Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Omnibus. Estela Plateada de Dan Slott y Mike Allred

Edición original:Silver Surfer 1-14, 1-14 y material de All-New Marvel Now! Point One.
Edición nacional/ España:Panini Cómics.
Guion:Dan Slott.
Dibujo:Mike Allred.
Color:Laura Allred.
Formato:Tomo en tapa dura, 696 páginas.
Precio:45€.

Hay obras que marcan un antes y un después en el mundo del cómic, o al menos, en el del personaje que las protagoniza. Obras que, ya sea por el argumento o por el guionista que lo lleva a cabo, o bien por el dibujo que da forma a dichas ideas, o por una combinación de todos esos elementos a la vez, se quedan en la retina del lector como obras atemporales que merecen ser leídas en cualquier momento o lugar, y que se sitúan en el podio comiquero junto a las más grandes.

Normalmente, ese tipo de cómics suelen tener al menos unos veinte años, pues solo el paso del tiempo puede decirnos si una obra merece un calificativo que la haga estar entre las más grandes, aquellas que tienen ya cierta “solera”, pero de vez en cuando encontramos cómics que siendo recientes, ya se anticipan como atemporales, como marcadores de un antes y un después en el arte secuencial. Este el caso de La Visión de Tom King y Gabriel Hernández Walta, obra de 2016, del Ojo de Halcón de Matt Fraction y David Aja del año 2013, o del objeto de nuestro análisis de hoy, Estela Plateada de Dan Slott y Mike Allred, reunida por primera vez en un solo volumen por obra y gracia de Panini Cómics que la publicó en tomos al tiempo de su salida, terminado ésta en el año 2017 y comenzando en el año 2016, y cuyo primer tomo fue reseñado aquí por mi compañero, nuestro Padre de Todos, Raúl López.

Estela Plateada es uno de los personajes más atractivos del Universo Marvel, de los que más potencial tiene para ser explotado, y a la vez uno de los más complejos de atajar. Muchos han sido los autores que se han acercado de una u otra forma a él, cada uno desde su propia perspectiva.

Desde Stan Lee y Jack Kirby (con mayor labor de este último) que lo diseñaron con un explorador de lo desconocido (y de buen corazón) que buscaba su lugar más allá de ser el heraldo de un dios iracundo, pasando por un Jim Starlin que lo dotó de una vena filosófica y existencial que se contraponía al nihilismo encarnado de Thanos, estela que siguió Ron Frenz, hasta unos Dan Abnett y Andy Lanning que lo situaban como uno de los grandes portadores del poder cósmico que estaba muy por encima de los mortales normales que solo podían aspirar a adorarle. Y es que, hay tantos Silver Surfer como autores han escrito sobre él, y todos ellos se contradicen y complementan entre sí, habiéndose aportado por este autor tan solo unos pocos ejemplos de aquellos que han tenido el honor de escribir sobre el surfista plateado.

En el caso de Dan Slott, pocos autores se me ocurren que a priori estuvieran menos capacitados para escribir sobre un personaje de tan ominoso legado y tan cósmica idiosincrasia.

Y es que, el guionista famoso por su etapa al frente de Spiderman, actual escritor de Los Cuatro Fantásticos, y que desembarcó en Marvel con una etapa de Hulka que convertía a la prima del gigante de jade en una especie de Alli McBeal superheroica enzarzada en una comedia de situación, no resultaba muy apto a priori, para narrar las hazañas de un personaje poco dado al humor y mucho a la reflexión filosófica y existencial.

Pues bien, rectificar es de sabios, y es que, encontramos en el Estela Plateada de Dan Slott, a un Slott distinto al que estamos acostumbrados que sabe coger la medida al personaje desde el minuto uno, y que devolviendo a sus raíces más kirbyanas lo sitúa como ese explorador del espacio que al tiempo que busca su lugar en el mundo, desea conocer cuanto pueda del vasto cosmos que lo rodea y cuyos misterios está en posición de desentrañar.

El escritor, nos demuestra de este modo, que no tiene un solo registro, y que es capaz de adaptar su estilo al personaje de que se trate, en una aventura que si bien está dotada de una gran calidad, no deja de ser un trasunto del Doctor Who, algo que hasta un redactor como el que escribe estas líneas, que no es seguidor de la magnífica serie británica, puede ver sin necesidad de ahondar mucho en el tema.

Y es que, lo que el Estela Plateada de Slott realiza en estas páginas, no es si no embarcarse en distintas aventuras episódicas que le llevan a él y a la humana que se ha convertido en su compañera y aprendiz, esto es, en su companion, a través de un espacio que tiene mucho que descubrir y que ofrecer.

Ello no es algo negativo de por sí, puesto que cada escritor tiene sus influencias, así como sus filias y fobias, y el mundo del cómic es un medio tan válido como cualquier otro para dar salida a los homenajes y querencias personales de cada autor. Por otro lado, por mucho que este Estela se parezca al buen doctor, no es menos cierto que seguimos ante un cómic Marvel de Estela Plateada, que el personaje no solo no reniega de sus raíces, si no que vuelve a la base más Kirbyana de las mismas, y que nos ofrece una obra de aventuras espaciales y de añoranzas y sentimientos que discurren en un torrente de emociones que van mucho más allá del homenaje o el fanatismo hacia el producto televisivo británico.

En cuanto al dibujo, éste es otro de los grandes motivos de peso por los que debéis adquirir este cómic. Y es que Mike Allred, a quien ya conocimos en la fantástica Izombie, hace aquí gala de su personal y particular estilo (coloreado por la esposa de Mike, Laura Allred, cuya labor aquí es tan importante y orgánica como la de su marido y la del propio Slott) que convierte cada página en una auténtica belleza abstracta compuesta por ambientes y personajes muy propios que hicieron de este cómic una rara avis dentro de la etapa All New All Different Marvel en la que editorialmente se enclavó, y que lo convierte en un must imprescindible.

Otro Ómnibus que se va para casa.



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