Javier Vázquez Delgado recomienda: Batman: El último caballero de la Tierra

Edición original: Batman: Last Knight on Earth – Book One USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Scott Snyder.
Dibujo: Greg Capullo.
Entintado: Jonathan Glapion.
Color: Fco. Plascencia.
Formato: Cartoné. 56 págs. A color.
Precio: 10,95 euros.

Black Label continúa su andadura en sus dos frentes. Por un lado, el sello se ve nutrido de nuevas incorporaciones del fondo de catálogo de DC, con una selección de obras exclusivas, firmadas por los principales talentos de la industria. Mientras que el otro frente de sello, el de obras orientadas a lectores adultos, desarrolladas con libertad creativa, con los que poder ofrecer una visión más libre de los personajes, fuera de toda continuidad, se ve engrosado con la llegada a España de la nueva creación del dúo Snyder / Capullo, dónde, como no podía ser de otra forma, Batman acapara todo el protagonismo. ¿O tal vez no?

El CV de Snyder y Capullo con Batman es considerable. Ellos son los responsables de la andadura del Caballero Oscuro durante los Nuevos 52 y de uno de los eventos más polarizados, en cuanto a la aceptación de los lectores, Noches Oscuras: Metal. Por lo que su experiencia con Batman no responde a un capricho y encaran este proyecto como una vuelta de tuerca más, con la que poder llevar a Bruce Wayne a un nuevo punto, asumiendo el reto de ser los narradores de la última historia de Batman… o eso parece ser lo que pretenden.

En esta primera entrega, de las tres que componen la totalidad de la historia, el objetivo es claro: captar la atención del lector. Con una propuesta rompedora, desconcertante, llena de enigmáticas situaciones, todo empieza con Bruce Wayne despertando en el Asilo Arkham, bajo la premisa de no haber sido nunca Batman.

Un bofetón directo al lector que se encuentra tan desconcertado como el propio Bruce, mientras es potencialmente imposible dejar de leer por la propia inercia que lleva la historia planteada por Snyder / Capullo. Una historia en la que hay espacio para introducir otros elementos del Universo DC con los que enriquecer una trama que respira por si misma, dentro del fondo arquetípico en la que esta enclaustrada su matriz argumental.

Los autores de la obra optan por introducir referencias de todo tipo para que el lector pueda sumergirse con anhelo en la historia e ir desgranando esas referencias de forma que el conjunto se vea reforzado. No en vano, como ya se ha comentado, el fondo de la historia no es especialmente novedoso, pero si está construido sobre un buen sistema de engranajes que hacen que todo funcione a la perfección y de forma eficaz y eficiente. La construcción enigmática de la trama, el pausado ritmo, enmascarado con violentos acelerones narrativos, enganchan dolorosamente, destacando en todo y en nada al mismo tiempo.

Es un cómic diapasón, un metrónomo, que baila al vaivén de un suave ir y venir, un balanceo hipnótico y absorbente, con el poder ir moviendo las piezas que van haciendo que todo vaya adquiriendo sentido. Snyder está comedido, controlado, relajado, en su manifestación literaria con una idea central sobre la que todo pivota, y cuando Snyder no se ve arrastrado por sus propias ideas o su ansia por querer contarlo todo de golpe, Snyder se muestra muy sólido en sus propuestas. El último Caballero de la Tierra lo viene a demostrar.

Este primer tomo son los primeros pasos de una historia que se intuye muy potente, por lo que el escritor de la JL, controla muy bien los tempos para dar la justa y necesaria información, pues por delante quedan dos entregas más en las que es necesario expandir la trama y profundizar más en esa figura recortada al contraluz portando un farolillo con la cabeza de Joker con el que el primer tomo deslumbra en su portada. Un camino que se emprende para aniquilar al yo interior, a la esencia pura y prístina de Batman en su última gran batalla.

Hasta el momento las nuevas llegadas al sello, Batman Condenado, Superman Año Uno y la que se está desgranando a través de estas líneas, muestran una tendencia en cuanto a querer contar algo distinto a lo que se puede leer sobre Batman o Superman en sus series regulares. La propuesta de Azzarello es la más errática, mientras que la de Miller se muestra muy poderosa y la de Snyder muy ambiciosa. Y leer a un Snyder ambicioso, pero perfectamente centrado, es una buena noticia.

Su escudero, su fiel compañero creativo, Greg Capullo, merece unas líneas a fin de poder remarcar el excelente trabajo que realiza tanto en composición de página, narrativa y espectáculo visual. Su estilo es totalmente reconocible, pero esta muy estilizado, muy depurado, limpio, gracias a las tintas de Glapion, que no aplasta el lápiz del dibujante, para que siga siendo el protagonista absoluto de cada página. Al igual que ocurre con Snyder, Capullo también está más comedido, menos histriónico que en Metal, por ejemplo, centrado más en un acabado visual elegante y narrativamente eficaz, que en buscar enmascarar posibles defectos de trama con fuegos de artificio que nada aportan al conjunto visual de la obra.

En definitiva, el sello Black Label se fortalece de verdad con la llegada de esta nueva propuesta que se ha de ir desgranando poco a poco, dónde el tándem Snyder / Capullo funciona a la perfección, como un mecanismo bien engrasado, aportando lo mejor que saben hacer cuando las ideas no les abruman, las prisas no les atosigan y tan solo queda el talento puro con el que poder hacer un buen trabajo.



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