Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Héroes. Los Vengadores: La llegada de Proctor

Edición original:Marvel Comics, The Avengers vol. 1 #348-366 y Annual #22.
Edición nacional/ España:Panini Comics, Coleccionable Marvel Héroes vol.1 #99.
Guion:Bob Harras, John Lewandowski,Len Kaminski.
Dibujo:Steve Epting, Kirk Jarvinen, John Kalisz, Kevin Kobasic, Kevin West, Mike Gustovich, Hector Collazo, M.C. Wyman, Al Milgrom.
Entintado:Tom Palmer, Al Milgrom, Ariane Lenshoek, Bud LaRosa.
Color:Tom Palmer, Chris Matthys, Ariane Lenshoek, Gina Going.
Formato:Tomo en tapa dura (624 pp).
Precio:44,95€.

Entre manos tenemos una serie de comics que aparecieron en el título de Los Vengadores a principios de la década de 1990. Si bien mi compañero Luís Javier Capote hizo ya una extensa y perfecta reseña de esta primera parte de la saga publicada previamente dentro de Grandes Sagas Marvel, me voy a limitar a realizar un somero análisis de la actual edición de Panini Cómics. La primera edición y única hasta la fecha es Libros Grandes Sagas Marvel vol.1 nº 1 (Forum) que incluía The Avengers Vol.1 #355 al 363. Los números #364, 365 y 366 se incluyen en Libros Grandes Sagas Marvel vol.1 nº 11 (Forum). The Avengers Vol.1 #348 al 354 se encuentran en Los Vengadores vol.1 nº 127-132 (Forum).

La alineación que vamos a ver en la parte principal y troncal de esta saga no es la típica que hasta la fecha, con alguna incorporación, habíamos visto. Por un lado una Visión sin emociones, Hércules, Viuda Negra, Cristal de los Inhumanos, Caballero Negro, Sersi de los Eternos, y un Capitán América de apoyo, y Thunderstrike. Estos números son herederos de Operación: Tormenta Galáctica, que finalizó con un profundo cisma en el seno del equipo. Dicha ruptura se va a traducir en el abandono temporal del Capitán América.

Panini Comics ha optado por una toma de contacto para saber si los lectores van a estar interesados en leer una de las etapas más olvidadas de los Vengadores. Se trata de un periodo comprendido entre Stern y el caos de lo que aconteció con Terry Kavanagh. Parece existir un halo de temor sobre esta época. Son los años noventa en pleno apogeo, pero no por ello debemos descartar todo lo que se escribió.

El tomo en cuestión supone la primera parte de la saga completa de Proctor. Siendo la fase iniciática, se incluyen los primeros pasos. Podemos leer, entre otras cosas, la edición del 350 aniversario en la que aparecen los StarJammers (se trata de un número ciertamente ameno, pero gráficamente flojo, salvo la parte de Epting). Igualmente se recoge el pequeño arco “Fear the Reaper” ilustrado magníficamente por M.C. Wyman. Se trata de un relato espeluznante, entretenido y dibujado magníficamente, en el que el Caballero Negro juega un papel crucial. A los guiones encontramos a Len Kaminski (Ghost Rider 2099, Iron Man).


Siempre se asocia este periodo con “los Vengadores con chupa de cuero”. Simplezas al margen, no nos quedemos con esa imagen, con ese estereotipo. Se trata de una serie de comics muy entretenidos, que tampoco son el culmen de los Héroes más Poderosos, ni contienen tramas muy complejas y con contenido para reflexionar después de su lectura, pero no por ello debemos descartarlos. La introducción de Julian Clemente, que incluye la edición, nos contextualiza muy bien ante lo que nos encontraremos. Decir que el tomo finaliza a medio camino de la conclusión en The Avengers vol. 1 #375.

De lleno ya en el contenido de esta saga debemos aterrizar en primer lugar en el centro de la historia, para luego centrarnos en la historia periférica que se desarrolla con tres de los personajes y que abocará en un final que tendrá fuertes implicaciones en dos personajes y en el Universo Marvel.

La historia que se nos plantea se desarrolla con lentitud, pero a medida que avanza, vamos teniendo conocimiento de que otras dimensiones están desapareciendo. Un equipo de una dimensión alternativa pone en alerta a nuestros Vengadores reuniendo a contrapartidas dimensionales (de los cuales quedará una herencia que dejo para ser descubierta por los lectores). Recordemos los tiempos en lo que se escriben estos números y que han pasado casi treinta años. Las ideas se repiten cíclicamente y esta trama suena a otras aventuras tipo Spiderverse a título de ejemplo. Con esto quiero decir que casi todo está inventado y solo varía la calidad o dignidad en la utilización de ideas que no suponen una novedad. El hilo conductor de iniciación a la Saga se centra en el Espadachín, que volvía como adversario. Su resurrección pone en el tablero al principal villano de esos años: Proctor.

Realmente, si bien el inicio de esta saga tiene ya suficientes atisbos para poder ser seguida con expectación número a número, se suma a esta crisis dimensional un verdadero “culebrón”. En estas páginas seremos testigos del inicio de un triángulo amoroso de los que recuerdo con mayor devoción de mis tiempos de adolescencia. Crystal se separa de su esposo Mercurio y comienza a despertar sentimientos más allá de la amistad hacia Dane Whitman.

A medida que la trama comienza a enfocarse cada vez más en Sersi, una Eterna, los otros miembros de su raza parecen advertir a los Vengadores que la misma parece estar sufriendo por el w’yry, una condición en la que la increíblemente larga vida de los Eternos aboca a la locura (más o menos cómo nos hemos encontrado tras estar confinados).

Los personajes de Marvel se caracterizan por ser cercanos, humanos y con un tratamiento tan próximo a nuestro día a día que a veces parece que son una fotografía de nuestra vida cotidiana. Dane Whitman, que hasta la fecha no había sido pieza fundamental de los Vengadores, se convirtió en un personaje indispensable y que incluso pasados muchos años es recordado con cariño y nostalgia. Dane se encontraba en el momento que recoge esta edición en una situación ciertamente incómoda. Sus sentimientos hacia Crystal iban creciendo, pero claro, la guapa inhumana había estado casada con Mercurio. Para colmo de males era madre, y Pietro Maximoff estaba por la labor de recuperar a su mujer. Por otro lado, el lector sabía que en Crystal empezaba a nacer un sentimiento recíproco por el Caballero Negro. Empeorando lo que de por sí ya era una situación compleja, Sersi se sentía muy atraída por Dane y, lo que será terrible para todos, su mente empezaba a perder el control.

Bob Harras no se apoyó en los pesos pesados del grupo (Iron Man, Thor, Capitán América entre otros), sino en secundarios. La idea fue bastante positiva puesto que siendo que no se trataba de personajes intocables, pudo hacer y deshacer con total libertad. Esta saga en concreto que suponía el culmen de un tratamiento lento encumbró a Harras en los Vengadores. El peso de las diatribas y aventuras recayó en Sersi, Dane Whitman, Crystal y Mercurio. Lo curioso del tema es que se convirtieron en protagonistas incuestionables y pasaron a ser más que secundarios.

Con una mirada al pasado, el uso de personajes que no tienen a sus espaldas un enorme pasado, y que carecen de ese aura de intocables, a la postre se torna como una enorme ventaja. Es en estos casos cuando en manos de un guionista con ideas suelen producirse arcos argumentales como el que tenemos en la mano. Apostar fuerte por esos personajes fue lo que hizo Harras y consiguió una serie para el recuerdo.

En cuanto al aspecto gráfico si bien intervienen varios artistas de manera puntual, me centro en Steve Epting. Vamos a encontrar un primerizo Epting, el cual en nada se parece al que dibujó el Capitán América junto con Brubaker, o Marvels Proyect. Junto con Tom Palmer, tenemos entre manos un trabajo muy correcto, cumplidor y ciertamente de calidad. Un dibujo de trazo clásico pero que hace de estas páginas una lectura del todo apetecible. El resto de dibujantes salvo M.C. Wyman son bastante flojos en todos los aspectos. Epting que empieza siendo un intento de John Buscema se irá reafirmando número a número. Posteriormente una vez finalice su paso por los Vengadores se convertirá en Factor-X en un autor soberbio, culminando su evolución en la etapa del capi de Brubaker dejándonos encandilados. En entintando de Tom Palmer sirve de gran ayuda a la labor de Epting. Si bien la inclusión del Annual #22 es importante por lo que a Dane Whitman se refiere y su continuación en The Avengers vol. 1 #366, gráficamente es muy pobre de la mano del siempre “añorado” Al Milgrom.


Finalmente, y como colofón no me queda otra opción que recomendar esta magnífica edición de Panini Comics en formato Marvel héroes. No solo debe recomendarse adquirir este tomo por simple completismo, sino por lo entretenida que es la historia que contiene sin grandes aspiraciones, pero siendo correcta y divertida. De los lectores depende la continuación que no podemos dejar en el tintero.

La edición contiene una introducción de Julian Clemente tal y como he adelantado anteriormente, muy ilustrativa y contextualizadora, así como extras que se incluyen en la edición americana. Resulta entre ellas curiosas las láminas de aquellos famosos Swinsuits. Agunas páginas originales y portadas de interés.



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