Javier Vázquez Delgado recomienda: Bad Girls
Edición original: Bad Girls, Simon & Schuster.
Edición nacional/ España: Norma Editorial.
Guion y rotulación: Alex de Campi.
Dibujo y color: Víctor Santos.
Formato: Cartoné con sobrecubierta.
Precio: 26,00 €.
Hay historias en las que no existen los héroes. Los villanos sí, por supuesto, porque no hace falta esforzarse mucho para encontrar a un buen puñado de hijos de puta pegándole una patada a un par de piedras, de eso siempre hay excedente. Sin embargo, el héroe es una concepción idealizada, una mezcla de lo mejor que podemos dar de nosotros mismos materializada en un personaje, pero lo que puebla las historias son otro tipo de personas. Los que están donde están porque no han tenido otra posibilidad, los que sobreviven paso a paso y día a día mientras la gente importante determina cambios que no cambiarán nada para ellos. Los que no tienen mucho por lo que sentirse orgullosos, pero no permitirán que nadie más los vuelva a hacer de menos, los que un día dicen “hasta aquí”. Los supervivientes.
Hoy hablamos de Bad Girls, la última obra de uno de nuestros autores patrios más internacionales, Víctor Santos. El mes pasado, coincidiendo con la Heroes Comic Con Madrid, Norma Editorial tuvo a bien traernos a España esta novela gráfica publicada originalmente por Gallery 13, un sello editorial de Simon & Schuster con un pequeño pero floreciente catálogo, con otros trabajos de renombre como Un tipo duro, de Jeff Lemire. En Bad Girls el autor valenciano pone su lápiz al servicio de la historia ideada por la guionista Alex de Campi, autora de otras obras como Twisted Romance o No Mercy (Image). Un thriller que le ha valido a la pareja creativa una nominación en los pasados Eisner, además de otras dos para de Campi tanto en la categoría de guionista como en la de rotulista, labor que curiosamente realiza para esta obra además del guion. Pero vayamos al lío: ¿de qué trata ?
La Habana, 31 de diciembre de 1958. La capital cubana es un lugar plagado de luces de neón y espectáculos, de fiesta y lujo para millonarios de vacaciones y algunos de los mayores líderes del hampa estadounidense. La corrupción campa a sus anchas bajo la connivencia del régimen de Fulgencio Batista, pero esta noche todo va a cambiar. La Revolución Cubana liderada por Fidel Castro acaba de vencer en Santa Clara y va a tomar la capital para hacer efectivo el nuevo golpe de estado, el pueblo espera con ansias el fin del yugo de Batista y este abandona la isla a toda prisa por miedo a caer en manos de las milicias. Y en medio de todo ello se encuentran Carole, Taffy y Ana. Tres mujeres atadas por distintos motivos a El Edén, un lujoso casino llevado por la mafia en el que se encuentran con una remota e inesperada posibilidad: huir de Cuba con 6 millones de dólares.
Cuando vi el eslogan que luce la portada de este título supuse que me encontraría con una historia de robos, una especie de Ocean’s Eleven en plena Revolución Cubana, pero esta obra es otra cosa. Bad Girls es un thriller en el que sus protagonistas acaban enredadas en una serie de acontecimientos inesperados que las planta frente a una oportunidad de oro para abandonar una vida de vivir a merced de otros. No hay planes ni intrincadas artimañas, solo un grupo de mujeres que al verse acorraladas se defienden con uñas y dientes guiadas por un férreo espíritu de supervivencia y la fuerza extra de vislumbrar una vida mejor más allá de las orillas de Cuba. Una historia que su guionista consigue entretejer con gran habilidad, en la que consigue utilizar a las mil maravillas el momento histórico elegido para impregnar a la trama de un halo de tensión desde la misma primera página en la que una radio nos pone al corriente del tiempo que le queda a La Habana para caer en manos de Castro. Lo único con lo que no he conseguido conectar ha sido el arco de Kitty, un personaje cuya línea argumental no termina de quedar del todo clara y mata un poco el ritmo de la historia.
Es con los personajes principales con los que la guionista no falla. De Campi hace un gran trabajo con sus protagonistas y no se limita a contar una historia de sororidad, sino que compone a su trío principal de perfiles muy distintos y con muchas capas, tres mujeres con realidades y motivaciones distintas que colaborarán para salir hacia delante, pero que no perderán de vista su meta por nadie. Especialmente interesante es el acercamiento que se hace al personaje de Carole, creando un gran retrato de la mujer atrapada entre las garras de un matón compulsivo como vía de escape de una vida de miseria, que no es capaz de llenarse del valor necesario para escapar hasta que no llegue a su vida el motivo definitivo para romper con todo.
Hablar del otro gran punto fuerte de Bad Girls requiere hablar de Víctor Santos. El artista valenciano tiene un don especial para convertir una sucesión de viñetas en una secuencia cinematográfica donde prácticamente puedes ver el movimiento de la cámara y los cambios de encuadre. Es algo que me impresionó tremendamente en la espectacular apertura de Violent Love, y en este título vuelve a repetir hazaña abriendo la historia con una secuencia de presentación de los personajes y El Edén absolutamente brillante, en la que puedes oír perfectamente ese Fever que acompaña a la introducción. La música, de hecho, es un elemento muy importante para la obra, estando presente en varios momentos y colándose perfectamente en la narrativa gracias al buen hacer de Santos. Os recomiendo pegarle una escucha a las canciones (que aparecen acreditadas al final del tomo) para saber qué ritmo y qué estilo tienen y sumergiros más aún en las escenas en las que hacen acto de presencia, porque realmente creo que aportan mucho. Y si sois de los que gustan de leer con banda sonora, podéis echarle un ojo a la lista creada por Alex de Campi para la obra.
Bad Girls es dignidad y supervivencia, una muy buena obra de intriga y violencia donde los grandes acontecimientos quedan eclipsados por las pequeñas historias de donnadies que hacen lo que sea necesario para salir adelante.
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