Javier Vázquez Delgado recomienda: Actores que han interpretado al Joker

Joker ya está en los cines y, como es habitual en situaciones como esta, en que un personaje vuelve a la primera plana gracias a una nueva película, llega el momento de recordar a otros actores que le han dado vida. Dudo que a nadie le descubra nada nuevo con este post, pero creo que es interesante analizar las pequeñas o no tan pequeñas diferencias entre los trabajos de unos y otros actores. Hay casos en la historia del cine, como Superman y Batman, sin ir más lejos, o como con James Bond de alguna manera, en que un personaje acaba siendo interpretado en numerosas ocasiones, por numerosas caras, manteniendo una constante que varía en mayor o menor medida, y otras, como es el caso del Joker, en que la constante, sin desaparecer, cambia mucho más. Ya sea por el guión, el momento histórico en que se produce o la visión del director.

Por supuesto, todo lo que hable aquí tiene un intenso grado de opinión. Me encantaría no quedarme solo con mi monólogo y si no estás de acuerdo con lo expuesto házmelo saber en los comentarios. Porque puede que mi Joker favorito no sea el tuyo, o lo que yo vea en la interpretación de cada actor con la cara pintada de blanco y el pelo de verde no coincida con lo que tu ves. Así que, intentando ser objetivo, pero descargando subjetividad, vamos a ello.

No quiero empezar sin recordar al actor alemán Conrad Veidt. La historia cuenta que sirvió de inspiración a Bob Kane y Bill Finger a la hora de diseñar al personaje. Veidt fue uno de los mejores actores de su generación, en los años del cine silente. Fue uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán. Interpretó papeles legendarios que han trascendido durante casi un siglo, como el de Cesare en El Gabinete del Doctor Caligari (1920); el malogrado pianista en Las manos de Orlac (1924) y, ya en la época sonora, apareció en Casablanca (1942). Trabajó con grandes directores de los años 20 como F.W. Murnau y Robert Wiene y llegó a ser una superestrella, siendo uno de los actores mejor pagados de Alemania y dando el salto a Hollywood. La vida y obra de Conrad Veidt dan para mucho, pero es su interpretación de Gwynplaine en El hombre que ríe la que más nos interesa.

En esta película, su personaje quedaba quirúrgicamente desfigurado. En su rostro le fijaban una horrorosa mueca, como una sonrisa eterna, que provocaba un espectacular contraste con su mirada. Es sin duda una de sus mejores interpretaciones. Y su imagen, la de esa sonrisa antinatural, que transmite un escalofrío al verla, se quedó grabada en la retina de los creadores de Batman. Jerry Robinson, el dibujante que pugnó toda su vida por ser reconocido como co-creador del Joker, siempre afirmaba que al bueno de Finger era un cinéfilo y le gustaba la imagen de Veidt con la sonrisa desfigurada. Kane por su parte hablaba de un libro de fotografías de cine que Finger tenía en el estudio, el cual sirvió para ilustrar la idea del nuevo villano que estaban creando, allá por los comienzos de 1940. Por ello, es de ley nombrar a Conrad Veidt, no como un actor que interpretó al Joker, sino como el que sirvió de inspiración. Al margen dejamos la famosa carta de Jerry Robinson.

César Romero fue el primer actor que dio vida al Joker, en la celebérrima serie de televisión de Batman iniciada en 1966. Un producto de difícil digestión para las costumbres televisivas de hoy en día, pero de gran valor para el camino de construcción del universo del Hombre Murciélago. Romero fue un actor estadounidense de origen cubano. Empezó su carrera en los inicios de los años 30 y fue uno de los primeros latin lovers del cine. Su porte de galán y sus dotes de bailarín le hacían el amante perfecto para películas románticas. Pero no se quedaba ahí, su trayectoria es muy extensa, trabajó durante cinco décadas en más de 200 papeles. Rodó westerns interpretando al personaje de cómics clásicos Cisco Kid, trabajó con Gary Cooper y Burt Lancaster en Vera Cruz (1941), rodó episodios para la serie de Walt Disney del Zorro de 1957, interpretando a un viejo gigoló propenso a meterse en problemas. Y formó parte del elenco de Ocean’s Eleven, la original, de 1960, junto a Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis, Jr., Joey Bishop, Angie Dickinson y otros.

¿Cómo fue su Joker? Sencillamente, inolvidable. Risueño, estriónico, con una carcajada interminable. Fue una plasmación de los cómics de los años 50, etapa dura para los cómics de superhéroes. El inicio de la Edad de Plata y todo el tiempo que abarcó dan para muchos artículos. Siempre la resumo como la era en que la imaginación de los autores estaba por encima del rigor de calidad de las historias. Las locuras estaban estrechamente ligadas con las genialidades. Para el Joker de Cesar Romero sirvieron de inspiración. No era el asesino homicida de masas que fue presentado en los años 40, sino un gracioso criminal vestido de payaso que usaba un montón de trampas y objetos de broma. Pero, por encima de todo, buscaba acabar con Batman. César Romero era un actor muy versátil y este papel le permitía reventar los oídos con su estridente risa y discursos de villano clásico. Y sí, se negó a afeitarse el bigote, que fue pintado de blanco en todos sus rodajes. ¿Y qué más da?

Esta versión, que hoy en día se enfoca como una parodia viral, fue realmente necesaria. El tono de la serie era mucho más ligero de lo que estamos acostumbrados a relacionar con Batman. El Joker fue el bufón de los cómics al que todos los planes terminaban por salirle mal. Pero, por encima de todo, sirvió de inspiración al Joker de Jack Nicholson. Este es mi favorito. Cuestiones sentimentales. No será una opinión muy popular, pero le tengo un inmenso cariño. Y su versión era mucho más oscura que le de Romero. Principalmente, porque le veíamos matar a sangre fría. El gran Jack, uno de los mejores actores de Hollywood de todos los tiempos, le dio su particular imagen. Aportó una mirada de locura, una presencia inquietante, una risa diferente, una elegancia distinta. Un plan maestro, más cercano al de los cómics de los 40.

La película de Tim Burton de 1989 fue una maravilla visual, muy personal, una obra fuertemente influenciada por el imaginario de su director. Y el villano estuvo a la altura de la trama. Su interpretación eclipsó a su compañero de reparto, Michael Keaton, cuya elección fue controvertido al ser relacionado como un actor de comedias. La audiencia aplaudió más a Nicholson, una superestrella que ya contaba con nueve nominaciones a los Oscar con dos estatuillas en su poder (terminó ganando una tercera). Hay quienes dicen que su papel no estaba muy alejado del de Romero. No estoy de acuerdo, Nicholson le aportó muchísimo carisma, un tono más gamberro, más destructivo, sociópata, violento. No tenía un maquillaje transformista, pues debía ser un rostro reconocible. Se erigía como un embaucador que llegaba a poner a la población a su favor por encima de la oscura imagen de Batman. Interpretaba a un gran villano, con un gran plan lleno de matices que, en el momento del cara a cara, no era rival para Batman en un enfrentamiento físico. Pero que le ponía contra las cuerdas hasta entonces.

El éxito de la película de Tim Burton sirvió de inspiración para crear la serie animada de Batman. Una de las mejores, sino la mejor, producción de animación de superhéroes. La primera del Timmverso. Y Mark Hamill ha sido la voz del Joker en la serie de televisión y en la adaptaciones de videojuegos. Una voz perfecta, que transmite locura, ingenio, llena de matices. Es la perfecta interpretación de un maníaco homicida. Distinta a las voces predecesoras, pero única. Capaz de llevar el contraste entre la risa y el rugido de su enfado a niveles totalmente distintos. Más aún teniendo en cuenta que sucede en una serie de dibujos.

El personaje bebe mucho de Nicholson. Vive obsesionado con acabar con Batman. es ingenioso, sorprende con cada aparición. Es terrorífico, ilustra a la perfección la dicotomía entre la apariencia de payaso y las acciones de un homicida. Hamill es el actor que más veces a interpretado al personaje, aunque haya sido a través del doblaje, y su labor ha sido encomiable. Pero no ha sido el único en prestarle su voz al Príncipe Payaso del crimen. El actor Troy Baker ha doblado en alguna ocasión, como en las películas Batman: Assault on Arkham, Batman Unlimited: Monster Mayhem, Mechs vs. Mutants y el cruce con las Tortugas Ninja. También ha sido doblador de Batman. Personalmente, creo que su trabajo ha estado fuertemente inspirado por Hamill, que construyó casi de cero la voz perfecta y sin el cual el suyo no hubiera sido igual. Dicho esto con todos mis respetos.

Llegamos a Heath Ledger. ¿Qué voy a decir que no se haya dicho ya? La película de Christopher Nolan de 2008 nos regaló una interpretación única. Tal vez sea la mejor, aunque no sea mi favorita. Se vio muy beneficiado por un guión realmente bueno. Desde el teclado crearon una historia que encaja como anillo al dedo a un personaje tan impredecible y excéntrico. Emana locura en cada movimiento, pero sobre todo maldad. Es un villano. Con todas las letras. Un malo muy reconocible. Crea una empatía que enamora porque los villanos, bien escritos, atraen. Pero no tiene una razón de ser realmente clara. Y no la necesita. Es malo porque es su naturaleza y en ningún momento necesitamos saber el porqué.

Está bien arropado por una caracterización mucho más verosímil que las anteriores. Lleva un maquillaje imperfecto, cicatrices visibles, un traje desaliñado, el pelo enmarañado. Tiene tics nerviosos, movimientos inconscientes que transmiten nerviosismo y repulsión. Es una perfecta traslación de los cómics que va más allá buscando un realismo crudo. Y firma un gran número de escenas espectaculares. La quema de la torre de billetes, el atraco de la primera escena, “voy a hacer que este lápiz desaparezca” y “soy un agente del caos”. Por cierto. Siempre he pensado que es una gran escena, pero realmente tiene un plan. Desde el principio. Aunque no sea de dominación ni conquista, quiere salirse con la suya. Quiere eliminar las trabas de su camino. Quiere gobernar el crimen. Vive para el crimen. ¿Y lo de ponerse la pistola en la cabeza y darle la opción a Harvey Dent a disparar? Sabe que si lo hace él gana, no le importa morir. Es frío como el hielo. Violento hasta la médula. No tiene conciencia. Fue una caracterización perfecta.

No quiero perder mucho tiempo en hablar de Cameron Monaghan, quien dio vida a un proto Joker en la serie de Gotham. Jerome Valeska ha sido un joven criminal que se ha comportado como tal desde el principio. Pero acabó muriendo y su hermano gemelo, Jeremiah, enloqueció para dar vida a esta versión televisiva. Reconozco no haber sido seguidor fiel de la serie y, aunque tiene elementos interesantes, no termino de ver con buenos ojos esta particular visión del personaje. A lo mejor contada de otra manera, exclusivamente en una película, podría haber funcionado. Pero no lo veo. Es un actor que me gusta, me sorprendió en la serie Shameless, pero el camino marcado para contar este origen no me convence.

En la película Escuadrón Suicida (2016) el Joker tuvo un pequeño papel, en la edición final, interpretado por Jared Leto. Un actor oscarizado que se involucró mucho en la preparación al papel y que afirmó que el recorte de postproducción dañó en exceso el resultado final de la película en general y su trabajo en particular. Quiero defender la interpretación de Leto. No voy a negar que el personaje está a años luz del de Ledger. Su Joker es totalmente distinto. Es un líder del hampa, un mafioso. Se mueve en ambientes menos oscuros, en clubes sofisticados, maneja dinero. Su carácter me recuerda más al personaje de Gary Oldman en Amor a quemarropa (1993). Y a James Franco en Spring Breakers (2012). Pero no tanto a lo que debería haber sido el Joker. Sí que creo que retrataba bastante bien la obsesión que padece con Harley Quinn y esa relación tóxica.

Pero la caracterización fue un poco desacertada. Tal vez quiso romper demasiado con Ledger. Tal vez fue una simple visión de producción que resultó fallida. Pero Leto no hacía un mal trabajo, sino un trabajo mal enfocado. Y la trama de la película no acompañaba. Su presencia sabía más a pastiche que a necesidad del guión, resultaba una desviación innecesaria de una historia ya de por sí deficiente. Pero Jared Leto puso de su parte, su implicación es indudable. Y su cabreo al ver la edición definitiva provocó su desvinculación de cualquier otro proyecto relacionado con el personaje. Tal vez fue un mal necesario para llevarnos a donde estamos ahora.

Porque ahora tenemos a Joaquin Phoenix. Y voy a hablar pocas horas después de haber visto la película de Todd Phillips. Mi compañero Juan Luis Daza ya ha hecho una crítica que podéis leer aquí. El Joker de Joquin Phoenix es una maravilla. Lo más impactante es que consigue transmitir sensaciones diferentes. Parecía que después de cuatro actores más una voz de doblaje iba a ser difícil crear una versión alternativa diferenciadora. Pero lo ha conseguido. También está muy apoyado por un grandísimo guión, a diferencia del pobre Leto. Al igual que Ledger, presenta un trabajo de guión que le beneficia, porque la historia es realmente poderosa. El progreso que sufre a lo largo de la trama obliga al actor a llevar una evolución que lleva al espectador a sentir pena y compasión en un principio, empatía conforme avanza y temor al final, pero a la vez una adoración. El personaje se merece un aplauso por todo lo que sufre, pero no deja de convertirse en una de las personas más maléficas que existen.

Este Joker bebe de los cómics mucho más de lo que en un principio podríamos pensar. Sin caer en el spoiler voy a decir que, llegado el culmen de su conversión, es tan frío, sanguinario, sociópata, homicida y carismático como tiene que ser. Es totalmente reconocible. Es muy artístico en cada movimiento, totalmente impredecible. Da la sensación de que va a explotar en cualquier momento y no va a dejar títere con cabeza. Claro que es una consecuencia del rechazo de la sociedad a los enfermos mentales. Del abandono, mejor dicho, de un sistema que llega hasta donde el dinero le permite y no tiene compasión en abandonar a quien no puede, o no le conviene, tratar. No voy a adentrarme más en detalles. Diré que está mucho más cerca de Ledger que de Nicholson, pero que también tiene un par de detalles que unen a los dos. Y deja con ganas de ver y disfrutarlo más. El tiempo dirá si él es mejor Joker que Ledger. Personalmente, creo que hay que quedarse con los dos, porque no son tan parecidos, pero tampoco muy diferentes. Y son totalmente disfrutables.

No puedo hacer un ránking de Joker’s ahora mismo. No es una práctica que me guste, ni tampoco me parece justo, porque cada uno, de alguna manera, es fruto de su tiempo. Y conforme avanzan evolucionan en función de lo que hicieron los anteriores. Ahora me gustaría que Joaquin Phoenix llegue a ser el primero en interpretarlo por segunda vez. Lo de Mark Hamill está en otra liga.

Para profundizar más en el personaje de cómics, recomiendo leer la guía de lectura de mi compañero Gustavo Higuero.

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