Javier Vázquez Delgado recomienda: Hit-Girl en Colombia

Edición original: Hit-Girl, Vol. 1 (Image Comics).
Edición nacional/ España: Panini Comics.
Guión: Mark Millar.
Dibujo: Ricardo López Ortiz.
Entintado:.
Color:.
Formato: Tomo en tapa dura, 18 x 27,5 cm., 112 páginas.
Precio: € 15,00.

El hecho de que Mark Millar es uno de los que más y mejor ha entendido el asunto de los negocios en torno al cómic norteamericano es uno que ya prácticamente todos conocemos y tenemos asumido. Esto se ha confirmado una vez más entre el pasado año y este con el relanzamiento que ha logrado concretar con Kick-Ass y Hit-Girl, probablemente su producto más exitoso y que en principio había tocado un techo y llegado a su fin… pero supo reconvertirlo y darle nueva vida para llevarlo más allá.

De repente, todo lo que habíamos leído de Kick-Ass pasó a tener un nuevo nombre (Los años de Dave Lizewski) y se relanzó con un nuevo volumen bajo el título de La Nueva Chica (haciendo bastante evidente que debajo del traje hay una chica nueva); pero en otra oportunidad hablaremos de ese cómic que llevan adelante Millar con John Romita Jr. (primero, y luego Marcelo Frusin). Y por el lado de Hit-Girl, que es el que aquí y ahora nos convoca, lo reformuló de un modo aún más interesante aunque eso no se nota tanto en este primer tomo recopilatorio. La protagonista sigue siendo la misma de siempre, Mindy McCready, pero con un contexto distinto debiendo reubicarse sin su padre y sin el Kick-Ass de antes; lo más atractivo va por el costado autoral, dejando que diferentes equipos creativos se hagan cargo de los sucesivos arcos argumentales por los que viaja el personaje. Es apropiado el verbo viajar, porque de hecho es lo que hace Hit-Girl en esta nueva etapa, comenzando aquí en Colombia y siguiendo (hasta donde se ha publicado) por Canadá, Roma, Hollywood, Hong Kong e India.

Decíamos que aquí no se nota tanto la reformulación porque tenemos como guionista al mismo Millar, sentando las bases de lo que planeó para el personaje, con lo cual es una historia muy parecida a las que ya habíamos leído en la etapa anterior de Kick-Ass. Sí hay una diferencia atractiva en lo visual a cargo de Ricardo López Ortiz, un dibujante muy distinto a Romita Jr., que presenta un estilo más ligado a lo cartoony y al manga alejado del registro del artista que ha realizado hasta aquí todos los cómics de este mundo. No obstante, con su manera de dibujar, no se distancia de lo dinámico y entretenido que son todos los cómics Kick-Ass (y diría todo los de Millar), cargándose a cuestas la acción con la narrativa ágil que para eso se precisa generando una gran lectura en el apartado gráfico.

Por el lado del guión, no hay nada demasiado elaborado y probablemente sea un error esperar eso de un cómic escrito por Millar. Por el contrario, ante un libro firmado por él uno espera acción y entretenimiento, y si se trata de universo Kick-Ass también queremos gore y violencia (de la innecesaria y alguna justificada también). Y en este libro recibimos todo eso y un poco más.

El planteo es simple: Mindy buscando qué hacer con su vida de vigilante recibe pedidos de personas de distintas partes del mundo y así le llega una solicitud de venganza desde Colombia. Así, Hit-Girl viaja a ese país sudamericano caricaturizado (aunque basado en hechos reales) como un lugar plagado de pandillas violentas atravesadas por el narcotráfico, y mediante un personaje en particular de ese submundo entra en una sucesión de masacres violentas persiguiendo el objetivo concreto al que el guión nos va llevando de a poco, reservándose siempre un as bajo la manga. Y ese es otro punto a favor de Millar, que a pesar de haberlo leído tanto y en tantas historias diferentes entre sí, de una u otra manera consigue generar alguna sorpresa al lector.

En consecuencia, cumpliendo con todo lo que promete y ofreciendo un poco más, este nuevo nacimiento de Hit-Girl amerita una entretenida lectura. Y más todavía vale por la curiosidad de seguir sus aventuras por el mundo, escritas y dibujadas por autores ajenos al Millarworld que se sumarán dando sus visiones propias, pero para ello antes tenemos que pasar por estos primeros escalones que bien lo valen.

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