Javier Vázquez Delgado recomienda: La casa en el confín de la tierra de Richard Corben

Edición original: The house on the borderland núms. 1 a 5 USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guion: Richard Corben, Simon Revelstroke, William Hope Hodgson.
Dibujo: Richard Corben.
Entintado: Richard Corben.
Color: Lee Louhgridge.
Traducción: Francisco San Rafael Simó.
Formato: Cartoné. 96 págs. A color.
Precio: 14,95 euros.

El trabajo de Richard Corben y Simon Revelstroke empezó con William Hope Hodgson (1875-1918) que es sin duda uno de los representantes más originales de lo que se ha dado en llamar el «cuento materialista de terror». La asombrosa facilidad de Hodgson para recrear atmósferas angustiosas y oprimentes fascinó a H. P. Lovecraft y los escritores de su círculo. A propósito de esta obra, decía Lovecraft: “La casa en el confín de la tierra (1908) —quizá la mejor de todas las obras de Hodgson— trata de un caserón solitario y temido de Irlanda, que constituye el centro de espantosas fuerzas del trasmundo y soporta el asedio de híbridas y blasfemas anormalidades que surgen de secretos abismos inferiores”

Su novela, escrita en una prosa densa, asfixiante incluso, con apenas rendijas, cual bloque de obsidiana, se adscribe al tipo de narración que tan bien describe Alan Moore en la introducción de la obra. Una introducción que se deshace en elogios por el texto original, de tal forma que despierta unas irrefrenables ansias por sumergirse entre sus páginas. Sin embargo, no es una novela accesible, ni por forma ni por su temática, siendo un libro difícilmente recomendable de forma abierta y sincera.

Desde aquí queda hecha la advertencia de ser un relato oscuro, agobiante en extremo, para los seguidores del gran maestro Lovecraft, que sirve como vara de medir a la hora de tomar la decisión de quedar atrapado, o no, entre sus páginas.

Centrando ya la atención en la adaptación llevada a cabo por Richard Corben y Simon Revelstroke, estamos frente a una nueva edición de la obra que ya viera la luz en 2014, pero esta vez ya bajo del cada vez más extenso paraguas del sello Black Label. La edición apenas tiene diferencias más allá de los cambios estéticos derivados de no mostrar la imagen de Vertigo en la portada y almacena en su interior el trabajo de estos dos monstruos del noveno arte con la misma eficacia que en 2014.

La historia traslada la novela a las viñetas en la que dos amigos que, durante unas vacaciones universitarias, acaban encontrando un diario perdido entre unas ruinas perdidas en una colina. Un diario que relata una historia espeluznante de locura y ensoñaciones, de lucha y sangre, de desesperación y agonía, a través de las pesadillas de los pobladores, dos hermanos, de la villa mucho antes de acabar destruida.

El trabajo de Corben y Revelstroke está a la altura de lo esperado, pues poco se puede decir en contra del arte tan característico de Corben, con su línea densa, sus sombras aplastantes, sus expresivos rostros, cincelados de manera extraordinariamente orgánica. Tampoco se puede poner pegas a la traslación del ambiente de la novela, ni a sus densos textos de prosa retorcida, llena de adjetivos decimonónicos. A fin de cuentas, se trata precisamente de eso, de llevar una novela de lenta digestión, a un medio visual como es el cómic. Y es todo un éxito por parte de los autores lograr hacerlo de forma tan espectacular, pero al mismo tiempo tan dura.

La obra atesora una calidad incuestionable, un poder visual abrumador, capaz de transmitir las emociones de manera muy concreta y explicita, con una narrativa agresiva a fin de cautivar y asustar al incauto que cae rendido ante el trabajo de Corben. No hay nada que reprochar, pero no sería justo elogiar el trabajo que se realiza e invitar a cualquier aficionado al cómic que lea estas líneas, que se va a encontrar una obra absorbente y cautivadora, de lectura voraz y ágil que recordará eternamente. No, algo así es muy difícil de decir de forma categórica. Está obra es algo distinto y no debe ser vista como una lectura obligada.

La Casa en el confín de la tierra es un trabajo cuya lectura se hace dura, no por falta de excelencia de la obra, sino por esa perfecta traslación de la idea, el concepto y el alma de la novela, al transformar las palabras en viñetas. Es un trabajo para los seguidores de los autores, del género al que se adscribe, con tintes Lovecraftianos (aunque muy alejado de la sutil narración de este) por lo que los aficionados a este tipo de relatos de terror gótico extremo y grotesco, disfrutaran enormemente este trabajo.

Corben, logra densificar sus páginas con su estilo único. Cada viñeta destila pureza y fuerza en el trazo, con un empuje directo por plasmar la fina línea que separa a los sueños de las pesadillas, la vida y la muerte, como símil de la existencia efímera de la que apenas puede gozar la humanidad. Un relato que Corben ilustra con descarnada sinceridad, rezumando la carisma propia de un dibujante de su enorme talento, capaz de proyectar lo apocalíptico sobre el papel en blanco y dotar de vida lo que antes permanecía inerte. Corben se ve coloreado por Lee Louhgridge, que usa una paleta cromática muy apagada, donde resalta el rojo por encima de todos los demás, para enfatizar la sangre que fluye fuera de los cuerpos mutilados de este relato de terror sobrenatural.

Una obra exquisita en su realización, pero que contiene duros cartílagos a la hora de afrontarla. Su densa narrativa y lenguaje excesivamente recargado (heredero de la novela) la hacen inaccesible para muchos lectores poco afines al género. Así que es necesario reflexionar mucho antes de apostar por invertir en este trabajo. ¿Eres fan de Corben? Compra. ¿Eres fan de la novela de terror oscura y desesperada cuyo máximo representante (al menos el que más focos atrae) es Lovecraft? Compra. Si en una de ellas respondes no, aléjate, porque vas a quedar decepcionado por un trabajo que logra a la perfección su objetivo, pero acabará atragantado de forma inmediata durante su lectura.

Que los sueños de la locura no se tornen en pesadillas de la razón.



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