Javier Vázquez Delgado recomienda: Veneno 13-18

Edición original:Venom 16-21, Web of Venom: Funeral Pyre y Absolute Carnage: Scream 1-3 USA.
Edición nacional/ España:Veneno 13-18 (23-28). Panini Cómics.
Guion:Donny Cates y Cullen Bunn.
Dibujo:Juan Gedeon, Iban Coelho, Mark Bagley, Alberto Albuquerque, Joshua Casara y Gerardo Sandoval.
Formato:Grapa, 24-48 páginas.
Precio:3€-5€.

Como ya hicimos en anteriores entregas que podéis consultar aquí, o aquí, toca el turno esta semana de analizar la siguiente tanda de grapas españolas de otra de las colecciones más saludables y exponentes de lo que está siendo Marvel en estos últimos años. Me refiero, como ya habréis imaginado por el título de la reseña a Veneno, al Veneno de Donny Cates.

En esta ocasión, Cates colabora con diversos guionistas y dibujantes, puesto que esta remesa de números (que continúan los que ya analizamos aquí y aquí), tanto los canónicos de la serie como los especiales Pira Funeraria y Grito, no son si no los tie ins de la serie con Matanza Absoluta, el evento del que hablamos en esta reseña, y con el que Cates quería llevar al personaje a su enfrentamiento definitivo con Knull y con el propio Matanza.

Por eso, y desde ya, desaconsejamos la lectura de estas grapas si no habéis adquirido ni leído Matanza Absoluta, puesto que las mismas nos se entienden sin haber leído el evento, el cual además, se aconseja leer intercaladamente con estos números para aprovechar al máximo la experiencia.

Pues bien, si Matanza Absoluta narra en sus cinco números la batalla contra Knull en sus diferentes estadios (preparación para la misma, derrota del protagonista y consiguiente análisis de la situación que lleva a la derrota del villano) estos números se van al aspecto más cotidiano y psicológico del personaje, analizando muy bien la relación entre Eddie Brock y Dylan en este contexto de caos absoluto en el que el segundo no sabe que es hijo del primero, pero en el que Brock trata de protegerlo a toda costa, adquiriendo aquí el personaje un nivel de maduración y responsabilidad nunca antes visto desde su creación.

Así, estos números pueden ser leidos como una carrera de fondo de Eddie Brock, buscando a toda costa la protección de su hijo haciendo para ello extraños compañeros de cama, entre los que desde luego destaca el Hacedor, una de las mejores creaciones del Universo Ultimate que quizás por eso ha sobrevivido junto a Miles Morales al fin y quema de éste.

Además, y como he anunciado al principio, se incluyen en estos números, dos especiales: Pira Funeraria y Grito, los cuales no buscan si no traer de vuelta a distintos portadores del simbionte que surgieron en aquellos locos años noventa en los que Veneno u otros simbiontes invadían las librerías, y que vuelven ahora a la palestra al necesitar Knull lo que queda de simbionte en ello para completar su entrada en este mundo y alcanzar el poder absoluto.

En ese sentido, resulta muy hábil la labor no solo de Donny Cates, si no también de autores como Cullen Bunn, que demuestran aquí tener un conocimiento más que holgado de una de las épocas más oscuras de Marvel que revitalizan aquí, otorgándole una renovada identidad en la que no caben los complejos, y es que todas estas grapas, como el evento con el que se cruzan, huele constantemente a noventerismo, pero sacando lo mejor de aquella década y sin obviarlo para construir una historia genial que bebe de Protector Letal, Matanza Máxima y otros tantos cómics denostados con el paso del tiempo pero que construyeron la semilla de la importancia de los simbiontes en Marvel que tan bien están utilizando Cates y sus seguidores.

Además, con Mark Bagley al dibujo, uno de los ilustradores que mejor sabe ilustrar simbiontes, comienza en el último número de esta nueva tanda de grapas, Isla Veneno, el siguiente gran arco argumental de la serie en el que Eddie Brock vuelve a aquella mítica isla a la que se exiliaría en los noventa para tratar de encontrarse a sí mismo, y de purgar todo rastro de Knull y de Matanza de su ser, llevando Cates al personaje por un viaje místico que analizaremos en las siguientes entregas de esta colección y que promete muchísimo.

Varios son los dibujantes de estos números, como podéis ver en la ficha de esta reseña, cada uno con su particular estilo, y sin que ninguno llegue a destacar por encima de otros o sin que podamos hablar en ningún caso de mal dibujo, aunque es cierto que tras la marcha de Ryan Stegman que volvió brevemente para el evento principal, la serie adolece de un baile de dibujantes que hace que la misma pierda estabilidad y coherencia. Esperemos que Mark Bagley se quede un tiempo razonable, puesto que su dibujo es magnífico, un fiel ejemplo de la evolución del artista con el paso del tiempo, y hace gala de un arte del que nunca nos cansamos de disfrutar.

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