Javier Vázquez Delgado recomienda: Hawkman #02 – Cataclismo
Edición original: Hawkman núms. 8-12 USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Robert Venditti.
Dibujo: Bryan Hitch.
Entintado: Andrew Currie, Bryan Hitch.
Color: Jeremiah Shipper.
Formato: Rústica, 112 págs. A color..
Precio: 12,50 euros.
Superados los miedos iniciales que todo aficionado sufre cuando ve el anuncio de una nueva serie en solitario dedicada a la figura de Hawkman, toca encarar la segunda parte del trabajo desarrollado por Robert Venditti y Bryan Hitch con el héroe alado de DC.
En la primera entrega se sentaban las bases del nuevo enfoque que Venditti había encontrado a fin de poder buscar esa coherencia resbaladiza que siempre acompaña al personaje, gracias a la reencarnación no solo en el tiempo, sino también en el espacio, lo que permitía poder justificar muchas de las encarnaciones del personaje. Un pasado que se iba dibujando de manera progresiva ante el lector que acompaña a Carter en su viaje a través de las brumas de tiempo y el espacio, en un intento por recuperar sus propios recuerdos. Un pasado que escondía grandes secretos y que confluyen de forma estrepitosa en estos últimos cinco números con los que se cierra el primer gran arco argumental de la serie.
En ocasiones la vida conspira para que la ignorancia sobre algo sea positiva y sin duda el pasado de Carter, perdido a lo largo de infinidad de vidas, hacía que la vida de Carter fuera un poco más fácil. Con el conocimiento llega la culpa y con la culpa el sentimiento de expiación y se desatan las ansias de venganza por la traición cometida en ese pasado primigenio, en el que Carter comandaba toda una legión de soldados alados, denominados los Portadores de la Muerte. Ha llegado el momento de evitar la destrucción de la Tierra y solo un Carter Hall consciente de sí mismo, como nunca, lo puede evitar.
En esta premisa, en este desenlace de índole espectacular, Venditti, apuesta todo a la acción más frenética, con un Hitch que se deja llevar (con algún que otro altibajo) y desborda dinamismo y opulencia visual a cada página. En una lectura muy encauzada, lo que se planteó en la primera parte desemboca en un todo dónde Carter asume su condición, pero no se acaba de explotar de verdad lo que apuntaba a ser una extraordinaria fuente de historias sólidas. También es cierto que puede deberse a un mero trámite, un paso intermedio entre lo planteado y lo que debe llegar, pero al menos el objetivo si se cumple y Carter acaba justo donde el guionista lo quiere dejar.
Abrir este tomo es meterse de lleno en una historia más grande que el propio personaje, es meterse en una trama plagada de héroes que han trascendido a su propio tiempo y que forman parte de Carter Hall de una forma nunca vista con anterioridad. Venditti ha logrado esconder una perla de valor incalculable en medio de un producto que parece más una superproducción de Hollywood que una película de autor. El poso está de forma clara y concisa, pero el material del que está rodeado puede llevar a la falsa creencia que no hay un trasfondo que merezca la pena. Existe y está más que disponible. Han sido doce números, un año de recorrido mensual, con los que se ha cambiado el estatus quo del personaje, quedando listo para comenzar a construir de nuevo un entorno más amable para su persona y su microcosmos. Ha llegado el momento de aterrizar y comenzar a desarrollar un fondo tridimensional para que todo este trabajo no acabe siendo solo un montón de luces de artificio sin aparente sentido ni finalidad.
El guionista de Green Lantern logra transmitir, gracias al diseño de su historia, su puesta en escena y su brillante idea, todo el potencial de Carter Hall, sin perder un ápice de magnificencia. La figura de Hawkman resulta imponente, poderosa, arrebatadoramente trágica. Un coctel emocional que se sustenta gracias a un vibrante ritmo en la elegante prosa que acompaña a las viñetas dentro de los cuadros de apoyo y unos diálogos que se sitúan en el punto focal de la acción. Un todo que sin duda destila la esencia de un cómic de estas características de forma clara y contundente.
Si Venditti realiza un buen trabajo en su área, Hitch logra acompañar esta sinfonía con todo un despliegue de fanfarrias bien entonadas que resultan todo un disfrute a los ojos. Su trazo puede parecer algo desganado, pero su impacto y fuerza es innegable, incluso en las escenas dónde es necesario retener a la acción para dar paso a planos y viñetas que directamente quitan el aliento. Unas viñetas diseñadas al gusto del dibujante que no deja pasar la oportunidad para impresionar a lo grande.
Hawkman Cataclismo es el cierre ideal a una propuesta valiente y arriesgada, que se asienta con buenas perspectivas y a la que tan solo le ha quedado afinar un poco más en su objetivo a fin de no dejarlo todo en manos de la acción. Un mal menor dado que en el fondo y en la forma la semilla del futuro de Hawkman se ha plantado y se puede decir que puede germinar con perspectivas de futuro. Intenso, trágico, espectacular, dinámico, salvaje y épico, así es este segundo tomo que recoge lo mejor de la primera entrega y lo potencia sin miramientos. Una reconfortante lectura con mucho que ofrecer bajo sus elegantes cromados.
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