Javier Vázquez Delgado recomienda: Una pequeña mentira

Portada Una pequeña mentira

Edición original:Dream Team ESP, Reservoir Books
Edición nacional/ España:Astiberri Ediciones
Guión:Mario Torrecillas
Dibujo:Artur Laperla
Color:Artur Laperla
Formato:Rústica, 416 Páginas
Precio:25€

Lo malo de trunfar ahora es que cuando tenga treinta años ya lo tendrá todo hecho en la vida y con muchos números para ser un fracasado. Es un niño aún y lo bueno sería que se decicara a ser solo eso, un niño.

En 2014 Mario Torrecillas y Artur Laperla publicaron una novela gráfica titulada Dream Team con la editorial Reservoir Books. Posteriormente apareció en el mercado francófono y allí llamo la atención del director francés Julien Rappeneau que decidió adaptarla a la gran pantalla con el título Una pequeña mentira. Coincidiendo con estreno en nuestro país Astiberri Ediciones la reedita con el mismo título de la película dentro de su colección Sillón Orejero.

Mario Torrecillas
es un guionista nacido en 1971 en Esplugues de Llobregat. Comenzó su carrera en el cómic en el año 2009 con la novela gráfica El Hijo (Glénat) dibujada por Tyto Alba. Con el colabora en el guion de su siguiente trabajo Santo (Glénat) que dibujó Pablo H. Una pequeña mentira fue su siguiente novela gráfica y justo este mes acaba de publicar su cuarto trabajo que lleva por título El original (Bruguera) escrito junto a Montse Torrecillas y dibujada por Marcelo Dematei. Además de su trabajo en el cómic también tiene una productora PDA (Pequeños Dibujos Animados) Films con la que realiza películas de animación.

Artur Laperla, seudónimo de Artur Díaz, es un historietista nacido en Barcelona en el año 1975. Debutó en el mundo del cómic como parte del colectivo Producciones Peligrosas junto a Marcos Prior, Nacho Antolín, Jordi Borrás y Marcos Morán. Juntos realizaron el fanzine rAu; además de Oropel y Cool Tokio dos miniseries para Laberinto, la línea de cómic nacional de Planeta de Agostini. Posteriormente formo equipo creativo junto a Marcos Prior con el que trabajó en El Víbora. Fruto de esa colaboración surgieron obra como Mundo maremoto, Raymond Camille o Rosario y los Inagotables. En la primera década de este siglo publicó tres obras para el mercado francés con guion propio: Voleurs de chien, Matilda Clarc y La tête de Wilson l’enragé. Por desgracia ninguna ha visto la luz en nuestro país. En los últimos años se ha dedicado al cómic infantil con Super Patata (Bang Ediciones) y al erótico con Melvin (Bang Ediciones). A principios de 2019 apareció Maldita casa encantada un cómic de terror que funiconaba de manera similar a los libros de Elige tu Propia Aventura.

Enzo es un niño que juega al futbol en el equipo de su barrio. Destaca por encima del resto de sus compañeros por su calidad, que hace pensar en un brillante futuro como futbolista profesional. Su situación familiar es complicada desde que sus padres se divorciaron. Su madre, que cuida de él, ha rehecho su vida, pero su padre ha entrado en una espiral autodestructiva por su alcoholismo y la falta de empleo. Pero Enzo le quiere con locura y está dispuesto a cualquier cosa con tal de ayudarle a recuperarse. Cuando su padre se entera que a su siguiente partido ira un ojeador del Arsenal a verle vuelve a recuperar su autoestima, algo que le llena de alegría por recuperar a su padre. Así que cuando el ojeador le comunica que no ha sido elegido decide mentir a todo el mundo y dice que le han fichado.

Una pequeña mentira es una novela gráfica para todos los públicos, trata sobre las relaciones entre padres e hijos en barrio obrero del extrarradio de Valencia en plena crisis económica. Pero también tienen cabida el futbol, como medio de escape de la realidad y como negocio, la complicada vida en los barrios, las familias desestructurada y las mentiras. Con esos ingredientes lo fácil hubiera sido hacer un melodrama clásico, pero por suerte no es así ya que en ella vemos más influencia de Berlanga que del Barrio de León de Aranoa. Torrecilla y Laperla huyen en todo momento de los tópicos que acompañan a este tipo de historias, ya que a pesar de la crudeza de lo que cuenta dejan espacio para el humor, la alegría y la esperanza.

El motor de la historia es la relación paterno-filial entre Enzo y su padre. El niño se ve impelido a mentir para recuperar a su padre ya que es la única forma que le puede obligar a enfrentarse con su verdad. Enzo proviene de una familia desestructura en la que él es mucho más responsable de que su padre y deber ser él quien le salve. Esta relación problemática con su padre es común al resto de personajes infantiles de la novela gráfica que destaca por su interracialidad que refleja la población actual de los barrios de España. Erika debe lidiar con un padre ausente y Billén tiene un padre integrista argelino que no le deja salirse de los preceptos del islam. Las más de cuatrocientas páginas del relato consigue que todos los personajes se pueden desarrollar de manera creíble y que nos regale momentos realmente divertidos y llenos de humanidad.

El futbol es una parte importante de la trama ya que se convierte en la vía de escape de una realidad descorazonadora. El ojeador del Arsenal se convierte en una especie de Mr. Marshall que va a salvarnos de nuestros problemas, algo que sigue muy extendido en el ideario español. También vemos una crítica al futbol como negocio por encima de su aspecto lúdico. Esa idea ampliamente extendida en la que cualquier chaval puede convertirse en una estrella, algo que muy pocas veces se cumple. El padre de Enzo resulta un perfecto ejemplo de esa clase de padres que pretender vivir su vida a través de sus hijos y que cada fin de semana protagonizan espectáculos bochornosos en los campos de futbol de toda nuestra geografía.

Una pequeña mentira es un reflejo de la situación en los barrios de extrarradio llenos de descampados, bloques dormitorios, torres de electricidad y naves industriales abandonadas. Pero Laperla los retrata llenos de luz y color algo que crea un contraste entre la dureza de la situación y la luz del Mediterráneo. El resultado funciona muy bien y es uno de los grandes aciertos de la obra. Aunque el barrio este sucios y degradado se puede ser feliz, hay que huir de esa idea de los “pobres pobres”. También hay que destacar la importancia de la asistencia social, reflejada en el personaje de Marina, para que las condiciones de los habitantes de los barrios sean las mejores posibles. Aunque muchas veces se encuentra con trabas para poder realizar su trabajo por falta de interés político.

En el apartado gráfico ya hemos hablado del contraste de color tan luminoso con la historia que se cuenta y sirve para alejar de la idea de los barrios de extrarradio como unos sitios tristes donde todo es gris y siempre llueve. Los diseños de los personajes tienen mucho de los dibujos animados y la ilustración infantil ya que están muy bien definidos con pocas líneas. Algo que también sucede con los escenarios que no están para nada recargados, pero nos indican en todo momento en qué lugar transcurre la historia. Las páginas tienen muy pocas viñetas lo que contribuye a la fluidez de la historia.

Astiberri hace una buena edición rescatando una obra que en su primera edición en nuestro país paso un tanto desapercibida. Cuenta con un divertido prólogo obra de Juanjo Sáez. Quizás al tratarse de una reedición deberían haber incluido algún extra que no estuviere en la de Reservoir.

Una pequeña mentira es una novela gráfica que mezcla el futbol con la crítica social y las relaciones paterno-filiales con reminiscencias de Billy Elliot, aunque un toque decididamente español. Se aleja de los tópicos del género para traernos una historia que rebosa verdad, aunque trate sobre una mentira. Una lectura realmente gratificante que emociona y divierte a parte iguales.



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