Javier Vázquez Delgado recomienda: Amani

Edición original: Febrero de 2020 (Astronave).
Guion: Miguelanxo Prado.
Dibujo: Miguelanxo Prado.
Color: Miguelanxo Prado.
Formato: Cartoné. 32 págs. Color.
Precio: 14,95€.

La literatura infantil y juvenil es un segmento editorial que ha ido ganando fuerza en las últimas décadas y que todavía hoy está en auge. Las novedades que llegan a las librerías cada mes son abundantes y variadas y constituyen una buena oferta para un público ávido de historias atractivas y llamativas. Siendo un género muy visual, a medio camino entre la ilustración y la narrativa gráfica, no es de extrañar que muchos autores de cómic se hayan creado o participado en obras de este género. Uno de lo casos más representativos es el de Miguelanxo Prado, con una larga trayectoria colaborando como ilustrador de libros infantiles y que con Amani da el salto también a la escritura de la historia.

Amani es la tierna historia de un hipopótamo carente de agresividad. Es pacífico y bonachón que prefiere tener amigos que rivales, y busca en las orillas del río el mejor modo de ser feliz sin molestar a los demás. Ser diferente al resto de hipopótamos provocará la incomprensión por parte del resto de la manada y a sufrir la presión por comportarse como se espera de él. A pesar de todo, Amani será fiel a su forma de ser y buscará la mejor forma de vivir como él desea.

Miguelanxo Prado es uno de los autores de cómic más importantes del cómic nacional con casi cuatro décadas de carrera profesional a sus espaldas. Además del cómic, Prado ha trabajado en el campo de la ilustración, la publicidad, el diseño de personajes y la animación. Es autor de obras como Manuel Montano, Quotidanía Delirante, Stratos, Presas fáciles, Trazo de tiza, Ardalén (que le supuso ser galardonado con el Premio Nacional del Cómic), Tangencias, Pedro y el Lobo o la reciente El Pacto del Letargo (todas ellas editadas por Norma). También dirigió el largometraje De profundis realizado a partir de casi 10.000 dibujos del propio autor. La relación de Prado con la literatura infantil y juvenil se remonta a la década de los 90 cuando ilustró Perigo Vexetal de Ramón Caride. Más recientemente publicó junto a David Aceituno el cuento El dragón que cambiaba de cuento cada vez que estornudaba (Beascoa 2014).

Lo primero que llama la atención de Amani es su impecable factura visual. Como no podía ser de otra forma con un artista del talento de Prado, las ilustraciones de Amani son hermosas, brillantes, expresivas, cálidas, vibrantes, tiernas, luminosas y muy atractivas. El autor adapta su estilo pictórico al género infantil y nos brinda un relato gráfico de trazo limpio pero que conserva toda la fuerza característica del color al que nos tiene acostumbrados. El resultado es tan llamativo para su público objetivo (niños y niñas a partir de 3 años) como visualmente atractivo para sus padres (entre los que me incluyo).

El cuento es un hermoso relato sobre la aceptación de la diferencia y sobre la virtud de la bondad y la no violencia frente a la agresividad y la competitividad desaforadas. Está narrado con ternura y es fácil de entender por los más peques quienes disfrutarán con las vivencias del protagonista con su compañeros de charca. Si hubiera que buscarle algún pero sería la justificación que propone el autor sobre la diferencia de Amani (atrofia de la glándula de la testosterona) ya que resulta incomprensible para los pequeños y no es necesaria para entender la historia o el mensaje que esta transmite.

La edición de Astronave es correcta, con buen papel y tamaño que permiten disfrutar del arte de Prado. La tipografía tiene un tamaño correcto y es fácil de leer por los más pequeños. El libro está disponible tanto en castellano como en catalán.

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