Javier Vázquez Delgado recomienda: King Kong

Edición original:King Kong FRA, Robinson Editions
Edición nacional/ España:Yermo Ediciones
Guion:Michel Piquemal adaptando el guion de Edgar Wallace y Merian C. Cooper
Dibujo:Christophe Blain
Color:.
Formato:Cartoné, 48 Páginas
Precio:18€

Aprovechando que en el año pasado Robinson Editions acaba de reeditarlo en el país vecino Yermo Ediciones nos trae King Kong. La primera edición apareció en 2005 de la mano de la editorial Albin Michel en la que Michel Piquemal y Christophe Blain adaptaban el guion cinematográfico de Edgar Wallace y Merian C. Cooper que dio lugar a la mítica película del año 1933. Para la edición más reciente Blain redibujo y volvió a colorear varias páginas, así que es el mejor momento para que aparezca en nuestro país. Se trata de un trabajo a caballo entre el libro ilustrado y el cómic en el que Blain hace un trabajo descomunal, que supera con mucho a la película original. Sus lápices no tienen ninguna cortapisa a la hora de mostrar las escenas que imaginaron los guionistas y que los medios técnicos de la época no pudieron trasladar a la versión en celuloide.

Michel Piquemal es un guionista y escritor francés nacido en 1954. Casi toda su carrera ha estado enfocada al público infantil con multitud de libros ilustrados, pero también ha escrito guiones para otros medios como la televisión. Entre sus trabajos anterior destaca La chanson des sirènes ilustrada por Max Cabanes.

Christophe Blain es un historietista francés nacido en 1970. Es uno de los autores fundamentales para entender la evolución de la BD en las últimas décadas, ya que es una de las figuras más importantes de la Nouvelle BD francesa. Es uno de los fundadores de la L’Association, allí comenzó a colaborar con autores como Joann Sfar, David B. o Lewis Trondheim ilustrando sus guiones para serie como La mazmorra (Norma), Hiram Lowatt y Placido (Planeta) o Sócrates el semiperro (Fulgencio Pimentel). De manera paralela a estos trabajos también tiene una carrera como autor completo que comenzó en 1999 con El reductor de velocidad (Norma). Pero es en 2001 cuando sale la serie que le sitúa como una de las grandes estrellas del mercado francobelga: Isaac el pirata (Norma). En esta serie demuestra que todavía queda muchas historias que contar en un género tan manido como son las historias de piratas. Algo que vuelve a hacer con Gus (Norma) su siguiente serie, pero con otro género como es el western. Su siguiente obra Quai d’Orsay (Norma) le permite llegar a un público ajeno al mundo del cómic. Lo mismo que sucede con En cuisine (Astiberri) realizada con el famoso chef francés Alain Passard. Su última y esperadísima obra es Amertume Apache en la que retoma junto a Sfar a Blueberry, el mítico personaje de Charlier y Giraurd, que aparecerá en nuestro país este año de la mano de Norma.

King Kong nos cuenta como al ir a rodar una película a Isla Calavera cerca de Sumatra, el equipo de rodaje descubre que en ella habitan una serie de criaturas enormes. Entre ellas destaca King Kong, un enorme gorila al que los primitivos habitantes de la isla le entregan mujeres para aplacar su ira. Al ver a Ann, la protagonista de la película, le ofrecen al equipo la posibilidad de cambiarla por seis mujeres de la isla ya que creen que su pelo rubio aplacará mucho más tiempo a Kong. Pero el equipo se niega, así que los isleños secuestran a Ann y se la ofrecen a Kong, que queda fascinado con ella. El equipo decide rescatarla emprendiendo una peligrosa expedición que tiene un éxito doble ya que consiguen captura al gorila. Para compensar las pérdidas económicas deciden llevarlo a ciudad y crear un espectáculo con él como atracción central.

La historia de King Kong ha sido contada en infinidad de ocasión en todos los medios posibles y con múltiples versiones. Así que en este caso el interés está sobre todo en las ilustraciones que Blain ha realizado para la obra. En la introducción decimos que es una obra a caballo entre el libro ilustrado y el cómic porque además de las ilustraciones hay varias páginas con una narración en viñetas secuenciales, que es lo que define al cómic. La única pega del álbum es que muchas veces los textos describen lo que ya aparece ilustrado y dan por hecho que el lector conoce la historia omitiendo demasiada información. Ojalá hubieran tenido más páginas para que la historia fuera más detallada y sobre todo tuviera más ilustraciones de Blain para poder disfrutarlas. Y es que no nos engañemos, todo el que compra este álbum lo hace por deleitarse con su brutal trabajo.

En esta versión siguen presentes todos los temas y las distintas lecturas de la historia original como el mito de la bella y la bestia, el enorme contraste que se produce entre civilización y barbarie, la desmesurada voracidad capitalista que arrasa con todo en cuando ve la posibilidad de obtener beneficios. Pero la escasa duración de la historia no permite profundizar en ellos de manera apropiada.

Blain consigue con su trazo suelto y su dominio del color y la luz recrear todos los escenarios y atmosferas en los que transcurre la historia, desde el Nueva York de la Gran Depresión hasta las misteriosas selvas de Isla Calavera. En cada una de las páginas que se desarrollan en la selva tenemos la sensación de estar enfrentándonos a un peligro inminente. El mérito estriba en que lo logra sin mostrarlo directamente, solo sugiriéndolo. Pero sobre todo consigue crear un King Kong revestido de toda su mítica que mezcla a la perfección la rabia animal con la inocencia y la ternura de su mirada. Cada una de sus ilustraciones es capaz de narrar bastante mejor que lo que lo hacen los textos que las acompañan.

Yermo Ediciones hace una muy buena edición de un libro que todos los fans de Blain deseábamos ver hace años. Un libro que se sale de su línea de publicación de los últimos años y que puede que nos de alguna gran alegría en los próximos tiempos.

King Kong es una prueba evidente de la enorme capacidad de Blain con ilustrador. Un libro que te hace quedarte largo rato contemplando su trabajo y su capacidad para transmitirte emociones con un trazo. Cada una de las ilustraciones demuestra una enorme capacidad narrativa.

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