Javier Vázquez Delgado recomienda: Batman – Adaptación oficial de la película de Tim Burton (1989)
Edición original: Batman: The Official Comic Adaptation of the Warner Bros. Motion Picture USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guion: Dennis O´Neil.
Dibujo: Jerry Ordway.
Entintado: Jerry Ordway.
Color: Steve Oliff.
Formato: Cartoné, 152 páginas. A color..
Precio:.
No hay reseñas más difíciles de escribir que las que están asociadas a un momento personal.
Los comics son como pequeños recipientes de ámbar que solidifican en su interior recuerdos, emociones y sentimientos que, de alguna extraña manera, quedan atrapados entre sus páginas para no perderse nunca más. Una especie de discos duros que almacenan mucho más que las historias que se pueden leer en ellos.
Así que en esas estamos, hablando de un cómic de forma personal, rompiendo cualquier atisbo de las normas que rigen esta casa, volando de forma irremediable a 1989 gracias a la publicación, 30 años después (un poquito más si hacemos las cuentas de forma rigurosa) de un trabajo que tan solo había visto la luz una vez en nuestro país en septiembre de tan relevante año, de la mano de Ediciones Zinco, en dos formatos, grapa y prestigio, adaptando la película que supuso todo un cambio, no solo para el personaje de Batman, sino para la legión de aficionados que vieron como la dignidad regresaba al personaje gracias a la extraordinaria labor Tim Burton.
Así que primero hay sesgo emocional. Segundo, sesgo generacional, pues pude vivir aquello de primera mano. Y tercero, no voy a poder evitar el personalizar cada palabra de esta reseña, por lo que espero no me lo tengáis muy en cuenta y quede entre nosotros, ¿vale?
No descubro nada a nadie diciendo que el 29 de septiembre de 1989 llegó a España (con unos meses de retraso, ya que la película se estreno en junio en USA) la Batmanía. No existía Internet, los ordenadores estaban en pañales, siendo los de 8 bits los que todavía copaban el mercado (Amstrad, Spectrum, Commodore y MSX), y la década llegaba su fin con la firme promesa de que los años noventa iban a ser auténticamente revolucionarios.
Las noticias sobre la película fueron llegando a los lectores de comics, sobre todo, a través de los correos y la sección de noticias de la editorial Zinco. En ellos se iba hablando de los actores contratados, los rumores sobre el rodaje, el guion y en tono de la película. No había otra forma de saber más, pero nos parecía suficiente.
La editorial Zinco, la que aquellos días tenía los derechos de publicación de DC Comics, se volcó con la fiebre que despertó la cinta de Burton publicando ese año una ingente cantidad de obras alrededor del Caballero Oscuro. Entre todas destacan dos: el especial de Batman y Hulk ilustrado por un impresionante José Luis García-López y escrito por Len Wein y las dos ediciones de la adaptación de la película (en los dos formatos ya citados, cada uno con una portada distinta).
Y lo recuerdo como ayer mismo, estaba con mis padres en unos grandes almacenes y en la sección especial habilitada para dar asilo a todo tipo de productos, fueran o no comics, relacionados con Batman, se exhibían todas estas obras, además del especial 50 aniversario publicado en mayo, números de la serie regular, así como mochilas, chapas, estuches y bolígrafos con el emblema de Batman. Aquel día fui muy afortunado. Lo digo abiertamente ya que ese día no fue necesario hipotecar todo el mes para poder acceder a esos dos comics tan especiales, el de Batman con Hulk y la adaptación de la película, porque mis padres (desde aquí debo volver a expresar lo agradecido que les estoy por su apoyo silencioso en esto de leer comics), me compraron ambos para disfrute de mi persona.
Ya había podido ir al cine a ver la película, una de las primeras que fui a ver solo con otro amigo, el culpable de que empezara a leer de forma regular, y poder tener entre tus manos la adaptación de la película significaba mucho para un chaval de 12 años. Tal vez deba aclarar esto.
A finales de los años 80 loe video empezaba a llegar a España. Llegaba, pero no estaba al alcance de todos los bolsillos y en mi casa aún tardaría en llegar unos tres años más. No tener vídeo no permitía el alquiler de la cinta o la compra de la misma, así que el cómic era la forma más directa de poder recuperar todas las sensaciones que pude vivir en la sala de unos de los cines más grandes de mi ciudad.
Leer aquella edición, la prestigio, era como poner la cinta en el vídeo y ver la película una y otra vez.
Tanto me impresionó el trabajo de Burton que cuando meses después, cuando el video ya estaba a la venta y un amigo que si tenía vídeo la alquiló, la metimos en el vídeo y nos grabamos toda la película en una cinta de audio para poder escuchar los diálogos en bucle. Así que imaginar lo importante que esta nueva edición por parte de ECC, no solo para todos los que estuvimos aquel año para poder vivirlo, sino para todos los que no pudieron vivirlo.
La nueva edición llega con un añadido extra que la hace más atractiva y son las reproducciones, en blanco y negro, de los dibujos de Jerry Ordway. Esto permite poder apreciar el enorme trabajo que realizó este dibujante en un trabajo que estaba destinado a ser uno de los más famosos de su carrera.
Pero para este trabajo no se contrató a un guionista del montón, o alguien para que realizara un trabajo meramente alimenticio, pues se trataba de llevar a las viñetas la película que estaba arrasando en la taquilla en todo el mundo y por ello, en DC Comics, confiaron en el talento de Dennis O´Neil para que trasladara el celuloide al papel.
Leer hoy esta obra, sin la carga emocional, que espero haber sabido transmitir, puede resultar decepcionante. Treinta años son muchos años y la cinta de Burton ha perdido la frescura del momento, no su valor, ojo, pero si esa innegable frescura adicional que tiene toda película cuando se estrena bajo ciertas condiciones culturales. Unas circunstancias que estaban enfocadas en sacar a Batman del pozo visual en el que fue sumergido hasta el ahogamiento en la serie de los años sesenta. Así que el lector de hoy puede ver en esta obra un objeto cuyo valor está en ser un producto editado para remover recuerdos o, en el caso de no tenerlos, convertirse en un cómic con un pasado peculiar que merece la pena descubrir.
Y si he de seguir siendo frío, calculador y objetivo, se debe añadir que la película es en fondo y forma respetuosa, correcta, satisfactoria, ni excelente ni lamentable, capaz de seguir un esquema muy claro que no es otro que la traslación a la gran pantalla de los elementos más significativos del Señor de la Noche y plasmarlos de forma literal (con las licencias necesarias propias del medio).
Y hasta aquí toda la objetividad de la que soy capaz.
Película y adaptación al cómic son, sin duda alguna, un hito en cada una de las artes que representan. El trabajo que desarrollan O´Neil y Ordway es de una factura tan elegante que apabulla, siendo capaces de tomar todos los elementos representativos de la película y plasmarlos mediante el uso del lápiz y la tinta.
Si se analiza la obra se pueden ver que no se limita a trasladar los fotogramas a las viñetas, sino que es capaz de rellenar huecos, de aportar nueva información sobre el trabajo de Burton, con imágenes que explican momentos en los que el espectador no percibe bien que ocurre en medio de la oscuridad imperante a lo largo de los 126 minutos de metraje. Ese hábil uso del noveno arte para marcar un tempo, que luego será el lector el que acabará por definir, es lo que hace especial esta adaptación. Hay espacio para lo nuevo, para el añadido hábil e inteligente con el que no solo revivir los momentos claves de la película, y hacerlo tantas veces como quieras, sino también para apreciar el detalle de todo eso que no puede verse en la gran pantalla.
Esta edición no es una mera curiosidad, es la publicación de una porción de historia del séptimo y del noveno arte hábilmente fusionados. Algo que O´Neil recuerda al lector desde la primera página en la que hace un hábil juego de palabras, mientras Ordway plasma las primeras viñetas del cómic dentro de fotogramas, sobrevolando una sala de cine llena de espectadores que miran fascinados lo que ocurre en la gran pantalla. No hay mejor forma de definir este trabajo que con esta primera página. Una obra maestra de las adaptaciones cinematográficas y una obra que merecía poder volver a estar disponible en nuestro país después de tanto tiempo perdida en el limbo editorial.
Podría analizarse más y mejor este trabajo. Sin duda alguna. Sin embargo, esta pequeña porción de recuerdos solidificados son los que mejor pueden expresar lo que hay detrás de esta obra. No ha sido posible separar mente y alma y por tanto os pido disculpas por ello. Os invitamos a pasar por aquí y dejar vuestra historia con este cómic tan especial y a compartir esos momentos especiales que de alguna forma quedaron guardados para la eternidad entre sus páginas. Y los que no lo hayáis leído nunca, esta es vuestra oportunidad para tener un cómic para el recuerdo. (Ignorar la parte fría y calculadora, la que intenta ser objetiva de esta reseña, y a ver qué pasa).
Pasar y disfrutar. Pasar y sentaros en la butaca y contarnos vuestra historia.
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