Javier Vázquez Delgado recomienda: En busca del unicornio
Edición original: À la recherche de la Licorne – Intégrale FRA, Dargaud
Edición nacional/ España:Astiberri Ediciones
Guión:Emilio Ruiz adaptando la novela de Juan Eslava Galán
Dibujo:Ana Miralles
Color:.
Formato:Cartoné, 160 páginas
Precio:26€
Su nombre es unicornio, por ese cuerno que le ves, en el que reside su maravillosa virtud.
El talento de Ana Miralles como dibujante y narradora está fuera de toda duda, desde hace tiempo ha demostrado que es una de las grandes figuras del cómic mundial. Así que todos los que disfrutamos de sus dibujos estamos de enhorabuena ya que el pasado noviembre apareció el integral de En busca del unicornio, la fantástica adaptación que realizó junto a Emilio Ruiz de la novela de Juan Eslava Galán, galardonada en 1987 con el premio Nadal. El integral se compone de los tres álbumes (La herida y el bálsamo, Los herreros blancos y Finis Africae) publicados por Glénat, tanto en Francia como en España, a finales del siglo pasado. Pero esta reedición cuenta con una mejor reproducción, algunas páginas y viñetas retocadas y/o redibujadas, mayor tamaño, nueva portada y una entrevista a los autores en la que hablan del proceso de creación de la obra, ilustrada con abundantes bocetos. Una magnifica reedición a la altura de la obra.
Emilio Ruiz es un guionista, fotógrafo, realizador audiovisual, documentalista, escenógrafo, diseñador y documentalista nacido en Santander en el año 1960. Su trabajo como guionista de cómic está ligado al de Ana Miralles. Juntos han creado obras como: El brillo de una mirada (Glénat), De mano en mano (Edicions De Ponnet), Muraqqa (12Bis) y la serie Waluk (Astiberri).
Ana Miralles es una dibujante e ilustradora nacida en Madrid en 1959. Debuta en el mundo del cómic a principios de los años ochenta, publicando en revistas como Rambla, Madriz y Cairo. En esta última publica Marruecos, mon Amour con guiones de Antonio Segura. Junto a él realizó en 1991 Eva Medusa, la serie que le abrió las puertas al mercado francobelga. La serie Djinn con guiones de Jean Dufaux supuso su consolidación en ese mercado desde que apareció en 2001 el primero de los 13 álbumes que la forman. Durante estos años ha compaginado su trabajo para el mercado francés con proyectos para el mercado nacional con Emilio Ruiz y trabajos de ilustración. En 2009 fue galardonada con el Gran Premio del Salón de Barcelona.
Juan de Olid es elegido en 1471 por el rey Enrique VI de Castilla para liderar una expedición a África. El objetivo es encontrar y dar caza a un unicornio para obtener su cuerno. Sus propiedades medicinales deben solucionar los presuntos problemas de fertilidad del rey que ponen en peligro su posición. Junto a Juan viajan un grupo de ballesteros y una doncella virgen, que según dicen las leyendas puede amansar al unicornio para que puedan obtener el cuerno.
En busca del unicornio es una historia que bebe de los grandes clásicos de la novela de aventuras históricas, pero entre sus páginas encontramos espacio para la reflexión y la crítica a la condición humana. No estamos ante una adaptación al uso, ya que la novela imitaba las crónicas de la época, así que por ejemplo no había diálogos. Pero sí que resulta muy fiel al espíritu que impregna la obra de Eslava Galán. El tomo de la historia va cambiando a mediada que los personajes van sufriendo las penalidades del viaje, al principio hay una gran cantidad de elementos cómicos pero la historia se vuelve cada vez más dramática. Sobre todo, se aprecia en el final en el que vemos como Juan ha desperdiciado muchas oportunidades de ser feliz por perseguir el sueño de un rey que ya no está. Se ha convertido en un hombre que nunca podrá readaptarse a un mundo que ha pasado de la Edad Media al Renacimiento.
El viaje que emprenden por una África, que era un continente nueve e inexplorado, sirve para que Juan vaya perdiendo su inocencia, pero nunca deja de ser un leal al deber que le habían encomendado. Algo que contrasta con lo que les sucede a algunos personajes que le acompañan en la aventura, pero que acaban por abandonar la expedición por motivos nada honorables. Ellos son los que consiguen progresar gracias a su falta de escrúpulos.
Todos los personajes que aparecen en la obra se comportan como lo harían en el s.XV con unos valores morales que ahora nos pueden chocar por machistas, violentos y racistas. Pero son fruto de la educación que han recibido y de la ignorancia en la que se vivía en esa época. Algunas de estas actitudes van cambiando ligeramente cuando viajan y expanden sus limitados horizontes. Además de la moral y la forma de actuar propia de su tiempo, también hablan como expresiones arcaicas, pero es un recurso que no sucede siempre ya que convertiría la obra en algo pesada. Ambas características sirven para dotar de verosimilitud a la obra.
Si por algo se caracteriza el estilo de Ana Miralles es por la elegancia de su trazo, además de su realismo deudor de los grandes dibujantes clásicos. En busca de unicornio es una obra clave para entender ese estilo ya que define lo que serán los trabajos posteriores, en los que acabara por definir su estilo. Esa evolución se puede comprobar si se comparan las páginas del primer álbum con las de los posteriores, en los que sobre todo los personajes van adquiriendo mayor empaque. Pero la obra a pesar de esa evolución resulta muy homogénea ya que no hay grandes diferencias, todo se da de una mamera orgánica y sutil. Narrativamente es una obra muy clásica sin composiciones de páginas llamativas como era habitual tanto en el momento como en el mercado en que se publicó. La claridad de la lectura es una de las características primordiales de la obra. Al igual que en los diálogos, gráficamente la obra nos nuestra como eran las condiciones de vida de época. La ropa, los castillos, las armas… son elementos que sirve para engrandecer la historia y que resulte tremendamente realista. Nos sentimos transportados a la Castilla de 1471. Y ese mismo amor por el detalle y trabajo minucioso lo vemos en las páginas que transcurren en África, donde podemos disfrutar de la habilidad de Miralles para dibujar flora y fauna, que tan bien ejecutara en obras posteriores como Djinn o Waluk.
Como ya hemos comentado al principio la edición de Astiberri es magnífica, muy superior a la de Glénat, el único debe es la ausencia de las portadas originales. Ojalá que sea un éxito de ventas para que podamos ver editados los anteriores trabajos de la pareja de autores y de Ana junto a otros guionistas.
En busca del unicornio es una notable historia de aventuras y viajes con un contexto histórico con entidad propia separada de la novela que adapta. Fue una obra clave en la trayectoria de Ana Miralles además de una prueba del gran equipo que forma junto a Emilio Ruiz. Como las buenas obras ha envejecido perfectamente.
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