Javier Vázquez Delgado recomienda: 80 Aniversario Robin – ¿Por qué un Robin? Una amistad aristotélica.

*Todas las conclusiones de este artículo están extraídas del artículo Aristóteles y el círculo íntimo del Caballero oscuro, escrito por Matt Morris e incluido en Los superhéroes y la filosofía (Blakie Books, Páginas 163-185, 2010). A su vez las lecciones de Aristóteles pueden encontrarse en Ética a Nicómaco (Alianza editorial, 2014).

Decía Frank Miller acerca de Robin que el personaje le parecía la típica idea de dibujante: visualmente atractiva (un pequeño punto de color que contrasta con esa enorme masa de músculos negra que es Batman) pero terrible en lo literario. ¿De verdad es así? ¿No se basa todo, en la literatura y en la vida, en el contrapunto y en la réplica?

En este artículo examinaremos de qué modo ilumina la figura de Robin (o de los distintos Robins) el mito y la vida de Batman. Para guiarnos contaremos con la ayuda de un pensador bastante versado en los asuntos de la amistad y la educación (no en vano, educó a Alejandro Magno y dirigió el Liceo, una institución que en tiempos llegó a rivalizar con la Academia platónica): Aristóteles.

Aristotéles (con su Ética en la mano) y Platón vistos por Rafael.

El filosofo griego creía que existían tres tipos de amistad. La amistad por interés se sustenta en el beneficio práctico que obtienen ambas partes, y dura hasta que duran los beneficios de la relación. La amistad por placer se basa en la felicidad que experimentan dos personas al compartir tiempo o actividades de manera conjunta. La amistad perfecta (la más pura y la más rara) se produce con la unión de dos personas entregadas cada una de ellas al bienestar del mundo.

Cabe destacar que cada uno de estos tipos puede contener características de las otras categorías. Un ejemplo práctico. Superman y Wonder Woman sin duda son personas virtuosas al servicio del planeta, pero seguro que también experimentan placer al compartir tiempo juntos. Ahora bien ¿qué tipo de amistad une, según Aristóteles, a Batman y Robin?

Está claro que en su relación hay ciertos componentes de interés. Robin obtiene de Batman una mansión enorme, un mayordomo, educación física y mental y un sentido vital bajo la forma de una profesión. Hay quien diría que un millonario como Batman no obtendría ningún bien material de su relación con Robin. Eso sería inexacto, ya que en muchos casos el placer del benefactor es superior al del beneficiado (esperemos que Bruce no se encuentre nunca con Kant). Además, a un tipo tan solitario como Batman no le viene nada mal tener algo de compañía.

Por otro lado, resulta evidente que un joven tan risueño como Dick Grayson se siente pleno al compartir las aventuras de un hombre como Batman. La emoción de la caza, el vértigo al descubrir sus propias capacidades como detective y luchador, la placidez que aporta hacer el bien…todo eso obtiene Robin de Batman.

Pero ya el propio Aristóteles decía que la amistad de los jóvenes suele ser ligera, voluble y cambiante. Es algo natural, si tenemos en cuenta que las relaciones de los jóvenes se transforman a medida que ellos mismos se transforman. Cuando Dick Grayson alcanzó la juventud plena quiso alejarse de la sombra del murciélago convirtiéndose en Nightwing. Como era de esperar, esto causó fricciones con un Bruce que interpretó la decisión de su pupilo como una traición.

Por fortuna para los dos, y una vez que Dick demostró que podía ser un vigilante a su manera, Batman aceptó que el petirojo de Gotham debía volar solo. Desde entonces han mantenido una relación de (casi) igualdad, hasta el punto de que Dick ha portado el manto del murciélago cuando Bruce estaba ocupado, indispuesto o muerto.

Pero Bruce no parece capaz de tener otro sidekick duradero, ni de alcanzar amistades plenas. Resulta obvio que se precipitó al elegir a Jason Todd como 2º Robin (con desastrosas consecuencias); pero Tim Drake (un chaval afable, disciplinado y voluntarioso como Dick) también parece querer alejarse de la alargada sombra de su mentor. Y luego está Damian Wayne, pero ese crío es un psicópata (además Bruce es su padre, con lo que difícilmente podrán ser “amigos”).

¿Por qué le ocurre esto a Bruce? Aristóteles definía la amistad perfecta como “la existencia de un alma en dos cuerpos”. En el caso de Bruce/Batman bien podríamos decir que su espíritu habita en dos máscaras. Ese “amigo” de Bruce entregado al bienestar del mundo no es otro que Batman.

Cada una de las incógnitas de la ecuación de Batman está consagrada a una misión, y de este modo Bruce se consagra a sí mismo. Por suerte para todos y por desgracia para él, Bruce solo puede ser amigo de sí mismo.



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