Javier Vázquez Delgado recomienda: Reseñas DC USA – Wonder Woman #759

Edición original: Wonder Woman #759.
Guion: Mariko Tamaki.
Dibujo: Mikel Janín.
Color: Jordie Bellaire.
Formato: Grapa, 23 páginas. Color.
Precio: 3,99$.

Se debe reconocer que la gran amazona de DC no ha contado con la mejor de las suertes en el apartado creativo. Después de la maravillosa etapa de Greg Rucka, Liam Sharp, Nicola Scott y Bilquis Evely bajo el sello Renacimiento, el personaje se ha acabado estancado después de la mediocre estadía de James Robinson al frente del título, solo usada como pretexto para devolver a la vida a Darkseid. Parecía que la llegada de G. Willow Wilson, la creadora de Kamala Khan alias Ms. Marvel, iba a suponer una bocanada de aire fresco pero sin embargo, se ha quedado en la más absoluta intrascendencia: La guionista no logra cogerle el punto al personaje y solo logra volver a convertir a Ares en un villano. No considero que sea del todo culpa suya, ya que la segunda mitad de su etapa se convierte en un largo enfrentamiento contra Cheetah englobado bajo el acontecimiento de El Año del Villano. Wilson no termina esta trama, que es retomada por su sucesor, Steve Orlando. El escritor muestra su buen hacer y escribe algunos números verdaderamente prometedores. Sin embargo, el interés en la serie es bajo, qué no en el personaje que ha sido considerablemente desdibujado por numerosos guionistas, y las ventas flaquean. DC debe mover ficha y que el personaje tenga un equipo creativo a la altura de las series de Batman y Superman y por fin ha llegado.

Mariko Tamaki es uno de los nombres del momento. La guionista se ha llevado dos premios Eisners este mismo año: Mejor publicación para lectores entre 13 y 17 años a su novela gráfica Laura Dean me ha vuelto dejar junto a Rosemary Valero-O´Connell (que ganó el Premio a Mejor Artista) y Mejor Guionista por el trabajo anteriormente mencionado y por el mayor éxito en la nueva línea de novelas gráficas juveniles de DC Comics de la mano de Steve Pugh, Harley Quinn: Cristales Rotos, donde ofrece una magnífica historia de autoconocimiento y tolerancia con sus propias versiones de los personajes de la editorial. Con estos precedentes, Tamaki es una de las escritoras más cotizadas del mercado del cómic estadounidense actual y es por ello que la editorial ha decidido contar con ella para relanzar Wonder Woman.

El apartado gráfico no podía ser menos y es que, si bien el nivel artístico de la serie en las anteriores etapa sera de un altísimo nivel (Xermanico, Cary Nord, Jesús Merino…) y era lo que menos se le podía reprochar a los anteriores números, la colección necesitaba un gran nombre para atraer todas las miradas. Y este es el caso de Mikel Janín. El dibujante pamplonés viene de hacer una de las más aclamadas etapas de Batman, la dibujada por Tom King, y poder contar con él en este nuevo comienzo de Wonder Woman es un gran reclamo para nuevos lectores junto al de la guionista.

En el número se puede ver como Diana se instala a un nuevo apartamento, conoce a un nuevo personaje secundario y tiene que lidiar con una mujer que ha sido controlada mentalmente. A la heroína no le cuesta mucho dilucidar quién es el responsable de todo esto. Es un número que va al grano, cuya primera mitad sirve como introducción al personaje. Claramente es una declaración de intenciones. La editorial es consciente de que muchos lectores potenciales pretenden incorporarse a las aventuras de Wonder Woman con esta entrega y es necesario hacer una introducción sobre la misma para que no se puedan sentir algo desubicados.

Se denota claramente la influencia de Wonder Woman 1984 en este nueva etapa ya que el primer villano al que tiene que hacer frente Diana es Maxwell Lord. El antiguo asesor de la Liga de la Justicia Internacional se convirtió en un consumado villano en Crisis Infinita cuando mató a Blue Beetle de un disparo y la amazona le rompió el cuello como respuesta. Desde entonces, los enfrentamientos entre ambos han sido comunes y ya es miembro de pleno derecho en la galería de antagonistas del personaje.

Todavía es muy pronto para hablar de la calidad del comienzo de esta etapa pero este número es una buen cómic y que supone un gran punto de partida. Reconozco que soy más fan del trabajo de Tamaki en sus novelas gráficas, bastante más que en sus acercamientos a series regulares de superhéroes aunque reconozco su buen hacer en colecciones como Hulka (donde Jason Aaron ignoró completamente su tratamiento del personaje en sus Vengadores) o X-23. En este numero reconoces claramente a Diana y sus motivaciones y eso ya es un alivio de entrada. Ella puede marcar la diferencia en la caracterización del personaje, el cual, desde que se fue Rucka ha adolecido de una caracterización de marcado carácter violento, solo resaltando su faceta de guerrera de forma descaradamente violenta (algo que recientemente ha parodiado Grant Morrison, escritor de Wonder Woman: Tierra Uno, en el segundo número de Green Lantern: Blackstars) en vez de las otras: heroína, embajadora por la paz…

Janín está esplendido en el dibujo y el color de Bellaire hace maravillas a su trabajo. Sin duda está al nivel, o incluso más, de su estancia previa en Batman. Ojalá permanezca por mucho tiempo en la colección porque puede hacer mucho bien por el futuro de la colección.

Wonder Woman #759 es una alegría, porque puede suponer el principio de algo bueno, de que Diana pueda llegar a los altos puestos de venta, donde merece estar y que sea tratada por autores que de verdad comprendan al personaje y lo que representan. Ojalá Tamaki tenga numerosas ideas para una larga etapa y que no solo sea a corto plazo porque lo que necesita más que nada Wonder Woman es asentarse en el plano creativo durante unos años y que se vuelva a ver una etapa que la devuelva a la grandeza como las de George Perez, Greg Rucka o Phil Jimenez. Solo el tiempo dirá si ocurre esto pero por el bien del personaje espero y deseo que si.



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