Javier Vázquez Delgado recomienda: Los Vengadores 16-18


Edición original:Marvel Comics, Avengers Vol. 7 #26 (LGY #726-730), Absolute Carnage: Avengers Vol 1 #1.
Edición nacional/ España:Panini Comics, Los Vengadores Vol. 4 #116-118.
Guion:Jason Aaron, Leah Williams.
Dibujo:Dale Keown, Andrea Sorrentino, Ed McGuinness, Paco Medina, Francesco Manna, Alberto Albuquerque.
Entintado:Andrea Sorrentino, Joe Weems, Cam Smith, Craig Yeung, Mark Morales
Color:Jason Keith, Erick Arciniega, Jay David Ramos, Jason Keith.
Formato:Grapa.
Precio:#16 (5,90€), #17 y 18 (5,00€).
Siempre se puede ir a mejor. También a peor, eso está claro. Lo que últimamente se palpa en el aire es que Marvel ha perdido ese toque que a principios de los 2000 hizo resurgir a la Casa de las ideas cual Ave Fénix. Lo que tenemos entre manos es a todas luces de una mediocridad nunca vista en mucho tiempo en las páginas de Los Vengadores.
Deben los lectores de Zonanegativa perdonarme si empiezo con esta lapidaria introducción. Lo siento en el alma, puesto que esta colección se ha convertido en un mero “completismo” y supone que consiga que cuando lo leo (que es por las noches) me pierda en el mundo de Morfeo, en concreto el de la distinguida competencia que me gusta más.
En principio lo que se plantea por Jason Aaron suena ilusionador. Los Vengadores en el espacio. Así de pronto parece interesante. Pero amigos míos el disgusto que se origina ya nace en el primer número de este arco. Una señal de socorro alerta a los Vengadores sobre el regreso de Starbrand. Lógicamente y dentro de un parangón de imaginación caldeado de originalidad, hacemos un plato de cocido madrileño con los Shi’ar, los Brood y los Heraldos de Galactus. Lógicamente, porque es muy lógico, valga ser redundante, están los Vengadores atrapados en el medio.
El ritmo está completamente apagado, lo cual es una pena y un problema. El tratamiento de los personajes es de tal falta de cariño por ellos que a veces pienso que o bien lo que tenemos delante no es Aaron puesto que se trata de un clon del mismo, o bien es que está en modo automático ganando dólares sin pensar en nosotros. Thor infectado y haciendo el parias, El Capi a modo de Corsario, la Viuda Negra con armadura de Iron Man, y Blade….., por dios que alguien saque ya de la formación a este personaje que pega menos que Messi en el Real Madrid (no puedo quitarme de la vista esa armadura a base de la Cosa del Pantano jr.).


La sucesión de momentos WTF es imparable: Gladiador matando a base de escupitajos, El Piloto Fantasma Surfer….. Finalmente y como colofón tocar la mitología de Starbrand para el final que nos da Aaron es una completa insensatez. La conclusión final, aunque inesperada, se siente apresurada.


Por otro lado tenemos el número que versa sobre uno de los flashbacks patentados por el guionista, los Vengadores de 1.000.000 a. C., que nos da el trasfondo del Starbrand prehistórico. Sin spoilers, Aaron nos sorprende con un número personal y en el que descubrimos la historia de esa suerte de Hulk mezclado con Starbrand. El número en cuestión nos narra el origen de este primer Starbrand, el cual es homosexual y que luchará por su amor siendo transformado en lo que se nos había presentado ya en el inicio de la andadura del guionista en los Vengadores.
Starbrand Reborn comienza muy fuerte, pero la historia real en sí misma sufre de un ritmo muy pesado y una conclusión apresurada. Si miramos en retrospectiva los números que conforman este arco nos damos cuenta que sobran más de la mitad. El trabajo que se nos presenta a nivel de argumento es tan pobre que solo nos deja la esperanza de que el guionista de Scalped pronto acabe de contar lo que sea que quiere contar y abandone la franquicia, y a ser posible la Casa de las Ideas.
En cuanto a la parte gráfica, no podemos decir que sea lo destacable. El arte es sólido, desde luego, pero definitivamente hay una sensación de que Ed McGuinness podría haber redondeado lo que nos ofrece sin ir tan rápido y de una manera un poco más satisfactoria. Páginas sin fondos, sin nada más que acción y personajes en “poses chulas”, nos hace recordar tiempos noventeros. El número de Dale Keown es como lo es el autor, estático, poco más podemos decir. El autor destaca con personajes como Hulk y este número le sienta bien, pero no tiene por qué sentarnos bien a los lectores. La labor de Paco Medina es complementar a Ed McGuiness cuando no llega a tiempo (algo increíble todo sea dicho). La labor de Sorrentino es meramente anecdótica haciendo unas meras páginas fuera de su típico aspecto visual.


Nuevamente Panini incluye un extra que no es por todo el mundo deseado, el Absolute Carnage: Avengers Vol 1 #1. Se trata de un tie in de un evento que no ha sido por todos seguido por lo que se hace innecesaria su inclusión, pero comprensible por parte de la editorial. Visto en comparativa, incluso es lo mejor de que se incluye en estas grapas.
En definitiva, malos números que solo hacen que se bajen del barco lectores cansados de una etapa malísima que no se veía desde tiempos pre Heroes Reborn.
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