Javier Vázquez Delgado recomienda: Titanes-En la Sangría

Edición original:.Titans núms. 29-36 USA
Edición nacional/ España:.ECC Ediciones
Guion:.Dan Abneet.
Dibujo:.Brent Peeples, Bruno Redondo, Christian Duce, Clayton Henry, Minkyu Jung.
Entintado:.John Dell, Scott Hanna, Dexter Vines.
Color:.Adriano Lucas, HI-FI, Marcelo Maiolo.
Formato:.Rústica, 168 págs. A color.
Precio:.18,95€

Los Titanes llevan mucho tiempo sin una historia a la altura de los personajes que conforman el grupo. Como un bocadillo de chocolate y sobrasada, por separado están buenísimos, juntos son un asco. Si te gusta la mezcla culinaria, lamento el comentario, entiende que generalice. Pensándolo bien, ni Donna Troy, ni Arsenal, ni Chico Bestia, ni Raven han gozado de una gran historia en los últimos tiempos o al menos han tenido un momento de brillo editorial. Mucho menos las nuevas incorporaciones al equipo como Acero (Natasha Irons) o Miss Martian. Wally West, sí ha tenido momentos de importancia en el universo DC más reciente, para mal, durante Héroes en Crisis, en un relato en el que Wally aparentemente moría, para más tarde descubrirse como el villano de la historia. Según declaraciones de Tom King, autor de la obra, la idea vino de Dan Didio, antiguo (no tanto) editor de DC Cómics, pues el guionista tenía la historia pero le faltaba el “malo”. La cuestión es que (entre uno y otro) el Flash Titán no queda bien parado, y cambia la torre de los Titanes, por Belle Reeve. Sí ha tenido una buena etapa Nigthwing, durante la valorada Grayson o Kyle Rayner, otra nueva incorporación, que sí destacó en la completísima Omega Men, cómic que tiene de todo, buena premisa, buena evolución de personajes, épica, reflexión … Curioso como los escritos por King se libran de la nulidad general imperante entre los Titanes. No está de más recordar aciertos del escritor de Mr. Milagro de la misma forma que se señalan sus defectos. Independientemente de lo mal utilizados que puedan estar en su mayoría, a todos los miembros se les presupone un potencial muy alto para brillar, tanto por separado como en grupo y hace muchísimo tiempo que no tienen una buena histora; solo sea por probabilidad los Titanes deben de estar a punto de tener algo interesante, tantos años ,tantas etapas. ¿Cómo es posible que todas sean malas? Así pues, cada número es una oportunidad para conseguirlo. ¿Se ha logrado en esta ocasión? Va a ser que no.

ECC recopila 8 números americanos en este tomo titulado En la Sangría. El cómic comienza con Varados, que continúa la historia tras la participación del grupo en los eventos de La Liga de la Justicia Tierra Sumergida, en la que nuestros héroes quedan, eso, varados en un planeta sin comida ni agua. El paso de situaciones no podría ser más procedimental yendo de un protagonista a otro con una dinámica común a todos. Un personaje tiene un problema, luego lo tiene otro, lo solucionamos o no, no importa, sigue. ¿Ahora a quién le toca? Y así sucesivamente demostrando muy poco ¿talento? Abnett tiene cómics buenos, así que asumiremos que lo que manifiesta es poca inspiración además de apatía por enmascarar mínimamente la simpleza del argumento dándonos una trama y unos diálogos muy poco elaborados.

Continúa con dos capítulos que sirven para poner todo en posición de salida para el siguiente arco. El primero de ellos nos cuenta como Kyle Rayner, el más artístico de los linternas verdes, se une al grupo mientras nutre cierta complicidad con su, ahora líder, Donna Troy. También nos enseña como los Titanes siguen necesitando palmaditas en la espalda para su regocijo y convencimiento personal. Damian y sus jóvenes precisan menos de esto, en un claro ejemplo de lo desencaminada que está la serie de Abnett. Nigthwing, más adelante en el tomo, dirá: “Titanes, intrépidos como niños, fuertes como la Liga de la Justicia”. Como eslogan no está mal pero desde luego no es aplicable. Más disfrutable es el segundo capítulo,Ritos Fúnebres, relato de una joven captada por la secta de La Iglesia de la Sangre (loable al menos el traer enemigos clásicos del grupo) donde queda patente lo desprotegidas y solas que se sienten las personas atraídas por este tipo de organizaciones y como la esperanza, el cariño, el poder, el sentimiento de pertenencia y el bienestar que esto produce, borra su voluntad. El capítulo nos dejará ver a la villana principal, prometedora en su inicio, pero que se irá diluyendo con el paso de los capítulos. Su ascenso al poder, bien narrado, no exime de cierta credulidad por parte del lector.

Así llegamos al gran arco del tomo, de cuatro capítulos de duración, En la Sangría. El nombre gustará a todos los amantes de The Authority que recordarán ese espacio entre realidades en las que vivía el Transporte. Si apareciera Midnghter dando palos, la valoración de esta obra cambiaría radicalmente, solo fuera por el fanservice y el WTF. Aquí la Sangría es, esa misma Sangría, que la Madre Sangre quiere utilizar para gobernar todo y a todos a través del Rojo. La trama se desarrolla en la Notierra, ese mundo creado en el tomo anterior, La Chispa, en el que el universo ficticio y fantástico de una novela cobra vida gracias a la energía liberada del Muro de la Fuente. Resulta simpática la interacción entre autor y sus personajes, que llaman a este acertadamente creador, y como el libro sirve de guía a los Titanes en su travesía. El objetivo es llegar al alma de Ravén e impedir el dominio multiversal superando las distintas pruebas que les presentara la Notierra. Nada nuevo ni espectacular pero a diferencia de Varados, el camino no está aderezado por el drama vacío, repetitivo, angustioso y ansioso de principios de tomo. Diálogos más o menos ingeniosos rellenan las páginas, personificados especialmente en Kyle Rayner, como si Abnett suspirara aliviado por tener al Lantern en su equipo y su máxima aspiración fuera dar un cómic entretenido centrado en la acción. Con unas expectativas no muy altas por parte del lector, lo consigue. También se cierran huecos con respecto a la Liga de la Justicia, siendo esta una lectura complementaria, que no fundamental, para entender la serie de Snyder.

Mención aparte para el hecho de que obvien absolutamente a Wally West. Suerte que aparezca en alguna viñeta recordatoria. Roy Harper y Dick Grayson (al que creen muerto) sí tienen espacio en los pensamientos de los Titanes pero al antiguo Kid Flash ni se le nombra. Un escrito mostrando las sensaciones que provoca en sus amigos las acciones de Wally hubiera podido resultar interesante. Aunque viendo lo ordinario del trato con sus propios problemas no es de esperar que hubiese resultado una buena historia. Si el oscurantismo con respecto al velocista es o no imposición editorial, dudo que lo sepamos nunca, pero desde luego parece un error poner un personaje en su circunstancia y dejarlo sin impacto en sus allegados, sea a quien sea achacable el fallo, editor o guionista.

Cada vez quedan menos Titanes…

En cuanto al dibujo, una gran cifra de artistas se dan cita en el tomo siendo todos de un nivel como mínimo aceptable. Bruno Redondo posiblemente sea el más inspirado y Brent Peeples al que se le noten un mayor número de carencias, pasando por el siempre cumplidor Clayton Henry o Minkyu Jung entre algún otro, pero en general, los héroes se ven bien, los escenarios también y se guarda esa similitud entre estilos tan característica (y admirable) desde el Renacimiento. Son tan similares que prácticamente todos pecan de una composición de página excesivamente repetitiva, lo que hace pensar que el problema está en el guion de Abnett, en un destello más de la luz del piloto automático con el que parece haber escrito esta obra.

Un tomo prescindible, con algunos momentos de lucidez, que se encuentra más a gusto cuando se centra en la acción pura y dura pero que no termina de enganchar ni por trama ni por trato de personajes. Recomendado a completistas o muy fans de los Titanes o para aquellos que quieran tener algún detalle más de la historia que trenza Snyder en la Liga de la Justicia.



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