Javier Vázquez Delgado recomienda: DCSOS

Edición original: DCeased núm. 1-6 USA / DCeased: A Good Day to Die USA (one-shot).
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guion: Tom Taylor.
Dibujo: James Harren, Stefano Gaudiano, Trevor Hairsine.
Entintado: James Harren, Stefano Gaudiano, Trevor Hairsine.
Color: rain Beredo.
Formato: Grapa, 32 págs. A color.
Precio: 2,25 – 2,95 – 3,50 – 4,95 euros.

Poder trabajar con las más grandes creaciones de una editorial y poder hacerlo con total libertad, sin pensar en las consecuencias, sino solo en contar una buena historia, es el sueño de muchos escritores del género superheroico. Tom Taylor (1978), es uno de esos afortunados autores al que se le ha permitido tomar el Universo DC al completo y contar una historia hasta sus últimas consecuencias. No hablamos de un Otros Mundos donde se narra la historia conocida desde otro punto de vista, hablamos de tomar lo que se conoce hasta ese momento y depositar un elemento desestabilizador que haga que todo el ecosistema cambie de forma drástica y contundente.

El escritor y dramaturgo australiano, es conocido por su trabajo en la serie Injustice, si no salimos de DC, mientras que se pueden leer otros trabajos suyos en Marvel como All New Wolverine, Superior Iron Man y en comics de la franquicia de Star Wars, como otros de creación propia bajo el título The Deep, de la que incluso hay serie animada de la que es productor ejecutivo. Un todoterreno de estilo conciso, directo y contundente, que no deja indiferente a nadie y del que en breve podremos leer en España su llegada a la serie Escuadrón Suicida.

Uno de sus últimos trabajos en DC, DCSOS, fue todo un éxito de ventas, acaparado titulares por su historia sobre el último enfrentamiento entre Darkseid y los héroes de la Tierra, en su anhelo por hacerse con el control de la Ecuación de la Antivida, el arma definitiva. Un arma que escapa del control del dios y acaba por atacar la Tierra a través de todos los mecanismos, dispositivos y sistemas informáticos, así como por la sangre (en un claro guiño a toda la mitología zombie) que florecen a lo largo y ancho de nuestro mundo.

Con esta premisa, que no brilla especialmente por su originalidad, Taylor, logra construir un desenfrenado ejercicio argumental en el que el Universo DC se ve convulsionado desde sus cimientos, con un desarrollo que lo apuesta todo al impacto visual, con lapidarios diálogos y situaciones extremas, mientras se recorre a golpe de número distintos escenarios para analizar las consecuencias de la llegada de la Antivida a la Tierra.

La lectura de DCSOS resulta trepidante gracias al tempo con el que se mueve la trama. Es la forma de ocultar que, tras esa primera capa de violencia exagerada, en las situaciones extremas se esconde un fondo emocional que responde directamente a la trama que Taylor ha diseñado. Un enemigo que pone en jaque a la comunidad heroica que se ve obligada a reaccionar como puede a algo que escapa de sus habilidades especiales.

Como la miniserie carece de espacio para desarrollar más algunas de las múltiples tramas se encartan en el número 5 de la edición de ECC el especial, Un buen día para morir, centrado en dar espacio a algunos de esos otros héroes que no acaparan los focos mediáticos, pero igualmente se ven obligados a lidiar con esta situación. Un especial dónde se reflejan algunos momentos esenciales de la historia y que sientan ciertas bases que piden ser exploradas en profundidad.

La miniserie concluye sin concesiones, sin descender su ritmo y su crudeza, para el lector que se ha visto inmerso en un descenso a los infiernos durante seis números extenuantes, que se leen de forma adictiva, libres de toda atadura, con una narración directa, a través de un personaje sin poderes, que vive la situación rodeada de seres superpoderosos, algo fundamental para que haya un vínculo emocional perdurable y no todo acabe siendo una orgia de mutilaciones.

El dibujo de la miniserie por parte de Harsine (aunque hay otros dibujantes implicados, como Braga y Robertson, en el citado especial), se muestra muy eficaz y contundente a la hora de mostrar la crudeza de las trasformaciones que sufren los afectados por la ecuación. Hay escenas perturbadoras, cargadas de hemoglobina, al más puro estilo del cine de terror más sanguíneo, que impresiona a las retinas por ver a personajes a los que de normal no se está acostumbrado a ver en situaciones tan extremas y cargadas de consecuencias. Un trabajo que goza de un dibujo algo irregular, pero efectivo (Harsine); cumplidor, pero poco impactante (Braga y Robertson) y poco acertado (Harren), que solo aparece en el primer número.

Se ha anunciado una continuación de la miniserie, dadas las ventas en USA, así por como Taylor cierra una historia que pide más. Hay mucho que contar y desarrollar, pues queda claro que esto es solo el principio de algo más grande todavía. Un trabajo que se disfruta, que tiene a un Taylor en plena forma, libre de ataduras, lo que favorece a la historia de principio a fin y que se convierte en un potente divertimento para todo tipo de paladares.



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