Javier Vázquez Delgado recomienda: Magazine Marvel España – julio 2020

Nace Magazine Marvel España, una nueva sección mensual que publicaremos cada primer jueves del mes con el objetivo de intentar desgranar al máximo la información concerniente a las publicaciones de Panini Cómics, licenciataria en nuestro país de todo lo que atañe a Marvel Comics (con la excepción de Star Wars). En esta publicación encontraréis cada mes columnas de opinión, análisis de novedades, de los debuts mensuales, además de recomendaros la que por diferentes motivos es la obra, a nuestro entender, más destacada o sencillamente aquella serie que no os podéis perder sí o sí. Para complementar, habrá entrevistas con autores y tendremos a Julián Clemente, el editor Marvel de Panini Cómics, hablando de novedades presentes y futuras.

Esperamos que esta nueva sección os guste; esperamos vuestros comentarios y sugerencias.

TITULARES

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Columna de opinión

Por la lectura de la introducción que se incluye en Marvel Omnibus. Conan el Bárbaro: La Etapa Marvel Original 1, somos conocedores de la mano de Roy Thomas del ferviente interés que el guionista tenía, así como Marvel Comics, en publicar una serie de cómics con un personaje del mundo de la espada y la brujería. Por una alineación de los astros, todo confluyó en la publicación de Conan por parte de la Casa de las Ideas. Fueron tres décadas de historias, entre 1970 y 2003, y a pesar de que hay muchas sombras en estos 30 años, no es menos cierto que durante una temporada superó en ventas incluso a Spiderman.

Tras la adquisición de los derechos del Cimmerio por parte de Dark Horse en 2003, una nueva edad dorada comenzó para Conan. Dentro de Marvel Comics el Bárbaro había entrado en un ocaso del cual no se auguraba nada bueno. La fortuna sonrió al personaje y con la nueva editorial grandes autores dieron su versión de la era Hyboria, con un resultado magnífico y acorde a los tiempos.

Varios años después, y en un golpe de puro marketing, Marvel Comics anunció que retornaban los derechos sobre Conan. La editorial apostó por valores seguros como Jason Aaron (en ese momento uno de los guionistas en alza debido a su paso por Thor) y Mahmud Asrar, que aseguraba ser un gran admirador del mítico John Buscema. Por otro lado, se decidió resucitar La espada salvaje de Conan. La primera saga corrió a cargo de Gerry Duggan y Ron Garney, con portadas del gran Alex Ross.

Así las cosas, lo que parecía un futuro prometedor, se ha convertido en una gran decepción. Jason Aaron se encuentra en horas bajas a nivel creativo, y su aportación a la mitología de Conan se ha transformado en una docena de números muy aburrida. Su sistema, idéntico al utilizado en The Mighty Thor, mostrando futuro y presente, ya no ha supuesto una aportación de interés para nuestro Cimmerio. La labor gráfica, simplemente ha sido correcta, y no porque Asrar sea un mal dibujante, sino porque no sienta bien al personaje. Por otro lado, La Espada Salvaje de Conan de Gerry Duggan y Ron Garney ha conseguido en sus seis primeros números salvar a la franquicia, dándonos una correcta y ciertamente notable aventura con un Garney que intenta homenajear a Buscema regalando una serie de viñetas de gran calidad. Pero aun así, debo decir que estos seis números no enganchan lo suficiente y por ello han pasado desapercibidos.

Analizando las miniseries de “Age of Conan“, tanto Valeria como Bêlit son completamente prescindibles. Y sus equipos creativos ni siquiera consiguen llamar un poco la atención, generar algo de interés sobre dos importantes secundarias que han acompañado a Conan en su larga historia.

Recorrido este camino de penitencia, nos encontramos, por parte de Marvel Comics, en lo que entiendo que es un grave error. Traer a Conan a la actualidad del Universo Marvel ha sido una idea descabellada. Salvajes Vengadores es algo tan fuera de lugar que lo único que ha conseguido es que se rechace cualquier acercamiento de Conan en la actualidad editorial. El Cimmerio no está ocupando el lugar que le corresponde y simplemente hay que acercarse a las ventas USA, viendo cómo se pierden lectores mes a mes.

Pero en este desierto hay un oasis. Ese paraíso es la apuesta por parte de Panini Cómics en la publicación de material clásico. Los Omnigold y MLE son magníficos, y la reciente publicación en un formato más cercano de La Espada Salvaje de Conan se torna como un imprescindible. Las ediciones son de diez, y ello supone acercarse a la versión genuina de Conan; advirtiendo ya que es una versión no digerible por todos los lectores.

En conclusión, el buen tratamiento de Conan por Dark Horse para nada hacía sentir el deseo de un cambio de rumbo y de editorial: ¿por qué cambiar si algo funciona bien? La esperanza no se pierde nunca y puede que se remonte el vuelo, pero en el peor de los casos, siempre tendremos el material clásico genialmente editado y publicado por Panini Cómics.

Análisis de novedades (grapas y tomos)

Llega el momento de hablar de aquellos cómics marvelitas que este mes inundan nuestras librerías y que o bien tenéis que comprar sí o sí, o como mínimo tenéis que haceros con ellos para saber qué es lo que está pasando ahora mismo en Marvel.

Este mes tenemos de todo: irlandeses que vuelven a escribir sobre los justicieros que tanto aman, fundaciones que emprenden nuevas aventuras, obras clásicas que encuentran su final en forma de epílogo nunca pedido pero bien recibido, e incluso líneas editoriales futuristas que retornan a nuestras tiendas posiblemente para hacer mutis por el foro más pronto que tarde. ¡Comencemos!

Marvels: Epílogo

Este mes, encontramos una agradable sorpresa en los puntos de venta. Y es que, aprovechando la reedición completa del Marvels de Kurt Busiek y Alex Ross en formato facsímil, con portadas de acetato, Panini nos trae Epílogo, un precioso cierre navideño a la magnífica Marvels, que llegaría con fecha de 1994 para dejarnos un legado inexplicable, en nuestros corazones, en la casa de las ideas, y en el mundo del cómic.

Marvels cierra así su ciclo una vez más, con una grapa que todo amante de esta obra no debería dejar pasar.

2099: Alfa y Omega

Si estamos ante novedades destacadas en el ámbito marvelita, no podemos dejar de reseñar la llegada de un par de tomos muy curiosos, que, sin embargo, adolecen de una extrema falta de calidad. Y es que Marvel Comics decidió el año pasado resucitar la línea 2099 con unas cuantas grapas, en las que destaca el guion de Nick Spencer, y que, francamente, ni hacen honor a tan míticos cómics de los noventa, ni resultan en absoluto agradables a la lectura.

Este detalle no deja de ser curioso, ya que hablamos de resucitar 2099 en este 2020, tras años enterrado en el baúl de los recuerdos marvelita, y por eso no podemos dejar de comentarlo. Si sois absolutos fans de esta línea, aunque estas obras no la dejen en muy buen lugar, no prescindáis de ellas.

100% Marvel HC. El Castigador: Soviético

Finalmente, y para terminar, destacamos este mes el regreso de Garth Ennis al Castigador. Y es que, no contento con rizar el rizo de su célebre etapa en la línea MAX con El Pelotón, obra que llegó hace poco a nuestras librerías, el irlandés vuelve con Soviético, un magnífico tomo autoconclusivo en el que El Castigador tendrá que esclarecer la verdad tras los asesinatos de unos mafiosos rusos.

Para ayudarle en esta trepidante y asumimos que sangrienta labor, el bueno de Frank es dibujado por Jacen Burrows, un autor que con Neonomicon y, sobre todo, Providence, nos ha demostrado que es uno de los grandes del medio, habiendo trabajado en dichas obras, nada más y nada menos que junto a Alan Moore.

¡Un complemento fantástico para los tomos Marvel Saga del Punisher!

Debuts del mes

Llegados a este punto, es posible que penséis que nos hemos dejado muchas obras en el tintero, grapas o tomos de importante calado que irrumpen en este maravilloso Julio lleno de novedades marvelitas. Pues bien, no temáis, queridos zoneros, porque le toca el turno a dichos lanzamientos, esos lanzamientos tan importantes, que encuentran aquí su apartado propio.

LANZAMIENTOS TOMO

Fundación Futuro: Problemas en el Multiverso

Jeremy Whitley, Paco Díaz y Will Robson rescatan a la Fundación Futuro del olvido (la cual llevaba sin realizar apariciones de calado desde la etapa de Jonathan Hickman al frente de Los Cuatro Fantásticos) y la llevan a lo que mejor sabe hacer este grupo de pesos pesados intelectuales del edificio Baxter: navegar por el multiverso en busca de soluciones a problemas cósmicos. Sus esfuerzos se centran en el célebre Hombre Molécula, que deberá ser recompuesto por esta particular organización.

Fuerza de Asalto 1. Confía en Mí

Germán Peralta y Tini Howard, dos autores que están dando mucho que hablar en la Marvel actual, nos traen un cómic de esos claramente pensados para los amantes de las armas de gran calibre y la testosterona: Fuerza de Asalto. Tras la Guerra de los Reinos hacen falta héroes dispuestos a hacer lo que hay que hacer, sin miramientos de ningún tipo. Ellos son Ángela, Blade, Spiderwoman, Wiccan, el Soldado de Invierno, Mónica Rambeau y Daimon Hellstrom. Solos, son capaces casi de cualquier cosa. Juntos… más te vale correr cuando los veas, porque van a patearte el c**o.

LANZAMIENTOS GRAPA

Vengadores de los Baldíos 1

Ed Brisson y Jonas Scharf continúan lo que comenzó El Viejo Logan, y siguió en El Viejo Ojo de Halcón y El Viejo Quill. El equipo creativo prosigue aquí con una nueva alineación de Vengadores para este mundo devastado y conquistado por pérfidos villanos que se han repartido los Estados Unidos. Un renovado Hombre Hormiga y Hulk Junior serán los encargados de devolver el orden a un mundo que hace mucho tiempo que olvidó que los héroes existían, y que los malvados no ganaban la partida.

Doctor Extraño. Cirujano Supremo 1

Mark Waid, que ya lleva un tiempo razonable al frente de la colección de nuestro Hechicero Supremo favorito, ha decidido darle una vuelta de tuerca al personaje y romper uno de esos tabús de orígenes que en teoría son intocables (pero que en realidad nunca lo son). Esta vez le ha tocado el turno a las atrofiadas manos de Stephen Strange, que han sido curadas, permitiendo al buen doctor volver a ejercer la cirugía, al tiempo que compagina su pasión de otra vida con sus deberes como Hechicero Supremo. Un giro inesperado para una colección un tanto anodina que quizás así recupere el interés de los lectores.

Patrulla-X+4 Fantásticos

El nuevo statu quo mutante, orquestado por Jonathan Hickman, ofrece todo un cúmulo de posibilidades para el Universo Marvel. Y es que tener a todos los mutantes reunidos en Krakoa, que hace ahora las veces de hogar y de santuario de la poderosa especie, es un melón demasiado atractivo como para dejarlo abierto solo en las series con X. Chip Zdarsky y Terry Dodson son conscientes de esto, y por eso, nos cuentan qué ocurre cuando Franklin Richards, el primogénito de Reed Richards y Susan Storm, nacido con poderes y por tanto mutante, es llamado por los suyos a Krakoa, una llamada que no le conviene desoír…

Motorista Fantasma 1

Ed Brisson y Aaron Kuder traen de vuelta al Motorista Fantasma original, en una nueva serie en grapa, algo que se predicaba como necesario e inexcusable para un personaje tan atractivo y clásico como Johnny Blaze. Nueva colección en USA para uno de los tipos más duros de Marvel, que nos recuerda a una época en la que todo era posible a lomos de una motocicleta… previo pacto con un demonio deseoso de castigar a todo pecador. Lo sentimos, Robbie Reyes.

Iron Man 2020 1

Dan Slott da un giro de 180 grados a su etapa al frente del Hombre de Hierro y da sentido a este aciago 2020 con una nueva colección en la que Arno Stark, el hermano biológico de Tony descubierto en la etapa de Kieron Gillen con el personaje, está al frente de la armadura. Un intento por parte de Slott y de Marvel para que recuperemos el interés en una colección que no parece atravesar muy buenos tiempos, pero que con esta maniobra, como mínimo, nos ha hecho enarcar la ceja en la redacción. Veremos qué nos dice el paso del tiempo.

Guardianes de la Galaxia 1

Terminamos con un relanzamiento muy esperado para una cabecera que en la etapa previa gozaba de muy buena salud. Donny Cates ha terminado su trabajo al frente de los Guardianes de la Galaxia y ha dado paso a su sucesor; nada más y nada menos que Al Ewing. Marvel coloca a autores de calidad al frente de los parias galácticos que todos amamos y disfrutamos, y en esta ocasión el genial Ewing los pone cara a cara con dioses olímpicos, en una aventura de la que no tenemos duda que se convertirá en una epopeya.

El cómic destacado del mes

Amistoso Vecino Spiderman vol.1 #7

Nunca es agradable llegar al final de una historia si la misma nos ha encandilado y hecho disfrutar. Admitiendo la opinión de que es mejor que las cosas terminen si ya no hay nada más que contar o que experimentar, ello no es óbice para que quede un sentimiento de cierta melancolía. Tom Taylor nos ha regalado catorce números y de momento no tiene nada más que relatar. Es un cierre en toda regla que supone un trabajo para releer en el futuro, una y otra vez.

Aquellos que llevamos un cierto tiempo con el Trepamuros en la mochila, hemos padecido y disfrutado por igual de sus aventuras, pero lo que realmente siempre nos ha llenado es su vida personal, tan próxima a nuestro día a día.

Amistoso Vecino Spiderman destaca por Tom Taylor. El guionista nos presentado una saga en la que se hace un tratamiento secundario de los superhéroes, dedicándose en primera plana a construir personajes con los que sientes una conexión. Esta labor no es fácil e implica un esfuerzo adicional, transmitiendo multitud de sentimientos a la hora de leer cada una de las páginas. Taylor consigue hacernos reír y llorar ante un mismo problema.

La labor que ha llevado a cabo el equipo creativo de esta serie no ha sido llamativa en el sentido típico. No se buscaba eso, sino más bien hablar de tú a tú, entre amigos y sin llamar la atención en demasía, de cuestiones importantes y cargadas de sentimientos.

Sin ser “un éxito de taquilla”, tampoco parece ser que fuese la intención, durante estos catorce ejemplares se ha mantenido la tónica y el espíritu que se percibió ya en su número uno. Taylor ha usado sabiamente y con talento a Spiderman para enfrentarle a grandes problemas que afectan a millones de personas todos los días, desde el cáncer hasta la pobreza. Desde hace mucho tiempo, más del que debiera, muchos cómics de Spidey simplemente no parecen tener tiempo para este tipo de momentos o, si lo hacen, lo desarrollan de manera esporádica y pasando de soslayo. Construir una serie cargada de sentimientos no suele ser muy común en la mayoría de cómics de superhéroes.

Finalmente destacar a Juann Cabal, dibujante cuyo arte hemos de alabar; su trazo, sus maravillosas composiciones de página y la expresividad de cada uno de los personajes, nos ha dejado con la boca abierta. Lamentablemente, en esta despedida no ha podido brillar, dada su ausencia, en la recta final de la serie.

Amistoso Vecino Spiderman ha sobresalido con luz propia en 2019 y 2020. Dejarte en el tintero esta serie es un error, y este mes supone un “no te los puedes perder” en toda regla. Esperemos que la despedida de Tom Taylor sea un “hasta luego” y volvamos a sentir, amar, reír y llorar con nuestro querido y amistoso vecino, Peter Parker.

No te puedes perder… Daredevil, de Chip Zdarsky y Marco Checchetto

La nueva serie de Daredevil está resultando una de las grandes sorpresas de la Marvel actual, destacando entre las colecciones mes a mes. Incluso desde los premios Eisner han dado buena cuenta de ello, nominándola a Mejor serie regular; no es para menos, ya que el trabajo que están realizando Chip Zdarsky y Marco Checchetto es digno de todos los elogios, recuperando al Matt Murdock más ligado a las oscuras calles de la Cocina del Infierno, su gente y volviendo al toque noir y policíaco.

Si repasamos la historia de Daredevil observaremos que, como todas las series de este tamaño, ha tenido sus altibajos, es natural. Sin embargo, la inmensa mayoría de sus historias resultan como mínimo interesantes, teniendo ciertos puntos, conocidos de sobra por el público, que la hacen brillar más que muchas otras. El personaje nace dentro de su propia colección, el en número uno de Daredevil de 1964, por Stan Lee, como no podía ser de otra manera, y Bill Everett a los lápices, con la intención de crear un personaje de un estilo aventuresco cercano al tono llevado en Spiderman, con una salvedad, Matt Murdock era invidente. No se trata del primer héroe con una discapacidad, ni siquiera el primero de la Casa de las Ideas, pero tiene el honor de ser el más representativo por su fama, protagonismo y longevidad de su cabecera, no en vano esta nueva serie de Daredevil comienza con la numeración Legacy-613.

Los años pasan y grandes autores siguen con esas aventuras de Matt Murdock. Gene Colan, Roy Thomas o Steve Gerber, por citar algunos, asentaron la colección, pero el gran giro que lo marcaría para toda la vida se lo dio Frank Miller, sacándolo del estilo habitual utilizado en los cómics de superhéroes de la época y llevándolo a un terreno que el autor conoce bien, el género negro. Si bien es cierto que tiempo después se intentó hacer regresar a Daredevil al lado más luminoso, véanse las etapas de Karl Kesel o Joe Kelly en los noventa, casi todas las grandes historias de Daredevil suceden cuando se va hacia el noir. Se liga así al Hombre sin Miedo con el cambio que hace Miller, algo lógico, pero hay otro detalle que resulta interesante y oportuno, a saber, que aún siendo un personaje con el que Frank Miller puso el listón muy alto, otros autores han conseguido llegar a ese nivel, haciendo que sea una colección con muy buenas etapas.

Permitidme que personalice, cada vez que una de esas etapas acaba siempre me viene lo mismo a la cabeza: “esto no se va a repetir”, aunque ya la historia temprana nos enseña que no es así. Con unos números intermedios, la sucesora de Miller fue Ann Nocenti, en una asombrosa y larga etapa, que no tiene nada que envidiar a la anterior, dibujada en su mayoría por un pletórico John Romita Jr., donde se seguía el tono de Miller, pero haciendo mayor hincapié en el trabajo de Matt Murdock como abogado. Al final de este periodo, en 1991, se intentaron varias maniobras, con alguna saga interesante, para volver a despertar el interés por Daredevil que habían traído los dos anteriores guionistas, aunque el gran público solo volvió a mirar para él cuando se inició el sello Marvel Knights y se dio su colección a Joe Quesada y al cineasta Kevin Smith. Ahí daría comienzo el relanzamiento de Daredevil, escalando una montaña de calidad ampliamente reconocida. Si a Smith y Quesada les sucedía David Mack como autor completo, era precisamente éste el que sugería a su sustituto, Brian Michael Bendis. Bendis se pasaría cinco años en la colección, superando a su guionista más longeva hasta el momento, Ann Nocenti, y le llevaría a ganar dos premios Eisner como mejor escritor y otro más que se lleva la propia serie de Daredevil, en una etapa caracterizada también por el estilo del dibujante, Alex Maleev. Ambos llevaban a Murdock al terreno de Miller con reminiscencias a la propia Nocenti. Que Bendis es conocedor de los géneros negro y detectivesco es algo que deja claro en sus obras anteriores, Jinx, Torso o Sam & Twich, así como en las coetáneas, Powers o Alias en Marvel. También lo es su sucesor, Ed Brubaker, considerado uno de los mejores escritores de noir en el noveno arte, de hecho también gozó de varios premios, tres Eisner incluidos, por escribir Daredevil. Con respecto al dibujo, lo mismo podemos decir; Michael Lark hace una labor impresionante, lo que nos lleva a concluir que Daredevil necesita un guionista que lo entienda bien y un dibujante que sepa expresar su oscuro entorno, ¿o no?. Se dice que toda regla tiene su excepción y, tras una etapa algo insulsa, es Mark Waid con un plantel de dibujantes asombrosos como Paolo Rivera, Marcos Martín o Chris Shamnee, los que ofrecen una colección luminosa, aventuresca y con toques de humor, como lo fuera en sus inicios, pero a un nivel altísimo durante 36 números, consiguiendo además no ser tan rupturistas como parecía en un principio. Pero el lugar de Daredevil es el que es y Charles Soule, principalmente con Ron Garney, lo devolvía a las calles de la Cocina del Infierno para sufrir, en un tono que trataba de acercarse al género tan mencionado en este texto, pero añadiendo más elementos típicos de los superhéroes. La etapa tenía ideas muy interesantes, como siempre defenderé que es toda la colección de Daredevil, pero había arcos argumentales muy mal ejecutados, parecía que estábamos ante una nueva caída del hombre sin miedo, y entonces Marvel relanza y ficha a un nuevo equipo creativo.

Marco Checchetto ya había dibujado a Daredevil. La etapa de Andy Diggle (situada entre la de Brubaker y la de Waid) se llevaba algunos números del dibujante, además de ilustrar series donde salía, como Superior Spiderman o Punisher. Si bien es cierto que el autor evolucionó muy positivamente desde entonces, solo hay que ver la serie de Gamora de hace tres años, ya tenía buenas cualidades para ser uno de los grandes ilustradores de Daredevil, que no es decir poco precisamente. Este es su cómic, su gran obra hasta el momento y eso se ve desde la primera página, cuando Matt Murdock entra en un bar.

Ese inicio de serie así contado puede parecer un chiste, no sería de extrañar, el guionista es Chip Zdarsky y, además de ser una persona que derrocha humor en sus redes sociales, es un autor que consiguió reconocimiento gracias a series como Howard el Pato y ganó premios con cómics como Jughead o su creación propia, junto a Matt Fraction, Sex Criminals, donde además ejerce de dibujante, todas ellas caracterizadas por su humor. Pero Zdarsky ha demostrado también ser un guionista capaz de tocarnos el corazón, ahí queda ese Spiderman: Toda una vida, y hoy, aquí, se lanza con Daredevil a ese tono noir y detectivesco que tantas alegrías dio a los lectores, para demostrar que es un escritor más versátil de lo que inicialmente parecía.

La obra es totalmente continuista; la anterior etapa de Daredevil había acabado con él casi muerto, lo cual se solucionaba en una miniserie llamada “Hombre sin Miedo”, ya sin Charles Soule y con un equipo creativo formado por Danilo Beyruth y Jed Mackay, donde se iba explicando la recuperación de Matt Murdock, a la par que se trataba de alejar de su alter ego. Desde ese punto parten Checcheto y Zdarsky, con un plus añadido, no necesitan atar ningún cabo de la etapa de Soule. No es que se trate de una tabula rasa, el bagaje previo de Daredevil existe y está ahí. De hecho, en una de las primeras escenas él mismo reflexiona sobre su recuperación, asistimos a un Matt tratando de salir adelante, una vez más, de una mala situación. La forma en la que los autores realizan este arranque hace que la serie sea totalmente accesible, se puede poner perfectamente frente a un lector nuevo, las personas que solo se hagan con las grandes etapas del personaje entrarán a la perfección ya solo por los detalles que se cuentan al inicio, mientras que aquellos que llevamos décadas enganchados a su vida notamos la continuidad perfectamente hilada, como si no se hubiera cambiado de etapa, excepto por el tema de la calidad, que apunta muy alto.

La primera mitad del número uno es toda una declaración de intenciones, además de mostrarnos a Matt desde un punto de vista íntimo por sus dolores y su recuperación, en un sentido físico y mental, hay dos datos importantes, uno es un flashback del pasado en el que su padre lo lleva a la iglesia a confesarse, siendo pequeño, tras haber sido detenido por allanamiento de morada, lo cual tiene su importancia principalmente por la conversación con el cura, donde se muestra un sentido de la justicia que choca bastante con la concepción que se tiene de ella desde el estado. Esto es importante porque, además de volver a unir personaje y religión, el fondo principal de este inicio ya da a conocer que la justicia, como concepto, tendrá protagonismo. Fondo y forma en tan solo doce páginas, doce páginas para estar entre mis favoritas de la Marvel del momento, todo un logro. Los retazos del pasado seguirán, pero no para cambiar algo del personaje sino para ahondar en él.

El otro dato importante tiene nombre y apellido, se trata de Cole North y será tan relevante en la serie que casi se puede decir que es un co-protagonista. North es un personaje complejo, con mucha presencia y será un enemigo que dará muchos problemas a Daredevil, el principal que es un policía y es de los buenos. Con una presencia imponente, basada claramente en el actor Idris Elba, se dedicará a intentar acabar con la corrupción y los justicieros, siendo su objetivo principal el demonio de la Cocina del Infierno. Es imparable y tiene a la ley de su lado, todo un rival para Matt Murdock a diferentes niveles que le hará cuestionarse todo en un momento de gran debilidad para él. El gran giro llega ya desde el principio, cuando Daredevil mata a un atracador, es decir, los autores no se limitan a un choque entre dos, esto empieza a crecer hasta diluir el bien y el mal de manera que nos impide identificar quién se sitúa en cada uno de ellos, pero a todo esto unen la continuación de Wilson Fisk como alcalde de Nueva York, que ahora quiere hacer sus negocios legales, lo cual le traerá problemas a todo el mundo. Con esto tenemos una serie que se vuelve más real que nunca, sigue muchos de los dogmas de Daredevil creados por los grandes autores que le trataron en su colección pero consigue dar ese toque distinto y propio; tantos años girando sobre el mismo tema y aún hay hueco para algo de innovación, gracias a la introducción de nuevos personajes pero también a la evolución de Matt sobre su vida pasada, sin partir de cero, con una mochila muy cargada y cada vez menos fuerza. Resumiendo, el trabajo de Checchetto y Zdarsky es impresionante.

Y no nos podemos olvidar de las portadas, Julian Totino Tedesco realiza una magnífica labor, como es habitual en él, y que le ha servido para estar nominado también al Eisner de este año. Y es que a esta serie solo se le puede poner una pega, que Marco Checchetto es un dibujante algo lento y necesita tiempo, ya que el segundo arco argumental tiene varios dibujantes, entre los que hay un poco de todo, desde Lalit Kumar Sharma que se aleja, tanto en estilo como en nivel, del dibujante principal, o Jorge Fornés, que es una maravilla que no tiene nada que envidiar a nadie. Siempre es molesto que haya cambios de dibujantes, sucede muchas veces y parece que cada vez más, pero mejor eso que ver a Checchetto bajar su calidad por las prisas. Solo les falta que todos los sustitutos sean como Fornés.

Daredevil no es una serie perfecta, en el arte no existe la perfección, pero está cerca y apunta alto, esperemos que por unos cuantos años.

Hablemos de clásicos

Bienvenidos a esta pequeña sección que busca una tierna remembranza de lo clásico. Hoy vamos a hablar de mitos, porque estos nos acompañan como si fueran lejanas voces en nuestra memoria, tratando de aportar saberes de tiempos pretéritos. Ya sean mitologías clásicas o bien modernas, basadas en la era nuclear, sus enseñanzas no deben dejarse nunca de lado. Empecemos con algo muy Marvel como es la confección del imaginario alrededor de la Patrulla-X.

Las series mutantes se han convertido, para muchos lectores, en el sector preferido para vivir sus aventuras, no en vano sus protagonistas pronto asumieron el rol de “temidos y odiados” por ser distintos. Algo que en una sociedad que marca y abomina de aquello que cree diferente, rápidamente hizo que gran cantidad de personas fueran capaces de conectar con las vicisitudes que esos personajes ficticios debían pasar. Es un concepto con una gran capacidad de adaptación y que se ha probado exitoso durante unas cuantas décadas. Pero los X-Men no siempre fueron populares. Hubo una época bisoña, desde que fueron creados por Stan Lee y Jack Kirby en 1963, hasta el cierre de esos años sesenta y el inicio de 1970, que se probaron como una colección fallida, debido a sus bajas ventas. No es que todo fuera horrible, contaron con sus historias muy válidas, que se alternaron con números anodinos y villanos de poco calado. Varios autores trataron de darle el lustre necesario, pero apenas consiguieron conectar con la audiencia.

Uno de ellos fue Roy Thomas. El bueno de Thomas fue el sucesor designado por Stan Lee para continuar la cabecera, recién aterrizado en el mundillo editorial, tras la salida del editor en jefe. Se trata de uno de sus trabajos más flojos, por lo que después de una muy olvidable etapa decidió abandonar, para centrarse en otros menesteres, tras la friolera de veinticinco números, prácticamente dos años de su vida de guionista. Es lógico y normal pensar que Roy se sentiría atado sentimentalmente a esos personajes; el Profesor X, la Bestia, Cíclope, la Chica Maravillosa, el Hombre de Hielo y el simpar Ángel, la primera generación de mutantes en Marvel. Mucha gracia no le tuvo que hacer el pasear por el Bullpen y escuchar sediciosos rumores de cancelación. Así que con más tablas y mejor actitud, volvió a posicionarse como escritor titular a partir del X-Men #55. Y la providencia quiso traerle un regalo muy especial, la entrada de Neal Adams en la Casa de las Ideas.

Adams era un ilustrador con una tendencia al alza. En 1969 se encontraba trabajando para un gigante como DC Comics, en tebeos como Batman o Deadman, tras un periodo como titular de la tira de prensa Ben Casey, bastante popular por tratarse de una adaptación de una serie televisiva. Adams buscaba nuevos retos donde probarse y en Marvel se percibía que se daba mucha cancha a los creadores, por lo que se dirigió a las oficinas del edificio McGraw-Hill para descubrir que lo recibían con las manos abiertas. Ahora es cuando viene la poesía. No pocas veces repetimos anécdotas, frases míticas, con las que ciertos artistas parece que tratan de pasar a la historia. Cuenta la leyenda que a Neal Adams le dejaron elegir la colección que quisiera para trabajar en su nueva casa. Por supuesto, el dibujante dijo que se centraría en aquella que menos vendiera (como años después haría Kirby en su llegada a DC). Fuera como fuese, Neal fue asignado a X-Men donde se reuniría con Roy Thomas, a partir del #56. Se puede decir que da comienzo la magia.

El estilo de Adams impactó de manera general desde su misma llegada. Lo habitual era una narrativa organizada en paneles, muy clara, casi lineal, pero el dibujante se propuso romper cualquier tipo de barrera. Desde la primera portada de la que se hizo cargo, la de aquel lejano #56, rechazada por dos veces por los altos estamentos editoriales por vanguardista, pasando por secuencias cinemáticas de calidad superlativa, viñetas superpuestas, composiciones a doble página que quitan el hipo, rostros y expresiones con un tono de marcado realismo, uso del color con intenciones narrativas….. lo que hace el talento de Neal en estos X-Men no tiene parangón. Un estilo espectacular y atrevido, que en Marvel solo se le había permitido a Jim Steranko (el artista que le granjeó el acceso a las oficinas editoriales, gracias a su famoso “Hey. A Jim Steranko Effect”). Solo con su arte, esta cabecera pega un subidón de calidad de muchos quilates, después de años en manos de dibujantes mucho más convencionales, casos de Don Heck o Werner Roth.

Pero no es solo Adams el que lleva la colección a nuevos niveles de grandeza. Thomas, presto a resarcirse por su anterior paso, se muestra mucho más entonado, enarbolando tramas de corta duración pero de gran frenesí para el lector. Después de intentar el enfoque de “escuela para mutantes” en los inicios, los distintos autores acabaron por implantar el modus operandi de villano por episodio, con Magneto y su Hermandad como pieza más destacada. Si exceptuamos la brillante idea del perseguido, que introdujeron Lee y Kirby con su saga sobre los Centinelas, la colección se basaba en nuestros cinco protagonistas, auspiciados por su viejo profesor, salvando la amenaza del día. Roy decide que es hora de viajar por el mundo, de visitar lugares exóticos como la Tierra Salvaje, de potenciar caracteres frescos, como Polaris y Kaos, el hermano pequeño de Scott Summers, de añadir giros inesperados (¡atención a las figuras de Xavier y Magneto!), incluir un componente extra de melodrama entre los protagonistas, disfrutar de enfoques cercanos a la ciencia ficción…. en definitiva, agitar un poco la coctelera y ver que salía de ahí.

Pero no podemos olvidarnos de lo que hace grande a esta formación, el “odiados y temidos”. Roy y Neal se atreven a dar su particular versión de la Saga de los Centinelas. Como si tratara de una cuadratura del círculo, un homenaje necesario, retomamos la cuestión de la problemática social, que apenas apuntaron Lee y Kirby, y le damos una vuelta de tuerca. No se puede negar que Thomas era un hombre de su tiempo, atento a los cambios que se producían en su país respecto a los derechos civiles. No hay más que ver su tratamiento de las féminas de la colección para apreciar una mejor sensibilidad para con el género femenino.

Es esa la mejor característica del enfoque del nuevo equipo creativo, pese a que no se avista un objetivo, un punto final al que las aventuras de los X-Men se dirijan; nos encontramos ante una etapa trufada con un montón de buenas ideas y un innegable sentido de la aventura, todo ello regado con un arte que se mantiene sólido y espectacular, tan atractivo y estimulante como en el mismo día en el que se publicó, a cargo de Neal Adams y Tom Palmer. Y añadimos algo que se suele pasar por alto, sentó las bases para el futuro, para una segunda generación de mutantes que trasladaron el concepto a lo más alto de su popularidad. Si saben buscar bien, en las páginas de Thomas y Adams encontraran influencias para la posterior era comandada por Chris Claremont.

A Martin Goodman no le impresionó para nada el salto de calidad de estos X-Men. Manejaba ciertos datos de ventas y estos parecían abocar a la cancelación, hecho final que se produjo en marzo de 1970 (fecha de portada). Pero poco a poco esos números fueron variando, subiendo de manera acusada. Al final, la Patrulla de Thomas y Adams había gustado mucho al respetable. Gracias a esto, el título se mantuvo en los puntos de venta, aunque fuera en formato reediciones. Se habían plantado las semillas; el camino quedaba trazado. Una nueva mitología moderna estaba dispuesta a nacer.

Siguiendo el hilo de la mitología, permitan que nos retrotraigamos a los albores del tiempo. Siguiendo los designios de nuestros aedos particulares, Steve Englehart y John Buscema (quizás a alguien de la audiencia les suenen remotamente sus nombres), nos adentramos en una era donde la humanidad apenas andaba en pañales y los dioses campaban orgullosos sobre la faz de la Tierra. Dos panteones destacan sobre el resto, el asgardiano y el olímpico; Thor y Hércules eran personajes de Marvel creados a primeros de los años sesenta (1962 y 1965, respectivamente). Stan Lee estuvo muy interesado en incluir un fuerte componente mitológico en las colecciones de la compañía, tanto que desde el mismo principio (Journey into Mistery Annual #1) se produjeron los primeros enfrentamientos entre ellos. La lucha de titanes. Llegados a los años setenta, contamos con un anual (el #5) muy especial, donde se nos presentan las primeras fricciones entre olímpicos y asgardianos. Un hito histórico que solo unos pocos se precian en conocer.

El argumento nos habla de la misma creación de los mundos, del reparto de papeles en el juego cósmico, de fricciones, rivalidades, de política tras la cortina, traiciones (estando Loki bien implicado en la trama, es algo más que habitual), de orgullo, honor, camaradería….. pero sobre todo, de guerra, de lo que esto representa y de cómo a veces la victoria en el campo de batalla se convierte en un simple consuelo para el ganador, el auto convencimiento de un camino mesiánico que se verá alterado en el futuro, por la gloria del Padre de Todos.

La intrahistoria que rodea este especial es que se suponía el inicio de algo más ambicioso. Los años setenta en Marvel supusieron la eclosión del magazine, del mercado pensado para lectores adultos. Toda una pléyade títulos, alrededor de variadas temáticas, surgieron al amparo del sello Curtis. Thor tenía pensado el paso a la zona del blanco y negro en una nueva colección que se llamaría Thor The Mighty, con fecha de publicación 1975. La dupla creativa se componía de los ya citados Englehart y Buscema, con el acompañamiento en las tintas de Tony DeZuñiga, un especialista en la plumilla. Nos sabemos el porqué, pero el proyecto fue cancelado. Algo que dolió y mucho a Steve Englehart, puesto que tenía pensado dedicarle sus principales esfuerzos. El mercado del magazine Marvel entró en franca recesión a mediados de la década, por lo que las altas instancias, muy probablemente, optaron por no empezar esta empresa, que presuponían con fecha de caducidad cercana.

La cuestión es que nos encontramos ante un material de altísima calidad, como bien se apercibieron los editores de entonces, Gerry Conway y Archie Goodwin, por lo que decidieron que era una injusticia tenerlo en un cajón; se publicaría como anual de la colección regular en el verano de 1976, con el coloreado de Don Warfield. Se daba la circunstancia de que teníamos a un recién retornado Jack Kirby de nuevo en la editorial, por lo que se le pidió que realizara la portada, quedando una ilustración que conectaba de manera directa con aquel Journey into Mistery Annual #1, que precisamente ilustró Kirby. Ambos especiales quedaban de esa manera interrelacionados para los restos como el comienzo del camino conjunto de las dos entidades mitológicas más importantes de la compañía, tal como eran el Hijo de Odín y el León del Olimpo.

Por primera vez, podemos disfrutar de este número de manera unitaria, desde que se publicó en la lejana época de Forum, en el formato Marvel Facsímil. Más de cuarenta páginas donde observamos a dos inmortales orgullosos, en su momento enemigos enconados, pero que las vicisitudes y el paso de las eras han transformado de manera evidente. La mitología, al igual que la vida de los simples mortales, moldea a sus protagonistas y los lleva por senderos inesperados. Thor y Hércules lo saben bien, y lo seguirán demostrando por los siglos de los siglos, siempre que haya alguien recuerde sus aventuras.

Otras reediciones

Pero no todo son novedades de indiscutible actualidad, o clásicos de innegable solera. También existen otras reediciones que encuentran aquí un nuevo formato, para hacerles justicia o para llenar las estanterías de quien en su momento no pudo disfrutar de ellas.

En esta ocasión contamos con el tercer recopilatorio de los Guardianes de la Galaxia de Brian Michael Bendis, que recopila la saga del Vórtice Negro, un crossover entre la parcela cósmica y los mutantes en el que se enfrentaron a un peligroso asesino, y que hoy podremos leer en un formato distinto de la grapa en la que vio la luz originalmente.

Además, llega Veneno. Y Entonces llegó Una Araña, una obra noventera, hoy prácticamente clásica que marca el primer enfrentamiento entre Veneno y la Araña Escarlata. Panini no se olvida del próximo lanzamiento cinematográfico, y es que también nos trae Viuda Negra: Hogar, dulce hogar, un acercamiento al personaje por parte del escritor Richard K. Morgan y de Bill Sienkiewicz, en la que se narraban aspectos desconocidos sobre el orígen de Natasha. Finalmente, y para concluir este resumen, los Vengadores encuentran su hueco en este apartado, al reeditarse este mes La Llegada de Proctor, la famosa saga de Steve Epting y Bob Harras que marcó la diferencia en unos aciagos años noventa, sobre todo para los Héroes Más Poderosos de la Tierra.

Sin embargo, para nosotros hay tres reediciones que sin duda son las más esperadas de estos treinta y un días que componen Julio, y que por ello, destacamos a parte:

Biblioteca Conan. La Espada Salvaje de Conan 1

La publicación de esta obra no es sino una muestra de que en esta ocasión Panini Cómics ha escuchado a sus lectores. Y es que 2019 arrancaba con la reedición, en un espectacular formato Ómnibus, de la etapa Marvel original de las aventuras del bárbaro cimmerio, tanto en lo relativo a la colección de Conan el Bárbaro, como a su colección hermana y más madura, La Espada Salvaje de Conan.

Estos tomos en concreto, editados con unas unidades muy escasas, al optarse por una edición limitada, terminaron por agotarse antes incluso de llegar a las librerías, y alimentando, no al lector ávido de aventuras de la Era Hyboria, sino al especulador que tan solo hace daño al mercado del cómic.

Por eso, Panini Cómics ha rectificado y comienza este mes la Biblioteca Conan, un proyecto que comienza con la recopilación de los cinco primeros números de Savage Tales, y que poco a poco, reeditará toda la saga clásica de Conan en Marvel Comics, en un formato, ahora sí, asequible y accesible, tanto en lo económico, como en lo relativo a la facilidad de conseguirlo en librerías especializadas y grandes superficies.

New X-Men 1 y 2

Hacía tiempo que lo necesitábamos y por fin Panini Cómics ha escuchado nuestras plegarias. La genial etapa de Grant Morrison al frente de los X-Men ve la luz en una edición periódica, con precio ajustado y unitario para todos los tomos, tras la última intentona en formato coleccionable. Este mes, la colección se inaugura con dos tomos de los siete que compondrá esta etapa, dos tomos en los, que desde su mismo principio, Grant Morrison deja claro que está aquí para romper el statu quo y que busca llevar a los mutantes al Siglo XXI, pese a quien pese (y para que luego digan de Hickman…).

Una edición que hace justicia a esta gran obra, de la que no podéis prescindir y que marcó un antes y un después en esa Marvel de principios de siglo que Joe Quesada llevó hasta la estratosfera.

Marvel Saga. El Asombroso Spiderman 44. Spiderman Superior. Nación Duende

Cómo pasa el tiempo. Hace unos pocos años, los fans clamábamos por una reedición del Spiderman Superior en un formato que le hiciera justicia, y este mes estamos presenciando el fin de este magnífico recorrido, que supuso un hito arácnido como pocos se habían visto antes; por supuesto, dentro de la extensa y trabajada etapa que Dan Slott orquestó al frente de la franquicia del trepamuros.

Otto Octavius se enfrenta en este tomo al Duende Verde y a su ejército de secuaces, descubriendo que ser un héroe no era tan fácil como él creía, y que llevar el manto de Spiderman, supone estar acostumbrado a la pérdida y la toma de decisiones difíciles. En resumen: al poder y a la responsabilidad.

Hazte con el final de Spiderman Superior en este magnífico tomo Marvel Saga.

Hablamos con Juann Cabal

El autor escogido para inaugurar nuestra sección es Juann Cabal y no es casual. Estamos ante uno de los autores con más proyección dentro de Marvel Comics, prueba de ello es lo rápido que se ha consolidado con trabajos como Lobezna, X-23, Amistoso Vecino Spiderman o el relanzamiento de Guardianes de la Galaxia junto a Al Ewing que debuta este mismo mes. Queremos aprovechar para darle las gracias por concedernos la entrevista y la mayor de las suertes en su carrera profesional pues se lo merece.

Estudiaste bellas artes en la universidad de Oviedo, ¿con que te quedas de aquella época y aquel aprendizaje?

En concreto, estudié Ilustración en la Escuela de Arte de Oviedo. En aquel entonces el nivel educativo de la escuela era bastante lamentable y tu formación dependía en un alto grado de tu propia curiosidad y de ser autodidacta. Desafortunadamente, por aquel entonces aún era bastante inmaduro y me pasé dos años y medio haciendo el idiota.

He visto que estuviste trabajando posteriormente haciendo publicidad para una agencia hasta que cerró y comenzaste a dar los primeros pasos para reenfocar tu carrera creando un webcomic. ¿fue un distanciamiento consciente de la publicidad o lo planteaste como una alternativa profesional más el webcomic?

Entré en publicidad por presiones familiares y a lo tonto estuve seis años. Es un mundo que aborrezco. Desde mi punto de vista te dedicas, básicamente, a engañar a la gente. Llegó un punto en el que no podía más y decidí dejarlo. Al mismo tiempo, la empresa donde trabajaba iba a cerrar a los pocos meses y aguanté porque, evidentemente, prefería marcharme con los bolsillos llenos. Durante esos meses de espera pensé “OK. Necesito un plan de escape”. Era aficionado al cómic (y a vuestra página), dibujaba razonablemente bien y , sobre todo, no me sentía una mierda haciéndolo.

El webcomic fue una excusa para adquirir confianza y recuperar sensaciones pues llevaba ocho años sin tocar un lápiz. Como un entrenamiento. De hecho lo descolgué en parte por vergüenza.

Soy enfermizamente autoexigente y pasaron dos años hasta que consideré que estaba preparado para hacer muestras y enseñárselas a los editores. Durante ese tiempo viví de chollos tipo dar clases de inglés, encargos de diseño gráfico, etc.

¿En qué momento decidiste que querías convertirte en dibujante profesional de cómic?

Como momento, el que te menciono en la respuesta anterior. Pero más como “Tengo que ganarme la vida y me quiero dedicar a algo que no me haga sentir mal” que como algo autoconsciente. Es más, a día de hoy me cuesta hacerme a la idea de que soy dibujante profesional y ya llevo cinco años en ello.

Tu primer trabajo lo encontramos en Lobezno publicado en Marvel Comics, creo que llegaste a la editorial mediante un agente, ¿podrías hablarme de esta persona y su importancia en tu carrera profesional? ¿Cómo viviste ese primer encargo?

Sí, así es. Joaquín García Marina, de la Agencia Radebu y, sin su trabajo, no tendría carrera, así de claro. En el momento de mover mis muestras pensé que lo mejor era dejarse asesorar por alguien que conociera la industria, manejara contactos, etc. Tras una experiencia infructuosa con otro agente, mi ex encontró el blog de Joaquín y contacté con el. Lo que más me gustó es que apenas me dió consejos sobre mi estilo. me dijo “Para trabajar en el cómic americano vas a tener que hacer esto y esto”, pero de forma constructiva, como mejora orgánica de mi trabajo, no como un cambio de estilo para agradar a los editores. Y después de muestras y muestras, a los pocos meses hubo suerte.

A día de hoy, sigue siendo mi agente y uno de mis amigos más queridos. A sus amplísimos conocimientos del medio añade un apoyo psicológico incalculable. A lo largo de estos años me ha demostrado en numerosas ocasiones que la persona está por delante del profesional. Le he prometido que en cuanto peguemos el pelotazo le voy a poner un loft en el Soho neoyorkino y, créeme, se lo habrá ganado.

En cuanto al encargo en sí, fue muy divertido. Era la primera vez que hacía un cómic de 20 páginas, con fechas de entrega, editores y todo eso. Gracias a esa “inconsciencia” de la que te hablaba, no sentí ningún tipo de presión. No me paré y dije “Hostia, mi primer trabajo y es para Marvel” sino que intenté hacerlo lo mejor posible.

Entre Lobezno y Elektra hay un pequeño paréntesis el cual lo dedicaste a realizar algunos trabajos de Star Trek, ¿podrías hablarme de cómo fue este encargo?

Si, tuve la mala suerte de que mi editor en Lobezno (Mike Marts) dejó la editorial al finalizar la serie y me quedé en un limbo. Yo les gustaba, pero no había nadie que apostara por mí por lo que fue un poco volver a la casilla de salida. No tuve ningún problema y empecé a preparar más muestras, a hacer otros trabajos… A los seis meses Dark Horse me ofreció hacer unas ilustraciones para unos libros de colorear para adultos de Star Trek, primero, y de Mass Effect después.

Las ilustraciones estaban basadas en escenas de las series y de los videojuegos, y lo que buscaban era que los personajes salieran parecidos, por lo que no hay mucho que contar.

En septiembre de ese año me llegó también un encargo de Action Lab. Se titulaba “I, Mage” y era una serie que mezclaba tecnología y brujería. El guionista era un hawaiano pesadísimo que la había sacado adelante mediante crowdfunding y solo sé que mi número fue el último y ni siquiera llegó a publicarse.

Amigo hawaiano (no recuerdo su nombre, lo siento): si estás leyendo esto, espera un par de años y, con un poco de suerte, igual puedes sacar una cantidad razonable por esos originales nunca publicados.

En 2016 vuelves a Marvel Comics para hacerte cargo de la miniserie Elektra, ¿cómo vives esta segunda oportunidad en la editorial? ¿afectó de alguna forma en tu trabajo?

Esta vez me ofrecieron la serie, no un número suelto. La situación fue un tanto extraña porque la serie ya tenía dibujante. Poco después salió alguien de ventas y lo justificó como “si estás con una chica y ves a una chica más guapa…” o algo así.

En lo personal me afectó porque coincidió con el comienzo de mi tratamiento por depresión, que sigue hoy en día. Las causas son ajenas a lo profesional, por lo que supuso un gran contraste entre mi trabajo y mi vida personal. Un auténtico torbellino de emociones. Recuerdo el Elektra #2 como un momento especialmente bajo, casi no lo cuento. Aquí, además de la medicación, fue muy importante la ayuda de Joaquín, que me llamaba a diario para ver qué tal estaba y charlar conmigo. Si soy sincero, creo que sin él, sin su apoyo, no lo hubiera conseguido sacar adelante.

Mi enfoque del proyecto fue el mismo que para todos mis trabajos. No lo vi como una “segunda oportunidad” sino que me concentré en hacer el máximo esfuerzo día tras día. Recuerdo sesiones de entre 14 y 17 horas, siete días a la semana. Acabé agotado pero muy satisfecho. En ese momento sí que tuve cierta sensación de “mi primer trabajo como profesional”

Creo que hubo algunos episodios de “sugerencias” en el guión por parte de Marvel Comics, ¿podrías hablarnos de ello y como artista de qué forma te tocó resolver las diferentes “sugerencias”?

Exactamente sugerencias no. Contrataron a un guionista de las series Marvel de Netflix. Él escribió una historia más seria y “adulta”, y después decidieron que querían hacerlo para todos los públicos. Entonces me tocó ir “suavizando” las escenas. Fue bastante divertido y todo un desafío, porque iba leyendo y pensaba “Oh, esto no nos lo van a dejar hacer”. Por suerte, en Marvel siempre me han dado total libertad para “ser creativo” (para hacer el idiota, vamos) dentro de sus propias normas y lo fui descubriendo con el paso de los números. Pasamos de “tapar” un abuso sexual en el primer número al festival de luces, colores y videojuegos del último. Si lo revisara ahora, estoy seguro de encontrar al menos unas 12-15 situaciones similares en toda la miniserie.

A continuación colaboraste con Tom Taylor y Mariko Tamaki en Lobezna y X-23. ¿Podrías hablarnos de estos proyecto? ¿Con qué te quedas de ellos?

En X-23 trabajé con Mariko Tamaki. Cuando estaba terminando en Lobezna, Mark Paniccia me comentó el proyecto y que Tom se iba a X-Men. Red. Trabajar con Tom fue una gozada. El amor que tiene por los personajes y el corazón que le pone a las historias se percibe desde el primer momento que lees el guion. Creo que funcionamos muy bien juntos porque los dos tenemos el mismo enfoque en ese sentido. En el caso de Lobezna, se nota mucho más porque llevaba en la colección desde el principio y fue el creador de Gabby. Me esforcé mucho en traducir y potenciar gráficamente ese afecto. Es una etapa que recuerdo con mucho cariño.

Para X-23 aún no tenían guionista, creo que era importante centrarse en la caracterización de Gabby y Laura; y Mark dio en el clavo con Mariko.

Mariko es, simplemente, increíble. No te va a dar el mejor cómic de superhéroes del mundo, pero te puedo asegurar que escribe los personajes más tridimensionales que he leído en veinte páginas.

El comienzo fue un poco accidentado porque coincidió con la llegada de C.B. Cebulski a Marvel y de Jordan White a la oficina de X-Men, pero por lo demás, la colaboración fue muy fluida. Mariko me dio total libertad narrativa para las escenas de acción y siempre estuvo abierta a sugerencias. Tuvieron el acierto de seguir la misma línea, sustituyéndome Diego Olortegui, que hizo un trabajo fantástico.

¿Hasta qué punto Taylor influyó en la decisión de que siguierais juntos en el siguiente proyecto, El Amistoso Vecino Spiderman? ¿Cuál fue tu reacción al recibir la noticia de que ibas a ser el dibujante regular de esta colección?

¡En todos! Fui a Spiderman exclusivamente porque Tom me lo pidió.

En cuanto a mi reacción, soy muy pragmático. Lo primero que pensé fue “¿De verdad es necesaria otra colección de Spider-Man?” jajaja.

Amistoso vecino Spiderman se prolongó por catorce entregas pero la sensación desde el primer número es de que sin lugar a dudas era la mejor representación del personaje, ¿a qué se debe que tan sólo tuviese esa extensión?

Nuestro enfoque fue en plan “No vamos a inventar la rueda”. En lugar de intentar darle una vuelta de tuerca al personaje o de dramáticos cambios (y aquí vuelvo a lo del amor y respeto a los personajes), decidimos reunir todo lo que hace a Spider-Man Spider-Man y hacer el Spider-Man más Spider-Man de todos. El Über-Spider-Man lo llamé en una entrevista jajaja.

Cuando trabajas con personajes tan grandes es mucho más efectivo el exponer su esencia y lo que les hace funcionar a situaciones novedosas que el intentar cambiarlos. Es un poco lo que hace gente como Morrison.

En cuanto a la extensión: las ventas. Yo no lo sé porque no miro esos temas, pero si lo dicen los que mandan, no hay nada más que hacer.

Para el recuerdo quedará siempre la historia de Spider-Bite, ¿recuerdas cuál fue tu reacción al leer el guión por primera vez? ¿En algún momento hablasteis Tom y tu sobre lo que podría significar esta historia, que es inevitable comparar con el clásico “El niño que coleccionaba Spiderman”?

Antes de enviar el guion, Tom ya me dijo que era importante y que iba a necesitar mucho input de mi parte. Tom lo tenía muy claro y yo había leído “El niño que coleccionaba Spider-Man” hacía mil años, sinceramente ni lo recordaba. Probablemente sea nuestro mejor trabajo juntos. Fue una experiencia muy colaborativa, con muy buenas ideas (y otras tantas que quedaron fuera). Recuerdo que Tom me dijo “¿Que te parecería dibujar a los 60 siniestros? ¿Podrías hacerlo?” y no sé por qué hice una asociación de ideas…. “Espera, si metemos 60 villanos en una doble splash… ¿No molaría que los derrotaran en 60 viñetas?”. A Nick Lowe (gran editor. Siempre en mi equipo) le costaba disimular el pánico porque íbamos justísimos de tiempo. Y luego ya cuando me puse a ello fue saliendo solo: referencias a “One More Day”, ejercicios de gimnasia puntuables, puñetazos dobles… un festival, vamos.

¿Con qué escena (página) te quedas de dicha historia por su complejidad o por lo que signifique para ti?

Creo que el número se resume muy bien en la escena tributo a Ditko. Soy muy fan de la escena original. Quisimos incluir personajes y referencias a la mitología del personaje (de hecho, el número está lleno de easter eggs) y Tom me preguntó qué escena me gustaría rescatar. Esa escena (la original) ES Spider-Man. Es muy “tírame toda la mierda del mundo encima, soy Spider-man y esto lo voy a levantar por mis huevos”. Aquí añadimos el matiz del “con un poco de ayuda”

Hoy sale a la venta en España la nueva serie de Guardianes de la Galaxia de la que eres dibujante regular, ¿podrías hablarnos de este proyecto?

Pues a ver, tengo el tic de pensar que me van a echar al día siguiente. Esto tiene su parte buena porque afronto cada página como si fuera la última, pero cuando me dijeron lo del cierre de Spider-Man, yo aún tenía contrato y pensé “ya verás, a la mazmorra y luego, a la calle”, así que me llevé un alegrón con Guardians. Dije sí a todo.

Si en tus últimos trabajos tenías como guionista a Tom Taylor, en Guardianes quien escribe la historia es Al Ewing, en boca de todos por su trabajo en Inmortal Hulk, ¿Qué te están pareciendo sus guiones? ¿Qué diferencias encuentras entre el trabajo de Taylor y el de Ewing?

Deberíais ver los guiones de Al. Es el tipo más conciso con el que he trabajado, además tiene un conocimiento asombroso del Universo Marvel, a veces me envía los guiones con oscurísimas referencias a cómics de los 70 y 60 y pienso “¿de dónde coño ha sacado esto?”.

Al principio tuvimos ciertas dificultades para “sintonizar” por nuestro estilo de trabajo (como dije, él es muy específico y a mi me gusta tomarme libertades jajaja), pero en cuanto empezamos a compenetrarnos, la cosa no ha hecho más que mejorar y mejorar.

Ahora mismo estoy dibujando el número nueve y puedo asegurar que es lo más ambicioso e increíble que hecho nunca, y no suelo decir eso gratuitamente.

La diferencia entre Tom y Al para mí sería: Tom es corazón y Al es cerebro. Les une a los dos el tremendo respeto por los personajes. He tenido mucha suerte, en serio. En ningún momento he tenido que dibujar algo en lo que no creyera al 100%. Eso es muy importante para mí.

Entendemos que es pronto para hablar de tu próximo trabajo y nada nos gustaría más que tu estancia en Guardianes se prolongase lo máximo posible pero llegado el momento, ¿de qué serie o personaje te gustaría hacerte cargo?

Creo que me queda mucho que contar en Guardianes, sí. Espero que a la gente le guste y las ventas acompañen. Así en general, algún día espero poder dibujar la Legión de Superhéroes. También me gusta mucho La Sombra. Y mi personaje favorito de Marvel es Thunderbird (John Proudstar), pero está muerto, así que voy a decir X-Statix.

Hablamos con Julián Clemente

En las últimas semanas ha habido un pequeño baile con las fechas de salida de las novedades consecuencia del Covid-19, ¿podemos decir que el plan editorial ya está estabilizado?

No, no lo podemos decir en absoluto. A los dos meses en blanco que ya pasamos hemos tenido que añadir más ajustes, porque la vuelta de Marvel está siendo muy lenta, escalonada y prudente. Hay semanas que apenas han salido dos, tres, cuatro tebeos en Estados Unidos… hay semanas que directamente no ha salido ninguna. Se han retrasado la práctica totalidad de las colecciones que salen en tomo, y esto lo veremos en el cuarto trimestre, y también ha habido más retrasos en las grapas, lo que motivará que haya títulos ausentes en meses determinados, sobre todo en diciembre.

A día de hoy, siguiendo el plan de lanzamientos de Marvel, después de haber hecho todos estos cambios, confiamos que la situación esté normalizada para enero, y suponiendo que también se estabilice en Estados Unidos, algo que a día de hoy estamos lejos de poder afirmar.

En ese sentido, resulta muy frustrante, porque en el final del año pasado y comienzos del actual tuvimos una serie de desajustes que desincronizó un poco las series. Cuando vimos el problema nos pusimos a arreglarlo, pero Marvel es una pesada máquina que cuesta mucho mover… así que hicimos una serie de ajustes para que en agosto todo estuviera de nuevo perfectamente alineado… entonces pasó todo este desastre, que ha tenido consecuencias tan horribles, y que quizás la consecuencia más anecdótica que ha tenido es el desajuste del plan… así que hemos vuelto a ajustarlo todo para que, esta vez en enero, la sincronización vuelva a ser perfecta. Lo que pasa es que a día de hoy cuesta pensar que vayamos a tener normalidad en las salidas de Estados Unidos, lo que repercute directamente en las nuestras.

Ha habido novedades que se han proyectado al mes de octubre como puede ser el volumen integral de The Shield, ¿ha sido consecuencia de lo comentado anteriormente?

La verdad es que no recuerdo en qué mes estaba inicialmente SHIELD, pero tuvimos que mover muchas fechas para reequilibrar el plan, así que es posible que sea así. Tampoco sería extraño que añadiéramos lanzamientos de material intemporal a finales de año, para equilibrar un poco las bajas que hemos tenido en el plan.

De entre las muchas novedades de este mes de julio destaca la nueva edición de La Espada Salvaje de Conan, ¿podrías hablarnos de esta nueva edición?

Este es un proyecto que supimos que tendríamos que hacer en cuanto se evidenció que la tirada de nuestros omnibuses de La Espada Salvaje sería limitada. En realidad, se trata de facilitar que un material tan importante como La Espada Salvaje, que es una de las bases de Marvel en España desde hace cuatro décadas, esté siempre disponible, en un formato fiel, pero también manejable y con un precio competitivo.

La edición no tiene mayor particularidad que la de ajustar el material que ya está apareciendo en omnibuses para que pueda disfrutarse también en este otro formato. El tamaño, los contenidos y los extras serán exactamente los mismos, pero separados en tomos de alrededor de 200 páginas.

Al mismo tiempo, también estamos tanteando el terreno. Creemos firmemente que este podría ser un formato muy interesante para los clásicos, pero todavía tenemos que echarlo a rodar. Este y otro proyecto que anunciaremos en breve van en la dirección de búsqueda permanente en la que siempre nos encontramos.

Este mes debutan en grapa cuatro nuevos títulos: Motorista Fantasma, Guardianes de la galaxia, Patrulla-X + 4 Fantásticos y Vengadores de los Baldíos, algunas era evidente su publicación en grapas pero otras sorprende para bien que se haya optado por este formato, como Motorista Fantasma, ¿qué os lleva a tomar esta decisión de si debe publicarse en grapa o tomo en rústica, tomando como ejemplo estas cuatro series, o Fuerza de Asalto que debuta este mes en tomo?

Motorista Fantasma quizás sea la apuesta menos esperada. Cuando salió el cómic le echamos un vistazo y desde el principio nos atrajo la potencia de la propuesta. Ed Brisson venía de hacer muy buen trabajo en El Viejo Logan. Aaron Kuder está haciendo aquí su mejor trabajo hasta la fecha, muy detallado, muy Arthur Adams del siglo XXI. El color de Jason Keith aporta una atmósfera increíble, y tenemos una vuelta a los orígenes del concepto de Motorista Fantasma, centrado en los dos personajes principales, Johnny Blaze, el Motorista Fantasma de los setenta y primeros ochenta, y Danny Ketch, el de los noventa, pero dando una vuelta de tuerca que recuerda en cuanto al tono a El Inmortal Hulk, ya que Johnny es ahora el señor del infierno y… bueno, digamos que las cosas se ponen muy interesantes. Creo que Marvel ha querido hacer una apuesta similar a la que hicieron con el Veneno de Donny Cates. En cuanto a calidad, pondría ambas series en una calidad pareja. Incluso hay especiales cada pocos meses, como ocurre con los de Web of Venom, que enriquecen los contenidos de la serie. También era importante el hecho de que fuera un personaje tan icónico, pero se saliera de lo que suele ser habitual en grapa. Nos gusta experimentar en ese sentido, que no todo vaya a ser Vengadores, Mutantes y Spiderman. Además, el que España fuera el único país que lo publicaba en grapa, además de hacernos sentir orgullosos, suponía una libertad a la hora de ofrecer la serie que no es pareja con otros títulos. De verdad, creo que es una serie que va a sorprender mucho.

Vengadores de los Baldíos es, por el momento, el cierre de todas las series que han seguido contando la historia de El Viejo Logan. Venimos de Hombre Muerto Logan, también una serie de Brisson, que a su vez escribe ésta. Es sorprendente lo elevada que ha sido la calidad tanto de la serie protagonizada por Logan como de las otras series que han surgido, y que también lanzamos en grapa, El viejo Ojo de Halcón y El Viejo Quill. Todas eran colecciones muy sólidas, muy interesantes, que mantenían muy alto el nivel, y lo mismo ocurre con Vengadores de los Baldíos, que es un muy buen fin de fiesta. El que todas ellas hubieran aparecido en grapa nos hacía pensar que el final también debía hacerlo.

Guardianes de la Galaxia es la nueva etapa de Al Ewing y Juann Cabal. Todavía se está desplegando ante nuestros ojos, pero a priori no te puedes equivocar con el guionista de El Inmortal Hulk y el dibujante de Lobezna. Además, Guardianes viene siendo publicada en grapa desde hace ya un montón de tiempo. Es sorprendente que a finales de año habremos superado las ochenta entregas de la numeración básica, algo que hubiera sido inimaginable en otra época.

Patrulla-X + 4 Fantásticos es la grapa más evidente para triunfar. Todo viene de aquel diálogo del primer número de Dinastía de M, cuando Cíclope les decía a los Richards que Franklin era bienvenido en Krakoa. Franklin es mutante, pero salvo por la época de Power Pack, normalmente no ha estado unido a las tramas de estos. La miniserie es una joyita de Chip Zdarsky, que quizás sea el guionista Marvel que más alegrías nos ha dado este año, junto a Hickman, y tiene un dibujo glorioso de los Dodson. Zdarsky ha retomado la historia de la miniserie original de mutantes y fantásticos, en que se descubría el diario secreto de Reed Richards y al mismo tiempo la Patrulla-X pedía ayuda para curar a Kitty Pryde de las consecuencias de “La Masacre Mutante”. Fue una de las mejores historias jamás escritas por Chris Claremont, con un dibujo maravilloso de Jon Bogdanove, que si alguien no la ha leído se la tengo que recomendar sin lugar a dudas, y esta nueva miniserie toma mucho, pero mucho, de la original. Hay un momento entre Kitty y Franklin… bueno, va muy dedicado a los lectores veteranos, y sospecho que les pasará como a mí y les emocionará muchísimo.

¿De estos cuatro lanzamientos en grapa, cual te gustaría destacar por encima del resto para que los lectores no se lo pierdan?

Sin duda Motorista Fantasma, por todo lo que hemos comentado. Pero son series que pueden apelar a distintos tipos de lector.

Este mes rebasamos la media docena de números (USA) del lanzamiento mutante, ¿que serie te está sorprendiendo más y porqué motivo?

Patrulla-X, sin duda me está sorprendiendo, por la manera en que Hickman mantiene el interés, con pequeñas historias que funcionan como piezas de un puzzle inmenso. Hubiera preferido a otro dibujante que asociáramos menos con el pasado de los mutantes, ya que se trata de una serie fundamentalmente rupturista, pero las historias que está haciendo Hickman coloca a Patrulla-X muy arriba en la pila de lectura, cuando no encima de todo los demás. Más allá de eso, Merodeadores es una lectura deliciosa. De nuevo, parece hecha para los seguidores de Kitty (no me voy a acostumbrar a llamarla Kate), así que ahí me tienen ganado. mola mucho la manera en la que Gerry Duggan trabaja las relaciones de los personajes. Creo que Duggan es un valor seguro dentro de Marvel. Me sorprende que no sea ya una estrella, porque ha escrito unos cuantos cómics que merecen esa consideración. X-Force es una pasada de tebeo. Benjamin Percy ya molaba mucho en Lobezno: La Larga Noche, aquí se sale, haciendo exactamente el tipo de historias que esperamos de un título como X-Force… pero el que me ha llegado de verdad es Joshua Cassara. Me está flipando mucho lo que está haciendo, muy en la onda detallista y de atmósfera asfixiante de un Jerome Opeña, y la verdad es que no me lo esperaba de un artista que, cuando nos lo colaron en algún pasaje de Imperio Secreto, nos dejaba pensando “Cómo han podido meter a un tipo tan novato en un evento”. Marvel de vez en cuando hace cosas así: apuesta por un dibujante que luego acaba eclosionando. Me viene a la cabeza el caso de Nic Klein, que también nos ha dejado de piedra en la etapa de Masacre escrita por Skottie Young y por el que en otro tiempo no hubiera apostado mis Masterworks.

Este mes debuta la nueva recopilación de los New X-Men de Grant Morrison, ¿qué podemos esperar de esta nueva edición?

Esta edición la queríamos hacer desde hace mucho, mucho tiempo. De hecho, tenía que haber coincidido con el lanzamiento de HOX-POX, pero bueno, ya te puedes imaginar. Se trataba de lo que comentábamos antes con La Espada Salvaje: tener una edición accesible y de buena calidad de una etapa mutante de referencia. No podíamos repetir exactamente la misma edición que hicimos hace unos años, puesto que debía coincidir con los contenidos de los TPBs USA, pero sí hemos conseguido incluir todos los extras disponibles, con lo que será lo más completa posible… y mira, ya te puedo anunciar que el proyecto tendrá continuidad con otra serie de tomos mutantes… aunque de eso hablaremos más adelante.

La línea Marvel Facsímil parece que se ha consolidado en el mercado, ¿cuales son los inputs que estáis recibiendo de esta línea? ¿nos podrías avanzar próximas entregas?

El objetivo de la línea era que pudieras acceder a cómics históricos de Marvel sin necesidad de recurrir para ello a un tomo de 600 páginas. A ese respecto, me alegra mucho que tengas, por ejemplo, el debut de Lobezno en una grapa. Sobre las próximas entregas, vamos a ofrecer por ejemplo Días del Futuro Pasado, otro imprescindible en grapa, o la Saga del Barón Sangre de Capitán América, que es una auténtica joya. (Sí, nos gusta mucho el John Byrne de entonces). Tenemos también una muy abultada, que es la historia de la Viuda Negra en Marvel Fanfare. Es una absoluta maravilla dibujada por George Pérez que ha sido publicada sólo anteriormente en un tomo de Marvel Héroes, así que resulta muy apetecible.

Estamos viendo también la posibilidad de ofrecer series de grapa completas. Evidentemente no series largas, pero por ejemplo, la miniserie de Lobezno de Claremont y Miller, Born Again (¡¡¡que jamás ha tenido en España su propia grapa!!) o Estela Plateada Parábola, con sus colores originales, creo que podrían funcionar muy bien. Son series-acontecimiento, muy icónicas, que los lectores pueden querer tener en una edición lo más fiel al original. Ahí sí optaríamos porque cada grapa americana sea equivalente a una grapa española, y probablemente ese sea el futuro del formato, combinando números sueltos con proyectos completos.



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