Javier Vázquez Delgado recomienda: Batman Ciudad Bane (39-40-41-42)
Edición original:Batman 77-83 USA
Edición nacional/ España:ECC Ediciones
Guion:Tom King
Dibujo:Tony S. Daniel, Mikel Janin, John Romita Jr, Mitch Gerads
Entintado:Daniel, Janin, Sandu Florea, Norm Rapmund, Clay Mann, Seth Mann, Klaus Janson, Mitch Gerads
Color:Tomeu Morey, Jordie Bellaire, Mitch Gerads
Formato:Grapa, 48 págs. A color.
Precio:3,50 € por grapa.
Tom King es un escritor sensacional. El exagente de la CIA, ganador varias veces del premio Eisner, es uno de los autores clave del actual panorama comiquero mundial. Obras como Omega Men o Mister Milagro para DC, La Visión para Marvel o Sheriff de Babilonia para Vertigo son una buena muestra del King que está en los altares de la industria. Su serie regular de Batman ya es otra cosa, lejos de los halagos por (casi) unanimidad recibidos por los trabajos nombrados, la cabecera del murciélago polariza aficionados entre los que saben ver las virtudes y los que solo vislumbran defectos que no les dejan disfrutar de la serie. Queda poco para el final de la etapa y seas de los apenados por esto o de los que celebran, esto se acaba. King esprinta (no mucho) hacia el desenlace y nos deja una desgracia en el camino que pocos esperábamos.
Gotham pertenece a Bane, el de Santa Prisca ha llegado a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos por el cual la ciudad será liberada del crimen. A cambio él tendrá el control absoluto de la misma, hasta el punto de que por decreto del presidente queda prohibida la entrada a la ciudad para cualquier superhéroe. Capitán Átomo no acatará la orden y tendrá una aparición y encuentro con Gotham Girl. Los villanos patrullan las calles de Gotham uniformados de policía. King quiere tener este marco para su historia pero se preocupa muy poco de ser coherente. Es muy cierto que muchos guionistas han forzado multitud de situaciones para poner al héroe donde quieren en su trama pero King aquí tiene mucho con lo que lidiar y no sale airoso, no se aprecia trabajo en hacerte ver viable la situación. Probablemente porque no es lo que nos quiere contar y le dedica el mínimo esfuerzo. La Batfamilia tampoco puede pisar la ciudad, Alfred está secuestrado por Bane y morirá si cualquier “murciélago” o derivado se acerca. A todo esto, ¿dónde está Batman? En París, con Catwoman, recuperándose de la travesía y lucha por el desierto con su padre y de la subida a la montaña en la que es vencido (por alguien que no debería ni siquiera toser a Batman) prácticamente dejado por muerto en la nieve. Pero llega Catwoman para salvarlo y recuperarlo.
En estas grapas también asistiremos a la reconciliación de Bruce y Selina. Si bien el hombre poco menos que le pide perdón porque ella le dejara en el altar, son números muy disfrutables, bien dialogados, con poca reiteración del “Gata” “Murciélago” (para lo que es el autor) y una relación que se siente verdadera con achaques reales y mucho miedo de seguir sufriendo por “culpa” del otro. La relación entre ellos es de lo mejor del título, tanto en estos números como en toda la etapa, con un Tom King muy inspirado, que demuestra que esto sí es lo que nos quiere contar.
La trama avanza, Batman y Catwoman llegan a la ciudad dispuestos a recuperarla. Una sucesión de villanos/policía harán acto de presencia además de desvelarse el plan de Batman, que por cierto, desconoce el suceso y gran spoiler de estos números en este momento. Su plan pasa por la ayuda de gran parte de la Batfamilia que no cumple con su cometido. Y es que King no le ha hecho caso a los “hijos de Batman” en toda la serie, así es de agradecer su fracaso ya que los ha obviado tanto en su trama que (aún siendo perfectamente plausible, son secundarios de Batman, ¿si no salen aquí, donde van a salir?) sería casi un deus ex machina por parte del autor utilizarlos para salvar ahora la situación. Es más honesto por parte del guionista que ya que no han estado presentes en su etapa sigan sin estarlo.
El inevitable enfrentamiento con Bane dividirá a los aficionados sobre si les gusta o no la actitud del caballero oscuro, aún con esta sorpresa en la actuación de Bruce, o el aire a enfrentamiento final, no impide que la lucha se sienta repetitiva y recuerde a otras peleas del murciélago y Bane en este mismo periodo. Fuegos artificiales que en manos de King nunca acaban de brillar en esta serie, si bien la mejora es considerable respecto a “grandes momentos superheroicos” desperdiciados de la etapa, como La Guerra de las Bromas y los Acertijos o el arco con Hiedra Venenosa.
El último número de esta grapa resulta anticlimático, pero no es un problema porque es un ejercicio sensacional. Bruce hace frente a una de las peores tragedias que podrían pasarle (probablemente la peor) y la carta que ocupa todo el capítulo está a la altura. Sin embargo King no pierde la oportunidad de ser redundante en el tema de su Batman. Este Batman necesita a Catwoman, necesita el amor de Selina y el escritor no pierde la oportunidad de recordárnoslo ni en semejante circunstancia. Buenísima la carta, bien hilada, coherente, emotiva pero esa condescendencia a lo que es toda la etapa quizás minimice el momento y protagonismo del personaje en cuestión.
Sensaciones encontradas con estos capítulos de la serie regular. Peca de necesitar la suspensión de incredulidad por parte del lector (sobre todo de no preocuparse en disimularlo) en ciertos momentos, de no trasmitir la épica necesaria para lo que es el final de la etapa (aunque mejora en este sentido respecto a momentos similares de la misma) pero tiene números buenísimos en el que las relaciones y su trayectoria se sienten reales y cercanas. Este run final está siendo una representación de toda la etapa de King. Los mejores números son aquellos que, teniendo que ver con la trama que cuenta, perfectamente podrían funcionar como historia corta o independiente. Los demás adolecen de mediocridad y una caracterización olvidable en muchísimos de los personajes que se usan, quedando pocos números buenos que no puedan considerarse historias cortas. Además de unos niveles de poder totalmente adaptados a lo que se quiere contar, si Batman debe estar ahora fuera de combate no importará que sea Bane o unos cualquieras quienes lo saquen del juego. Y si Batman tiene que dar lo mejor de sí mismo lo hará sin aparente esfuerzo. Con Catwoman esto no pasa, no varía, ella siempre estará chetadísima. Parece el Jason Todd de Bendis del Incidente Leviatán.
El arte de estas grapas es sensacional. La serie ha tenido siempre dibujantes de gran nivel que han ayudado de forma innegable al cómic de King. Tony S. Daniel representa grandiosos a los personajes, el habitual Mikel Janin le tiene cogida la medida a los héroes y al guionista y narra de forma formidable la gran mayoría de páginas. Clay Mann nos brinda una Selina espectacular, unos fondos llenos de detalle y un agua muy conseguida, recreando con precisión el paraíso donde se encuentra la pareja, con el buen color de Tomeu Morey como apoyo. John Romita Jr. se encarga de la reconquista de la ciudad, representando a los villanos de forma muy convincente, siempre con su característico estilo por bandera, hay una splash-page con Batman y Hush frente a frente bajo la lluvia con un ventanal reflejándolos que es magnífica, además sus números los entinta Klaus Janson. La pareja de veteranos exhibe un gran nivel. Mitch Gerads tendrá su pequeña aportación con dos páginas a modo de epílogo en la grapa número 41. Grandes artistas para esta serie que tiene un nivel gráfico espectacular.
En definitiva unos números finales que van terminando de hilar el conjunto de lo que nos cuenta King, que satisfará a todo aquel que viniera disfrutando de la serie y que no supondrá ningún cambio para quien no lo hiciera, que probablemente encuentre más de lo que no le gustaba. Eso sí, el spoiler de estos números es de una trascendencia absoluta para el murciélago y por lo menos la grapa 39 así como la 42, no debería faltar en tu colección de Batman. Queda muy, muy poquito para el final y Tom King renueva el interés ante lo que sucederá en la conclusión de su larga etapa.
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