Javier Vázquez Delgado recomienda: Batman vs. Hulk
Corren tiempos tumultuosos y debido a ello se han cancelado todas las novedades relacionadas con DC por parte de ECC. Sin embargo, no queremos caer en el pesimismo y durante el tiempo que se mantenga esta situación vamos a ir rescatando obras de la estantería que apelaran al recuerdo y que, de alguna forma, pueden ser una herramienta más con la que poder paliar los efectos del confinamiento. Desde Zona Negativa Nos Quedamos en Casa. Bienvenidos al pasado reciente.
Por hacer un primer posicionamiento, la obra se publicó en España en 1989, aprovechando el tirón extra que generó el estreno de la película de Batman de Tim Burton. Sin embargo, la obra no se publicó ese año en USA, sino en 1981, en el DC Special Series #27 Vol. I (último número de la colección) en un formato extragrande (de las mismas dimensiones del primero de los cruces entre DC/Marvel, el Superman vs. Spiderman de 1976).
El número fue editado en España por Ediciones Zinco (aunque su logo no aparecía en la portada ni en la contraportada) sin haber sido reeditado de nuevo tras 31 años. Un cruce aparentemente imposible entre dos héroes muy opuestos que esconde entre sus páginas una obra interesante pese al objetivo publicitario y editorial que tiene unir dos creaciones de universos tan distintos (hasta en 20 ocasiones ha ocurrido algo así entre DC y Marvel con resultados muy irregulares).
Centrando ya la atención en la parte puramente artística de la obra, tenemos como escritor al tristemente fallecido, Len Wein (1948-2017), que se hizo cargo del trabajo con la profesionalidad que le caracterizaba, a fin de poder gestionar la ingente cantidad de injerencias editoriales que se movieron entre los despachos de DC y Marvel.
La historia asume de primeras que todo forma parte de un universo común, no hay explicación alguna al respecto, y se centra en construir un entorno que permita y justifique, el encuentro entre ambos protagonistas. Para ello, Wein, recurre al villano por excelencia de Batman, Joker y hace una más que peculiar elección al usar al Conformador de Mundos como villano para Hulk.
Wein apuesta por un villano de Hulk menos contundente que los más clásicos, buscando equilibrar las fuerzas que se ponen a los protagonistas y aunque logra el objetivo, la aparición de este villano hace que la historia pierda algo de fuerza por el carácter cifi que toma la contienda.
La historia cumple con la premisa de tener que un escenario común que lleve a los protagonistas a tener que enfrentarse (no entra en la dinámica de quien debería ganar) en un combate que resulta un mero trámite a la hora de mover la acción del punto A al punto B. Un procedimental, cierto, pero elegante, con intención de ofrecer más que un festival de puñetazos. Una trama con espacio para la reflexión y el acercamiento a Hulk a través de la figura de Batman, uniendo a ambos en un trágico nudo del que han de salir juntos.
Lógicamente este especial jugaba con ventaja, tanto en USA como en España, dado que fue el segundo cruce entre editoriales en USA y en España fue también de los pioneros, precedido por el de Titanes/Patrulla-X (mayo 1989), seguido del Superman vs. Spiderman (1990). Y cuando no has de compararte con nada, tu éxito está más que asegurado, por mucho que las costuras sean visibles. Y aún así, hablamos de los tres más relevantes de los veinte nombrados anteriormente.
Si hay algo en lo que destaque por encima de la media este especial, además de por su formato, es por el dibujo. El trabajo de José Luis García-López es brillante, fiel a su estilo icónico, capaz de llenar las páginas con su bello trazo, al tiempo que engaña al lector con viñetas carentes de todo fondo, gracias a la potente imagen que proyectan en todo momento Hulk y Batman cada vez que salen en las viñetas. El propio García-López poco recuerda de esta experiencia, pues lo dibujó cuando tenía su residencia en Miami y la vida que llevaba por aquellos días era, por decirlo de alguna forma, muy libre. Un ejercicio gráfico mayúsculo que permite a García-López explotar todo su potencial.
En definitiva, un cómic que trasciende la mera curiosidad, que se disfruta en lo visual, con una historia que quiere ser algo más que un mero vehículo para crear algo que justifique a los dos héroes juntos y que trasciende el tiempo para seguir siendo un clásico atemporal.
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