Javier Vázquez Delgado recomienda: Reseñas DC – Legion of Super-Heroes #01

Edición original: Legion of Super-Heroes #01.
Guión: Brian Michael Bendis.
Dibujo: Ryan Sook.
Entintado: Ryan Sook, Wade Von Grawbadger.
Color: Jordie Bellaire.
Formato: Grapa, 24 páginas, color.
Precio: 3,99 $.

Tras los diferentes movimientos llevados cabo por Bendis en Superman y la miniserie Millenium, llega el momento de ver que ofrece el guionista en el primer número de una de las series más esperadas (con permiso de la JSA) por los aficionados al Universo DC. Han sido muchos años sin una serie regular de la Legión. Un erial que cerró la puerta a este mítico grupo en los Nuevos 52 y que ahora llega cargado de esperanza. ¿Será está la serie que merece y necesita la Legión?

Sin entrar en temas de continuidad, pues no es el sitio ni el lugar adecuado para extenderse en dicho tema, y centrando la atención exclusivamente en el primer número escrito por Bendis y dibujado o Ryan Sook, se puede decir que el trabajo de ambos se muestra muy descompensado.

La Legión es un grupo de héroes del futuro del Universo DC, nacidos en Adventures Comics #247 (1958) y que por derecho propio se convirtieron en estrellas de su propia colección en 1973, dónde se forjó la relación con el chico de acero. Lo que vendría más tarde es historia en DC, puesto que con Paul Levitz (anteriormente estaría guionizando un jovencísimo Jim Shooter) a los guiones la serie llegaría ser una de las más vendidas de la editorial, junto con los Titanes de Wolfman y Perez.

Con ese halo de grupo mítico que los rodea les ha costado encontrar de nuevo la senda del éxito. Hubo intentos en diferentes ocasiones, pero todos acababan fracasando en su propuesta, bien por falta de calidad o bien por tener un enfoque que no conectaba con los lectores. Escribir y dar con el tono adecuado no es tarea fácil y más cuando el tema de la continuidad siempre les ha afectado de forma contundente, haciendo que muchos lectores se mostraran refractarios a la propuesta.

Pero la Legión tiene algo especial. En sus páginas se fusionan la ciencia ficción y el género de superhéroes de forma orgánica, destilando lo mejor de dos géneros, donde hay historias siderales, máquinas imposibles, héroes y heroínas de fabulosos poderes conformando un grupo de enormes proporciones que precisa de un escritor muy habilidoso para poder exprimir de verdad todo el potencial que ofrecen.

En esta primera entrega, Bendis, pone en marcha la serie haciendo gala de su más que característico estilo narrativo, con un primer número en el que apenas se cuenta nada relevante, poniendo un par de piezas con las que iniciarlo todo, pero sin entrar de lleno en nada en concreto. Bendis lo apuesta todo al peso de la Legión entre los aficionados, narrando un minúsculo paso de una historia que se presenta en forma de introducción a través de la recuperación de cierto artefacto místico de la edad de los héroes de principios del siglo XXI.

Está entrega también sirve al propósito, aunque no lo acabe de cumplir del todo, de ir presentado a los diferentes legionarios. Legionarios que han sido adecuadamente rediseñados y modernizados, siendo algunos reconocibles a la perfección, mientras que otros necesitan de un aclarativo que los presente tanto a los nuevos lectores como a los aficionados de toda la vida. Bendis, se saca de la chistera un ingenioso método para no tener que recurrir a las presentaciones formales y que sin duda acabará por dar mucho juego a lo largo de la andadura del guionista en la serie. Un juego al que Bendis deberá aprender a jugar también a la hora de dar espacio y voz a cada uno de los legionarios, sin verse obligado a hacer que hablen casi todos en cada viñeta, lo que puede resultar agobiante si continua por esa línea.

Sin dejar de lado el tema de los legionarios, Ryan Sook, logra el equilibrio entre lo nuevo y lo viejo, aportando a los legionarios más importantes un aspecto clásico y moderno, gracias al rediseño que ha realizado de todos y cada uno de ellos. Si bien es cierto que algunos se identifican bien, otros, por el contrario, cuesta saber quiénes son… pero para eso está Bendis y su método de identificación constante. Los diseños son elegantes, en la mayoría de los legionarios, quedando algunos algo más en la frontera en lo que ha gustos se refiere. En conjunto el trabajo de Sook en diseño es mayúsculo, mientras que en la parte gráfica y narrativa su trabajo es el adecuado para lo que Bendis quiere contar, con apenas espacio para el lucimiento del dibujante que, es de esperar, se desate en posteriores números.

En resumen, un primer número con poca garra, sin algo de algo que de verdad enganche, sin supeditar todo a la parte emocional de los lectores por la Legión. Su estilo de narración descomprimida se hace casi excesiva, pero globalmente invita a querer seguir leyendo para ver como van desarrollándose las tramas y sobre todo, como Bendis gestiona a tan ingente cantidad de personajes.



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