Javier Vázquez Delgado recomienda: Ultimate Integral. Ultimate Spiderman 5. Los Seis Siniestros
Edición original:Ultimate Spider-Man 40-46 y Ultimate Six 0-7 USA.
Edición nacional/ España:Panini Cómics.
Guion:Brian Michael Bendis.
Dibujo:Joe Quesada, Mark Bagley y Trevor Hairshine.
Formato:Tomo en tapa dura, 368 páginas.
Precio:35€.
Este año 2020 comienza en Panini Cómics no solo sorprendiéndonos con nuevas colecciones o reediciones inesperadas, si no continuando con aquellas colecciones que en el pasado han dado buen resultado, y que sus seguidores esperamos con fervor. En este caso y como el título de la reseña ya indica, me refiero a los tomos del Universo Ultimate que cada cierto tiempo se dejan caer por nuestras librerías, y que tienen a Spiderman en el máximo exponente de su calidad.
Y es que, al margen de que otras colecciones de la Tierra 1610 nos puedan gustar más o menos, está claro y resulta indiscutible que la colección bandera de aquel universo era Ultimate Spiderman, tanto por su longevidad, como por su calidad. En el caso que nos ocupa, este tomo recopila no solo los correspondientes números de la colección principal, si no un especial que en su día tuvo mucho éxito y que hoy sigue siendo una gran historia.
Hablamos, por supuesto, de Ultimate Six, o si lo preferís de Los Seis Siniestros definitivos, y de la reinterpretación que de los mismos realizaría un Brian Michael Bendis en estado de gracia para el Universo Ultimate.
Y es que, lo atrayente de este universo, y sobre todo de su colección arácnida, no era tanto ver cómo se utilizaban determinados conceptos clásicos, si no la trascendencia que cada uno de estos nuevos elementos que se añadían a la colección tenía en la vida de Peter Parker y de sus allegados. Pues sbien, si de algo iba Ultimate Spiderman era de los enormes traumas y amenazas psicológicas que un adolescente como Peter tenía que afrontar a cada paso, y de como siempre conseguía levantarse con la esperanza de un día mejor, aunque éste nunca terminara de llegar.
En el caso de Los Seis Siniestros, estos no serían en esta ocasión una invención del Doctor Octopus (aunque el bueno de Otto Octavius formaría parte de los mismos) si no del mayor némesis que jamás haya tenido Spiderman, sobre todo en su versión definitiva. Nos referimos, por supuesto, a Norman Osborn, el Duende Verde, el psicópata absoluto que en este universo se había inyectado así mismo su fórmula Oz con el único fin de probar que tenía la razón en cuanto a las cualidades de ésta, sobre todo tras ver como un joven adolescente del Instituto Midtown obtenía poderes arácnidos gracias a ella.
Desde ese momento, Norman consideraría que Peter Parker era de su propiedad, y lo que comenzaría como una persecución del primero al segundo, que no debería haber sido muy difícil de lograr para Osborn, acabaría por un odio enconado del controlador magnate empresarial hacia la araña, a la que no podía ni hacer suya, ni recrear en su laboratorio.
En esta ocasión, y siendo consciente de que no puede cumplimentar sus pérfidos planes en solitario, Osborn decide tragarse su orgullo y reclutar la ayuda de otros que han sufrido a manos de Spìderman. Ellos son el ya mencionado Doctor Octopus, El Hombre de Arena, Elektro y Kraven el Cazador.
Los cuatro mencionados, sumados al Duende Verde, que desde el principio deja claro que es el líder del grupo y que esta coalición es de todo menos democrática o igualitaria, forman los cinco siniestros que se unirán para hacer una vez más imposible la vida de Spiderman. Exáctamente, cinco, no seis. Y es que, el plan de Norman consiste básicamente en coaccionar a Peter a través de sus seres queridos, para que éste no tenga otra opción que unirse a él.
En el camino del malvado villano y de sus secuaces, se interpondrán los Ultimates, en el que sería el primer gran crossover entre los Vengadores definitivos y el trepamuros, lo que nos regala escenas de auténtica epicidad, y lo que quizás sea el cómic precursor de la inclusión de un joven e inexperto Spiderman en los Héroes Más Poderosos de la Tierra, cómo más tarde vimos en la gran pantalla.
Al dibujo tenemos por supuesto a Mark Bagley en la serie regular, de cuyo trabajo ya hemos hablado sobremanera en el análisis de ls tomos precedentes, destacando Trevor Hairshine en el especial que da nombre a este tomo, y es que, su estilo era muy parecido al de Brian Hitch, que fuera el ilustrador de la magnífica The Ultimates junto a Mark Millar, por lo que si se quería que dichos personajes tuvieran una gran importancia en la historia y no se podía acudir a su diseñador original, lo mejor era utilizar a Hairshine que ejecutaba un trabajo muy similar y a todas luces espectacular.
En cuanto al prólogo de la colección, éste era dibujado por Joe Quesada, que se dejaba pasar por las misma para dejar su sello artístico, habiendo tenido tanto que ver con el concepto y despegue editorial de este Universo Ultimate que tan buenos momentos nos regaló.
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