Javier Vázquez Delgado recomienda: Hablamos con Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero

“La dificultad estribaba en unir nuestra propia personalidad como autores y añadir la de Pratt y que quede todo ensamblado.”

Desde el momento que en la redacción supinos que Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero venían a Bilbao a presentar el nuevo álbum de Corto Maltés teníamos claro que debíamos intentar entrevistarles. Así que nos pusimos en contacto con la librería Joker, a los que agradecemos enormemente la deferencia que tuvieron con nosotros y, por suerte, nos concedieron un tiempo antes de la presentación. La entrevista salió muy bien al igual que la multitudinaria presentación que reunió a los fans y críticos más importantes de Vizcaya.

Entrevista a Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero.

Zona Negativa (ZN): ¿Qué eran Corto Maltes y Hugo Pratt para vosotros antes de encargaros de la colección?

Juan Díaz Canales (JC): Decir que un referente no lo define lo suficientemente bien. Para mí, que lo descubrí en la adolescencia, es el autor y el cómic que me hicieron clic. Me descubrió lo que era el cómic adulto, que me atrapo en ese tipo de comic y que hizo desear ser autor de cómics. Es fundacional, siempre digo que es muy importante tanto en mi formación profesional como emocional. Cuando lees Corto Maltés y te engancha a según qué edad yo creo que es algo que te habla mucho, porque tiene ese lado romántico, pero al mismo tiempo muy comprometido y luego es divertido, son aventuras. Ese conjunto de cosas lo hace extremadamente atractivo.

Rubén Pellejero (RP): Para mí sería algo parecido a lo que ha dicho Juan. Pero yo añadiría que en mi caso mis inicios fueron muy profesionales ya que estuve trabajando en un estudio-agencia que hacíamos cómic. Allí conocí el trabajo de Pratt, pero sin saber de manera muy clara cómo serían luego sus obras. Había visto cosas de su etapa en Inglaterra para Fleetway y para Argentina, pero cuando empecé a ver cosas suyas para la revista Totem, que fue donde aparecieron las primeras historias cortas, ya le vi algo especial. Recuerdo que en su momento Hugo Pratt para muchos de los que nos creíamos profesionales en aquel momento era un señor que no sabía dibujar muy bien. En aquel momento había una concepción del dibujo realista mucho más clásica y Pratt rompía muchos de los esquemas a los estábamos acostumbrados. Lo recuerdo inicialmente como un autor rompedor, muy diferente a lo que se veía en aquel momento y me influyó mucho como enfocaba la aventura en todos los niveles. No era tan evidente como lo dibujantes más clásicos, dejaba momentos espaciosos, la composición de viñetas era muy sorprendente. Tenía un estilo como roto, sucio diríamos hoy en día, que era lo que le hacía contrastar en ese momento.

ZN: La página en La balada del mar salado en la que se cae la cabaña es una maravilla.

RP: Claro, hay muchas. Su forma de componer la página fue lo que más me sorprendió.

ZN: ¿Cuál era vuestra aventura favorita?

JC: Siempre es difícil, hay momentos. Es difícil elegir un álbum porque yo creo que Corto Maltés es una serie de momentos que se te quedan grabados a fuego. Sobre todo, los que tienen que ver con situaciones románticas porqué su forma de ponerlas en palabras e imágenes era muy novedosa con frases cortadas a la mitad, con diálogos sugeridos, silencios, pausas… todo eso. Pero si tuviera que elegir alguno los de más referencia son las historias largas de Corto Maltés en Siberia y La casa dorada de Samarcanda, porqué me parecen el compendio de todo lo bueno que tiene. Toda eso que he citado antes, esa mezcla de aventura, compromiso, acción, poesía, pausa… no sé creo que lo tienen todo. No falta ninguno de esos elementos.

RP: Yo me inclinaba mucho más por los de historias cortas. A mi modo las comprendía mucho más. Y en historias largas también iría La casa dorada de Samarcanda.

ZN: ¿Cómo acabáis encargándoos de la nueva etapa de Corto Maltés?

JC: Un poco por azar. La persona que tiene los derechos de la serie, Patricia Zanotti, era la primera editora que tuve en Italia de Blacksad, entonces ya nos conocíamos de haber estado en el festival de Lucca varios años promocionando Blacksad. En el momento que decidió dar continuidad a la serie me propuso escribir el guion, en mi inconsciencia dije sí sin pensármelo mucho. Luego me consultó con quién me gustaría hacer pareja artística, quién pensaba que sería la persona adecuada para ser el dibujante y arriba de mi lista estaba Rubén. Es un dibujante al que he admirado siempre y éramos amigos, incluso habíamos fantaseado con trabajar juntos en alguna ocasión. A partir de ahí hicimos una pequeña prueba de unas páginas y todo el mundo estuvo convencido y adelante.

ZN: ¿Es difícil mantener el equilibrio entre hacer un Corto reconocible y mantener vuestra personalidad como autores?

RP: Sobre todo es difícil el planteamiento previo que tienes que tener de lo que vas a hacer. Nosotros partíamos de la premisa de que teníamos que retomar la serie, no hacer nuestro Corto, ni un one-shot o ni Corto Maltés por… Allí entraba ese aspecto muy importante de saber hasta qué punto quiero ser autor y hasta qué punto quiero respetar al personaje para que el lector siga viendo la atmósfera y el espíritu de la obra original. Hay este, no diré dilema porque lo tenía muy claro de entrada, no queríamos aceptar un trabajo de encargo con unos elementos rígidos. Tenéis que hacer esto y esto… Tampoco me interesa retomar el personaje de ese modo, con otro personaje lo puedes hacer, pero nunca con Corto Maltés.
La dificultad estribaba en unir nuestra propia personalidad como autores y añadir la de Pratt y que quede todo ensamblado. A primera vista parece fácil y alguno pueden decir es una copia o una referencia, pero no es así. Esa es la dificultad. Ser nosotros, que el autor respire y sea reconocible. Es muy importante.

ZN: ¿Cuál es vuestro proceso de trabajo en la serie a la hora de realizar los álbumes?

JC: Contamos con la ventaja de tener una confianza plena el uno en el trabajo del otro. Eso hace que sea sencillo el proceso a pesar de la distancia, porque Rubén vive en Badalona y yo en Madrid. Nos vemos a lo largo del año bastante por promoción, festivales, etcétera… pero la mayor parte del tiempo trabajamos cada uno por nuestra cuenta. Pero como la relación está basada en la confianza y en la voluntad que teníamos antes de trabajar en la serie de hacer algo juntos, el proceso es bastante tradicional y sencillo. Primero hago una sinopsis bastante detallada, la comentamos y si Rubén tiene cualquier cosa que decir es el momento. Después vuelvo a encerrarme en mi habitación y escribo el guion entero, me parece importante siempre que el dibujante tenga una visión global de todo. Pero vuelve a ser lo mismo, un proceso un tanto orgánico, lo someto a la opinión de Rubén. Si hay cualquier cosa que decir es el momento de cambiar, discutir, mejorar, desarrollar más, etcétera… Y el proceso continúa así, después yo podría decir que me desentiendo, pero no. Rubén hace el storyboard, me envía las páginas. Es más fácil modificar algo sobre la imagen y argumentar y así hasta el final del proceso. Cada uno respeta su parcela, pero de una manera permeable.

ZN: En tu caso, Rubén, ¿cómo te organizas el trabajo?, ¿dibujas la historia en orden?

RP: Una vez recibo el guion técnico de Juan, discutimos las secuencias, su longitud, etcétera. Para mí lo más importante es el story-board, pocas veces se cambia lo que sale en cuanto a composición y narración. Este es nuestro modo de funcionar. También tengo la ventaja, todo hay que decirlo, que cuando Juan me envía el guion me proporciona toda la documentación visual que él ha usado para inspirarse y enriquecer lo que quería contar. Para mí es muy práctico, ya que si quiero buscar más cosas ya tengo el punto de origen. Me facilita mucho el factor tiempo en una obra como esta que implica muchos aspectos editoriales. Yo luego me centro en mi trabajo y le voy pasando a él las páginas que voy haciendo. Voy haciéndolas en el orden de la historia, aunque yo conozco todo el desarrollo.

ZN: En vuestros álbumes hasta la fecha os habéis centrado en la primera etapa de Corto sin tocar la parte más esotérica de la serie ¿es por qué esa es la parte más personal del trabajo de Pratt o es casualidad?

JC: La verdad es que nos los hemos ido planteando uno detrás del otro sin hacer un plan general. Pero que creo que obedece a que es la etapa más despejada de la biografía del personaje. Lo que pasa entre La juventud de Corto que es 1905 hasta La balada del Mar Salado es una época muy apasionante de la historia. Te da la opción de situarle en lugares y acontecimientos sugerentes que den pie a argumentos potentes y al mismo tiempo es una época con un Corto bastante joven. Es decir, creo que es una época bastante diferenciada a lo que empieza a pasar en la Primera Guerra Mundial. De una manera natural hemos buscado esa continuidad, pero eso no quiere decir que para el siguiente saltemos a las historias que pasan en los años veinte o treinta porque también hay bastante espacio en blanco que rellenar y es muy interesante. La verdad es que lo que sí que cambió es el espíritu de la historia de la humanidad en el periodo después de la Primera Guerra Mundial.

ZN: ¿Barajáis la posibilidad de presentar historias posteriores a Mü o previas a la Juventud?

JC: Como posibilidad si, ya que no nos han puesto ninguna cortapisa. Nuestro limite es la coherencia cronológica del personaje. Ni el orden, ni ningún tipo de tabú respecto a esto no lo toquéis, este tema no. El único límite es que no podemos volver a contar historias que ya han sido contadas porque estamos haciendo una continuación de la serie. Tenemos que buscar esos espacios en blanco, pero hay muchas oportunidades. Así que podríamos hacerlo perfectamente.

ZN: ¿Seguiréis con el personaje hasta que el cuerpo aguante o tenéis pensado solo un número determinado de álbumes?

RP: No tenemos planeado ningún tope. Siempre vamos con un contrato por álbum.

JC: Isla por isla como MacArthur. (Risas) El límite, una vez más, es mientras sigamos teniendo la confianza de Patricia Zanotti y de las editoriales y de que la cosa vaya funcionando en ventas. Por nuestra parte estamos encantadísimos.

ZN: ¿Hay posibilidad de hacer un álbum de historias cortas?

RP: No nos le hemos planteado, es como decir un álbum en color directo, estas cosas pueden surgir, pero van surgiendo en cada álbum.

JC: No es descabellado. Hay que pensar que cuando repasas la bibliografía oficial de Pratt es tan diferente en cuando a formatos…

RP: Hoy no tiene tanto sentido hacer historias cortas sin revistas donde prepublicarlas, ya que tendrías que hacer un álbum largo de historias cortas.

ZN: ¿Siempre estuvo claro que habría versión a color y en B/N?

RP: Si, es que ni se planteó, se daba por hecho. La edición en B/N para los más coleccionistas con formato mayor y menor tirada. Yo dibujo en B/N y tengo presente que luego va llevar color, así que mentalmente le dejo espacio y sé que color va a llevar. Así que no tengo ningún problema.

JC: La buena noticia es que a diferencia de los álbumes de Pratt en los que nunca dio él el color, en este caso Rubén es el que va a dar el color así que hay un control absoluto desde el punto de vista creativo.

ZN: ¿Por qué creéis que hay ese interés en continuar los grandes personajes del cómic europeo con nuevos autores?

JC: Hay dos factores que son evidentes para todo el mundo. El primero es comercial. Son editoriales que tienen un interés de entrada en revivir el fondo del personaje que tienen. Y segundo, porque son clásicos y los clásicos no pasan de moda. Entonces, tiene todo el sentido del mundo volver a retomarlos como llevamos haciendo en la tradición cultural de la humanidad. Venimos contando las mismas sagas, hay sitios recurrentes, personajes recurrentes, mitos recurrentes, nadie se escandaliza por contar de nuevo La Odisea o por hacer una nueva vuelta de tuerca de Romeo y Julieta, Don Juan, El Quijote, Sherlock Holmes, etcétera. Los personajes de cómic son más recientes, han entrado hace menos tiempo en nuestro acervo cultural, pero están siguiendo el mismo proceso de convertirse en clásicos y ser revisitados una y otra vez.

ZN: Está claro que bebes de las mismas fuentes que Pratt como pueden ser Stevenson, Conrad o London, pero ¿cómo es el proceso previo a la génesis de un nuevo álbum?

JC: Yo siempre lo comparo mucho con la cocina. Es decir, yo lo que hago es bajar al supermercado y comprar un montón de cosas, tener la despensa llena. Las referencias más evidentes son inevitables porque son las que te meten de lleno en el universo de Pratt, son estas que has citado, pero luego hay muchas más. Hoy en día con Internet puedes bucear y tirarte la vida entera viendo personajes y acontecimientos históricos importantes. Vas recopilando todo eso y al final es el proceso más complicado. Supongo que a diferencia de la época de Pratt, donde la documentación era mucho más heroica en el sentido de que si querías documentarte de temas precisos tenías que comprarte libros en diferentes idiomas, viajar, visitar librerías de viejo…, nuestro proceso es a la inversa. Tenemos problemas para descartar información. Tenemos una avalancha tal de información que lo complicado es quedarte, no con lo bueno porque eso muy subjetivo, sino con lo que hace que la historia avance. Ese es el reto de cualquier narrador, que todos esos ingredientes que aislados son evidentemente sugerentes y atractivos además constituyan una unidad y tengan un mensaje.

ZN ¿Qué es lo que más os preocupaba cuando os hicisteis cargo del proyecto, entiendo que ilusiona, pero hasta qué punto el respeto se puede convertir en una limitación?

RP: Éramos conscientes de que, de entrada, había lectores o fans de Corto Maltés que podían ser contrarios a que se retomara el personaje. Entre nosotros nos dijimos que no debíamos mirar las redes sociales desde antes de empezar a dibujar. (Risas) Éramos conscientes de que teníamos que pasar de ellas porque si no, nos bloquearíamos. Había mucho fan lanzado que ya estaba diciendo que tal y cual. Dejamos eso de lado para poder trabajar en el proyecto. En mí caso, a nivel gráfico, el respeto viene por intentar hacer la serie del modo mejor y más honesto, y que se respire el mismo espíritu que en los álbumes de Pratt. No me avergüenza coger elementos de Pratt, que están allí y que creo que han de ser así. Siempre digo que no puedes dibujar Corto Maltés olvidándote de como dibujaba los labios Pratt y la nariz, los ojos y la mirada. Si no, te sale otro personaje diferente por muy bonito que sea el estilo. Estás retomando la obra de Pratt y si es característica por algo eso tiene que estar. Ahora, fundir cosas que son características de tu dibujo con el de Pratt no es fácil. En mi caso no había ese problema porque vengo de la misma escuela que Pratt: Milton Caniff, Noel Sickles, los italianos y los argentinos y el propio Pratt. Tener esos maestros en común es una ventaja ya que los tengo en mi propia naturaleza como autor de cómics. Así que ha sido una unión natural. Yo siempre digo que mis lápices desde Dieter Lumpen son parecidos a los de ahora, ha evolucionado el entintado y la narrativa con cosas que son muy prattianas como las secuencias de diálogos. Es una mezcla de cosas suyas y mías con las que me siento natural.

ZN: ¿Próximos proyectos?

RP: Entre Corto y Corto estoy con un proyecto que es complicado saber cuándo saldrá porque es un trabajo de equipo. Se llama Barcelona y saldrá con la editorial Dupuis. Tenemos el primer libro finalizado, pero son dos libros. Es una historia policiaca que sucede después de la Guerra Civil en Barcelona.

JC: Yo estoy con lo nuevo de Blacksad. Es un díptico, los tomos seis y siete. Están escritos ya y Juanjo está trabajando ya en ellos. Siempre es difícil calcular la fecha de salida, pero en cualquier caso es nuestra prioridad y lo siguiente que saldrá. Al margen de eso he escrito otro díptico que he escrito a cuatro manos con Teresa Valero y está siendo dibujado por Antonio Lapone, un dibujante italiano, estilo línea clara. Se llama Gentlemind y saldrá a finales del año que viene.

ZN: Muchas gracias por vuestra atención.

Enlaces de interes.

Reseña de El día de Tarowean de Tristan Cardona.
Reseña de Equatoria de Diego García Rouco.
Reseña de Bajo el sol de medianoche de Alejandro Ugartondo.
Reseña de La balada del mar salado de Tristan Cardona.
Reseña de Dieter Lumpen de Raúl Silvestre.

Si queréis saber más sobre la nueva etapa de Corto Maltés aquí podéis ver la charla que dieron en la librería Joker de Bilbao moderado por Koldo Azpitarte.



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