Javier Vázquez Delgado recomienda: Orwell

Edición original: George Orwell FRA, Dargaud.
Edición nacional/ España: Norma Editorial.
Guion: Pierre Christin.
Dibujo: Sébastien Verdier.
Formato: Cartoné.
Precio: 25€.

“En tiempos de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario”

Como si de una matrioshka se tratase, para entender la obra necesitamos conocer al autor, para conocer al autor debemos comprender a la persona y para comprender a la persona tenemos que entender su contexto. Esto es lo que persigue Orwell, el cómic biográfico del visionario escritor británico que conmemora el 70 aniversario de su muerte. Pierre Christin y Sébastien Verdier fueron quienes llevaron el proyecto a buen puerto. Norma Editorial publica en España este precioso tomo de sobrias cubiertas rojas que disecciona una de las figuras más emblemáticas en la literatura del siglo XX.

El veteranísimo Pierre Christin es el máximo responsable del guion de Orwell. Nacido en Saint Mandé (Francia) hace 81 años, Christin estudió en la Universidad de la Sorbona y en el Instituto de Estudios Políticos de París. Tras foguearse en la revista Pilote publicando historias cortas junto a Jean-Claude Mézières, en 1967 se ponen manos a la obra con Valerian. En su carrera destacan otras grandes obras de la BD como Las falanges del orden negro y Partida de caza. De naturaleza inquieta, Christin ha firmado tanto guiones de cine como novelas. Del dibujo se encarga Sébastien Verdier. Este artista francés nació en Brive en 1972 y tras varios años enviando sus proyectos a editores, fue descubierto por François Corteggiani. Entre sus trabajos destacan Zodiaco o Recontres sur la Transsaharienne.

Orwell está dividido en tres capítulos. A saber: Orwell antes de Orwell, Blair Inventa a Orwell y Orwell Orwelliano. El primero de ellos nos cuenta el origen de Eric Arthur Blair, nombre real del literato. Nacido en India en el año 1903, pronto germinaría en él la semilla del antiimperialismo. Estudiando en una escuela cara y esnob como Saint Cyprian comprobó como los mandamases del centro trataban de forma diferente a los alumnos en función de su procedencia. Tras pasar por el prestigioso Eton College donde descubre a León Tolstoi, Aldous Huxley (su novela Un mundo feliz es la antítesis de 1984) o Charles Dickens, decide alistarse en la policía birmana. Christin se esfuerza en demostrar que Orwell siempre fue un hombre de mundo. En sus años de juventud, vivió en la pobreza tanto en París como en Londres. Mientras acumuló todo tipo de experiencias, comenzó a estudiar periodismo. Al comprobar que sus manuscritos fueron rechazados una y otra vez, el joven Eric decide adoptar el seudónimo de George Orwell para firmar sus escritos.

Pierre Christin acumuló una vasta documentación del personaje con la que se sirvió para confeccionar el complicado guion. La dificultad intrínseca de adaptar biografías a un medio como el cómic es salvada aquí con solvencia. Christin tomó como principales referentes la biografía del autor escrita por Bernard Crick, los diarios del propio Orwell, así como diferentes artículos periodísticos o ensayos. Utilizando varias elipsis, Christin se centra en los momentos vitales más relevantes y lo hace rescatando gran cantidad de texto escrito por el propio Orwell. Para distinguirlo del relato de Christin, este optó por utilizar una tipografía mecanográfica cada vez que “habla” Orwell.

Verdier se decantó por un dibujo clásico y detallista en el que predomina el blanco y el negro, pero sin estar exento de color. De hecho, uno de los grandes atractivos de esta obra son las colaboraciones especiales de los artistas invitados. Un all-star de auténtico lujo formado por Juanjo Guarnido (El Buscón en las Indias), Enki Bilal (La trilogía Nikopol), Blutch (con color de Isabelle Merlet), André Juillard (Doble 7), Olivier Balez (Infinity 8) y Manu Larcenet (Blast, el viaje en busca de la iluminación). Estos dibujantes realizan unas ilustraciones con su propio estilo que sirven para aproximarse a las novelas de Orwell, elevando los estándares de calidad de la novela gráfica. Resulta embriagador contemplar estos particulares homenajes a obras como Rebelión en la granja o 1984, acompañados de algunos de sus pasajes más significativos.

El segundo de los arcos se centra en nuestro país. Sus fuertes convicciones políticas le empujaron a participar en la guerra civil española, donde refrendó su rechazo a los totalitarismos independientemente de su signo político. Los derechos y las libertades del individuo, así como la lucha de clases se acabarían convirtiendo en los elementos centrales de una obra que sigue resultando tremendamente actual. Orwell creó el concepto Gran Hermano, distopía por excelencia que está más vigente que nunca, en 1984 (título que eligió al cambiar los dígitos del año -1948- en que terminó de escribir la novela). En Homenaje a Cataluña, Orwell relató su experiencia en primera persona como miliciano del POUM. El año pasado, Jordi De Miguel y Andrea Lucio adaptaron este libro a cómic de la mano de la editorial Debate. Como ocurriera con Maquiavelo o Kafka, Orwell ha trascendido a su propia obra dejando como legado el adjetivo “orwelliano” que se utiliza para describir un escenario distópico totalitarista.

Socialista empedernido y orgulloso de ser inglés, Orwell sufrió de mala salud y sus últimos años de vida estuvieron lastrados por la tuberculosis. Moriría a la temprana edad de 46 años. Alejado de la vida en la gran ciudad, disfrutó de la naturaleza mientras apuntalaba la que sería su gran obra maestra. La influencia de Orwell tanto en el mundo del cómic (V de Vendetta, de Alan Moore) como en el cine (Brazil, de Terry Gilliam) es más que evidente y se extiende hasta nuestros días. Un autor cuyas lecturas nos invitan a pensar y que merecía ser tratado con honores en el mundo de las viñetas.

En definitiva, Pierre Christin y Sébastien Verdier realizan una labor notable acercándonos a Eric Blair, creador de George Orwell. A pesar de la rigidez del género, el buen hacer de ambos junto a las excelsas colaboraciones hacen de este Orwell una lectura imprescindible para profundizar en la psique del prestigioso autor. Es importante que la rueda siga girando y nuestros cerebros funcionando. La obra de Orwell nos incita a reflexionar, a plantearnos nuestros sistemas y cuestionar la realidad político-social. Es probable que lleguen tiempos oscuros pero libros como 1984 o Rebelión en la granja deben ser faros que alumbren los caminos. Es importante no amar al Gran Hermano.



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