Javier Vázquez Delgado recomienda: Beverly

Edición original: Beverly (editado por Drawn & Quarterly)
Edición nacional/ España: Fulgencio Pimentel
Guion: Nick Drnaso
Dibujo: Nick Drnaso
Formato: Rústica; 132 páginas a color
Precio: 21,95€

Nick Drnaso se hizo especialmente popular gracias a Sabrina, su segunda obra, que se convirtió en uno de los cómics del año pasado en nuestro país. Les invito a que lean la magnífica reseña que mi querido compañero Tristan Cardona hizo de este tebeo para más información.

En cambio, hoy aquí nos tiene reunidos Beverly, su opera prima. El autor nacido en Palos Hills, Illonis en 1989 debutó en el mundo del cómic en 2016, con apenas 27 años, y con 30 sacó Sabrina; es decir, estamos ante una nueva mirada comiquera y un autor muy joven.

El estilo gráfico de Beverly es el mismo que veríamos después en Sabrina, y que puede que no sea santo de devoción de más de un lector. ¿Es el mejor trazo que hayamos visto? No, pero posiblemente sea el que mejor funcione con las ideas que Drnaso quiere exponer. Con esto, lo que quiero decir es que a simple vista el dibujo no nos llamará la atención precisamente, pero, y pese a su singularidad, si nos adentramos en el fondo del asunto, veremos que ese estilo casa muy bien con el guion. Y es ahí donde radica toda la fuera de Beverly: un guion magníficamente escrito que parte de un estado inicial deconstructivo, y que con el paso de las páginas el lector tiene que ir construyendo progresivamente. Tal vez, esto último sea la parte más polémica, incluso más allá del dibujo, puesto que Beverly es un cómic especialmente exigente con el lector.

Drnaso tiene muy claro qué quiere contar, y no es ni más ni menos que ir al fondo de las miserias internas del ser humano y de la sociedad en la que vive. Para llevar a cabo todo esto, escribe un guion que, en cierto modo, está troceado e inconexo (aparentemente), pero que con el desarrollo del mismo vemos que todo encaja. Así pues, Drnaso pone en juego una de las reglas básicas del guion: que todo sea causal y no casual. Y es que, sobre todo al principio, nos puede parecer que lo que se nos está contando es episódico, anecdótico o asilado, pero nada más lejos de la realidad y de las intenciones del autor. Hay que destacar que ese pensamiento inicial no es descabellado debido a la estructura del cómic, ya que éste está compuesto por episodios autoconclusivos, que con el paso de los mismos veremos cómo los personajes y ciertas tramas se van cruzando.

Beverly de Nick Drnaso.

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El estilo visual amplifica y magnifica el impacto del guion, puesto que lo que se pretende es sacar la mugre que hay oculta dentro de la gente y la sociedad, pero al mismo tiempo se hace mediante un dibujo entre lo aséptico y lo positivo, chocando así, por contraposición, con el fondo del cómic. Eso sí, el trazo de Drnaso tiene algún que otro problema o carencia, ya que sus referentes más directos son Chris Ware, Adrian Tomine o Daniel Clowes, y todos estos artistas son muchísimo mejores como dibujantes que el autor de Sabrina. De este modo, Drnaso no resiste muy bien la comparación con otros historietistas con los que tiene ciertas semejanzas.

Hablando de mugre, Drnaso saca a la luz temas como el consumismo, los rumores/fake news (algo tan de moda en la actualidad), el racismo… Esto a nivel de sociedad. En cuanto a nivel personal, vemos cómo se construye paulatinamente un monstruo que se mueve a medio camino entre el depredador sexual y el psicópata. Dos capítulos que tienen como protagonista a este personaje son especialmente tétricos.

Como he comentado antes, Beverly es un tebeo que necesita que el lector se implique y vaya atando cabos. Entiendo perfectamente que esto a más de uno le tire para atrás, y nunca recomendaría este cómic a todo el mundo, porque no es una obra que haya sido creada así; para un consumo masivo. Esto lo que hará será polarizar a los lectores en dos grandes grupos: aquellos que sí compraron la propuesta del autor, y que se verán recompensados por el esfuerzo; y los otros que no conectarán ni con el autor ni estarán dispuestos al ejercicio mental que requiere Beverly. Éstos se perderán un magnífico cómic, pero es entendible que haya gente que busque una lectura fácil y/o liviana, justo lo que no es esta historieta.

Personalmente, lo que pretende Drnaso con Beverly me recuerda al maravilloso arranque de esa obra maestra llamada Terciopelo Azul; una de las mejores películas de David Lynch. Para concluir, les dejo con el clip de Terciopelo Azul para que ustedes mismos saquen sus propias conclusiones.

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