Javier Vázquez Delgado recomienda: Cráter

Edición original: Akita Shoten
Edición nacional/ España: Planeta Cómic.
Guión: TEZUKA Osamu
Dibujo: TEZUKA Osamu
Formato: Tapa dura. 560 páginas
Precio: 30,00€

TEZUKA Osamu es la figura más importante para el manga, siendo la cabeza visible de un grupo de autores que, tras la devastadora derrota de Japón en la II Guerra Mundial, propusieron una fuente de evasión a una población castigada por el hambre y la miseria. Es considerado el padre de todos, quien sentó las bases del manga moderno, así como los métodos de trabajo del anime, e influenció, directa e indirectamente, a un sinfín de autores del medio. Sin embargo, teniendo en cuenta su ingente producción, no podemos decir que hubiéramos disfrutado anteriormente por estos lares de un número considerable de sus obras, aunque sí de las más importantes.

En el XXIII Salón del Manga de Barcelona, correspondiente al año 2017, Planeta Cómic anunció entre sus novedades que daría comienzo a una Biblioteca Tezuka, que recogiera todos (sí, todos) los trabajos de este autor. En abril del siguiente año, los primeros títulos de esta colección vieron la luz, tratándose de Antología (volumen en el que se recopilan La isla del tesoro, La isla del tesoro, La isla del tesoro y La isla del tesoro) y el primer tomo de Black Jack. En octubre de ese mismo año, también fueron editadas La princesa caballero y el primer volumen de Astroboy. Desde entonces, están publicando los siguientes volúmenes de las dos series largas que se encuentran abiertas, y que a fecha de escritura de esta entrada están a un tomo cada una de finalizar, habiendo reeditado también durante este tiempo MW, siguiendo el mismo formato de la biblioteca. Además, hay que mencionar que Ayako, editada previamente, queda integrada como parte de esta colección. Al margen de la misma, por las características de su edición, queda Fénix, la obra más ambiciosa de este genio del noveno arte. A finales de este año publicarán también Adolf, en una nueva edición en tankôbon y, por fin, sentido de lectura oriental. Llegados a este momento, la veterana editorial se encuentra en el punto que muchos esperábamos, que no es otro que la publicación de títulos inéditos, que nos permita disfrutar por primera vez de muchos trabajos de Tezuka.

Este laureado autor, que durante las décadas de los 50 y los 60 obtuvo un merecido reconocimiento gracias a sus obras dirigidas a un público infantil, se mostró escéptico en un primer momento ante la revolución del gekiga liderada por Tatsumi, pero cuando aceptó trabajar para un público más adulto, dio inicio a una nueva etapa profesional, en la que se hallan sus trabajos más interesantes.

En esta época se encuadra Cráter, un conjunto de narraciones cortas, realizadas durante los años 1969 y 1970 y publicadas en las páginas de la revista Shuukan Shounen Champion, de la editorial Akita Shoten. Estos relatos suelen tener en común un trasfondo surrealista y el protagonismo de un personaje, Okuchin, aunque parece que se trate de diferentes versiones del mismo personaje, como si de un multiverso se tratase. Este volumen recoge las siguientes historias:

La campanilla. Se trata de un relato de terror en el que tres personajes que se retiran a descansar a un balneario, ven interrumpido su baño por el incesante y cada vez más cercano tintineo de una campanilla, un sonido que despierta en ellos recuerdos que los apesadumbran y les hacen revivir un episodio de sus vidas que los persigue y los consume.

El hombre derretido. Un investigador especializado en química deambula por la noche por los pasillos de la universidad, hasta que llega a un aula en la que conoce a un aplicado estudiante, con el que se obsesionará poco a poco.

El hombre de las nieves. Es una historia que podría estar firmada por Stephen King. Okuchin acude a un paraje solitario en las montañas, donde se encuentra con su mayor rival como esquiador, junto con quien se verá envuelto en una extraña persecución de un camión por las montañas.

Los bem morados. Es un relato de ciencia ficción de corte clásico, mezclado con un toque costumbrista japonés y un sentido del humor propio de Tezuka, en el que la avanzadilla de una invasión extraterrestre conoce el folklore y la mitología japonesa.

El sacrificio. Una joven que va a ser sacrificada en el imperio azteca, dos milenios atrás en el tiempo, consigue salvarse gracias a un pacto con dios, que le permitirá vivir diez años en una época y contexto diferente, para conocer el amor y formar una familia.

Serpiente bicéfala. En un hipotético 1990 (veinte años después de escribir este relato), la población negra de Estados Unidos ha aumentado, hasta el punto de que en la ciudad de Nueva York ha igualado al número de habitantes blancos. En ese contexto, un aparentemente humilde tendero se encuentra al frente de una organización criminal y supremacista, que domina los bajos fondos.

La extraña experiencia de Okuchin. En el patio de un instituto, Okuchin vende sus servicios al mejor postor, como un mercenario escolar, representando a sus compañeros en peleas o consiguiendo que los alumnos destacados les hagan los deberes mediante la coacción. El fin de este desempeño es reunir la cantidad de 300.000 yenes, cifra que un extraño se ofrece a entregarle a cambio de que cuide de una mujer durante un mes.

Temporada afortunada. Okuchin atraviesa una gran racha de suerte, gracias a la que obtiene excelentes notas, encuentra dinero en la calle e inicia una relación con la chica más admirada del instituto. Todo esto despierta la envidia de sus compañeros, quienes comienzan a seguirlo y descubren el secreto del protagonista.

El gran golpe de Okuchin. En esta ocasión nos encontramos ante un Okuchin rebelde y obstinado, que hace perder la paciencia de sus profesores, quienes no le auguran un buen provenir. Tras ser reprendido por enésima vez por uno de ellos, un misterioso desconocido aparece ante el protagonista para ayudarle a tener un futuro mejor.

Dos dramas. La gran ciudad es un monstruo opresor que, con sus edificios altos como muros, entierra los sueños de Nancy y Jim, dos jóvenes desgraciados, que no tuvieron la suerte de nacer en una buena familia, pero que intentarán sobreponerse, cada uno a su manera, a los dictámenes del azar.

La máscara de Tomoe. El objeto que da nombre a este relato, es una reliquia cuyo trágico origen se remonta al Japón feudal, y, que con el paso del tiempo, llega hasta un Tezuka con una crisis creativa, que debe inspirarse en ella para sacar adelante un encargo para fabricar nuevos juguetes.

Los tres invasores. Una particular banda de fugitivos asalta la casa de una familia vecina de Tezuka, por el que muestran un inusitado interés. Es un relato sorprendente, que transita entre varios géneros y pone en liza las abrumadoras capacidades narrativas de su autor.

La casa octogonal. Un joven mangaka va a parar frente a una casa con esta forma geométrica, rodeada de maleza, que llevaba apareciendo cinco años en su mente. Allí se debatirá entre seguir su dura carrera profesional o acceder a la universidad para labrarse un futuro distinto, y una anciana le ofrecerá una alternativa, que le llevará a sumergirse en un profundo debate moral.

La cueva ventosa. Dos pilotos de carreras rivales, que otrora fueron amigos, deben explorar y escapar de la desconocida red de cuevas subterráneas del monte Fuji, debiendo colaborar y llegando a los límites de su resistencia.

El misterio del Brunnen. El club de atletismo de una escuela secundaria realiza su tradicional entrenamiento de año nuevo por los helados caminos del monte Fuji. A pesar de la exigencia de la actividad, una cafetería a mitad de camino ofrece un pequeño y agradecido alivio para los deportistas, donde Okuchin será atendido por una joven ninfa que aliviará su fiebre, aunque sea a costa de su propia felicidad…

Caza derribado. Un avión de combate es derribado durante una batalla aérea y su piloto se precipita hacia una isla desierta. A pesar de sobrevivir a la caída, se le da por muerto y se le considera un héroe de la patria, pero en su empeño por sobrevivir regresará a su hogar, para disgusto de sus superiores.

Jumbo. Durante un vuelo transoceánico, una peligrosa y mortal araña venenosa siembra el pánico entre los pasajeros del avión, despertando los más bajos instintos de unos seres humanos dispuestos a cualquier cosa con tal de sobrevivir.

El hombre del cráter. Un solitario astronauta debe hacer frente a la vastedad de la luna y a la agonía de una muerte lenta y cruel, al verse aislado del resto de la tripulación.

El nexo común de la mayoría de estas historias es el protagonismo de Okuchin, pero hay otras constantes que se repiten a lo largo de las mismas. En líneas generales, el autor pone de manifiesta conductas aletargadas, que subyacen en el fondo de la naturaleza de los seres humanos y hay una presencia destacable de elementos propios de la ciencia ficción, como los viajes en el tiempo, las invasiones alienígenas, la exploración del espacio, etc. Además, se aprecia en el desenlace de las historias cierto revanchismo para con las injusticias y las desigualdades sociales, una especie de oportunidad de enmendar las crueles diferencias surgidas como fruto del azar, con un sentido del humor convertido en una cruel sorna.

Además, hay que destacar la aparición del propio Tezuka en varias de sus historias, haciendo una parodia de sí mismo y aprovechando la oportunidad para poner de manifiesto las dificultades y las duras condiciones de vida que deben soportar los autores de manga.

El dibujo es una delicia, caracterizándose por los fabulosos y reconocibles diseños de personajes de este autor, un esfuerzo por entregar páginas trabajadas y ambiciosas, y, especialmente, por poner de manifiesto las geniales habilidades narrativas de su autor, que se muestra una vez más como un gran conocedor del lenguaje gráfico y domina a la perfección los tiempos del relato corto.

Cráter se presenta siguiendo el mismo formato y la misma estética que el resto de volúmenes de la Biblioteca Tezuka. Así, nos encontramos ante un tomo de tamaño A5 (150×230 mm), en tapa dura sin sobrecubiertas y con un total de 560 páginas, que reúnen los tres tomos que componían la obra originalmente. De esta manera, Planeta Cómic continúa ampliando esta imprescindible colección, haciendo justicia a la importancia de este autor y permitiendo acceder a obras a las que aún no habíamos tenido acceso por estos lares, dejándonos a la espera de nuevos títulos en los próximos meses.



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