ramplón que no es propio de Mark Waid, y que deja al lector con un regusto a falta de ideas, o cuanto menos con un sabor a lectura del montón.
La parte gráfica sale peor parada, puesto que Javier Pina se encuentra ante la titánica labor de suceder a Jesús Saiz, mientras este se recupera para tomar inercia de cara al siguiente arco argumental. Ser críticos ante tal situación puede ser ciertamente doloroso, si bien se trata de un trabajo que es correcto y bastante agradable en cuanto al trazo, asemejándose en la medida de lo posible al arte de Jesús Saiz. El complemento o ayuda por parte de Andrés Guinaldo roza el aprobado, pero no más, dándonos una serie de páginas que no resultan para nada atractivas.
Como conclusión, y frente a un inicio que resultó esperanzador, hemos caído en picado libre y sin frenos, esperando que se remonte el vuelo en números posteriores.
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