Javier Vázquez Delgado recomienda: Prodigy, de Mark Millar y Rafael Albuquerque

 

Edición original: Prodigy 1-6.
Edición nacional/ España: Panini Cómics.
Guión: Mark Millar.
Dibujo: Rafael Albuquerque.
Formato: Tomo, 168 páginas.
Precio: 18 €.

 

Mi relación con las obras de Mark Millar se podría definir como un constante ir y venir, lo considero un buen guionista, yo fui de los que se enganchó a sus trabajos en Marvel y DC, con su continuación de The Authority y sus Ultimates, donde nos dio un buen puñado de alegrías, pero su trabajo de creación propia también era llamativo. Wanted, American Jesus o, más tarde, Kick-Ass hicieron que muchos pusiéramos un ojo en lo que el escritor escocés hacía fuera de las grandes (o dentro del sello Icon de Marvel, proyecto fallido y no precisamente por la falta de calidad, para el que desarrolló una cantidad considerable de series). Millar demostraba mucho al principio de este siglo y recogía sus frutos en forma de Millarworld, línea creada por él en 2004 para sus trabajos propios y que se acabaría moviendo entre Image, Icon y, actualmente, Netflix (con Image aun editando su material en papel). La cuestión es que Mark Millar se ha enfrascado en los últimos años a manufacturar obras muy diversas, siempre bajo la promesa de “continuará” pero que rara vez lo hacen, el autor nos da un mundo nuevo, nos cuenta una historia que concluye pero no se cierra, algo que podríamos definir como “una aventura de …. en el increíble mundo de …. y habrá más”, pero rara vez lo hay, un primer tomo en el que nos presenta algo muy molón y que se queda ahí colgado. Por ello es fácil engancharse a las historias de Millar, porque los primeros tomos son los fáciles, valga la redundancia, son los que brillan mostrando pero sin desarrollar lo suficiente para demostrar, aunque también es muy sencillo alejarnos de su trabajo, solo hace falta uno, una piedra en el camino y nos podemos olvidar que Millar sigue ahí.

El pasado 2019 Panini Cómics publicó una gran cantidad de obras del autor, y parece que este 2020 seguirá en la misma línea, personalmente volví a sus trabajos con Renacida (cuya reseña podéis encontrar aquí) gracias al dibujo y a que me parecía un planteamiento interesante. Seguí con The Magic Order, atraído por la publicidad y en la que Millar me parecía que había recuperado su magia (el compañero Edu Sesé lo explicaba bien en su reseña), así que me animé, seguí y aquí estamos para hablar de Prodigy, pero os adelanto que no me ha parecido ni remotamente igual que las predecesoras.

En esta nueva historia los autores nos presentan a Edison Crane, un millonario polifacético capaz de resolver cualquier problema del mundo, una mezcla entre James Bond, Tony Stark, Reed Richards, Indiana Jones y quien se os pase por la cabeza. Dinero, inteligencia, fuerza… Crane tiene de todo y todo lo que hace le sale bien, pero ahora se enfrentará a un reto que le pondrá contra las cuerdas. O eso es lo que se nos plantea, seamos sinceros, Millar nos presenta historias diferentes continuamente pero la gran mayoría siguen un esquema similar, los protagonistas ganan con un giro final y todo queda casi como cuando empezó la historia, si además se nos presenta a un personaje tan resolutivo solo nos queda una pregunta ¿cómo ganará?, lo que hace que el giro final se quede en un chiste, una broma sosa en la que parece que se está riendo de la inteligencia del lector para ofrecer un producto simple y repetitivo.

Si comparamos Prodigy con obras recientes tiene las de perder a todos los niveles, por ejemplo en Renacida y en The Magic Order nos ofrece el mismo esquema pero la primera ganaba por el significado y la sensibilidad con la que trataba la muerte, mientras que la segunda jugaba con personajes dudosos, traicioneros que no sabías por dónde iban a salir. Aquí no, mismo esquema pero sin fondo, todo muy plano y recto, como si fuera en piloto automático, como si estuviera escrito por una máquina que ha cogido elementos de varias grandes historias y las hubiera vaciado de sentimiento alguno.

Si el personaje principal parece un megamix que copia varios elementos, los secundarios tampoco destacan, parecen estar continuamente al servicio de lo que haga Crane sin ningún aporte ni desarrollo. Los villanos no se quedan atrás, si bien la conspiración es una idea atractiva, tal como la dirigen los autores nos recuerda a muchas otras obras, notándose una gran falta de originalidad con antagonistas impersonales.

Ya estamos acostumbrándonos a que el autor nos ofrezca “episodios piloto” de nuevas series, seguramente (muy seguramente) para que sus nuevos jefes de Netflix puedan desarrollar series basadas en sus productos, aunque lo cierto es que esto viene de largo, pero por lo menos en las anteriores parecía que se esforzaba algo. Si la intención es que Netflix lo tenga difícil para hacer una adaptación peor que el original entonces con Prodigy lo ha conseguido, es realmente complicado imaginarse algo que pueda empeorar esta historia porque ni convirtiéndola en una historia de adolescentes lo conseguirían.

Lo único bueno que puedo decir sobre este cómic es, obviamente el dibujo de Rafael Albuquerque, el brasileño conocido por su trabajo en series como Batman o American Vampire ya se había juntado con Mark Millar en Huck, obra publicada en 2017 también por Panini y mucho más interesante. Albuquerque es buen dibujante y lo ha demostrado en numerosas ocasiones, tiene un toque característico, sin embargo esta no es su obra. El autor está bien, pero no destaca tanto, tiene alguna página magnífica y es muy buen narrador, pero le falta algo para brillar, además se nota algún pequeño bajón de calidad hacia la mitad del tomo. Sí, el autor es bueno pero no, esta no es su historia, así que, si bien no soy de los que tiene tendencia a criticar a Millar no recomendaría este tomo a nadie, esta es una de sus obras que más me ha decepcionado, se salva por ser rápida, lo que nos lleva al entretenimiento puntual, pero nada que ver con las anteriores.



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