Javier Vázquez Delgado recomienda: En memoria de Curt Swan
El pasado 17 de febrero hizo un siglo del nacimiento de Douglas Curtis Swan, en Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos. Curt Swan, para los amantes del noveno arte. Uno de los mejores dibujantes de la historia de los cómics. El artista que más veces ha dibujado a Superman, el primer superhéroe. Un gran profesional, una leyenda, un ídolo, alguien a quien reivindicar, pues fue un autor que traspasó épocas y mejoró con el tiempo, evolucionó su trabajo, siempre en la misma dirección, trabajó con una infinidad de guionistas y coloristas y dio al Hombre de Acero una imagen icónica que caló en la cultura popular.
Para millones de personas en todo el mundo la imagen que les viene a la cabeza cuando piensan en Superman es un dibujo de Curt Swan o está influenciada por él. Este es el particular homenaje que en Zona Negativa queremos rendir a este genial artista. No pretende ser una biografía al uso, sino más bien un tributo y un estudio sobre las virtudes de este artista.
Empezar con esta portada es una declaración de intenciones acerca del maravilloso arte de Swan. La portada del Action Comics #583, publicada en septiembre de 1986, abría el cómic que cerraba la historia de Alan Moore Whatever Happened to the Man of Tomorrow?, que despedía a la versión original del personaje después de 48 años de vida, cerrando una etapa antes de abrir la renovación que lideró John Byrne. También ponía un punto y a parte en la carrera artística de Swan, dejando, desde ese momento, de ser el dibujante principal de la franquicia después de 33 años. Aunque podría haber elegido otras muchas imágenes del autor, quiero centrarme en esta porque creo que enmarca a la perfección el nivel de este dibujante.
A lo largo de su carrera supo dotar a los personajes de un dinamismo y una expresividad que desbordaba cada página. Era un autor que supo dar vida a sus dibujos. Y en esta imagen vemos a Superman emocionado porque está marchándose. Su lenguaje corporal es imponente, ha despegado desde la icónica azotea del Daily Planet, dejando abajo a sus seres queridos, a quienes vemos en perspectiva haciéndose más pequeños. Moviéndose, despidiéndose. Vemos el momento congelado, con el héroe casi saliéndose de la imagen, en un efecto casi tridimensional, con la mano tocando el rostro del que mira. Lleno de fuerza, se ve la musculatura del personaje en tensión. La capa moviéndose con soltura, percibiendo la delicadeza del vuelo. La mirada al frente, directa a los ojos del espectador. Y con la ciudad de Metrópolis detrás, perfectamente perfilados sus rascacielos. Y además, vemos al propio autor en ella, pues se dibujó junto a Murphy Anderson, su fiel compañero entintador, con quien más tiempo trabajó. Por cierto, la página está firmada como Swanderson, que era la fusión de los nombres de ambos, la marca de la casa del equipo tan brillante que formaron. También estaban dibujados los legendarios editores Jenette Kahn y Julius Schwartz.
Era un momento de despedida y de despliegue. Había que darlo todo en ese número. Y así lo hizo Swan. Contaba que, cuando empezó a realizar bocetos para el personaje al comienzo de su trabajo con él, lo dibujó “para que pareciera un buen tipo, alguien a quien querrías tener a tu lado”.
Esta es una doble página incluída en la guía DC Comics. Crónica visual definitiva de la editorial DK. Es un ejemplo de la versatilidad del dibujante llevado a la máxima exponencia. Son 25 rostros diferentes, exactamente la misma cara con una expresión diferente, una pose distinta y todas dicen algo. Todas transmiten, todas demuestran la infinidad de sensaciones que un ser humano puede llegar a experimentar. Sobre todo, demuestran el talento que poseía Curt Swan. Y en todas se refleja ese maravilloso corte clásico del género de superhéroes, de aire realista, un estilo imperecedero que siempre es agradable a la vista.
Hablar de la carrera profesional de Curt Swan es casi hablar de la trayectoria editorial de Superman desde 1953 hasta 1986. Y es que, como afirma el maestro Mariano Bayona en su artículo sobre el autor, el primer trabajo de Swan con Superman fue dibujando la portada de Three-Dimension Adventures Superman, que fue una rareza publicada aquel año, que incluía las reimpresiones de Superman #48,51,53, pero con efectos de 3-D. De hecho, el cómic se vendió con sus gafas correspondientes para poder disfrutar del efecto tridimensional. Hubo ese año un especial Batman 3-D cuya portada Swan también dibujó.
Sin embargo, demostrar cuál fue el primer trabajo de Curt Swan con su querido Hombre de Acero es difícil. Hasta bien entrados los 50 no era habitual que todos los cómics fueran acreditados, por lo que no siempre puede demostrarse quién realizó cada trabajo. Hay fuentes que indican que dibujó Superman #51, publicado en marzo de 1948. También se señala que dibujó una de las historietas de Superboy #5 en diciembre de 1949 como primer acercamiento al personaje. Este dato está bastante confirmado, pues se sabe que fue dibujante regular y ocasional de la serie durante mucho tiempo, llegando a dibujar hasta el #148 en 1968, ya en la etapa de Superboy empezando a protagonizar historias con la Legión de Superhéroes.
Pero la primera acreditación de Curt Swan con DC fue en Boy Commandos #16, en julio de 1946, la serie del equipo de chavales creado por Jack Kirby y Joe Simon en Detective Comics #64, en junio de 1942. El tono bélico y el protagonismo infantil le dieron la suficiente fama para tener su propio título desde diciembre de ese mismo año. Swan dibujó intermitentemente hasta el #33, en 1949.
En diciembre de 1948 debutó en Action Comics, dibujando por primera vez la historieta The Interplanetary Aquarium, protagonizada por Tommy Tomorrow en el #127, en diciembre de 1948. Con este personaje trabajó hasta Action Comics #171, en agosto de 1952. Y dos años después, en febrero del 54, Action Comics #189, llegó su aterrizaje como dibujante de una aventura de Superman en la histórica cabecera. A día de hoy, con sus 348 trabajos en este título sigue siendo, con gran diferencia, el autor que más ha aparecido en dicho título. Con Tommy Tomorrow empezó a demostrar su nivel desde la primera página, . Estas aventuras espaciales, de corte futurista (¡ambientadas en 1988!) llevaban al intrépido viajero a encontrarse con seres de otros mundos, a veces usando elementos de misterios, terror, suspense, acción… exigían al dibujante un abanico de posibilidades para dar rienda suelta a su imaginación y su destreza.
Este personaje estuvo creado por Jack Schiff y Geroge Kashdan en Real Fact Comics #6 en febrero de 1947. Era una cabecera antológica que tuvo una corta duración, tan solo de 21 números entre 1946 y 1949. Tommy dio el salto a Action Comics después de cuatro apariciones y allí se quedó durante 124 entregas, 44 de ellas dibujadas por Curt Swan. Su experiencia en esta serie le sirvió para desarrollar diseños de elementos como los vestuarios y edificaciones para plasmar más adelante el Krypton clásico.
Esta página es un ejemplo del estilo de Curt Swan, que quería romper aunque levemente, el encasillamiento de la estructura de página con cuadrícula de 3×2 imperante en la época, aunque también llegara a usarla en otras muchas ocasione. Pero adaptaba la página a sus necesidades. Era muy detallista en las expresiones, los movimientos, en los fondos, todas las viñetas en su totalidad tenían que tener un significado y ser una fotografía.
Como decía al principio, no quiero que esta sea una biografía al uso del autor, aunque vayamos viendo su trayectoria. La idea es ir cogiendo una una serie de ejemplos del arte de Swan a lo largo del tiempo. Toda muestra que hagamos supondrá un porcentaje diminuto de su trabajo, pues su carrera artística duró más de cincuenta años, con un nivel de producción altísimo. Sin embargo a ello vamos. Con Superboy empezó a trabajar en su quinta entrega dibujando una historieta llamada A zoo for sale con el joven Clark luchando contra maleantes en el Zoo de Smallville. Fue el autor que más trabajos firmó en la cabecera que contaba las aventuras de Superman cuando era niño, con un total de 153 apariciones entre 1949 y 1976, atravesando todas las etapas de la serie, otorgando al personaje, paralelamente que a su homólogo adulto, la imagen clásica que ha trascendido con el paso de los años.
Aquí le vemos en una página de ese Superboy #5, con mucho texto y dotando de dinamismo la secuencia, persiguiendo a un villano, cazándolo, hablando con la policía y centrándose en otro tema. Una jugada clásica de la época, en la que las páginas estaban repletas de información. Con Superman debutó en Action Comics a lo grande, con un número repleto de vaivenes en el que Clark Kent tiene otros padres que no son Ma y Pa Kent. Un misterioso acontecimiento con una tierna ajetreada historia, en la que se combinaban escenas de conversaciones cotidianas, llenas de entereza y reflexión, con viñetas de acción en movimiento, como la que vemos a continuación.
En los 60 Curt Swan ya estaba plenamente consagrado como el dibujante de todas las cabeceras relacionadas con su personaje favorito: Action Comics, Superboy, Superman, Superman’s Pal Jimmy Olsen desde el primer número en septiembre de 1954, Superman’s Girld Friend Lois Lane (desde el #3 en 1958), World’s Finnest Comics (desde el #71 aunque en la cabecera trabajaba desde el #21 con los Boy Commandos y Manhunter) y Adventure Comics, donde dibujaba las historias de Superboy desde el #156 en 1950. Entre todos sus trabajos suma, solo con estas cabeceras principalmente dedicadas a Superman, la mágica y redonda cifra de 1236 cómics, dedicados en cuerpo y alma al universo del primer gran superhéroe de todos los tiempos. Pueden hacerse a la idea de que trabajó con un gran número de guionistas y de coloristas. Y que su estilo siempre fue muy constante, aún pasando el tiempo, siempre asentado en una cómoda línea nada sencilla, pues marcó varias generaciones de lectores y futuros dibujantes.
En esta página, de septiembre de 1963, se aprecian las fortalezas de Swan. Esta vez enmarcado en el 3×2, con mucho texto, como era habitual, empieza con una viñeta en la que Superman está lamentado su suerte. Se encuentra compitiendo en una especie de olimpiada en otro planeta, en donde tiene que hacer frente a seres de otros mundos en pruebas de fuerza. Como un torneo de World Strongest Men, en el que no le está yendo del todo bien. En la siguiente viñeta dibuja una sonrisa y una mirada de disimulo, fingiendo no estar preocupado. En la segunda línea se gira, sorprendido, al ver que está bajo un sol amarillo. Le sigue una con la mirada realmente gacha, preocupado, reconociendo que hace lo que puede y a lo mejor no puede dar más. En las dos últimas un plano abierto de una piscina con Superman los otros competidores en el bordillo y un montón de criaturas en la última, dando rienda suelta a la imaginación del artista.
En agosto de 1967 se publicó Superman #199, número que supuso la histórica primera carrera entre Flash y Superman. Y fue un número intenso, lleno de momentos de acción casi en cada página. Y Curt Swan estuvo allí, dando esa sensación de energía cinética en cada viñeta que duró la competición entre los dos héroes más rápidos del universo (en aquel momento, pues no había otros Flash en acción). Hubo otras carreras entre los dos personajes, pero esta fue la única dibujada por Swan, sirviendo de precedente para quienes se atrevieron a dibujar esta competencia posteriormente.
En enero de 1971 comenzó a trabajar con Dennis O’Neal y su colega Murphy Anderson en una de las mejores historias de Superman de la entonces incipiente Bronze Age, Kryonite Nevermore! Una historia en la que Superman ve cómo su mayor peligro, la krpyptonita, se convierte en hierro, pero pronto descubre que sus poderes también están cambiando. Una historia sorprendente e irrepetible, por muchas otras veces en que se haya jugado con la invulnerabilidad y los poderes ilimitados del kryptoniano, sobre todo en la Silver Age. Tuvo la suerte de formar parte de la historia, dibujando esa página que dejaba con la boca abierta al lector y abría un abanico de posibilidades al ver que el mineral de su planeta no le hace nada.
Curt Swan no siempre necesitaba de viñetas con acción para demostrar su versatilidad y transmitir asombro, le valía con transmitir los sentimientos a través de miradas, gestos, pequeñas muecas que además de meter al lector en la historia humanizaban al personaje. Por supuesto, si acción era lo que se buscaba, también era un maestro de los combates en el arte secuencial.
Este es un enfrentamiento de Superboy contra Lex Luthor del Action Comics #466, de diciembre de 1976. Se titulaba You Can Take the Man Out of the Super, But You Can’t Take the Super Out of the Boy! y continuaba los acontecimientos del número anterior, de World’s Finnest #198 y Superman #282, introduciendo un poco de continuidad cuando todavía no era lo más habitual. Eran unos números muy especiales, pues fueron las últimas ocasiones en las que dibujó a Superboy. En la anterior parte de la historia Lex rejuvenecía a Clark logrando unos resultados increíbles gracias a un misterioso don de sugestión, creyendo que así disminuiría su poder para hacerle frente con su traje especial, sobre todo con sus guantes de absorción de energía. En la segunda, se descubría que Batman y Flash también habían sido rejuvenecidos, más que Superman, hasta aparentar tan solo diez años. Durante su enfrentamiento Lex desintegraba a los dos amigos del chico de acero, al velocista con un disparo de un rayo especial desde una avioneta y al cruzado de la capa golpeándole con una bota especial. Todo muy Silver Age. Era entonces cuando se producía la secuencia de acción que encabeza este párrafo, con un Superboy llorando de rabia luchando contra su archienemigo. Huelga decir que, finalmente, Superman le daba la vuelta a la situación y descubría que sus amigos rejuvenecidos no eran los verdaderos Flash y Batman y que lograba recuperar su apariencia con el poder de su supermente, descubriendo que había sido todo un treta de Luthor. Tremenda historia esta, escrita por Cary Bates en la que se exploraba el poder de la mente de Superman. Muy Silver, como decía.
En octubre de 1979 Swan dibujó el especial Action Comics #500, con una historia que contaba una visita guiada por Superman al pabellón dedicado a su figura en la Feria Mundial de Metrópolis. En este relato, escrito por Martin Pasko, se repasaba por primera vez todo el origen del personaje, desde la destrucción de Krypton, pasando por sus días de Superbaby y Superboy, hasta su llegada a Metrópolis. Se hablaba de la galería de villanos, de Supergirl, Krypto y la Fortaleza de la Soledad. Y explicaba a los visitantes cómo era su lugar secreto, en una página muy detallada y condensada brillantemente por Swan.
Saltando a la década de los 80, nos encontramos en abril de 1982, Action Comics #530. En un enfrentamento entre Superman y Brainiac, luchando juntos como aliados contra el Planet-Eater, un satélite sintiente creado por el super ordenador del propio Brainiac, que devora planetas y usa su energía para crear nuevos planetas. En un momento de la tormentosa travesía de los dos en el interior de esta criatura mecánica, son empujados por una inmensa fuerza de la gravedad al fondo de un balcón de la nave, pero Superman se agarra, viendo con impotencia cómo su entonces amigo es absorbido. Toda la secuencia es una demostración del uso de planos picados y contrapicados, llenando la imagen de ruido visual, transmitiendo nerviosismo al lector.
Para el final del repaso he dejado una de sus últimas aportaciones a la historia de Superman. Su último trabajo fueron cinco páginas que aparecieron, póstumamente, en el especial Superman: The Wedding Album, en diciembre de 1996. Hacía una década que había dejado de ser el dibujante estrella de la franquicia en favir de Byrne tras la reestructuración universal de la compañía. Pero hizo algunas colaboraciones puntuales. Esta se trata de una escena en que Superman salva de un incendio a sus amigos Bibbo y el Profesor Hamilton. Verle coloreado con tonos más chillones que los de décadas anteriores da un efecto muy distinto a lo que fue habitual en gran parte de su carrera. Personalmente, prefiero los colores más suaves de Anderson.
No podemos dejar de lado el trabajo de Swan con la Legión de Superhéroes. Aunque siempre prefirió ser exclusivamente dibujante de Superman, en el comienzo de la época en que la cabecera de Superboy tornó hacia un protagonismo compartido con el equipo del futuro le tocó dibujar a esos otros personajes, aunque cuentan que no siempre fue de su agrado, pues solo le interesaba dibujar a su personaje. Su versatilidad y estilo ya clásico le permitieron dar fuerza a los personajes en sus múltiples aspectos y trajes. Aunque dejó la cabecera del chico de acero en el #148, en 1968, tras dos décadas de dedicación, volvió a dibujar a los legionarios en números anuales a principios de los 80 y otros especiales como el #300. En ese número aportó cinco páginas, en una acción que transcurría en el espacio.
Entre todo el fondo del inmenso archivo de trabajos de Curt Swan ajenos a los kryptonianos y legionarios, encontramos una aportación a la historia de Swamp Thing. Fue, además, uno de sus últimos trabajos, pues se trata de Swamp Thing #165, publicado en abril de 1996, tan solo dos meses antes de su fallecimiento. Le acompañaba en los guiones Mark Millar, con Tatjana Wood en el color y Kim DeMulder entintando. Fue también una de sus pocas participaciones en títulos de la línea Vértigo. Era un número en el que la Cosa del Pantano apenas aparecía y el protagonismo recaía en el agente Chester Williams, quien cambiaba de vida al ingresar en el cuerpo tras un pasado hippie. Era el encargado de contactar con el avatar del verde para hablar de los planes de la humanidad. Y dejaba una página que vislumbraba las maravillas que Swan podría haber creado si hubiera trabajado más con este personaje, al que supo dotar del aire de oscuridad que tanto requiere.
Otro de los trabajos que hizo Swan fuera de su zona de confort es la miniserie de Aquaman, que supuso el volumen 3 del personaje, de cinco números, con guiones de Keith Giffen en 1989. Solo fueron cinco entregas más un especial, pero fueron suficientes para demostrar que el rey de Atlantis también era un personaje al que podría haberle sacado mucho jugo. El maravilloso mundo submarino de Arthur Curry, los efectos burbujeantes, las criaturas submarinas y el futurista reino en que habita eran herramientas con las que Swan podría haber creado maravillas. Y así lo hizo en esta historia en la que el dibujane, que ya rondaba las casi siete décadas de vida, demostraba su enorme talento dibujando expresiones, detalles y movimientos.
En los años 70 tuvo una incursión en la cabecera de Wonder Woman, llegando a dibujar seis números entre los años 1974-76, cuando su labor con el hombre del mañana iba reduciéndose al terminar las series protagonizadas por Jimmy y Lois. Eso sí, Clark también aparecía. Su debut en la cabecera fue en Wonder Woman #212, escrita por Len Wein, en un momento en que los miembros de la Justice League pedían a Diana que no abandonara el equipo.
También la larga bibliografía de este autor incluye el nombre de Batman. Lo dibujó en multitud de ocasiones, en World’s Finnest y otras apariciones. También en algún título del Hombre Murciélago como en Batman #70, en un trabajo de un único número en 1952, aunque en muchas bases de datos no le acrediten como el autor del mismo. Décadas después hizo el #358 y títulos como The Batman Family y The Batman Chronicles. En ese número de Batman #358 tuvo la oportunidad de ser el primer autor en dibujar el aspecto completo de Killer Croc, que el personaje ya llevaba un tiempo apareciendo aunque sin mostrarse por completo. Ocurrió en abril de 1983.
Volviendo a su trabajo con Superman. Un dato que no siempre se nombra sobre la carrera de Curt Swan es que, además de trabajar en todas las cabeceras del personaje en DC Comics, también dibujó en las strip de prensa diarias. Dibujó para las tiras de periódicos durante los años 56-60, desde el #18 de la serie, algunas de ellas están recopiladas en el tomo Superman: The Silver Age Dailies #1 (de los tres que salieron) publicado por IDW en 2013. Con Superman pudo trabajar en este género, que no logró conseguir con un historieta de su propia creación titulada Yellow Hair, que en 1954 trató de vender sin éxito a los diarios estadounidenses.
Ahora damos paso al amigo Juan Iglesia, quien ha tenido a bien participar en este homenaje, dedicando unas palabras a este artista inmortal:
Curt Swan, el dibujante de Superman
Curt Swan es, sencillamente, el dibujante de Superman. Es la persona que más veces ha recreado en un papel al superhéroe por antonomasia. A Joe Shuster le corresponde el inmenso honor e incuestionable mérito de ser el creador gráfico de Superman. Su peculiar trazo, con ese cuello de toro y el dinamismo tan particular, definió al personaje en los primeros años de su existencia. Después le correspondió a Wayne Boring tomar el relevo. Éste aportó una caracterización también reconocible, con ese torso de volumen y dimensiones imposibles o la capita un tanto sosa. Suyo fue el Superman de buena parte de los años cincuenta. Por su parte, desde finales de los cuarenta se fue abriendo paso título a título un joven Curt Swan, que no se afianzaría como dibujante de referencia de Superman hasta principios de los años sesenta.
Sin minusvalorar sus méritos, ni Shuster ni Boring llegaron al volumen y la calidad de Curt Swan. La dimensión de su producción es impresionante: en la época de mayor esplendor del kryptoniano, con presencia en más de media docena de colecciones (Action Comics, Superman, Superman’s girlfriend Lois Lane, Superman’s pal Jimmy Olsen, World’s Finest Comics y otras relacionadas como Superboy o Adventure Comics), Swan trabaja en todas ellas, si bien de forma irregular, hasta que acabe como dibujante fijo de la cabecera principal del Hombre de Acero. Hablamos de colecciones con tiradas de varios cientos de miles de ejemplares, que
copaban los primeros puestos del top ten año tras año.
Tuvo la suerte y la desgracia de desarrollar buena parte de su carrera coincidiendo con el cenit creativo del legendario y temible Mort Weisinger, editor de todos los títulos de Superman desde mediados de los años cuarenta hasta 1970. Aunque ambos se las tuvieron tiesas, definieron al Superman de la Silver Age, lo que es lo mismo que decir que aportaron elementos absolutamente característicos y definitorios a la Leyenda del Último Hijo de Krypton. Es la época del Superman-dios, patriarca de una extensa familia, campeón cósmico de remotas galaxias.
En esta época de absoluto esplendor, Swan no sólo era el dibujante del personaje estrella, el creador de la imagen arquetípica del superhéroe más arquetípico sino también el mejor exponente del característico estilo gráfico de la DC de la época: figuras bien proporcionadas, anatomías perfectas, rasgos definidos y simétricos, mujeres bonitas a lo Doris Day, trajes impolutos.
Los convulsos setenta fueron la cúspide del estilo de Swan. Si bien Superman inició un lento declive y sufrió uno de sus primeros relanzamientos de la mano de Dennis O’Neil, el dibujante alcanzó una plena madurez, sobre todo ayudado por las tintas de Murphy Anderson. La figura del héroe se hace más robusta, más física, pero también más dramática, respondiendo a los intentos de hacerle más creíble.
De esta época data la película de Superman (1978), donde es obvia la influencia de los cómics de la Silver Age y en la que Christopher Reeve da una asombrosa versión en carne y hueso del Superman de Swan: imponente y cercano, cálido y severo, humano y divino.
Desgraciadamente, las necesidades de renovación de DC en general y de Superman muy en particular significaron no ya su retiro, a todas luces inevitable, sino una suerte de olvido de su obra. El grafismo de Swan pasó a ser la representación más perfecta de un estilo desfasado, anacrónico y anticuado, algo que había que superar cuanto antes.
Por fortuna, su despedida fue por todo lo alto: en la inolvidable aventura “¿Qué le ocurrió al Hombre del Mañana?”(1986), con guión de Alan Moore, en la que se cerraba una época tanto de Superman como de Curt Swan.
La época del Superman de Curt Swan.
***
Antes de terminar quiero dar paso al gran Mariano Bayona, experto y amante del personaje, pues lleva más de 60 años coleccionando cómics de Superman, para que hable de Curt Swan y otros autores destacados: “Fue mi dibujante favorito de los tres que predominaban en su época, es decir, Wayne Boring, Curts Swan y Al Plastino, que, aunque tuvo que hacerlo, es decir, tuvo que dibujar en la Legión de Superhéroes y a él sólo le gustaba y disfrutaba dibujando únicamente a Superman, le causaba cierta molestia tener que dibujar a otros personajes con su favorito. Como ya sabemos que para gustos no hay nada escrito o, como se dice ahora, para gustos los colores, siempre encontraremos a alguien que le haya gustado más Wayne Boring o Al Plastino, pero para mí el más equilibrado era Swan sobretodo cuando usaba como entintador a Murphy Anderson, ya que Swan dedicaba muchas horas a dibujar al Hombre de Acero y para ello usaba diferentes ayudantes que le entintaban sus trabajos a lápiz. Recuerdo alguna entrevista que se le hizo donde declaró que el entintador de sus trabajos que más le gustaba era Al Williamosn, pero el tandem Swan – Anderson fue, para mí, el mejor de todos llegando a hablarse de Swanderson como fusión de ambos artistas. Pasados los primeros 30 años de los dibujantes de Superman, en el que por supuesto Joe Shuster figura como el creador del mismo junto con el guionista y amigo suyo Jerry Siegel, Superman empezó a tener un sin fin de dibujantes y entintadores de entre los que destacaría a José Luis García López como el mejor. La saga de los artistas que se han ocupado del Hombre de Acero es interminable y como quiera que sus aventuras sigue publicándose hoy en día sin que decaiga en ningún momento, lo único que se puede decir comparando tiempos antiguos con los moedernos es que antes los dibujanates como Curt Swan permanecían con el personaje muchos años seguidos mientras que hoy en día los relevos se suceden continuamente”.
Introduce Mariano una idea interesante sobre la que situarse. Curt Swan dibujó al personaje durante cerca de 40 años. Wayne Boring también estuvo más de 20 con Superman. Lo mismo que Al Plastino. Hoy en día hay que celebrar que un dibujante esté 20 números seguidos en la misma serie. Y digo 20 por poner un cifra que supone casi dos años de trabajo, que no está mal para lo que es la industria hoy en día. Actualmente, en la cabecera Superman, podemos celebrar que Bendis y Reis llevan 19 números consecutivos trabajando juntos. En la serie anterior de la etapa Rebirth, que duró 45 entregas antes de la renumeración con Bendis, Tomasi y Gleason trabajaron codo con codo en 38. Soy de los que les gusta ver equipos creativos estables. Pero el baile constante de dibujantes está demasiado instalado en la forma de trabajar de las editoriales y creo que no beneficia a la colección al perder la identidad visual. Sus motivos habrá, obviamente, de refuerzo y apoyo, también habrá un deseo de ofrecer contenido distinto al lector para no cansarlo. Pero echo en falta una estabilidad duradera de años y años, aunque hoy en día puede que no sea la mejor opción al existir, tal vez, más autores consagrados que entonces.
Ahora sí, vamos terminando con el homenaje a este histórico dibujante. Habrá habido otros que sean considerados mejores que él. Habrá quien diga que su estilo no evolucionó tanto y llegó a estar desfasado, algo normal después de tantos años. Pero él es el más importante en la historia de Superman y uno de los más grandes de DC Comics. Ayudó a crear la imagen que llegó a convertirse en un icono de la cultura popular. Trascendió generaciones. Demostró un amor y un cariño al personaje únicos. Y, sobre todo, abrió camino. Aunque no fue el primero en llegar, introdujo estilos, recursos, una serie de elementos que sirvieron de espejo a generaciones posteriores de autores que han tenido la suerte de dibujar al héroe con la S en el pecho. ¿Qué hubiera sido de él si hubiera dedicado su carrera a otros personajes? Posiblemente estaríamos hablando de un autor que dejó infinidad de aportaciones a otros personajes, pues aunque sí lo hizo, lo poco que se mostró en otras franquicias dejó claro su infinidad de recursos.
Quiero dejar registrado el trabajo mayor de Curt Swan. Se pueden encontrar en la red, en una inmensidad de webs, la bibliografía completa del dibujante, por lo que no tiene mucho mérito que haga un copia y pega en este texto, pero he querido trasladar el listado completo a este homenaje para todo el que esté interesado en buscar sus trabajos:
Action Comics (Tommy Tomorrow) #127–171; (Superman) #189, 244, 253, 256, 260, 265, 269, 270, 272, 277–278, 280, 283–284, 286–288, 290, 295, 297–298, 303–305, 307, 309–312, 318–321, 325–327, 330, 334, 336, 338–339, 343, 351–352, 355, 358–359, 367–390, 393–473, 477–485, 487–500, 502–524, 527–534, 537, 542–544, 547, 555, 556–557, 568, 583, 658 (arte completo); #601–642 (historieta de dos página); #600, 650, 667, 723 (con otros artistas) (1948–96).
Action Comics Annual #2 (con varios autores) (1989)
Adventure Comics (Superboy) #156, 159–160, 167, 169, 174, 176, 178, 179–180, 182, 184–185, 187, 190–192, 195, 197–198, 201, 205, 208, 210–212, 214–220, 223, 224–225, 227, 230, 238, 241–243, 246, 249, 257, 279, 285, 291, 293, 301–302, 311, 320, 327–328, 330, 334, 336, 339; (Legion of Super-Heroes) #313, 340–347, 349–360, 365–372 (1950–68).
The Adventures of Superboy #22 y The Adventures of Superboy Special #1 (1992)
Adventures of Superman #471 (arte completo); #480, 536 y Adventures of Superman Annual #2 (con varios artistas, 1990–96).
All-Star Squadron #15 (1982).
The Amazing World of Superman, Metropolis Edition #1 (diseños de Carmine Infantino, 1973).
Aquaman vol. 3 #1–5 y Aquaman Special #1 (con diseños de Keith Giffen, 1989).
Arak, Son of Thunder (Masters of the Universe) #15 (1982).
Batman #70 (1952) y #358 (1983).
Batman: A Word to the Wise (1992).
The Batman Chronicles (Robin) #6 (1996).
The Batman Family (Batgirl y Robin) #5, 7, 11 (1976–77).
Boy Commandos #16–20, 22, 25–31, 33 (1946–49).
Captain Carrot and His Amazing Zoo Crew! (Masters of the Universe) #9 (1982).
DC Comics Presents #30, 35, 47, 50–51, 53, 56, 58, 67–68, 71, 77–80, 87, 91–92 (1981–86).
DC Special Series (Superman) #5 (1977).
DC Super Stars (Superboy) #12 (1977).
Detective Comics (Boy Commandos) #110–127, 129–133, 135, 138–143, 149 (1946–49).
The Fury of Firestorm #4 (con varios autores) y #6 (Masters of the Universe)(1982).
The Fury of Firestorm Annual (1986).
Gang Busters #10–13, 15–20, 22, 25–27, 29, 32–42 (1949–54).
Ghosts #4 (1972).
Hawk and Dove #28 (con Greg Guler) (1991).
Hawk and Dove Annual #1 (1991).
Heroes Against Hunger #1 (historia de dos páginas con varios artistas) (1986).
House of Mystery #1–6, 8, 10–29 (1951–54).
Justice League Quarterly (General Glory) #16 (1994).
The Krypton Chronicles miniseries #1–3 (1981).
L.E.G.I.O.N. ’94 Annual #5 (Elseworlds, 1994).
Legion of Super-Heroes vol. 2 #300 (historia de cinco páginas); #306 (con Keith Giffen) (1983).
Legion of Super-Heroes vol. 3 #45 (historia de cinco páginas) (1988).
Legion of Super-Heroes vol. 4 #31 (con Colleen Doran) (1992).
Legion of Super-Heroes Annual #3 (1984).
Legion of Super-Heroes Annual #2 (1986).
Legion of Super-Heroes Annual #5 (1990).
M.A.S.K. vol. 2 #1–9 (1987).
Mr. District Attorney #9–10, 15, 21 (1949–51).
The New Adventures of Superboy #51 (1984).
The New Teen Titans #5, 25 (1981–82).
The New Teen Titans vol. 2 #43 (1988).
The New Titans #81, 86 (1991–92).
The New Titans Annual #6 (arte completo); #8 (con otros artistas) (1990–92).
The Phantom Stranger #5 (historieta de dos páginas) (1970).
The Power of Shazam! #8, 11, 17 (con Pete Krause) (1995–96).
Real Fact Comics #7–8, 13, 16–17, 19, 21 (1947–49).
Secret Hearts #17 (1953).
Secret Origins vol. 2 (Justice League of America) #46; (Legion of Super-Heroes) #46–47 (1989–90).
Showcase (Manhunters) #5 (1956).
Star-Spangled Comics (Newsboy Legion) #55, 61–64; (Robin) #72; (Manhunters Around the World) 94–108, 114–120; (War stories) #131–133 (1946–52).
Star Spangled War Stories #3–13, 16–17 (1952–54).
Star Trek #37 (1984).
Star Trek Annual #3 (1988).
Star Trek vol. 2 Annual #2 (con James Fry) (1991).
Strange Adventures #1–4, 6 (1950–51).
Strange Sports Stories #1–3 (1973–74).
Superboy #5, 8, 10–20, 22–23, 25–48, 50–58, 63, 70, 73, 80, 89, 92, 98, 100, 103–107, 112–113, 117–118, 121, 123, 126, 129, 132, 136, 138, 146–148 (1949–68).
Superboy vol. 2 #9–17 (1990–91).
Superman #51, 73, 76, 89, 97, 118, 121, 127, 130, 137, 139, 144–182, 186–187, 192–195, 197–199, 201, 207–215, 217–300, 303–306, 310–363, 365–368, 370–392, 395–396, 398–399, 401–403, 408-423 (1948–86).
Superman Annual #9–10 (1983–84).
Superman vol. 2, #35, 48 (full art); #50, 114 (con otros artistas) (1989–96).
The Superman Family #164–172, 174–181, 186–187 (1974–78).
Superman and Wonder Woman: The Computer Masters of Metropolis (1982).
Superman: Victory by Computer (1981).
Superman III: The Official Adaptation (1983).
Superman IV: The Quest for Peace – Movie Special (1987).
Superman’s Girl Friend, Lois Lane #17, 27, 29, 32–33, 35–39, 41, 45, 54, 59, 68, 72, 86, 89, 91–92, 94, 96, 98, 102–103, 113, 122 (1960–72).
Superman’s Pal Jimmy Olsen #1–91, 95, 104, 106–114, 116–117, 119, 121–123, 125–129, 131, 140 (1954–71).
Superman: The Man of Steel #5 (con Jon Bogdanove); #58 (con varios artistas) (1991–96).
Superman: The Secret Years, miniserie, #1–4 (1985).
Swamp Thing vol. 2 #165 (con Phil Hester) (1996).
Who’s Who in the Legion of Super-Heroes #7 (varios artistas) (1988).
The Witching Hour #80 (1978).
Wonder Woman #212, 214, 219, 221, 224 (1974–76).
Wonder Woman vol. 2 Annual #1 (1988).
World’s Finest Comics (Boy Commandos) #21–23, 25–31; 33–38 (Manhunters Around the World) #61–62; (otras historietas) #70; (Superman and Batman) #71–77, 84–85, 109, 116–117, 124, 141–173, 177–179, 184, 196–197, 223–225, 227, 230, 234, 239, 243, 245 (1946–77).
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