Javier Vázquez Delgado recomienda: #ZNEspecial – Harley Quinn, éxito e invasión
Si hay un personaje en todo el mundo del cómic que ha vivido durante la pasada década una gran evolución y un incremento exponencial de su popularidad es, sin ninguna duda, Harley Quinn. Si nos ponemos a comparar cómo era en 2009, cuando empezó su andadura en Gotham City Sirens, y cómo es ahora, el avance es brutal. Dos series propias en el mercado, Harley Quinn y la mini del sello Black Label Harleen, que terminará en febrero; presencia destacada en la grupal Suicide Squad y varias miniseries como Joker/Harley: Criminal Sanity, Harley Quinn & Posion Ivy y la inminente Harley Quinn & Birds of Prey. Ésta última responde, lógicamente, a una suma de esfuerzos para potenciar el más que posible éxito de la película.
Y es que Harley Quinn ha calado hondo entre el fandom, no solo de DC, sino en la cultura geek en general. Ha sido vista como un icono como una nueva y diferente heroína entre el público, una badass de aspecto gracioso, sonrisa contagiosa, que es dura de pelar, tan peligrosa como simpática. No hay más que ver el boom de cosplayers de los últimos años en las conferencias de cómics de todo el mundo. Pero ese es un motivo bastante superficial. El caso es que Harley tiene un peso específico impensable hasta hace no mucho. Y eso que en su origen era una villana, aunque influenciada enormemente por su amado Joker, sus acciones no respondían a las de un héroe. Aunque ahora se ha convertido en una superheroína que hasta ha trabajado con la Liga de la Justicia, no hay que olvidar su origen criminal y el tremendo potencial que siempre tendrá como posible enemiga del bien. De hecho, aunque ahora es una de las mujeres más populares de DC, sus valores morales no están tan cerca de los del heroísmo como sí lo están los de Wonder Woman y Supergirl, por poner dos ejemplos representativos de heroínas tradicionales y con un largo recorrido a sus espaldas.
Si medimos la cantidad de apariciones que tenía antes del reboot de 2011 con las de ahora, el resultado nos da una pista del éxito del personaje. Me gusta situar un punto de inflexión en su trayectoria editorial con el comienzo de los New 52, cuando fue incluida en la entonces nueva alineación del Suicide Squad. Aunque desde el primer número su peso en el equipo fue notable, protagonizó uno de los mejores arcos de la serie entre los números #14-19, La muerte es para los capullos, además de estar en el centro del huracán a causa del Joker desde casi el comienzo de la serie. La película de animación de 2014 Batman: Assault on Arkham, añadió aún más popularidad al personaje, sirviendo además, tangencialmente, de inspiración para la película que llegó al cine en verano del 16. No fue una gran película, lo sabemos todos los que la padecimos, aunque gustó a mucha gente alejada de los cómics, eso hay que decirlo. Pero el personaje de Harley Quinn interpretado por Margot Robbie brilló con luz propia.
Brilló tanto que ahora, aunque vayan a hacer otra película del Escuadrón con actores y personajes distintos, ella sigue al pie del cañón. De hecho han habido infinidad de rumores de posibles proyectos para ella. Que si una peli con el Joker, que si las Sirenas de Gotham, una en solitario… al final llegó una película de animación en 2017, Batman and Harley Quinn, la serie del DC Universe estrenada en noviembre del 19 y ahora esta película. Aves de presa. Con el subtítulo de la fantabulosa emancipación de Harley Quinn. Y si miramos la biografía de Harley y del propio equipo veremos algo curioso: Nunca antes había pertenecido a las Aves de Presa, a excepción de una aparición como secundaria en el #27 en la etapa de Chuck Dixon , haciéndole un favor a Catwoman y entre los #105-108, una historia en que se descubre como miembro de los Secret Six y que terminaba con su renuncia a pertenecer en el mismo. Cinco números de 127 y sin ser miembro oficial. Y sin embargo ahora la tenemos en el cine, liderando y protagonizando toda la campaña publicitaria de este equipo.
La película debería llamarse solo la Fantabulosa Emancipación de Harley Quinn. Porque así veríamos una película de este personaje, que ha sobrevivido (junto a Wonder Woman) a las malas críticas recibidas por gran parte de la producción cinematográfica de DC desde 2013, acompañada de otras heroínas de la editorial. Aunque estén pobremente, a tenor de lo visto en los tráilers, caracterizadas, sobre todo Black Canary. Todo lo que se ha vendido es que hay nueva película de Harley Quinn con un equipo de tías. Que no digo que esté mal, ojo, la película será buena, pero el equipo de las Aves de Presa merecía otro tratamiento. No está Barbara Gordon, el alma y líder de la formación. Una ausencia terrible. Y sí está Harley liderando, personaje que se ha enfrentado a Barbara en el pasado, en sus días como Batgirl. Se entiende que el éxito de la ex novia del Joker es tan abrumador que traspasa fronteras canónicas en los cómics, aunque esto no sea nada nuevo en cuanto a adaptaciones cinematográficas. No digo que me parezca mal la presencia destacada de Harley, sino que no termino de entender su unión con la de un equipo al que no había pertenecido en los cómics.
Me pregunto por qué no saldría adelante una película de las Gotham City Sirens, equipo donde sí que figura Harley, junto a Poison Ivy y Catwoman, personajes con pasado cinematográfico conocidos por el gran público. Una película que podría haber desarrollado al personaje con su peso específico. O simplemente, como decía anteriormente, podría haberse hecho la producción con el título sin nombrar al equipo. Pero siempre se dice que el cine tiene otro lenguaje distinto a los cómics y debemos dar una oportunidad para ver antes que juzgar. Durante años hemos visto crecer tanto a Harley en popularidad que llegué a pensar que, en caso de haber otra película de la Liga de la Justicia acabaríamos viéndola allí, haciendo equipo con Superman, Batman y compañía.
¿Cómo hemos llegado a este éxito? Es de sobra conocido su origen: apareció en la primera serie de animada de Batman de Bruce Timm y Paul Dini, episodio 22, Joker’s Favor, emitido en Estados Unidos el 11 de septiembre de 1992. Y desde entonces ha pasado por muchas etapas, tanto en televisión como en cómic. Tuvo su primera serie de cómics en el año 2000, caracterizada como en su versión televisiva. Habían pasado 8 años desde su debut en la pequeña pantalla y anteriormente a este título había llegado al mundo de las viñetas en la archiconocida Amor Loco y en apariciones sueltas. Suele considerarse esa maravillosa y hoy controvertida obra como la primera aparición de Harley en un cómic, pero realmente no es verdad. Su debut fuera de la animación fue en The Batman Adventures #12, en un capítulo titulado Batgirl: Day One, publicado en septiembre de 1993. La novela gráfica Mad Love de Timm y Dini llegó a las tiendas americanas en enero de 1994, aunque algunas fuentes la sitúan en diciembre del 93, igualmente posterior a la citada primera aparición.
Escrita por Karl Kesel y dibujada por Terry Dodson, su primera serie duró 38 números y empezó a explorar las ilimitadas posibilidades del personaje, con esa mezcla perfecta entre locura y genialidad que tanto ha calado entre sus fans. Su estética de contradicción entre comedia y esa oscuridad que acostumbra a rodearla se hacía notar en cada portada. Estos números empezaron a explorar caminos clave en su historia como el cuestionamiento de su relación con el Joker y su amistad con Poison Ivy. Además motivó la creación de varios personajes que formaron parte de su propio universo personal, como Owen Dane, Bo Donner, Buster, Lewis LeBeau, Nixon Two-Bear entre otros nombres que no han vuelto a aparecer en otras series. Este primer volumen de Harley Quinn es un título a reivindicar.
Entre finales de los 90 y principios de siglo empezó a dejarse ver en otros muchos títulos. Tuvo contadas apariciones en Detective Comics junto al Joker, en el arco de Batman No man`s land (En tierra de nadie), Villains United: Infinite Crisis Special, fue parte de Gods of Gotham de Wonder Woman entre los números #164-167; en Catwoman, Cuenta Atrás a Crisis Final, el elseworld Batman: Thrillkiller y otros. Siempre con su característico y entrañable traje rojo y negro de arlequín. El potencial que tenía era tremendo, con su origen de psiquiatra embelesada por el Joker, llegando a ser capaz de lo mejor y lo peor, tan loca e imprevisible como peligrosa. Para el recuerdo queda uno de sus mejores momentos, acontecidos en Batman #663, en plena etapa de Grant Morrison. Con fecha de portada de abril de 2007 y escrita en prosa, como un relato con ilustraciones, Harley ayudaba a su amor a matar a todos sus secuaces antes de enterarse de que en ese plan también contaba con su muerte. Llega a disparar al Joker en pleno enfrentamiento con Batman y le dice “You gotta stop ignoring me, Mistah Jay”, reivindicándose. Pero también, en la última página, le preguntaba si aún le quería, con lágrimas en los ojos y pistola en mano.
Después de su serie con las sirenas y llegó su éxito en Suicide Squad. Hay que destacar que desde el comienzo de esta serie, en la que apareció en sus 31 entregas, experimentó un rediseño que marcó su nueva y actual imagen, ya icónica. Dejó atrás su traje de arlequín y fue hipersexualizada, con sexis conjuntos de corpiños, pantalones cortos, escotes pronunciados, pelo teñido de rojo y azul, manteniendo su piel blanquecina y pálida, luciendo la esbelta figura que siempre insinuó bajo el carismático conjunto de una pieza dibujado por Bruce Timm que le cubría entera. Resultó ser un cambio orgánico que marcó su personalidad, arriesgada, despreocupada, segura de sí misma y de su fuerza interior. A la vez que enamoraba a una creciente legión de seguidores. Y ese cambio benefició a la caracterización cinematográfica de Margot Robbie, que lo trasladó a la gran pantalla con gran naturalidad.
Suicide Squad llegó a tener unas ventas aceptables, lo cual facilitó la llegada de su segunda serie, en 2014, que duró 30 números (más un #0) con el equipo formado por Amanda Conner y Jimmy Palmiotti, dos artistas que supieron situar al personaje en el Universo DC sin que dependiera del Joker, de una vez por todas, para contar historias con su ya creciente sello personal. Actualmente se encuentra protagonizando su tercera serie, que en febrero verá su número #68. Empezó en agosto de 2016, seguidamente de la anterior, por lo que puede considerarse una continuación de la misma. Conner y Palmiotti estuvieron presentes en 42 y 33 números respectivamente. También tiene su lista de villanos propios y secundarios como Red Tool, Big Tony, su madre Sharon Quinzel, el alucinante (o alucinógeno) Bernie que es el personaje que mejor ilustra la locura d Harley, Harlem Harley y el resto de Gang of Harleys, el propio equipo creado por ella, con quien llegó a tener una mini serie en 2016, Harley Quinn And Her Gang of Harley. La verdad es que la actual serie, como la anterior, es un verdadero disfrute para quienes gocen con las maravillas del personaje.
Durante la última década ha tenido presencia y protagonismo en un montón de series como Bombshells United, Injustice, Gotham City Garage, Heroes in Crisis, series curiosas como Harley Quinn/Power Girl y hasta ha tenido títulos originales como un crossover con Bety y Veronica así como la pseudo parodia Old Lady Harley, aunque algunos de dudosa calidad. El caso es que la hipesexualización del personaje, el juego de amigüedad sexual que acostumbra a tener, el carácter alegre y distendido sumado a las reacciones violentas en las peleas son ingredientes de un atractivo y un sin fin de posibilidades que siguen llevando al personaje a contar historias entretenidas, siendo ya un pilar fundamental en DC Comics del que no queremos alejarnos, aunque haya muchos que pensaron que más allá del tono cartoon otorgado por Timm y Dini no tenía cabida. La tiene. Y vaya si la tiene.
Ver Fuente
Comentarios
Publicar un comentario