Javier Vázquez Delgado recomienda: Matanza Absoluta

Edición original:Absolute Carnage 1-5 USA.
Edición nacional/ España: Panini Cómics.
Guion:Donny Cates.
Dibujo:Ryan Stegman.
Formato:Grapa, 56 páginas.
Precio:5,90 € por grapa.

Que Donny Cates y Ryan Stegman sean posiblemente lo mejor que le ha pasado a Veneno en muchos años, es algo que, a día de hoy, resulta prácticamente innegable. Cates, con el dibujo de un magnífico y sobresaliente Stegman, resucitaron a un maltratado Eddie Brock, poniéndolo de nuevo a luchar codo con codo con su simbionte, y dándole un sentido a toda su lucha y a ese falso espíritu de antihéroe que, en épocas pasadas nunca terminábamos de creernos.
Y es que, Eddie Brock fue un personaje que comenzando como villano de Spiderman, muy rápidamente pasó al lado de los buenos, lugar que casi siempre terminaba por abandonar, y que cuando no lo hacía, ejercitaba su papel de héroe de un modo que lo acercaba bastante más al lado de los villanos, sin que ello sea algo malo per se. El personaje, junto a Matanza, a pesar de su atractivo inicial fue muy sobreexplotado durante la década de los noventa, hasta el punto de que la única forma que parecía que Marvel tenía de incrementar las ventas de sus cómics era lanzar un título protagonizado por simbiontes.

Durante el Siglo XXI, muchos fueron los que portaron el simbionte, contándose entre ellos a Marc Gargan y a Flash Thompson, en colecciones y eventos que nunca terminaron de cuajar en el imaginario popular. El lector buscaba el regreso del Eddie Brock (de algún modo tratado en Spiderman con el Antiveneno) de toda la vida, y éste no llegaba a producirse.

Pues bien, tras un resurgir del personaje del que es mejor no hablar, llegó Donny Cates en la colección, como hemos analizado aquí y aquí, y tras una labor sobresaliente en la misma, ahora tocaba el turno de llevar a cabo el gran evento de Veneno de este año, Matanza Absoluta, para el cual Cates (casi resucitando un título que evocaba épocas anodinas y sobreexplotada del personaje) daba una vuelta de tuerca al origen alienígena y ahora mesiánico de los simbiontes y a lo que estaba contando en la colección principal, para devolver a la palestra a Matanza, que volvía tomando el cuerpo de Norman Osborn como exactamente había ocurrido en los últimos números del Spiderman de Dan Slott.

Este nuevo Matanza, prácticamente un semidios, busca controlar a todos aquellos que en alguna ocasión hayan portado un simbionte (casi todo el Universo Marvel dados los últimos y olvidables eventos ocurridos en la editorial que Cates rescata con gran maestría) para servir al dios Knull, el cual para manifestarse completamente en este plano necesita de dicha recolección llevada a cabo por un Matanza que se nos antoja más terrorífico que nunca.

Rápidamente, Eddie se acciona contra este plan y lo hace a la desesperada, recabando la ayuda de Spiderman e incluso del Hacedor en un plan demencial en el que tiene todas las de perder. Comienza así una batalla contrareloj contra Matanza y contra la inminente amenaza de Knullo que en los cinco números que abarca nos deja sin aliento en todo momento.
No hablaremos de los tie in por no tener especial relevancia para el evento, salvedad de los números de la serie principal, Veneno, que deben ser leídos intercalados con éste.

En cuanto al dibujo de Ryan Stegman, éste es, como decíamos al principio de esta reseña, simplemente sobresaliente. Es difícil ponerle algún pero a un dibujante que da todo lo que tiene en unas páginas literalmente brutales en las que las escenas de acción reinan por doquier, cuidándose hasta el más mínimo detalle y apostándolo todo por la espectacularidad.

La realidad es que es difícil hablar más sobre este evento sin caer en el terreno del spoiler, pero espero que esta reseña os sirva para aprovechar estos días de estancia en el hogar para sumergiros en el que probablemente sea el mejor evento protagonizado por Veneno de la historia del personaje.



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