Javier Vázquez Delgado recomienda: Las sorprendentes aventuras de Benjamin Blackstone
Edición original:Les aventures ahurissantes de Benjamin Blackstone T.1 L’île de la jungle y Les aventures ahurissantes de Benjamin Blackstone T.2 La Mystérieuse Odyssée de la clé perdue FRA, Casterman
Edición nacional/ España:Yermo Ediciones
Guion:François Rivière y Nicolas Perge
Dibujo:Javier Sánchez Casado
Formato:Cartoné, 96 páginas
Precio:25€
Piensa que todas las historias se escriben para que las reescriban los lectores.
La enorme cantidad de títulos que se acumulan en las librerías provocan que muchas veces tengamos que aplazar algunas compras ya que el presupuesto es limitado. Justo eso es lo que me sucedió con esta obra. Durante varios meses, de manera incomprensible ya que tanto a nivel argumental con visual soy claramente su público objetivo, fui dejándola pasar hasta que hace poco me decidí a hacerme con ella. Y la he reservado para los días más duros del confinamiento ya que su argumento me parecía el ideal para pasar un buen rato evadiéndome en los mundos que plantea su propuesta. Las sorprendentes aventuras de Benjamin Blackstone es una serie de dos números escrita para el mercado franco-belga por los guionistas François Rivière y Nicolas Perge y dibujada por el español Javier Sánchez Casado. Yermo ha recopilado los dos álbumes de los que consta en un precioso integral.
Benjamin Blackstone es un adolescente de unos catorce que se acaba de quedar huérfano. Es acogido por su tía Patricia, una despreocupada actriz, que vive en Villa Ithaca, una mansión inglesa. Pero la mansión esconde un misterio, ya que en ella vive el fantasma de su tío Lord Schenbock, pero no puede salir de la biblioteca, ya que aquí está la estatua de Bastet que le protege de los Emplumados, unos seres del más allá que quieren arrojarle al vacío. Sin embargo, Lord Schembock tiene la habilidad de sumergirse en los libros que descansan en las estanterías. Una habilidad que Bejamin descubre que también posee, así ellos dos junto a la perrita Encanto, recorren las páginas de grandes clásicos de la literatura reviviendo las aventuras de sus protagonistas.
El integral está compuesto por dos álbumes cada uno con una historia independiente, pero con continuidad entre el primero y el segundo. A pesar de que la serie finaliza con el segundo, se puede apreciar que estaba pensada como una serie más larga porque queda algunos cabos sueltos e incógnitas por resolver. La serie está dirigida a un público juvenil y una de sus principales virtudes resulta ser el sentido homenaje a las novelas de aventuras clásicas con la loable intención de que los lectores del cómic se interesen por ellas. Los protagonistas se pasean por las páginas de obras escritas por autores tan destacados como Homero, Stevenson, Kypling, H. G. Wells, Carroll o Lovecraft.
El punto de partida no es particularmente original ya que muchos relatos de todos los medios han jugado con la idea de entrar en novelas o películas, así que para que la historia funciones es necesario rodearla de una buena trama y personajes. La trama principal es bastante interesante, pero las dos aventuras que plantean cada uno de los dos álbumes resultan muy atropelladas, algo similar a lo que solía suceder cuando las series aparecían serializadas en revistas. Algo que hace que la historia resulte algo confusa.
La serie tiene tres personajes principales Bejamin, Lord Schenbock y Encanto, cada uno con un rol claro. Bejamin es el protagonista que nos sirve para introducirnos en la historia. Cumple el rol de aprendiz de héroe y sufre una gran evolución entre el primer y segundo álbum, aunque bastante forzada, que le hace pasar de ser un jovencito tímido y miedoso a ser alguien intrépido. Lord Schenbock es el héroe carismático de la historia, se convierte en el maestro de Benjamin y tiene un pasado misterioso. Pero resulta demasiado tópico y al no continuar la serie muchas de las preguntas que nos hacemos sobre él quedan sin respuesta. Encanto es el personaje que sirve de alivio cómico de la historia, aunque a veces resulta insoportable y sus chistes son algo anticlimáticos.
La parte más destacada de la obra es el trabajo de Casado que es realmente notable. En su estilo podemos ver ecos de Peeters, del manga y de la BD más clásica. Destaca el diseño de los personajes principales y la recreación que hace de los personajes extraídos de las novelas que consigue adaptar a su personalidad sin que dejen de ser reconocibles, no mismo que sucede con los escenarios de las novelas. También es reseñable el diseño de página y la narrativa que resultan muy frescas y modernas, algo que nos es lo habitual en la BD que muchas veces sigue con formas de narran demasiado rígidas. El color resulta muy llamativo, con paletas distintas en función del mundo donde se desarrolla la historia, el mundo real resulta más sombrío y solitario, en cambio los mundos imaginarios son mucho más coloridos y luminosos. Un dibujante muy interesante del que esperemos ver próximamente nuevos trabajos en nuestro país.
Bejamin Blackstone fue la primera obra de dos de sus autores Nicolas Perge (1981) y Javier Sánchez Casado (1981). Después de completar los dos números de esta serie Casado se ha embarcado en una nueva serie titulada Un peu de tarte aux épinards con guiones de Philippe Pelaez, de la que han aparecido dos álbumes, un cambio de registro con respecto a esta obra ya que se trata de una comedia destinada a una audiencia adulta. Sin embargo, el tercer integrante del equipo de autores François Rivière (1958) es un guionista con una amplia trayectoria que en nuestro país es conocido por sus obras detectivescas y de aventuras con dibujantes de la nueva línea clara. En los años ochenta se publicaron en la colección Los álbumes de Cairo dos de sus trabajos Dossier Harding con Floc`h, el segundo álbum de la serie Francis Albany, y La red Madú con Alain Goffin. En los años noventa aparecieron dos números de la serie El detective de Hollywood dibujados por Berthet y Juventud publicó el primer y tercer álbum de la serie Francis Albany. Ha principios de la presente década El patito editorial publicó su adaptación al cómic de la obra de Agatha Christie Muerte en el Nilo con dibujo de Jean-François Miniac.
Yermo hace una gran edición con un tomo de gran tamaño, reproducción y unas guardas preciosas, y ligeramente diferentes entre si, que nos indican que libros se homenajean en cada uno de los dos álbumes que componen el integral.
Bejamin Blackstone es una obra que tras su lectura deja una sensación agridulce ya que tras cerrar el integral queda la sensación de que había mimbres suficientes para un mejor resultado final. Algo que posiblemente se hubiera conseguido de aparecer más números. La mejor noticia de la serie es el descubrimiento de un gran dibujante como Casado.
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