Javier Vázquez Delgado recomienda: Cassandra Darke
“No he vivido la vida que se le supone a una mujer…
ni siquiera hoy en día”.
Cassandra Darke de Posy Simmonds reúne todas las virtudes que caracterizan la extraordinaria obra de esta artista británica.
En primer lugar podemos volver a disfrutar de la aguda mirada de una autora que se ha especializado en retratar de manera lúcida, exacta e incisiva la sociedad británica más acomodada. En esta historia, publicada en su país en 2018, se fija en la burguesía de Londres e incluye, además, la novedad de estar inscrita en el género policíaco.
Por otra parte, la obra presenta una estructura narrativa característica de Simmonds, que combina los bloques de texto con las secuencias dibujadas en un perfecto equilibrio que convierten su estilo en único en el mundo.
Finalmente, Cassandra Darke se erige en una precisa y preciosa descripción de un personaje femenino que descubrimos con todos sus matices, con todas sus aristas y que pasa a engrosar la limitada pero ilustre galería que completan los magníficos retratos de Gemma Bovery y Tamara Drewe.
Esta novela gráfica se centra en la figura de Cassandra Darke, una anciana galerista de arte, divorciada, solitaria y egoísta que ha sido condenada por estafa. Su crimen no le comporta penas de cárcel pero las indemnizaciones que debe pagar acaban agotando todos sus ahorros y la convierten, además, en una marginada social. La irrupción en su vida de Nicki – su sobrina – desestabiliza el precario equilibrio que ha conseguido recuperar y acaba poniendo en peligro su tranquilidad e incluso su vida.
Con esta última obra Posy Simmonds consigue atraparnos en una sutil madeja que retrata con precisión a una mujer diferente y con ella a una sociedad que vive obsesionada por las apariencias.
La acción transcurre entre dos Navidades, las del 2016 y 2017 y se centra en el macabro descubrimiento que la marchante de arte encuentra en el sótano independiente de su vivienda, alquilado a su sobrina durante una temporada. Este hallazgo, que seguramente implica un crimen de sangre, remueve la conciencia de las dos mujeres y las obliga a actuar, a tomar consciencia de unos hechos terribles más allá de sus limitadas obsesiones cotidianas.
Possy Simmonds alterna con eficacia los puntos de vista narrativos y los saltos temporales para ir construyendo a fuego lento un drama que alcanzará el punto de máxima ebullición casi sin que lo notemos. La intriga criminal se mezcla con el melodrama introspectivo para construir un relato poliédrico, emocionante y profundo.
Hay un pasaje en Cassandra Darke realmente conmovedor; cuando la protagonista repasa su experiencia sexual y concluye que no ha vivido plenamente su vida. Es una secuencia que describe perfectamente la desesperación y la desolación de la protagonista, que la autora británica aborda con elegancia, tacto y un respeto superlativo. Es un momento duro pero realmente hermoso.
Gráfica y narrativamente, Cassandra Darke profundiza en el estilo personal de la autora de True Love.
En 1996, los editores de The Guardian le ofrecieron un espacio fijo y limitado para que realizase una historia auto conclusiva. El trato fue que disponía de 100 columnas diarias para completar el relato. Simmonds barajó varias posibilidades, debido al reducido espacio que disponía, y finalmente se decidió por combinar literatura con cómic, creando un estilo propio donde el texto se ocupa de hacer avanzar la acción y las secuencias dibujadas se centran de las escenas más trascendentes e impactantes. Así nació Gemma Bovery (1997) que se convirtió en la primera de una trilogía que, de momento, culmina con Cassandra Darke. Una trilogía de obras independientes que comparten protagonismo femenino y una estructura narrativa muy original.
La artista distribuye los bloques de texto y los dibujos de manera libre en sus páginas. A menudo incluye en la plancha recortes de artículos de prensa ficticios, cartas de los personajes o folletos de comercios que aportan información suplementaria a la trama. A veces, las páginas están compuestas solamente de secuencias dibujadas e incluso se atreve con algunas splash pages mudas. Otra característica del arte Simmonds es la ausencia de bordes en las viñetas, delimitadas por espacios en blanco que oxigenan el conjunto.
Los personajes están bien definidos tanto en su aspecto físico como en su estrato social. La autora de Literary Life domina la anatomía humana, las expresiones faciales y el color que es una de sus principales herramientas de trabajo. Simmonds suele utilizar una reducida gama de colores que combina con acierto. Predominan los grises, rosas, ocres, naranjas y violetas de tonos apagados que le sirven para definir tanto secuencias como las atmósferas y que sólo en ocasiones muy concretas enfrenta con rojos y amarillos más violentos.
La exacta combinación entre la delicada línea del dibujo, la mancha precisa del color y el equilibrio perfecto entre texto y arte, otorgan a esta obra un aspecto muy atractivo que consagra a su autora como una artista excepcional y única.
Rosemary Elizabeth Simmonds nació en agosto de 1945 en la localidad británica de Cookham Dean.
Desde pequeña se aficionó a los cómics y dibujos satíricos, especialmente los publicados en la revista Punch. Gran parte de su infancia la pasa en el internado Queen Anne´s School de la localidad de Caversham donde dibuja sin cesar y donde conoce a una profesora de francés, moderna y elegante, que le dará a conocer los grandes clásicos de la literatura francófona como Gustave Flaubert y Victor Hugo.
En 1962 viaja a París donde cursará estudios en la universidad de La Sorbona y a su vuelta a Inglaterra se matriculará en la Central School of Art and Design de Londres.
Tras acabar su formación acepta trabajos temporales hasta que publica su primera obra The Posy Simmonds’ Bear Book (1969), un libro modesto que sin embargo conseguirá que el editor del periódico The Sun la contrate para realizar un cartoon diario. En 1972 cambia de cabecera y empieza a colaborar con The Guardian donde ilustrará obras literarias y en 1977 empieza la publicación de su primer cómic titulado The Silent Three of St Botolph’s con el que empezará a granjearse una reputación de autora inteligente e incisiva. Esta serie durará hasta finales de los ochenta y será recopilada en diversos tomos titulados: Mrs Weber’s Diary, Pick of Posy o Very Posy and Pure. En 1981 publica True Love donde se burla de las revistas y cómics de romances fantasiosos y edulcorados. Al mismo tiempo hace carrera como escritora e ilustradora de numerosos libros infantiles y juveniles con títulos como Lulu and the Flying Babies, The Chocolate Wedding, Lavender o Fred que tuvo una adaptación cinematográfica titulada Famous Fred y fue nominada a los Oscar. En el libro Mustn’t Grumble (1993), Simmonds recopila los cartoons realizados en la época en el periódico The Guardian y el semanario The Spectator.
En The Guardian nace Gemma Bovery (1997) que se convertirá en su primera novela gráfica. Más tarde repetirá el esquema con Tamara Drewe (2005-2006) y ambas serán adaptadas al cine, siendo protagonizadas – curiosamente – por la misma actriz; Gemma Arterton. En Literary Life (2003) la autora se fija en el mundillo de los escritores y la edición literaria.
Su última creación, Cassandra Darke, apareció en 2018 y en España ha sido traducida y publicada en febrero de 2020 por Salamandra Graphic.
Posy Simmonds es miembro de la Orden del Imperio Británico desde el 2002 y en Francia ha obtenido el Premio de la Critica del 2009 por Tamara Drewe.
La edición a cargo de Salamandra Graphic puede considerarse como muy buena. El libro es en tapa dura, tiene un tamaño adecuado, está bien impreso y cuenta con un papel excelente. Cabe lamentar la falta de información adicional sobre la obra y su autora, pero esto es algo a lo que empezamos a estar acostumbrados en nuestro mercado. El precio es razonable.
Cassandra Darke supone el reencuentro con una de las autoras más inteligentes e interesantes del cómic europeo. Su trabajo constituye una acertada simbiosis entre emoción y reflexión, entre melodrama y crítica.
Con Cassandra Darke la autora británica Posy Simmonds nos regala otro personaje femenino inolvidable que acaba perfilando de manera precisa y emotiva. Con esta obra recorremos la ciudad de Londres y descubrimos unos ambientes característicos y unas personalidades perfectamente definidas que nos ocultan unos crímenes, unos pecados y unos vicios tremendamente parecidos a los nuestros.
Cassandra Darke es un relato que se ha convertido instantáneamente en universal.
Salut!
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