Javier Vázquez Delgado recomienda: Nightwing- Amor y balas

Edición original:. Nightwing 19,21,22,24-29
Edición nacional/ España:.Planeta DeAgostini Cómics (17 de abril de 2008)
Guion:.Chuck Dixon
Dibujo:.Scott McDaniel
Entintado:.Karl Story
Color:.Roberta Tewes
Formato:.Tomo 192 páginas
Precio:.14,95 €

Para empezar me gustaría felictar/felicitarnos a todos por nuestro compromiso social. La crisis del coronavirus ha afectado nuestra vida irremediablemente, debemos colaborar entre todos teniendo toda la paciencia del mundo y un poquito más para pasar el estado de alarma. Por favor, quédate en casa tal y como estás haciendo. Deseando que todos estéis sanos así como también vuestras familias y amigos, vayamos a lo más importante de las cosas que no son importantes ¿el fútbol? Ni hablar, los cómics. Las novedades no salen y no se puede comentar lo que no se lee, así que habrá que reseñar lo que leemos en sustitución. Durante este incierto periodo de nuestras vidas, en Zona Negativa queremos conservar la normalidad, en la medida de nuestras posibilidades mantendremos el ritmo de artículos siempre que nos sea posible. Para ello reseñaremos las obras que cada redactor considere oportuno con el mejor de los semblantes.

Durante el confinamiento quería leer algo de Nightwing pero no quería que fuera Grayson, demasiado reciente aunque realmente ya no lo sea. Fui a la estantería, la etapa de Devin Grayson me llamó poderosamente sin embargo ya la había releído, así que finalmente opté por un tomo de la etapa anterior. En nuestra época, en general, no teníamos miedo de empezar ninguna colección por cualquier número que no fuera el uno, y mi primer cómic del dúo Dixon/McDaniel fue Amor y balas, tomo recopilatorio de Planeta que se inspiraba en la reedición americana, compilación que salía publicada en el país de las barras y las estrellas por primera vez hace veinte años. No será la única historia leída y en consecuencia reseñada de Dick Grayson en esta cuarentena, aunque la próxima tiene trampa.

El veterano Chuck Dixon es el encargado del guion, autor muy cumplidor y no excesivamente valorado, su obra más importante probablemente sea Robin: Año Uno (en colaboración con Scott Beatty) estando su vida artística en DC muy ligada a Batman y su entorno. En Nightwing, serie que llega a sus manos por la imposibilidad de Alan Grant y Dennis O´Neil de ocuparse de ella, consigue desarrollar a Dick Grayson en lo que sería la primera serie regular del personaje en solitario.

En este cómic veremos la vida de nuestro héroe en Bludhaven, trasladado allí al comienzo de esta etapa en el tomo editado por Planeta llamado Un caballero en Bludhaven. La acción copa el libro pero también hay momentos para algún problema que no requiera saltar de coche en coche, de camión en bus o de una cornisa a un tren, en la yincana particular que usa nuestro acróbata para desplazarse. Por ejemplo, tendremos a los vecinos de Dick preocupados por un desalojo forzoso, cuestión que resolverá el pupilo de Bruce Wayne sin esfuerzo. Esto será una constante en el tomo, Nightwing solucionará con gracia y estilo cualquier dificultad que surja, la serie es un lucimiento constante de su protagonista. También tendrá su primera aparición Nite-Wing que no correrá mucha suerte con su intento de héroe o Dudley Soames en plena recuperación y proceso de convertirse en Torque. Estas tramas avanzarán lentamente a lo largo de los próximos arcos, con el omnipresente Blockbuster en la sombra. Más adelante sucederán los hechos que dan título al tomo, no obstante ningún número lleva por título amor y balas. La cazadora llega a Bludhaven en busca de “justicia” que en su caso significa venganza. Torque como tal, aparece por primera vez y Nite-Wing despierta curado en la clínica de Leslie Thompkins prometiendo regresar.

La serie en su día me pareció excelente, leída ahora me parece una buena lectura ligera, este cómic no quiere ni necesita ser más. Y es aún mejor lectura si la comparamos con el desdibujado Nightwing actual o el aburrido e insulso de Renacimiento, una serie que pretendía ser la versión actualizada de esta de Dixon y McDaniel con elementos comunes y nostálgicos pero que salvo algún arco mejor, no logra engatusar al lector para que siga la trama con verdadero interés. Si retrocedemos más en el tiempo nos topamos con Grayson, una representación distinta de nuestro héroe que en común con la encarnación de Dixon solo tiene el tono desenfadado, aunque es mucho menos acusado en la serie de Tim Seeley, Tom King y Mikel Janín. En cierto modo recuerda a la reciente Hal Jordan y los Green Lantern de Renacimiento. En ella todos los Lanterns humanos tenían su momento de gloria o su importancia en la trama; ¿Te gusta Guy Gadner? ¿Kyle Rayner? ¿Jhon Stewart? No dudes que tendrán su momento para lucirse (Kyle en menor medida) por no hablar del protagonista de la serie Hal Jordan, para él quedan los momentos más definitivos y espectaculares. La serie se basa en el fanservice, en mostrarte a tus personajes favoritos brillando. Si en Green Lantern hay que repartirlo, no equitativamente, entre cuatro, en Nightwing es todo para él solito. Y es que a Dick Grayson es uno de los superhéroes que mejor le sienta “molar”, pues es una característica inherente a su personaje desde su creación y tiene como conseguido, que a diferencia de otros, no se sienta forzado. Su atractivo, valentía, nivel acrobático u optimismo son cualidades que mejor o peor siempre se han tratado de representar en cualquiera de sus encarnaciones, y cuando se ha intentado ir por otros caminos, que suele ser acercar su personalidad a la de su mentor, el resultado no acostumbra a ser satisfactorio. Con honrosas excepciones como los Outsiders de Winick, donde Dick es despojado de su optimismo, justificado argumentalmente por la muerte de Donna Troy y la disolución de los Titanes. Prácticamente ejerce del “Batman” particular del grupo y aunque su papel es plausible y la serie muy gozable, no es la más representativa del personaje. Volviendo a la etapa que nos ocupa, es difícil que una serie que solo tenga el molar de su protagonista guarde un buen recuerdo en el lector, por lo que Dixon plantea una historia que siempre tiene en consideración lo que se ha contado anteriormente (otra rasgo en común con la mencionada de Venditti). Se preocupa por tratar los personajes secundarios con profesionalidad dotándolos de un mínimo de trasfondo e interés, caracteriza bien a los villanos y a los miembros de la Batfamilia que aparecen, como Oráculo o Robin. Además tiene imaginación para la presentación de las sucesivas tramas logrando que no se sientan repetitivas, todo aderezado con diálogos ingeniosos y coherentes. Elementos más o menos comunes a todo cómic superheroico en los que Dixon se encuentra muy cómodo. Valiéndose de ello, con sencillez y buen hacer, coloca una serie hija de su tiempo y muy “palomitera” como una de las mejores encarnaciones de nuestro héroe.

Del dibujo se encarga Scott McDaniel veterano y prolífico artista con multitud de trabajos realizados para DC sobre todo, aunque su debut se produjo en MARVEL destacando con su dibujo en Daredevil. Con una buena narración, innovadora composición de página, atrevida perspectiva, y un gran dinamismo en las escenas de acción, su estilo inconfundible es muy disfrutable (para la mayoría) teniendo en las caras su punto más débil. Esta serie lo catapultaría al éxito convirtiéndolo en el artista de Batman.

Si quieres leer un Nightwing canónico, esta es una muy buena etapa para hacerlo (igual de recomendable la continuación directa de Devin Grayson) conocerás a Dick Grayson y te divertirás en la decrépita e inhóspita Bludhaven. Si ves el cómic en una tienda de segunda mano o un mercadillo y te gusta el personaje, no dudes en hacerte con él. Una vez pase todo esto, por supuesto, que pasará, mucho ánimo a todos.



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