Javier Vázquez Delgado recomienda: Entrevista a David Sánchez

El pasado año David Sánchez publicó con la editorial Astiberri el cómic En otro lugar, un poco mas tarde que reseñó en octubre el compañero Diego Garcia Rouco.
Para un servidor es uno de los cómics mas atrapantes y estimulantes del año pasado, y sobre ella recientemente escribí “ No busque el rompecabezas detrás de la historia, que existe, pero que será diferente para cada lector, más bien abra los ojos – ¿dos? cuatro? ¿ocho? – y disfruta del viaje que te lleva a una luz en el cielo, a un par de reptiles y seres prehistóricos, a cráneos marcados en el suelo árido y cráneos que se multiplican en el cosmos. En otro lugar, un poco más tarde más que una lectura es una experiencia en la que David Sánchez transmite belleza en cada página, ya sea a través de una abeja que se come un pájaro o por una visión del universo. Pero además de la belleza, David Sánchez utiliza varios recursos narrativos extraordinarios: colocación de la “cámara”, diseño de página, movimiento de personajes, lectura de arriba a abajo … ”

En la siguiente entrevista realizada vía email, David Sánchez nos habla de En otro lugar, un poco más tarde, del resto de trabajos realizados el pasado año y de su alejamiento del mundo del cómic… por ahora.

Zona Negativa: No hay lista de “lo mejor del año 2019” dónde no esté “En otro lugar, un poco mas tarde”. Supongo que estarás muy contento de este reconocimiento.

David Sánchez: Pues sí, la verdad es que hace bastante ilusión.

Z.N.:Sin duda es muestra de que hay mucho lector que conecta y le interesa lo que propones y como los propones. Por otro lado el encontrarse en numerosas listas de “lo mejor” le da una nueva vida al cómic y supongo que nuevos lectores, aunque resulta paradójico que un tebeo que se publicó a finales de septiembre, en febrero parezca ya “viejo” y que tras cuatro meses pueda lograr tener “nueva vida” ¿Cuesta asumir la fugacidad de la novedad, qué un trabajo que lleva mucho tiempo de creación quede enterrado antes las numerosas novedades que llegan mensualmente a las tiendas?

D.S.: Cuesta asumir tantas cosas en el mundo del cómic, que supongo que es sólo una más.

Z.N.:¿Ante ello es posible vivir dignamente trabajando solo como autor completo de cómics en españa?

D.S.: Pues mira, si ganase el premio nacional, que son 20.000€ y sumase todo el dinero que he ganado en estos diez años haciendo cómic, aún así estaría a 8.000€ anuales de distancia con el sueldo mínimo. Supongo que desde fuera se ve de otra manera, y se piensa que un autor como yo, con sus últimos tebeos en las listas de lo mejor del año, vive de esto, pero la verdad es que yo estoy muy lejos de vivir del cómic y aunque me da mucha pena, me bajo aquí, ya no puedo permitirme hacer cómics, ahora tengo dos hijos y no puedo trabajar tanto por tan poco dinero.

Z.N.: En tú caso mantienes tu labor como ilustrador. A lo largo del 2019 además de en una serie de portadas para libros de errata naturae, se ha podido ver tu trabajo en el suplemento de El Mundo, Cáñamo y en Cuaderno Humano Digital. ¿Cómo es el proceso de creación de esas ilustraciones? ¿Te mencionan una simple idea de lo que quieren y tú tienes absoluta libertad respecto a lo que dibujar y el color a emplear? ¿Cuánto tiempo te dan para poder hacerlo?

D.S.: Mi trabajo como ilustrador es mi fuente de ingresos, es lo que ha permitido que pudiera dedicarme al cómic todos estos años. El proceso es distinto cada vez, depende del director de arte; algunos lo tienen muy claro y otros te dejan libertad total, tiempo no suele haber mucho, sobre todo en prensa.

Z.N.: Por lo visto el año pasado parece que tienen cierta predilección a pedirte algo que tenga que ver con la tecnología o la robótica, aunque mi preferida es la de Viajar en Semana Santa.

D.S.: Bueno, depende de los artículos que quieran ilustrar.

Z.N.: Además, en junio publicaste en la revista diaria Papel del periódico El Mundo el cómic de tres páginas “Cuando el ADN se equivoca”, bajo una idea de Rodrigo Sanchez para un reportaje de Cristina García Lucio. ¿Cómo surgió ese proyecto?

D.S.: Pues fue un encargo, igual que los de ilustración pero esta vez en cómic, pero el proceso fue el mismo que cuando te encargan una ilustración.

Z.N.: Es un cómic muy disfrutable por lo que cuenta – se explica el porqué las pruebas de ADN pueden dar datos erróneos y se ofrecen ejemplos reales – y por como lo cuentas: numerosos primeros planos y planos detalle; el goteo de un grifo, los pies de los estudiantes, una ventana, etc.

D.S.: Creo recordar que todo eso estaba en el guión de Jose María Robles

Z.N.: Para alguien cómo tú cuya intención es “hablar de cosas abstractas de una manera abstracta” (Entrevista a Gerardo Vilches para Canino) ¿cómo es narrar un pequeño tebeo que es lo contrario? ¿Aceptas estos proyectos en principio alejados de tus “novelas gráficas” porque los temas te interesan?

D.S.: No, los acepto porque son encargos, lo hago por dinero, igual que la ilustración. En cuanto al proceso de creación, estoy siguiendo un guión, no estoy creando lo que yo quiero.

Z.N.: Aunque “Cuando el ADN se equivoca” no tiene nada de abstracto, logras crear un ambiente y unas sensaciones particulares gracias a tu modo de narrar, lo cual ocurre de igual manera en el cómic de 14 páginas que realizas para el “The trust manifiesto: what you need to do to create a better internet” de Damian Bradfield ¿cómo se gestó este interesante trabajo? ¿Tuviste absoluta libertad en cómo contar la historia?

D.S.: Pues Damian dio conmigo a través de Javier Gullón, un guionista de cine español que vive en L.A. y le recomendó mi trabajo a Damian. En este caso lo que hice fue adaptar a cómic un relato de Damian, tuve libertad total.

Z.N.: ¿En este 2020, dejando a un lado tu trabajo como ilustrador, seguiremos teniendo esta doble vertiente tuya, por un lado pequeños cómics nada abstractos pero que se nutren de las herramientas utilizadas en tus “novelas gráficas”, y por otro los cómics que publicas con Astiberri donde vas creando tu propio universo, cada año más rupturista y bello? ¿O por lo contrario te concentrarás en ir más allá y expandir el camino abierto con “En otro lugar, un poco más tarde”?

D.S.: Pues como te comentaba antes, mis proyectos personales de cómic se acabaron de momento, me voy a dedicar a mis encargos de ilustración.

Z.N.: Hablemos de uno de los mejores cómics publicados en el pasado año. Una de las primeras cosas a destacar es lo bello que es visualmente ¿Eso es uno de tus objetivos al crear un nuevo comic, que entre por los ojos, qué sea un experiencia visual?

D.S.: Sí, para mi tiene que ser bonito, hay muchos dibujantes “fiestas” que me encantan, pero cuando yo dibujo quiero que sea bonito.

Z.N.: Pero “En otro lugar, un poco más tarde” no solo es bello, sino que esas imágenes transmiten sensaciones y emociones. Eso es muy propio de la escultura o la pintura – artes con ciertos puntos de unión con el cómic – pero también con la música, dónde la melodía, el ritmo, te llevan a lugares más allá de lo que puede narrar la letra (Y en mi caso me ha pasado con muchas canciones de rock de las que no entendía la letra o con las canciones instrumentales de Kyuss o The Chemical Brothers) ¿Es de este modo como hay que disfrutar “En otro lugar, un poco más tarde”, dejarnos llevar por el viaje que ofrecen las imágenes?

D.S.: Claro, yo no soy un escritor, y mi forma de trabajar se parece más a la de un pintor abstracto que a la de un escritor, lo que propongo con mis cómics está más cerca de una experiencia que de una historia, que la hay también, pero no es lo importante, es la excusa.

Z.N.: En relación a esto, me emocionó tu sinceridad en la entrevista a Gerardo Vilches cuando señalaste “Es un medio acojonante. Ahora que he vuelto a dibujar a lápiz en una libreta, me doy cuenta. Solo necesito un puto lápiz y un papel, y si me los quitan, me apaño con un palo y arena para ser feliz. Con algo tan básico puedes llegar al corazón de las personas de una manera mucho más primitiva que con la literatura o el cine”. ¿En eso consisten tus cómics, no en que el lector busque descifrar los enigmas, sino más bien que se olvide de racionalizarlo y disfrute de los que siente ante esa concatenación de viñetas, del color de las mismas y de la sorpresa ante lo que muestra una doble página?

D.S.: Pues sí, justo eso, creo que mis cómics se disfrutan más si te enfrentas a ellos como lo harías con el arte abstracto, que si intentas descifrar el misterio.

Z.N.: Pero además, en el caso de “En otro lugar, un poco más tarde”, publicaste en Spotify un playlist. Yo he leído el cómic un par de veces sin escuchar esa música y otro par de veces con ella, y sin duda la música expande la experiencia de la lectura. ¿Esa música es la que escuchaste al crear el comic en alguna de las fases de creación o las has incorporado una vez acabado el cómic pensando que son las mas idóneas?

D.S.: Sí, lo dibujé escuchando esa playlist, e imaginándome lo que molaría este cómic si fuese un proyecto de animación. Siempre he publicado listas a modo de banda sonora de mis cómics, pero era algo anécdotico, en este caso creo que cambia mucho la cosa si lo lees con la banda sonora.

Z.N.: Ya has comentado en más de una vez que no escribes un guion ¿Cómo es el proceso de creación? ¿Tienes en tu cabeza gran parte de las imágenes que quieres mostrar, tras ello las pasas al papel y a continuación aplicas el color? ¿O hay momentos en los que al trasladar al papel una imagen está te lleva a algo diferente a lo que tenías en mente?

D.S.: No, tengo ideas y las voy explorando, pero más o menos tengo en la cabeza lo que quiero contar, no me hace falta escribir un guión porque lo voy a dibujar yo, y lo importante para mi no es la trama, pero tampoco improviso tanto.

Z.N.: Sin duda otra de las grandes virtudes de “En otro lugar, un poco más tarde” es su narrativa y los recursos que utilizas. Anteriormente hablábamos de lo bello o bonito de las páginas, ejemplo de ello son las páginas en la que aparecen una abeja y un campo de margaritas, y un pájaro en la rama del arbol ¡pero la narrativa de las mismas es fascinante!

D.S.: Claro, la narrativa es belleza también, para mi esas son las cosas que disfruto y que me parecen importantes cuando hago cómics, mucho más que la trama, por eso aunque se llamen novelas gráficas no creo que mis cómics sean novelas, son otra cosa.

Z.N.: Además, son varias las páginas donde el orden de lectura no es de izquierda a derecha sino de arriba a abajo.

D.S.: Sí, influencia del manga, me encanta el cómic japonés y los recursos que utilizan.

Z.N.: Una de mis páginas favoritas de “En otro lugar, un poco más tarde” es una con composición de página de 3×3, donde utilizas un recurso que no he visto mucho donde al aumentar ligeramente el tamaño de la viñeta central de la segunda tira en su parte superior e inferior, refuerzas la importancia del ser reptiloide, su confusión y el orden de lectura.

D.S.: Sí, tampoco soy muy consciente de estas cosas cuando lo estoy haciendo, supongo que asimilo todos estos recursos sin pensar mucho en ello.

Z.N.: Otra cuestión importante es el ritmo del cómic y ante ello podemos recuperar lo mencionado anteriormente de la playlist; la música de Quench, CJ Bolland o Nexus 6 podría dar la impresión de estimular una lectura acelerada, pero paradójicamente, junto a tus imágenes logran que la lectura sea más pausada. Pero al mismo tiempo, al igual que esa música, tus paginas llenas de movimiento, con planos y contraplanos, planos detalle y primeros planos, explotan en diferentes momentos en impactantes y arriesgadas dobles páginas. Ejemplo de ello es la concatenación de dobles páginas situadas justo en la parte central del tebeo ¿Fue muy costoso el lograr plasmar ese ritmo, y esas arriesgadas dobles páginas con el fondo blanco inundando la página? Te confieso que aquella en la que está arrodillado el ser reptiloide me parece muy evocadora y es otra de mis favoritas.

D.S.: No, ya te digo que lo voy haciendo por instinto, no tengo unas intenciones a priori de ritmo ni nada así, va saliendo solo.

Z.N.: Otro de los elementos mas característicos de tu arte es el color plano que empleas. En “En otro lugar, un poco más tarde” los colores empleados son variados, pero con un gran protagonismo del azul y del rosa llenos de contenido ¿Es una fase de creación al que le das muchas vueltas? ¿Pasas mucho tiempo hasta decirte el color – o la ausencia del mismo – a emplear?

D.S.: Qué va, hay mucho azul porque el cielo es azul y aparece mucho, no le doy muchas vueltas a eso.

Z.N.: Muchas gracias David



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