Javier Vázquez Delgado recomienda: El humano
Edición original:L’Humain FRA, Editions Dargaud
Edición nacional/ España:Ediciones La Cúpula
Guion:Diego Agrimbau
Dibujo:Lucas Varela
Color:Lucas Varela
Formato:Rústica, 148 Páginas
Precio:19,50€
Hace miles de años la humanidad desapareció de la tierra por su propio egoísmo, ambición y estupidez. La historia debe escribirse de cero. Esta vez lo haremos bien.
Los argentinos Diego Agrimbau y Lucas Varela vuelven a las estanterías de nuestras librerías de la mano de Ediciones La Cúpula con El Humano, una obra producida para el mercado francófono, su segunda colaboración tras Diagnósticos. Una obra de ciencia-ficción y aventuras con grandes dosis de reflexión sobre la naturaleza humana. Una novela gráfica que es la prueba fehaciente del buen hacer que sus autores han mostrado en sus últimos trabajos, tanto en solitario como juntos.
Diego Agrimbau es un guionista argentino nacido en 1975. Comenzó su carrera en los años noventa y ha trabajado para casi todos los mercados posibles. En España de dio a conocer en 2007 con el primer álbum de los dos que componen la serie Último sur (Norma) producida para el mercado franco-belga dibujada por Gabriel Ippoliti. Con posterioridad apareció El muertero Zabaletta (Norma) procedente de argentina y dibujado por Dante Ginevra. La siguiente obra que vinos en nuestro país fue Planeta Extra en la que repetía colaboración con Ippoliti y que les valió el Premio Planeta DeAgostini de Cómics. En 2011 recibió una beca junto a Carlos Varela de la Maison des Auteurs de la ciudad de Angoulême que les sirvió para producir Diagnósticos (La Cúpula). Sus dos últimos trabajos nos han llegado de la mano de Grafito Editorial Desierto de Metal dibujada por Fernando Baldó y Cieloalto en colaboración con Leonardo Pietro.
Lucas Varela es un historietista e ilustrador argentino nacido en argentina en 1971. Empezo en el mundo del cómic realizando fanzines en su país natal. Sus primeras obras profesionales llegaron de la mano del guionista Carlos Trillo junto al que publicó El cuerno escarlata, La herencia del coronel (publicada en España por Dibbuks) y Sasha despierta. Gracias a estas colaboraciones al principio de esta década se produce su salto al mercado franco-belga para el que publica sus siguientes obras: Paolo Pinocchio (Dibbuks), Diagnósticos guionizada por Diego Agrimbau (La Cúpula), El día más largo del futuro (La Cúpula) y Michigan. Historia de una novia de guerra (Ponent Mon) junto al guionista Julien Frey.
Alpha es una androide que se despierta en un planeta inhóspito sin tener acceso a su memoria así que desconoce cuál es su misión. Pronto encuentra a otros androides y descubre que forman parte de la misión Phénix. Juntos acaban por encontrar al líder de su misión el humano Robert. Junto a su mujer June han creado esta misión para crear un mundo nuevo en el que la humanidad empiece de cero sin repetir todos sus errores. El plan inicial era que el grupo de Robert y el June despertaran juntos, algo que por desgracia no ha sucedido, así que deciden buscarla. Sin embargo, nada se ha desarrollado como habían previsto.
Las grandes obras de ciencia-ficción acostumbran a tener un equilibrio entre la parte más lúdica de su trama con una reflexión profunda sobre temas universales. Algo que Agrimbau y Varela cumplen a la perfección en El humano. Una historia que se disfruta a varios niveles ya que tenemos las aventuras de exploración en un entorno hostil y el choque que se produce con otras culturas. Es decir, una mezcla entre novela de aventuras y de ciencia-ficción. La trama que avanza gracias al descenso a las tinieblas de la locura de Robert y al misterio que encierran las grabaciones de June. El choque cultural tras el primer contacto entre dos civilizaciones es uno de los grandes temas de la ciencia-ficción, así no es algo novedoso, pero en esta obra vemos algunas interesantes variaciones. Ya que también nos ofrece una interesante reflexión sobre la psique humano y que nos sucede a los humanos cuando perdemos la capacidad para distinguir entre el bien y el mal. Además nos cuestiona sobre los límites de la manipulación científica de la naturaleza y sus imprevisibles consecuencias.
Alpha es el personaje central de la obra. Es una androide que tiene unas capacidades distintas a las del resto de los que aparecen, ya que su comportamiento no está del todo regido por las leyes de la robótica que popularizara Asimov en sus novelas. Tiene capacidad para saltarse las ordenes de los humanos bajo determinadas circunstancias, algo que sirve para que se cuestione las acciones de su amo. Algo que nos lleva a una reflexión sobre los procesos que llevan a la construcción de la identidad propia en los que el libre albedrio es una de las bases principales.
La trama de la novela gráfica y sobre todo la locura de Robert nos recuerda mucho al libro de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas y sobre todo a la adaptación cinematográfica que Francis Ford Coppola realizo en Apocalypse Now. Como el coronel Kurz, Robert pierde todo contacto con la realidad y acaba por creerse un dios, algo que le lleva a transgredir todas las normas. Sus actos se mueven entre el difícil equilibro que hay entre lo irracional y la barbarie. La novela de Conrad era un critica al colonialismo europeo de África en cambio en El humano se cuestiona el colonialismo del ser humano como especie, cuya arrogancia le hace considerar al resto de especies y su entorno como algo que solo está para hacer uso de ellos sin valorar las consecuencias. Algo que visto el acuciante problema al que nos enfrentamos con el cambio climático está de plena actualidad.
Varela hace un trabajo fantástico, en El día más largo del futuro ya había dado sobradas muestras de que estamos ante un narrador nato. Y en esta ocasión lo vuelve a hacer. En las páginas de la obra demuestra un gran dominio a la hora de establecer el tempo de la narración, sabe cuando hay que pausar y cuando acelerar. Cada una de las secuencias tiene una composición y estructuras distintas en función de las necesidades narrativas de la misma. En cuanto al estilo vemos una influencia de la línea clara más moderna de autores como Ware o Max. Los personajes están construidos de manera muy sintética en cuanto al uso de líneas, pero perfectamente reconocibles y expresivos. Esta sencillez no es óbice para que cree una flora y fauna muy variadas que tienen personalidad y diseños propios. Para el color usa una gama compuesta básicamente por rojos y grises, que sirven para potenciar la idea de estar ante un mundo familiar y desconocido a la vez. Sin duda estamos ante uno de los autores más interesante del cómic actual.
La Cúpula hace una muy buena edición con un diseño precioso, buen papel y buena reproducción. Está muy bien que nos traigan productos del mercado francófono que se salen de los estándares del álbum clásico y que aumentan la diversidad de su catálogo.
El humano es una historia de ciencia-ficción que sabe conjugar de manera perfecta la diversión y la reflexión. En ella Agrimbau se consagra como el heredero de los grandes guionistas argentinos de cómic como Héctor Germán Oesterheld, Carlos Trillo o Jorge Zentner. Lo mismo le sucede a Varela que hace un trabajo magnifico que nos deja impacientes a la espera de poder leer sus nuevos trabajos.
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