Javier Vázquez Delgado recomienda: The Green Lantern #10-12

Edición original: The Green Lantern núm. 10-12 USA
Edición nacional/ España:ECC Ediciones
Guion:Grant Morrison
Dibujo: Liam Sharp
Entintado:Liam Sharp
Color:Steve Oliff
Formato:Grapa, 24 págs. A color.
Precio:2,25 € por grapa.

Grant Morrison es un escritor que no deja indiferente a nadie. El escocés tiene un estilo propio y muy característico que no gusta a todos, su estilo narrativo confuso, así como la complejidad de muchas de las ideas que desarrolla, hacen de él un autor que no es especialmente accesible. Su Green Lantern no sigue (o sí) esta dinámica siendo una serie más sencilla que sin embargo está lejos del cómic más procedimental por la forma en que se cuenta y los temas que se tratan en sus tramas. Un cómic de Morrison que puede ser ideal para quienes no conozcan al autor, que no abruma por su dificultad pero que sí te deja detalles y algo más, de lo que es leer a este guionista. Si quieres saber más sobre el genio de Glasgow te recomiendo este podcast del Multiverso de Morrison (tebeo que se deja sentir en esta serie) que da un amplio e interesante repaso de la obra y del autor.

El número 10 comienza con distintas tierras donde nos presentan los diferentes héroes que ayudarán a nuestro Hal Jordan oficial en el arco argumental Guardianes del Multiverso; un gran peligro para los distintos mundos debe ser detenido y son los lanterns los únicos que pueden lograrlo. Los diálogos de Morrison entre los diferentes linternas dejan a cada uno expresarse como se espera, el hippie apoya un universo feminista y no me resisto a dejar por aquí su lema: “Cuando todo pinta guay, cuando todo pinta mal, el himno del gurú tarado tararearemos igual y aunque otras linternas se vean fastidiadas, la de Magic Lantern mantendremos iluminada”. John Stewart filosofa y divaga en base a la arquitectura, Batman será Batman y su relación con Hal será reconocida por los aficionados en las breves interacciones que tengan el uno con el otro. El Abin-Sur multiversal es el encargado de hurdir el plan, que pasa por ayudar a Zafiro Estelar, Carol Ferris, de tierra 15. Bueno es el Zafiro de tierra 11, que se encuentra en tierra 15, Morrison no simplifica ni esto. Allí la fémina linterna verde perteneciente al grupo multiversal de defensores con anillo verde, que viene a ser una Black Lantern, “desentierra”, para buscar información, a Superman, Batman y Wonder Woman, la trinidad DC, muertos de este universo que no le darán buenos augurios. La interacción con la Carol de otro mundo no decepciona “ambos estamos hechos un lío, y la idea de empezar de cero con nuestras contrapartidas de una realidad alternativa suena horriblemente apetecible…”.

La narración de las series es compleja (el dibujo ayuda a ello con una composición de página y detalles por doquier, abrumador) un universo, otro, un planeta, otro, tramas que se suman a lo que se está contando y que sabes que al final cuadrará pero ni lo piensas porque procuras no perderte por el camino. Ayuda a hacer más complicada la lectura, los dialectos de los distintos seres que pueblan la serie, el que habla con la “z” el que habla al revés, el que le cambian la letra, no es el cómic más hermético de Morrison pero eso no significa que te lo vaya a poner fácil, sin que por esto pese el esfuerzo en ningún momento. Un gigante lantern dorado, griales cósmicos, Don Quijote y Sancho Panza, el arco argumental no deja nada por tocar en una locura digna de la edad de plata. El escocés bebe mucho de este periodo y seguramente, si pudiera, le pondría de nuevo las canas en las patillas a nuestro protagonista.

Qwa-Man el reverso maligno de Hal Jordan está acabando con un grupo de linternas verdes pero su homólogo luminoso llega para tratar la situación, apenas salido de la trama del multiverso (o no). El ser de anti-materia es un peón controlado por un enemigo mayor que continúa su plan oculto con paso firme. Un Sinestro del anti-universo también tendrá su papel en la historia con una personalidad chispeante alejada del villano que conocemos. Cuando se descubre el pastel, es cuando todo comienza a ponerse raro, de forma que no sabes lo que está pasando o sí, porque es en este momento cuando el cómic se muestra más explicativo pero no acabas de creer lo que está pasando, el villano se destapa como un estratega milimétrico que tiene en construcción su propio “Cubo Cósmico”. Un final de temporada impactante que deja con muchas ganas de la siguiente.

Del dibujo se encarga Liam Sharp, que como nos tiene acostumbrados tiene una composición de página en apariencia caótica pero que narra muy bien la trama y representa muy convincentemente los mundos y personajes del guion de Morrison, demostrando una admirable imaginación. Además no escatima en detalles en sus diseños. Un estilo que le viene como anillo (nunca mejor dicho) al dedo a la serie. El color de Steve Oliff es perfecto para el arte, predominando los tonos oscuros pero sin apuro de utilizar tonos vivos cuando así lo requiere. Una sinergia de guion, dibujo y color que hace del producto final un trabajo muy valorable y deja ver lo bien que pueden salir los cómics cuando los implicados están en sintonía.

Geoff Johns revitalizó innegablemente Green Lantern cuando se hizo cargo de ella en 2005 pero como legado además de una excelente etapa, ha dejado una imitación de sus tramas constante que no hacía ningún bien a la franquicia. Robert Venditti lo intentó con su Han Solo Hal Jordan con guantelete pero el experimento no cuajó, si lo has leído, seguramente no te extrañe. Con el Rebirth se recuperó el clasicismo de la serie y mejoró, siendo disfrutable pero sin dejar de ser un trabajo puramente alimenticio. Por suerte ha llegado el escocés calvo más famoso del cómic para solucionar este desaguisado que duraba años y cambiar la dinámica convirtiendo la serie en una policial, con números autoconclusivos en su mayoría, con historias clásicas que beben de la edad de plata y sin reparo alguno en llevar a su protagonista a límites morales cuestionables. Adereza con su incomparable estilo de narración, demostrando que aún está en muy buena forma con un misterio en la trama y dobles juegos que te confunden sin saber cuál es el auténtico. Con un final de temporada sorprendente, la serie de Morrison, Sharp y Oliff se consagra como una de las mejores del catálogo de DC Cómics.



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