Javier Vázquez Delgado recomienda: Candy Candy, de IGARASHI Yumiko y MIZUKI Kyōko
Desde que TEZUKA empezó a publicar sus primeras historias, el manga fue evolucionando poco a poco hasta llegar a ser tal y como lo conocemos en la actualidad. Pero en este largo camino de evolución de unos setenta años se han ido sucediendo diferentes generaciones de autores, que han ido aportando su semilla. Por supuesto, desde la aparición de Ribon no Kishi (1954) y el nacimiento del llamado shōjo manga, los mangas dirigidos al público femenino también ha ido evolucionando con la aparición de las primeras autoras. Por supuesto, la generación del 24, autoras que nacieron en el año veinte cuatro de la era Showa, tuvieron mucho que ver en ello, con HAGIO Moto, IKEDA Riyoko y TAKEMIYA Keiko a la cabeza. Ya vimos la importancia que tuvo HASEGAWA Michiko con Sazae San pero esta obra no la podríamos calificar como un manga propiamente para chicas, ya que shōjo manga no sería más que una categoría demográfica y no un género de manga en sí mismo. En tal caso sería un manga dirigido más a las amas de casa y a los maridos, que leen el periódico cada mañana, que no a chicas estudiantes de instituto. Ellas pusieron la semilla de una forma de explicar historias a través de las koma y que la siguiente generación se encargaría de perfeccionar, como es el caso de IGARASHI Yumiko (1950 y MIZUKI Kyōko (1949). La primera nación en Asahikawa, una ciudad que se encuentra en Hokkaidō. A los dieciocho años consiguió debutar en la revista Ribon de Shūeisha con el manga de Shiroi same no iru shima. Con el tiempo, llegó a publicar en la famosa revista Nakayoshi de Kōdansha Ltd. Además, gracias a su obra principal, Candy Candy, logró el primer puesto en el prestigioso premio otorgado por esta editorial, corría el año 1977. Por supuesto, ella alcanzó el éxito tanto a nivel nacional como internacional. Como curiosidades de la vida, es prima carnal de IGARASHI Satsuki de las CLAMP.
En el caso de MIZUKI, era una afamada novelista de Tokio. Ella fue la creadora de la historia de Candy Candy, que novelizó hasta que decidieron publicarla en el semanario de Kōdansha. Para ello necesitó una ilustradora, que creara los diseños e ilustraciones para llevar su historia a las viñetas. Así que, gracias a los contactos con la editorial japonesa se puso en contacto con IGARASHI, formando un tándem creativo de una grandísima calidad tanto a nivel narrativo como gráfico. Así que MIZUKI fue la autora de la historia original e IGARASHI se encargó de todo el aspecto de diseño y grafismo. Es importante conocer este detalle, ya que es vital para entender todo el entramado judicial en que MIZUKI se vio envuelta para que la justicia la considerada co-creadora junto con su ex-compañera. En aquellos momentos IGARASHI cobraba más royalties por los derechos de Candy Candy y consiguió que la dibujante no cobrará dinero sin su consentimiento del merchandising oficial, resultado de unos tejemanejes poco claros de la ilustradora. Además, en 1981 también llevó a juicio a la todopoderosa TOEI Animation por la retransmisión de la serie por televisión, consiguiendo ganar cada uno de los juicios en las que se vio envuelta. Si la historia del manga era ya todo un culebrón, no lo fue más todas las circunstancias de las personas que se vieron envueltas durante su proceso de creación y explotación comercial. Podemos decir que la historia narrativa de esta serie está muy bien construida por parte de MIZUKI. Gracias a su gran capacidad creadora podemos seguir la vida de la protagonista desde su primera aparición, cuando la abandonan, hasta la madurez. Un camino lleno de sobresaltos y tragedias, que llegaran a afectar de una forma considerable el carácter amable de Candice. A pesar de las lágrimas y dramas de lo más variopintos conseguirá llegar hasta su anhelada felicidad. A medida que avanzamos en la trama somos testigos de numerosos romances, tragedias, odios, muertes y triángulos amorosos, que acaban convirtiéndose en cuadrados. Toda una serie de sentimientos humanos que acabarán por conquistar al lector y que desee seguir avanzando en la vida de estos personajes de la alta sociedad norteamericana, todo gracias a la imaginación y el buen hacer de MIZUKI Kyōko.
Tampoco podemos olvidar. la importancia del apartado gráfico de la talentosa de IGARASHI. El diseño de los personajes tiene una fuerte influencia del Grupo del 24, ya que esta serie es inmediatamente posterior a los grandes éxitos editoriales de IKEDA y TAKEMIYA. Podemos decir que tanto La Rosa de Versalles (1976) como La canción del viento y los árboles (1973) pusieron unas bases estilísticas del manga para chicas que continuó y mejoró con IGARASHI. Tal fue la influencia de estas autoras que han llegado hasta bien entrada la década de los noventa con autoras posteriores como YOSHIMIZU Wataru con Marmalade Boy o TAKEUCHI Naoko con Bishōjo Senshi Sailor Moon. Gracias a Candy Candy nos ha llegado la imagen del manga y del ánime japonés como series largas, trágicas y lacrimógenas, de personajes con la cara redondeada y grandes ojos brillantes, sufridoras de un sinfín de desventuras que dejan a los lectores y espectadores en un gran sin vivir Esta visión que tenemos en nuestra mente colectiva es también gracias a las dos grandes series de televisión que se emitieron en nuestro país por televisión y que son los primeros trabajos de MIYAZAKI Hayao y TAKAHATA Isao, se trata de Marco, de los Apeninos a los Andes (1976) y Heidi, la niña de los Alpes(1974).
Pero, ¿qué podemos decir de Candy Candy? Esta serie es la máxima representación, que hemos tenido del shojo manga, cuando lo considerábamos un género y no una categoría demográfica. Es un gran clásico del manga por excelencia lleno de un intenso dramatismo al más puro estilo de los culebrones televisivos. Candy Candy nos narra las aventuras, más bien desventuras, de Candice White Ardley, una bebé abandonada en el hogar de la Tía Pony, un orfanato cuidado por dos monjas benefactoras. A la vez coincidirá con el abandono de Annie, que a lo largo de la historia se convertirá en su gran amiga. A medida que pasen los años, Candy irá creciendo y empezará a vivir sus desventuras con Annie, llegando a conocer a su príncipe azul y acaba siendo adoptada por la familia Leagan donde sufrirá el acoso y los celos de sus queridísimos primos. La historia continuará avanzando en la vida de Candy hasta llegar a su desenlace final, cuando descubra la verdad sobre la persona que ha amado desde la infancia.
- Candice “Candy” White Ardley: es la protagonista de esta historia. Ella es una joven rubia, pecosa y con unos mofletes sonrojados. Es la inocencia personificada en niña, pero pronto descubrirá la traición. Es alegre y jovial y no ve el mal ajeno, llegando a ser muy sentimental. Siempre estará enamorada de su príncipe escocés.
- Señorita Pony: Es la dueña del orfanato, que se encuentra cerca del lago Michigan. Ella y la hermana María cuidan a los niños huérfanos, siendo la gran madre que nunca han tenido.
- Annie Brighton: Ella junto con Candy fueron abandonadas en el orfenato de la señorita Pony cuando eran unas recién nacidas. Es la primera de las dos en ser adoptada y este suceso será la primera tragedia emocional de Candy al verse traicionada por Annie.
- Hermana María: Es la monja que lleva el orfanato junto con la Señorita Pony. Ella es joven y de carácter dulce pero no duda en ser más estricta
cuando la situación lo requiere.
- Patty O’Brien: segunda gran amiga de Candy, que conoció, siendo más mayor en el colegio donde estudiaba tras su adopción por los Ardley.
- Eliza Leagan: es la gran villana de este manga, hermana de Neil y prima adoptiva de Candy. Siempre sentirá celos de ella y le hará la vida imposible, cual
- Neil Leagan: Es el hermando de Eliza y su comparsa para llevar a la práctica sus maquiavélicos y ponzoñosos ataques contra Candy. Pero, por cosas del guion acaba enamorándose perdidamente de su prima adoptiva.
- Terrence “Terry” Graham Grandchester: este chico fue el segundo gran amor de Candy. Puede parecer frío e insensible, una actitud que le permite esconder la tragedia de su propia existencia. Acaba convertiéndose en actor de Broadway.
- Anthony Brown Ardley: Es el primer amor de Candy y clavado al príncipe del cual se enamora Candy de niña. Es un chico amable, sensible pero su vida acaba trágicamente, provocando una de las primeras tragedias de este manga.
- William Albert Ardley: es un chico más mayor que Candy, que le encanta la vida sencilla y vivir en el campo. Es el más sensato de todo el grupo de amigos y conocidos de la protagonista y es el patriarca de la familia Ardley y el soñado príncipe de Candy.
- Archibald Cornwell Ardley: es el primo de Anthony, Eliza y Neil. Es el más refinando de la familia y por supuesto acaba enamorándose de Candy pero por respeto a su primo decide no tomar parte del juego amoroso que llevan los miembros masculinos de esta familia.
Podemos decir que Candy Candy fue uno de los primeros manga que se publicaron en nuestro país, gracias al éxito que tuvo la serie de anime cuando se emitió por primera vez. La editorial que tuvo la oportunidad de traernos esta obra fue la desaparacida editorial Bruguera haya por el lejano 1984. Esta edición fue coloreada para su edición española y se llegaron a publicar 26 números de 24 páginas, lo normal en las publicaciones en aquella década. Por desgracia no llegó a publicarse de forma completa. Cinco años después, se editó en un formato de mayor calidad con tapas duras a un precio mucho más elevado, mil pesetas de la época (6 euros), siendo una edición muy cara para la época, ya que la edición anterior costaba 100 ptas. (unos 0.60 euros). Igualmente esta edición fue incompleta. Además, las dos ediciones fueron espejadas y las publicaron en el sentido de lectura occidental.
Por supuesto, este manga tuvo su adaptación televisiva por parte de Toei Animation entre 1976 y 1979. La serie constó de 115 episodios, a los cuales siguieron dos OVAS y una película. El canal de televisión que se encargó de su emisión fue Asahi TV. En nuestro país fue emitida varias veces. La primera emisión fue el 28 de octubre de 1984 por el segundo canal de TVE. Pero de los 115 episodios solo llegaron a doblarse y emitirse 52. Gracias a la aparición de los canales autonómicos, este anime se emitió tanto en catalán como en gallego por TV3 y TVG. Una vez más y desde Zona Negativa no podemos dejar de reivindicar esta grandísima obra que merece ser recuperada y de nuevo publicada en nuestro país después de su primera emisión y publicación. Tampoco podemos olvidar que tiene el honor de ser uno de los primeros manga publicados en nuestro país, unos ocho años antes del boom del cómic japonés en nuestro país.
Ver Fuente
Comentarios
Publicar un comentario