Javier Vázquez Delgado recomienda: Batman y los Outsiders – Primera temporada
Edición original: Cursed Comics Cavalcade núm. 1 USA (extracto Mercy Killing), Batman and the Outsiders núms. 1 a 7 USA, Batman and the Outsiders Annual núm. 1 USA (one-shot).
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guion: Bryan Hill.
Dibujo: Cian Tormey, Dexter Soy, Max Raynor.
Entintado: Dexter Soy, Max Raynor.
Color: Veronica Gandini, Luis Guerrero.
Formato: Rústica, 208 páginas. A color..
Precio: 20,50 euros.
La vida esta llena de ciclos. Lo que pasó acaba por volver de manera renovada pero sustentada sobre una idea, un concepto o un diseño de antaño. Es el caso de este grupo, los Outsiders, que empezaron su andadura en agosto de 1983 tras el abandono de Batman de la Liga de la Justicia. Sin embargo, no fue en ese primer número donde se viera al grupo por primera vez en acción, ya que debutó de manera oficial en el Brave and the Bold #200, en el que Mike W. Barr presentaba al grupo con dibujo de Jim Aparo.
Aquella aparición sorprendió a los aficionados y la llegada de la serie regular pudo satisfacer la curiosidad que había despertado entre los lectores. Fue entonces cuando pudieron empezar a conocer mejor a Halo, Metamorpho, Relámpago Negro, Katana y Geoforce. Más tarde, en el número 32, Batman abandonaría el grupo y se uniría a la formación Looker y Windfall. La serie tuvo un total de 38 números, siendo sustituido Jim Aparo por Alan Davis en el número 21. Un grupo especial y muy querido por los aficionados al Universo DC.
En 1985 llegó Crisis y el Universo DC cambio para siempre.
Desde DC había confianza plena en el grupo y se puso en marcha una serie en 1986 (en paralelo con la que compartían con Batman hasta 1987) en la que se despojaban en el título de toda mención al Caballero Oscuro, para lucir un elegante logo donde solo se hacía referencia a Los Outsiders. El grupo seguía siendo escrito por Mike W. Barr, que además de forma algo insólita, ejercía también de editor de la serie.
En 1988, Geoforce disolvía el grupo y esta andadura acababa de forma definitiva.
En 1993 en DC recuperaron el concepto de los Outsiders, con Mike W. Barr de nuevo a los guiones y a los lápices Paul Pelletier. La alineación sufrió un cambio drástico quedando del grupo inicial Katana, Halo, Looker y Geoforce. La nueva propuesta no tuvo el éxito deseado en los convulsos años noventa y la serie cerró tras 24 entregas.
Ocho años más tarde (2003) le llegó una nueva oportunidad al grupo tras lo narrado en Titanes / Young Justice: Día de Graduación, en la que las dos formaciones emprendían caminos muy dispares. Mientras que Johns se encargaba de recuperar lo mejor de los Titanes de Wolfman y Perez, Judd Winick encargaba el escribir una nueva encarnación del grupo con Nightwing al frente, con un enfoque claramente urbano, rebelde y hasta cierto punto más realista. Winick apuesta por una formación que tiene reminiscencias al grupo original, con Metamorpho (con sorpresa) y Katana de forma esporádica, con Trueno (la hija de Relámpago Negro), a los que se unen el nuevo Capitán Bumerang, Arsenal, Grace e Índigo.
La serie terminó en 2007 (donde Batman asumiría de nuevo el liderazgo, cerrando un nuevo ciclo), para dar paso a Batman y los Outsiders de la mano de Chuck Dixon y Julián López. Una serie que vio sus planes truncados, tras 14 entregas, cuando Batman murió en su serie regular, siendo a partir de ese momento constituida como el volumen 4 de los Outsiders, respetando la numeración anterior. En esta encarnación seguirían vinculados tres miembros de la alienación inicial, Katana, Metamorpho (todo un estandarte del grupo, junto con Katana) y Geoforce.
Tras esta andadura llega el último volumen (2009), hasta el que nos ocupa, de la mano de Peter Tomasi y Fernando Pasarín, que tras 11 entregas ceden el testigo a Dan Didio y Philip Tan. En la entrega 40 de la serie se acabó su andadura y quedó cancelada de forma definitiva, desapareciendo en 2011 cualquier mención al grupo y no ha sido hasta el 2019, primero en Detective Comics y después ya en su serie regular, cuando se le ha dado una nueva oportunidad da este grupo de la mano de Bryan Hill y Dexter Soy.
La nueva encarnación de la que ahora llega en su primer tomo, de la mano de ECC, y dentro de su iniciativa Primera Temporada, el arco argumental con el que el grupo da inicio a una nueva andadura editorial en busca del favor de los lectores.
La propuesta se abre con una misión impulsada por Batman para la cual cuenta con el grupo visto en Detective Comics, compuesto por Relámpago Negro, Katana, La Señal y Huérfana. El objetivo es rescatar a una joven con poderes que ha despertado el interés de uno de los villanos más peligrosos del Caballero Oscuro, lo que se traduce en una carrera a la hora de localizar a la joven. Una premisa poco original, muy básica, centrada en dar una simple excusa con la que poder poner en marcha al grupo e ir desarrollando los problemas internos con los que deben lidiar.
Y es que Hill quiere ir desarrollando el entramado que hay entre sus miembros, creando una clara dupla entre ellos. Katana y Relámpago Negro, que comparten un denso pasado, son una de ellas, mientras que Cassandra y Duke van construyendo una relación estrecha en la que Huérfana quiere ayudar a La Señal a lidiar con sus profundos traumas. Con esta balanza la trama se desarrolla a golpes mientras se añaden más componentes vistos una y otra vez, como definir quien es el líder del grupo, las dudas del que se supone es el líder, mientras debe lidiar con un grupo que apenas puede funcionar como tal.
Son elementos que parte de los tópicos, pero que Hill explota de forma eficaz, sin llegar a resultar totalmente atractivos. El conjunto funciona, pero se nota cierto traqueteo, cierto roce en el fluir de la historia, que no acaba de cohesionar dentro de la trama de manera plena, convirtiéndose un mero entretenimiento que tiene visos de poder dar mucho más de sí en posteriores entregas.
Sin duda este regreso del grupo no es una vuelta a los orígenes, siendo el tratamiento de Hill de los personajes poco consistente en algunos momentos. Si se preocupa de ir buscando huecos donde insertar los nuevos añadidos que precisa para que comience a funcionar de forma orgánica. Dichos añadidos se sienten algo apretados y no acaban de funcionar por la caracterización tan oscura que hace de todos y cada uno de los miembros, dejando de lado uno de los aspectos más relevantes del grupo, en sus múltiples encarnaciones, que era encarar sus acciones con un punto de desenfado que aliviaba mucho al conjunto.
Hay margen para la mejora y en general convence lo que Hill plantea, siendo además un interesante añadido el primer anual de la colección que profundiza sobre Katana y su relación especial con su espada…
En el dibujo Soy se muestra muy errático y rígido en algunos momentos de la narración, siendo capaz asombrar en una viñeta y sorprender por su falta de dinamismo al pasar la página. Le falta trabajo de fondos y debe mejorar mucho su puesta en escena, así como su narrativa visual, algo que con Hill a los mandos la serie necesita con urgencia.
Hill busca lograr que el grupo se asiente como entidad, sin mirar el pasado, pero sin despreciarlo, por lo que hay margen para la mejora al tiempo que se puede disfrutar de un trabajo correcto, pero sin estridencias.
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