Javier Vázquez Delgado recomienda: Batman: El último caballero de la Tierra – Libro 2

Edición original: Batman: Last Knight on Earth – Book Two USA.
Edición nacional/ España:ECC Ediciones.
Guion: Scott Snyder.
Dibujo: Greg Capullo.
Entintado: Jonathan Glapion.
Color: Fco Plascencia.
Formato: Cartoné. 56 págs. A color.
Precio: 10,95 euros.

Un mal muy extendido en toda trilogía es que la segunda parte acaba en una tierra de nadie insulsa, transicional, bisagra entre el inicio y el desenlace, en un paso necesario en el proceso narrativo que acaba deslucido si se analizan cada una de las partes por separado. Hay honrosas excepciones a la regla, pues pronto viene a la cabeza ejemplos tan claros como El Imperio Contraataca, Regreso al Futuro Parte II, pero es un efecto engañoso dado que no fueron planteadas como trilogías inicialmente, por lo que sus segundas partes casi podrían considerarse un nuevo punto de partida. Os invitamos desde aquí a pensar en ello y buscar ejemplos de esas continuaciones que conforman una trilogía y que sean tan dignas como su inicio y su final. ¿El Señor de los Anillos – Las dos torres?

Y la razón de empezar de esta forma no es otra que la de acometer esa continuación, esa segunda entrega de la trilogía que conforma el último trabajo de Snyder y Capullo publicado en España, que cae con fuerza en ese pozo gravitacional que parece aplastar a las citadas segundas partes.

Un pozo que además se convierte en un panfleto publicitario, una suerte de catálogo, por el que van desfilando múltiples personajes del universo DC, adecuadamente remodelados para encajar en la historia apocalíptica que se presentó en la primera entrega que tan buen sabor de boca nos dejó.

Para la ocasión, Snyder, viste esta historia de camino de búsqueda, de redención, de preguntas y respuestas, en la que Batman arrastra consigo la cabeza de Joker (esperemos que esto acabe por llegar a algún sitio), mientras se despliega el citado catálogo de personajes. Hay espacio para la reflexión, para el análisis interior de la mente fracturada de Bruce y plantear nuevos interrogantes que empujen a la trama hasta el número final. Lo que Snyder plantea pierde fuerza cuando se desvelan algunas de las respuestas a las preguntas de la primera entrega, puesto que hay ocasiones que saberlo todo juega en contra de la trama, que se debilita al mascar demasiado su contenido al lector, que disfrutaba más cuando se le dejaba espacio para rellenar los huecos.

Hay un objetivo claro durante este segundo tomo y es el de presentar ese mundo nuevo en el que todo resulta familiar, pero es totalmente diferente al Universo DC que se conoce. Se objetivo se alcanza sin dificultad alguna, siendo su peor defecto el despliegue excesivo que se hace de algo que en pequeñas dosis, sin que se sienta tan manipulada la historia, funciona a la perfección. La muerte rodea a Batman y a Joker en toda su peregrinación hacía la llanura de la soledad, dónde buscan a ese del que todos hablan y nadie sabe nada.

Batman, el Batman que Snyder describe y con el que desarrolla la trama esta firmemente anclado al Batman canon, al que se enclava dentro del molde madre que comprende y encierra la esencia del personaje. Este Batman es la nota de cordura en un mundo que parece doblegado a la figura de Omega. Un villano en la sombra (que no hay que ser un águila para suponer quien puede ser) con el que Batman está más que destinado a encontrarse y enfrentarse. Ahora solo hay espacio suficiente para ver en que condiciones se produce dicho encuentro y el desenlace de este, puesto que al ser una obra fuera de la continuidad la sorpresa podría ser mayúscula.

La historia avanza poco, se mueve entre dos aguas, sin acabar de dar un verdadero paso al frente y apostándolo todo a un final que invita y empuja a leer el tercer número donde Snyder y Capullo han de darlo todo si desean que regresen las mismas sensaciones que dejaron con la primera entrega.

Capullo se siente muy cómodo y se nota como Snyder le ha dado espacio para que pueda diseñar y dibujar todo que lo que le apetece. El trabajo en equipo siempre se agradece en toda obra, pero este despliegue de medios para doblegarse a las apetencias del dibujante que, en algunos momentos de la obra, hacen que el apartado visual entre por los ojos de forma rápida, pero sin dejar un poso verdaderamente perdurable.

Una segunda entrega que no logra deslumbrar, que cumple con su propósito, y así debe ser juzgada, pero que pierde la fuerza inicial para apostarlo todo por un conformismo que no se podía intuir tras la lectura de la primera parte. Acabaremos por ver en que acaba la idea de Snyder y si será más justo analizar la obra al completo que por sus tres partes… pero para eso nos toca esperar un poco.



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