Javier Vázquez Delgado recomienda: Murciélago 1
Edición original: MURCIÉLAGO-ムルシエラゴ-, Square Enix.
Edición nacional/ España: Panini Cómics.
Guion:YOSHIMURA Kana.
Dibujo: YOSHIMURA Kana.
Formato: Tomo con sobrecubiertas, 216 páginas.
Precio: 8,50 €
El país te quiere muerto, ¿sabes?
Vaya título, ¿eh? Nada que ver con Batman, os lo prometo. Ni con la gastronomía, que últimamente se está hablando mucho de sopas de roedores. El título sencillamente hace referencia al nombre de la protagonista, Komori, escrito con unos caracteres concretos del alfabeto japonés. Una explicación bastante sencilla. Más sugerente e interesante es, sin embargo, la portada del primer tomo de este manga editado por Panini, que además no engaña a nadie: sexo y violencia. Suficiente para llamar la atención, al menos de una persona como yo. Ahora bien, ¿Es suficiente para leer la serie de forma regular? Eso ya depende de cada uno. Yo de momento, no lo tengo claro, máxime al ser una serie abierta desde 2013 que lleva publicados 16 tomos en Japón, pero al menos he pasado un rato divertido leyendo el primer tomo de Murciélago.
Kuroko Komori es una asesina que ha matado a cientos de personas, en principio según dice, y cito textualmente “porque podía”, que ha sido atrapada y encarcelada por las autoridades japonesas y condenada a muerte. Como si de Amanda Waller se tratase, a la policía japonesa no se les ocurre otra idea más rocambolesca que utilizar a Komori, para atrapar a otros asesinos en masa como ella, y retrasar así, su condena. Para este duro y complicado trabajo cuenta con la compañía de Hinako, una joven chica que aún va al instituto, y que tiene unas habilidades para la conducción casi sobrehumanas, y que básicamente se encarga de trasladar a Komori de un sitio a otro para cumplir sus misiones.
Una trama aparentemente sencilla, y que al menos en este primer tomo no se profundiza mucho más, mostrándonos poco o casi nada del pasado de Komori, más allá del capítulo 0, seguramente uno de los mejores de todo este primer tomo, que nos sirve de presentación de la idiosincrasia de estos personajes. Komori atrae de forma absoluta el foco del lector, tanto por sus tendencias violentas y asesinas, como por su particular forma de relacionarse con las mujeres. Komori es lesbiana, y aprovecha la mínima situación para intentar ligar con otras mujeres, y después acostarse con ellas. Su comportamiento es, podríamos decir, prácticamente de acoso hacia ellas, como si de un “viejo verde” se tratase, y el autor utiliza esto de forma constante como un recurso humorístico, muy al estilo japonés. Esto plantea un debate interesante, en el que no vamos a profundizar, pero sí a apuntar: ¿Está el autor subvertiendo el rol de las mujeres en situaciones de cortejo y seducción? ¿O simplemente está reproduciendo comportamientos abusivos que en ningún caso se pueden permitir en una relación? Cada uno que juzgue como quiera. En cualquier caso, probablemente la intención del autor no es plantear ninguno de estos debates sociales, sino simplemente hacer el típico humor japonés que tantas veces hemos visto en mangas como Shin-chan, utilizando una figura diferente a la que estamos acostumbrados.
Por otro lado, no nos han presentado ninguna trama general de momento, sino simplemente un par de casos en los que Komori tiene que dar caza a peligrosos asesinos, es decir, lo que es su trabajo desde que salió de prisión. Sus motivaciones son puramente hedonistas, y las de su compañera Hinako aún no lo tenemos claro, pero desde luego hacen una pareja bastante curiosa y divertida, por el contraste entre ambas personalidades, algo que considero que es el verdadero el punto fuerte a nivel humorístico de la historia, dando lugar a momentos muy surrealistas y macarras.
Del dibujo no hay mucho que decir, su estilo es muy sencillo y caricaturesco, especialmente en los villanos, pero también en el diseño de Komori, que parece una suerte de metalera gótica con cara de muerto viviente y lengua de reptil. Una hija perdida de Orochimaru, vamos. Por otro lado, son muy destacables las escenas de acción, otro de los puntos fuertes de la obra, tanto en las persecuciones en coche, que están muy presentes, como en los tiroteos o intercambios de golpes, a mano a limpia, con katanas o prácticamente con cualquier arma que encuentre Komori, que es una experta en asesinatos. Es necesario señalar que la representación de la violencia es bastante explícita, de tal forma que podríamos catalogarlo incluso de gore. Algo similar ocurre con el sexo, aunque en bastante menor medida, pero sí que podríamos decir que se puede categorizar en el subgénero ecchi.
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