Javier Vázquez Delgado recomienda: #LeoAutorasOct – Reivindicamos el papel de las autoras de cómic (1 de 4)
Este mes de octubre en Zona Negativa nos sumamos a la iniciativa #LeoAutorasOct un proyecto nacido hace cuatro años que nos invita a dedicar el mes de octubre a leer y descubrir autoras, en nuestro caso, autoras de cómic. Si queréis saber más sobre el #LeoAutorasOct os recomendamos consultar esta página web o esta cuenta de Twitter desde donde se está promoviendo la iniciativa y creando contenidos como la imagen de portada de este post, creación de Laura Soriano.
Desde aquí, nuestra aportación será la publicación de cuatro entradas y, en cada una de ellas, hablaremos de diez autoras haciendo hincapié en su biografía y destacando alguna de sus obras. Para ellos nos hemos juntado un grupo de redactores de diferentes secciones: Alejandro Ugartondo, Diego García Rouco, Edu Sesé, Fer García, Gustavo Higuero, Igor Álvarez Muñiz, Jordi Molinari, Jordi T Pardo, Luís Javier Capote, Mònica Rex, Nacho Pena, Pablo Menéndez, Raúl Gutiérrez, Sergio Fernández y Tristan Cardona.
JACKIE ORMES
Jackie Ormes (1911 – 1985) fue la primera historietista afroamericana del cómic estadounidense con una proyección nacional. Nació en Pittsburgh (Pennsylvania) donde su padre era propietario de una imprenta y un cine. No obstante, su padre falleció en 1917, cuando Ormes -nacida como Zelda Mavin Jackson– apenas tenía siete años. Se trasladó entonces a vivir con su madre a Monongahela donde se graduó en 1930 en la escuela secundaria. Es en estos años donde empieza a mostrar su interés por el dibujo y la caricatura, una pasión que le animó a ponerse en contacto con el editor Robert Vann del semanal afroamericano The Pittsburgh Courier. No obstante, en un primer momento Ormes pasó a trabajar como correctora, editora y escritora, cubriendo noticias relacionadas con intervenciones policiales, sentencias judiciales y otras cuestiones importantes para la comunidad afroamericana. En 1937, Ormes debuta como historietista con Torchy Brown in Dixie to Harlem publicada por The Pittsburgh Courier. Este primer trabajo se pudo leer de costa a costa en Estados Unidos hasta su cancelación en 1938 cuando Ormes finalizó contrato con el periódico de Robert Vann.
En 1942, la autora se muda a Chicago y empieza a colaborar con The Chicago Defender, uno de los principales periódicos negros estadounidenses. En ella publicó brevemente la caricatura Candy, sobre una criada atractiva y bromista. Su siguiente trabajo destacado volvería a ser publicado en The Pittsburgh Courier. Este tenía por título Patty-Jo ‘n’ Ginger, una caricatura que Ormes dibujaría de forma ininterrumpida durante once años. En 1950, Ormes reinventaría para este mismo periódico su antiguo personaje Torchy Brown con un enfoque más social acorde con los tiempos. Además, la nueva tira -titulada Torchy in Heartbeats– le permitió a su creadora expresar su pasión por la moda. Ormes también es reconocida por su colaboración con la compañía de juguetes Terri Lee para diseñar en 1947 una muñeca basada en su personaje Patty-Jo ‘n’ Ginger que se convertiría en el primer artículo de este tipo que representaba a una niña afroamericana que no tenía como referente los estereotipos de juguetes anteriores.
Jackie Ormes abandonó su trabajo como historietista en 1956 y se dedicó a cultivar otras facetas artísticas a lo largo de su carrera, hasta que la artritis reumatoide que padecía lo hizo imposible. La autora falleció en Chicago el 26 de diciembre de 1985. Fue incluida póstumamente en el Salón de la Fama de la Asociación Nacional de Periodistas Negros en 2014, y en el Salón de la Fama de los Premios Eisner en 2018. Ormes apenas es conocida por el gran público debido a que durante toda su vida publicó en periódicos de la llamada “prensa negra” cuyos lectores no eran los mismos de la prensa generalista y blanca, pero en los últimos años su figura ha empezado a reivindicarse por su valor a nivel histórico y artístico.
Obra destacada
Torchy in Heartbeats, de Jackie Ormes. The Pittsburgh Courier.
Torchy Brown es posiblemente el trabajo más interesante de Jackie Ormes por sus dos diferenciadas etapas. La primera y más breve bajo el nombre de Torchy Brown in Dixie to Harlem, fue su primera tira de alcance nacional y su debut en el medio. En ella nos presentó entre 1937 y 1938 a Torchy Brown, una adolescente del Mississippi que en su viaje hasta Nueva York se convierte en cantante y bailarina del mítico Cotton Club de Harlem. En clave de humor Ormes se hacía eco de la Gran Migración que entre 1915 y 1940 protagonizaron multitud de familias afroamericanas que se habían desplazado desde los estados meridionales de Estados Unidos a los del medio oeste, noroeste y oeste del país escapando del racismo y la pobreza hacía territorios más prósperos.
La segunda encarnación de Torchy Brown la abordó Ormes en 1950 bajo el título de Torchy in Heartbeats y el mismo contexto le obligó a practicar cambios sustanciales en ella. Para entonces el Cotton Club había cerrado sus puertas y una Segunda Gran Migración se hacía iniciado entre la comunidad negra, ahora buscando trabajos cualificados en la floreciente industria armamentística. Torchy in Heartbeats se extendió hasta 1954 narrando las aventuras de una mujer independiente, inteligente, valiente y comprometida políticamente que reivindicaba un tipo de mujer negra muy alejada de la imagen que daban los medios generalistas. Ormes se preocupó también por mostrar la belleza del cuerpo femenino negro y abordó en sus historias temáticas relacionadas con el racismo, la contaminación, la desigualdad social y la guerra desde un punto de vista progresista. Estas ideas se volvieron más presentes en su obra después de la Segunda Guerra Mundial, lo que hizo que -como muchos otros artistas de la época- fuese investigada por parte del FBI.
KELLY THOMPSON
Kelly Thompson se trata de una de las guionistas más influyentes del cómic estadounidense mainstream actual, pero como todo el mundo, tiene unos inicios más humildes, que demuestran lo mucho que le costó llegar hasta la posición que hoy ocupa. Graduada en Arte Secuencial por la escuela de artes gráficas de Savanah, Thompson dijo en una ocasión que recordaba haber estado escribiendo desde que tenía uso de razón.
Habiendo realizado distintos proyectos a lo largo de su joven vida, su primer acercamiento al mundo del cómic lo realizó entre los años 2009 y 2015 en la revista CBR , fuente originaria de muchas de las noticias del medio que aparecen en esta casa, en la que Kelly Thompson escribía reseñas y además tenía su propia columna titulada She Has no Head!, lo que traducido al castellano viene a significar “Ella no tenía cabeza”, columna que trataba nada más y nada menos que sobre la mujer en el mundo del cómic.
Su primer gran éxito fue la novela The Girl Who Would Be King (La Chica que Sería Rey) en la que se acercaba al género superheroico a través de la historia de dos mujeres con gran poder, que terminaban enfrentadas por la distinta concepción del uso del mismo que ambas tenían. Dicha novela fue financiada a través de Kickstarter en el año 2009 y superó con creces todos sus propósitos de recaudación.
El debut como guionista de cómic le llegaría un poco más tarde, en el año 2014 a través de IDW donde sería la responsable de la adaptación a cómic de Jem and the Holograms, unos dibujos muy populares en EEUU de los que pudimos disfrutar en los ochenta en España de la mano de Telecinco.
El inicio en Marvel le llegaría tras ese boom de cambio que supondrían las Secret Wars de 2015 de Jonathan Hickman a nivel editorial para la Casa de las Ideas. Así, coescribiría con otra gran autora marvelita, Kelly Sue DeConnick, la historia de los Carol Corps, compaginando dicho trabajo con la escritura de un cómic sobre la Power Ranger Rosa para Boom! Studios. Poco después, llegaría Ojo de Halcón, la serie en solitario sobre Kate Bishop que tanta fama (y muy merecida) ha cosechado en los últimos años.
Sería ya en el año 2018 cuando Marvel le ofreció un contrato en exclusiva, y cuando llegaron algunas de sus obras más destacadas para la editorial, tales como Pícara y Gambito, el relevo a Bendis en Jessica Jones y, por supuesto, Capitana Marvel.
Thompson es hoy en día uno de los valores más fuertes e interesantes de Marvel Comics, debiendo reinvidicarse su figura como una de las autoras más influyentes del panorama actual.
Obra destacada
100% Marvel HC. Jessica Jones 4. Punto Ciego, de Kelly Thompson y Mattia de Iulis. Panini Cómics (Marvel Comics)
Hablar de Jessica Jones, es hablar de uno de los iconos feministas por excelencia en el cómic actual. Creada como una mujer fuerte pero marcada por su pasado y de personalidad autodestructiva por Brian Michael Bendis y Michael Gaydos, la detective noir que era introducida en el Universo Marvel del recién estrenado Siglo XXI por continuidad retroactiva, tardo muy poco en ganarse los corazones del fandom.
Considerada la hija predilecta del escritor de Cleveland hasta el punto de que rara vez era tocada por otro que no fuera él y siempre en series corales no protagonizadas por ella, la actual esposa de Luke Cage, muy popular tras las tres temporadas de su serie en Netflix, necesitaba alguien que se encargara de sus guiones una vez que Bendis dejaba el barco de Marvel para aterrizar en DC Comics.
La elegida fue Kelly Thompson, una autora que tan pronto como se puso al frente del personaje decidió muy acertadamente no emular a Bendis, si no, sin destruir lo que éste había creado, contar su propia historia, la historia de una madre y esposa, pero sobre todo de una mujer independiente que por fin dejaba atrás su pasado como Joya y como víctima del Hombre Púrpura y se embarcaba en sus propias aventuras, tan mundanas como llevar su vida cotidiana y desempeñar su empleo de detective privado, no consiguiendo huir del mundo superheroico que ora la perseguía, ora le daba una bofetada en la cara por ser parte de él aunque no quisiera pertenecer al mismo.
Thompson demostró no solo que se podía escribir a Jessica sin ser Bendis, si no que se podía aportar mucho más al personaje, que reconozcámoslo, por bien que fuera definida por su padre editorial, hacía tiempo que no evolucionaba mucho más allá de sus traumas pasados o de su matrimonio como Power Man.
Además, esta obra funciona como un muy buen punto de entrada al personaje que no necesita de lecturas previas, por recomendables que éstas nos puedasn parecer.
JORDIE BELLAIRE
Cuando se habla de la figura del colorista en el cómic occidental actual, pocos artistas destacan tanto como Jordie Bellaire (Irlanda), la cual lleva dejando constancia de su trabajo a lo largo de la última década en las tres principales editoriales del cómic norteamericano: Marvel, DC e Image. Para La Casa de las Ideas ha coloreado obras tan destacadas como La Visión de Tom King y Gabriel Hernández Walta o Peter Parker: The Spectacular Spiderman de Chip Zdarsky y Adam Kubert o la Ojo de Halcón de Kelly Thompson y Leonardo Romero. En DC Comics ha coloreado a artistas como Mikel Janín o Jorge Fornés y directsmente casi la totalidad de la etapa de Tom King al frente de dicho título o El Resurgir (The Wake) de Scott Snyder y Sean Murphy. En Image ha trabajado como colorista en la galardonada Bella Muerte de Kelly Sue DeConnick y Emma Ríos o en Los Proyectos Manhattan de Jonathan Hickman y Nick Pitarra. Su labor le ha servido para ganar dos Premios Eisners en 2014.
En mayo de 2019 Bellaire comenzaría su labor en los guiones con Redlands, una obra de terror y brujería dibujada por Vanessa Del Rey que supondría un debut muy exitoso como escritora. El buen hacer de esta obra ha dado lugar a que Boom Studios le ofreciera ser guionista de uno de sus proyectos soñados: la nueva etapa de la colección de cómics de Buffy Cazavampiros, junto al dibujante canario David López (Capitana Marvel).
Bellaire también ha sido una activista dentro del medio como una de las impulsoras de la iniciativa “Comics are for everybody” (Los cómics son para todes) o del Día del Colorista el 24 de enero en base a un post suyo en Tumblr donde reivindicaba lo mucho que aportaba el color al resultado final de un cómic.
Obra destacada
Redlands, de Jordie Bellaire y Vanessa Del Rey. Norma Editorial (Image Comics)
El debut de Bellaire a los guiones ha sido considerable: Con una obra de autor y en Image Comics y cuya temática no es sencilla de abordar. Es el caso de Redlands, obra escrita y coloreada por esta autora y dibujada por una de las artistas más destacadas del momento Vanessa del Rey.
La premisa de la obra parte de que tres brujas pertenecientes al mismo Aquelarre se hacen con el control de un pueblo del sur de Florida a finales de los años 70. Ellas se convierten en juezas, jurado y verdugos del lugar y siguen impartiendo justicia hasta nuestros días investigando diferentes crímenes que tuvieron lugar en la localidad.
Redlands es una obra que aborda diferentes perspectivas feministas y las introduce y las actualiza en el marco del esoterismo que abarca. No se queda en lo normativo y hasta aborda . Posiblemente es una obra que tiene más de thriller sobrenatural que de historia de terror pero lo verdaderamente destacable es que si bien este género sigue en boga con productos culturales como La Bruja: Una leyenda de Nueva Inglaterra (Robert Eggers, 2015) o Los Lords de Salem (Rob Zombie, 2012) no he visto una mejor actualización del mismo que esta obra.
EMMA RÍOS
Emma Ríos Maneiro nació en 1976 en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra). Se licenció en Arquitectura en la Universidade da Coruña mientras trabajaba en el mundo de la autoedición y el fanzine. Formó parte del Colectivo Polaqia una asociación cultural formada por autores gallegos junto a autores como Álvaro López, David Rubín, Luis Sendón, Sergio Covelo, entre todos. En la primera década de los dos mil trabajó para otros colectivos como Chapapote y Phanzynex, así como para una gran cantidad de revistas.
En 2007, consiguió su primer trabajo profesional en Runaway de Marvel. Tres años más tarde estaba junto a Mark Waid, Christina Strain y Val Staples trabajando en la serie Extraño. Su trabajo para Marvel incluye otras propuestas como Tierra de Sombras. Caballero Luna, Marvel Divas, Daredevil. Corazones en la oscuridad, Spider-Island, Ellas y, más recientemente, Capitana Marvel junto a otras autoras de gran relevancia como Kelly Sue DeConnick y Jordie Bellaire.
Precisamente junto a DeConnick y Bellaire, en 2014, Ríos aterriza en Image Comics gracias a Bella Muerte . Recientemente Astiberri ha publicado el tercer tomo de la serie, titulado La Rata, donde nos alejamos del estilo western que había reinado en los primeros dos tomos y nos smumerguimos en la estética noir de la primera mitad de la década pasada. Precisamente, con la portada de este volúmen, Emma Ríos ha sido galardonada con el Premio Eisner 2020 a la mejor portadista.
Con Image también publica Mirror, la obra donde explota su potencial como guionista junto a Hwei Lim como dibujante y entintadora. La historia de ciencia ficción donde conoceremos a Iván, Sena y muchos de los colonos del asteroide Irzah. Este cómic del cual apenas se puede decir nada sin incurrir en spoiler está recopilado en dos volúmenes por Astiberri.
Profesionalmente, Emma Ríos está en un momento excelente como de mujestra en Mirror y en Bella Muerte. Tenemos muchas ganas de leer todas las historias que quiera crear.
Obra destacada
I.D., de Emma Ríos. Astiberri
La primera vez que vi la porta de I.D. no entendía nada. Esa amalgama de color rosa y blanco con formas imposibles me confundía. No entendeía que quería transmitirme. Al terminar de leerlo, cerrar la portada y voltear el cómic me di cuenta de lo bien que juega con las formas Emma Ríos.
I.D. nos presenta a tres personajes que están dispuestos a cambiar radicalmente su vida: Noa, Miguel y Charlotte. Por diferentes razones que iremos descubriendo (o no) a lo largo de la historia van a someterse a una operación de transplante de cuerpo. Con ochenta páginas, Ríos, es capaz de profundizar en el concepto de identidad, autoestima y reinvención con tanta naturalidad que consigue que parezca fácil.
A nivel gráfico, la elección bitono en rosa y blanco suaviza el tono de la historia de una historia que, en reliadad, tiene un calado doloroso.
Hacia la mitad del volúmen, los científicos que van a realizar el procedimiento dan una breve explicación del procedimiento y, sorprendentemente ¡está fundamentada! Para este aspecto de la obra, Ríos contó con el asesoramiento de Miguel Alberte Woodward un neurólogo que ejerce en Servicio Gallego de Salud. Aunque el procedimiento médico que Ríos y Woodward construyen es ficticio, tiene una voluntad de realidad que contribuye a dar profundidad a la historia.
HASEGAWA MACHIKO
HASEGAWA Machiko (1920-1992) fue una de las primeras dibujantes de manga. Desde una temprana edad, mostró un gran interés por el dibujo y tras el fallecimiento de su padre, cuando ella tenía catorce años, su familia se mudó de su Fukuoka natal a la ciudad de Tokio un año después, donde comenzó a trabajar como dibujante para periódicos y revistas. Participó activamente en la creación de mangas previos a la II Guerra Mundial, a pesar de ser una actividad que gozaba de poco prestigio por aquel entonces, y a partir de 1934 comenzó a ejercer como aprendiz de TAGAWA Suihô, el padre de Norakuro, serie protagonizada por animales antropomórficos e influenciada por Felix the Cat, en la que se presentaba a un perro que servía en el ejército y que, a pesar de nacer con un espíritu humorístico, posteriormente se convirtió en un ejercicio de propaganda del ejército imperial nipón.
En 1937, la autora comenzó a publicar sus primeros trabajos de creación propia, como Nakayoshi Techô, que se publicaba en las páginas de la revista Shôjo Club, de la editorial Kôdansha. De esta manera, Hasegawa se convirtió también en una de las primeras autoras en dibujar mangas dirigidos especialmente a un público femenino. Ante el incipiente estallido del conflicto bélico, su familia decidió mudarse de vuelta a Fukuoka, donde pudo continuar su actividad profesional en un periódico local.
Una vez finalizada la II Guerra Mundial, Hasegawa se erigió como una de las figuras más importantes del nuevo manga que surgiría tras la derrota japonesa, con el objetivo de presentar una fuente de entretenimiento para los niños. De esta manera alcanzó una posición privilegiada en la industria del cómic japonés, alcanzando un reconocimiento y un éxito muy merecidos en una profesión en la que la presencia de mujeres era anecdótica, siendo un referente para muchas autoras posteriores.
En 1946 concibió su creación más popular, Sazae-san, una tira de prensa que narraba hechos cotidianos de la vida de la protagonista y su familia. El éxito de este título le llevó a que ocupara la mayor parte de su carrera profesional, prolongando la publicación de sus historias hasta la década de los 70. Además de esta emblemática serie, Hasegawa también fue la autora de Katsuo-chan to Wakame-chan, Ijiwaru Baa-san o Apron Oba-san.
Además de ser una reputada dibujante de manga, Hasegawa era una gran aficionada al arte y cultivó la pintura tradicional japonesa, la cerámica, la escultura y la cristalería en su tiempo libre, que se tradujeron en una amplia colección, en la que también hay piezas de otros artistas, que es albergada por el Museo de Arte Hasegawa Machiko, institución que se encuentra situada en el distrito de Setagaya, lugar recurrente en el manga de Sazae-san, y que fue inaugurada en 1985 como un homenaje a una artista excepcional. El 27 de mayo de 1992, falleció debido a una afección cardíaca y dos meses más tarde, el Primer Ministro de Japón le concedió a título póstumo el Komukin Eiyoshô o Premio de Honor del Pueblo, tras haber recibido otras prestigiosas distinciones del Estado japonés en vida.
Obra destacada
Sazae-san, de HASEGAWA Machiko. Asahi Shimbun
Sazae-san es, sin ninguna duda, la obra más importante de Hasegawa y la que ocupó la mayor parte de su carrera artística. Comenzó a publicarse en 1946, en forma de tiras de prensa diarias, que partían de un planteamiento costumbrista para retratar el estereotipo de la ama de casa japonesa de la época, representada en la protagonista, así como a los hechos cotidianos de su día a día. La publicación de la tira se prolongó hasta el año 1974, siendo recopilada en su totalidad inicialmente en 68 volúmenes, aunque ediciones posteriores han reducido dicha cantidad, consiguiendo vender alrededor de 100 millones de unidades en Japón. Tras haber sido adaptada como un programa dramatizado de radio y como serie de acción real para televisión, a partir del año 1969, se realizó una serie animada de televisión que trasladaba las historias de Sazae y su familia a la pequeña pantalla, produciéndose nuevos episodios hasta este mismo año, en la que ha sido interrumpida hasta nuevo aviso, ostentando el récord mundial de la serie de anime más longeva de la historia.
Su protagonista es Sazae Isono, una atribulada ama de casa que actúa como el eje de toda su familia y pone de manifiesto las dificultades a las que las mujeres debían hacer frente en su día a día. Al principio, Sazae se mostraba como una mujer muy liberal y moderna, más preocupada de sí misma que de formar una familia, como era el deseo de su madre. Posteriormente, Sazae se casó con Masuo y tuvieron un hijo, pasando a ser personajes recurrentes de la tira, junto al resto de la familia de la protagonista, en cuya gran casa vivían.
A su manera, Hasegawa realizó un alegato feminista a través de su creación más importante, haciendo hincapié en la relevancia de la mujer en la vida cotidiana y en la sociedad japonesa, a pesar de que desde muchos otros sectores se menoscabara su papel, contribuyendo así a la conquista de derechos sociales por parte de las mujeres a partir de la década de los 60.
POSY SIMMONDS
Rosemary Elizabeth Simmonds (1945-) nació la localidad británica de Cookham Dean. Desde pequeña se aficionó a los cómics y dibujos satíricos, especialmente los publicados en la revista Punch. Gran parte de su infancia la pasa en el internado Queen Anne´s School de la localidad de Caversham donde dibuja sin cesar y donde conoce a una profesora de francés, moderna y elegante, que le dará a conocer los grandes clásicos de la literatura francófona como Gustave Flaubert y Victor Hugo.
En 1962 viaja a París donde cursará estudios en la universidad de La Sorbona y a su vuelta a Inglaterra se matriculará en la Central School of Art and Design de Londres.
Tras acabar su formación acepta trabajos temporales hasta que publica su primera obra The Posy Simmonds’ Bear Book (1969), un libro modesto que sin embargo conseguirá que el editor del periódico The Sun la contrate para realizar un cartoon diario. En 1972 cambia de cabecera y empieza a colaborar con The Guardian donde ilustrará obras literarias y en 1977 empieza la publicación de su primer cómic titulado The Silent Three of St Botolph’s con el que empezará a granjearse una reputación de autora inteligente e incisiva. Esta serie durará hasta finales de los ochenta y será recopilada en diversos tomos titulados: Mrs Weber’s Diary, Pick of Posy o Very Posy and Pure. En 1981 publica True Love donde se burla de las revistas y cómics de romances fantasiosos y edulcorados. Al mismo tiempo hace carrera como escritora e ilustradora de numerosos libros infantiles y juveniles con títulos como Lulu and the Flying Babies, The Chocolate Wedding, Lavender o Fred que tuvo una adaptación cinematográfica titulada Famous Fred y fue nominada a los Oscar. En el libro Mustn’t Grumble (1993), Simmonds recopila los cartoons realizados en la época en el periódico The Guardian y el semanario The Spectator.
En The Guardian nace Gemma Bovery (1997) que se convertirá en su primera novela gráfica. Más tarde repetirá el esquema con Tamara Drewe (2005-2006) y ambas serán adaptadas al cine, siendo protagonizadas – curiosamente – por la misma actriz; Gemma Arterton. En Literary Life (2003) la autora se fija en el mundillo de los escritores y la edición literaria. Su última creación, Cassandra Darke, apareció en 2018 y en España ha sido traducida y publicada en febrero de 2020 por Salamandra Graphic.
Posy Simmonds es Miembro de la Orden del Imperio Británico desde el 2002 y en Francia ha obtenido el Premio de la Critica del 2009 por Tamara Drewe.
Obra destacada
Cassandra Darke, de Posy Simmonds. Salamandra Graphic
Cassandra Darke es la última obra de una de las autoras más inteligentes e interesantes del cómic europeo. Su trabajo constituye una acertada simbiosis entre emoción y reflexión, entre melodrama y crítica. En esta historia, publicada en su país en 2018, se fija en la burguesía de Londres e incluye, además, la novedad de estar inscrita en el género policíaco. La novela gráfica se centra en la figura de Cassandra Darke, una anciana galerista de arte, divorciada, solitaria y egoísta que ha sido condenada por estafa. Su crimen no le comporta penas de cárcel pero las indemnizaciones que debe pagar acaban agotando todos sus ahorros y la convierten, además, en una marginada social. La irrupción en su vida de Nicki – su sobrina – desestabiliza el precario equilibrio que ha conseguido recuperar y acaba poniendo en peligro su tranquilidad e incluso su vida.
Cassandra Darke se erige en una precisa y preciosa descripción de un personaje femenino que descubrimos con todos sus matices, con todas sus aristas y que pasa a engrosar la limitada pero ilustre galería que completan los retratos de Gemma Bovery y Tamara Drewe. La obra presenta una estructura narrativa característica de la creadora de Literary Life, que combina los bloques de texto con las secuencias dibujadas en un perfecto equilibrio que convierten su estilo en único en el mundo.
Posy Simmonds consigue atraparnos en una sutil madeja que retrata con precisión a una mujer diferente y con ella a una sociedad que vive obsesionada por las apariencias. Con Cassandra Darke la autora británica nos regala otro personaje femenino inolvidable que acaba perfilando de manera precisa y emotiva. Con esta obra recorremos la ciudad de Londres y descubrimos unos ambientes característicos, unas personalidades perfectamente definidas que nos ocultan unos crímenes, unos pecados y unos vicios tremendamente parecidos a los nuestros. Cassandra Darke es un relato que se ha convertido instantáneamente en universal.
SARA PICHELLI
Nacida el 15 de Abril de 1983 en Amatrice, Italia, Sara Pichelli comenzó su carrera en ese mundo tan unido al del cómic, perse a tratarse de un medio completamente distinto que es la animación, trabajando como animadora y diseñadora de personajes. Algo que la propia autora llegó a reconocer como que no le llenaba lo suficiente, por mucho que esta afirmación nos pudiera sorprender a priori.
Comenzó a trabajar en el mundo del cómic al tiempo que desubría éste a través del ilustrador David Messina, que la introdujo en el medio en el que trabajó como su asistente, encargándose muy pronto del dibujo de algunos números de Star Trek para IDW Publishing. Sin embargo, su salto a la fama llegó en el año 2008 en el que presentó su trabajo en la feria de búsqueda de talentos de Chesterquest y captó la atención de C.B. Cebulski, que entonces no era el editor jefe de la editorial, pero sí su cazatalentos más destacado.
Su primer trabajo para Marvel fue NYX: No Way Home, seguido de unos números para Runaways en el año 2009, para después trabajar junto a Stuart Immonen en una serie dedicada a la mutante Pixie. Sin embargo, su verdadero salto a la fama se produciría en el año 2010, cuando pasó a formar parte del equipo creativo de Ultimate Comics: Spiderman, en la que realizó algunos números junto a Brian Michael Bendis, para ya después ilustrar el número del especial Fallout en el que Miles Morales hacía su primera aparición como el nuevo Spiderman tras la muerte del Peter Parker de la Tierra 1610.
Fue entonces, en 2011 cuando pasó a encargarse de la serie principal del personaje, ya protagonizada por Miles y en la que permanecería durante la mayor parte de la andadura de éste en el Universo Ultimate, siendo la responsable de diseñar el aspecto tan icónico de este Spiderman tan especial que ha revolucionado a una generación entera. En 2018 llevó a cabo el regreso de Los Cuatro Fantásticos acompañada de Dan Slott, en unos primeros números que destacaban por su dibujo, si bien no por su guión.
Obra destacada
Ultimate Integral. Miles Morales Spiderman 1: El Nuevo Spiderman, de Brian Michael Bendis, Sara Pichelli, Chris Samnee y David Marquez. Panini Cómics (Marvel Comics)
Hablar de Miles Morales es hablar de uno de los personajes más populares del Universo Marvel actual, que con tan solo nueve años de existencia ya ha protagonizado varias series de cómics, su propia película (de la que pronto podremos ver su secuela), y un videojuego que verá la luz enseguida, apareciendo además en diversas series de animación.
Concebido como el sustituto del Peter Parker Ultimate a partir de una visión que asaltó a Bendis durante un capítulo de la serie Community, Miles Morales hace tiempo que dejó de ser un simple reemplazo para convertirse en un arácnido por derecho propio que puede mirar cara a cara al original y contar su idiosincrasia e identidad propias que le hacen ser todo lo opuesto a una copia.
En estas páginas conoceremos el debut de un personaje que debe de vivir con el mantra de poder y responsabilidad que en su día atenazara a Peter Parker y le hiciera evolucionar, pero que aquí, lejos de tener que ver con la muerte de la figura paterna del personaje, surge por la muerte del Spiderman original, cuya figura Miles se ve obligado a emular y a honrar, mientras trata de que sus gestos no sean vistos como una falta de respeto por una Nueva York que ahora ve a Spiderman como a un martir, y todo ello con un protagonista que con solo trece años, debe afrontar decisiones que se escapan a su madurez.
Miles no es el primer arácnido posterior a Peter Parker, ni de lejos, pero es ese que ha conseguido calar en el fandom para quedarse y tener hoy en día una popularidad equivalente a la del trepamuros original, hasta el punto de que fue el único personaje que se salvó de la quema del Universo Ultimate producida tras las Secret Wars de 2015.
Probablemente, esto se deba a que los adolescentes lectores de cómic, consiguen conectar con Miles desde el minuto uno, como en su día lo hicieran los adolescentes de la década de los sesenta con ese Peter Parker que protagonizara sus primeras aventuras. Qué demonios, mi sobrino tiene cinco años y no concibe otro Spiderman que no sea Miles.
Y todo eso se debe a sus autores, a un Bendis que como padre de dos niñas adoptivas de raza negra supo ver la necesidad de un superhéroe que encarnara al joven afroamericano, y a una Sara Pichelli que le diera a este Spiderman ese aspecto tan propio suyo que no tardó nada en quedarse para siempre grabado en la retina del lector.
AMANDA CONNER
Amanda Conner (Honolulu, Hawai -1967) estudió en la Kubert School, New Yersey. Sus mayores influencias son el propio Joe Kubert y Frank Miller, además de Bill Sienkiewicz, quien le otorgó su primer trabajo profesional en la industria como ayudante en su estudio.
Durante sus primeros años de carrera, Conner alternó breves colaboraciones con Marvel y Archie Comics, trabajos en agencias de publicidad y encargos alimenticios (cómics de Barbie y Gárgolas, entre otros). Precisamente durante su desempeño en uno de estos encargos (Tomoe, para la editorial Crusade) conoció al que sería su frecuente colaborador y futuro marido: el entintador Jimmy Palmiotti.
Poco a poco y a lo largo de los noventa, Conner fue haciéndose un sitio en la industria. Los encargos que le llegaban eran cada vez más importantes, los guionistas con los que colaboraba cada vez más relevantes y su trazo cada vez más icónico y personal. Su primer gran éxito llego con los veinticuatro números de Vampirella, donde pudo colaborar con escritores de la talla de Garth Ennis, Warren Ellis y Mark Millar.
A partir de ahí, una espiral ascendente: Painkiller Jane, The Pro, una nominación al Eisner, Power Girl, ilustraciones para el New York Times, Harley Quinn, diseños para cine y televisión…A día de hoy resulta imposible pensar en Harley Quinn o Power Girl sin pensar en la interpretación de Amanda Conner. Su trazo y su estilo es ligero, expresivo, sexy y pícaro al viejo estilo liberal de Little Annie Fanny.
OBRA DESTACADA
Before Watchmen: Espectro de seda de Darwyn Cooke y Amanda Conner (ECC Ediciones)
A finales de la primera década de este siglo, DC Comics decidió sacar al mercado una línea de series en la que cada una de ellas estaría centrada en un personaje de la famosa novela gráfica Watchmen. Amanda Comner asumiría la tarea de narrar la juventud del principal personaje femenino de la obra de Moore y Gibbons: Espectro de seda.
Una tarea que solventó con brillantez, como no podía ser de otra manera. El trazo de Conner gana rotundidad y vitalidad en esta obra, y se diferencia profundamente de aproximaciones mas cartoon al genero superheroico (como The Pro o Power Girl). Tanto sus elocuentes y sinuosas líneas como la brillante paleta de colores New Age de Paul Mounts reflejan dos aspectos capitales del guion de Darwyn Cooke.
Primer aspecto. Una derrota generacional articulada en torno a la figura de una superheroina que alcanza su plenitud en plena revolución hippie y que se deslizara hacia su ocaso en plena era Reagan. Segundo aspecto. Un comentario de genero (hasta cierto punto metatextual) en torno al papel de la mujer en el cómic de superheroes, articulado en torno a la influencia que sobre nuestra superherorina ejerce su madre, una heroina de la Edad de Oro.
A nivel narrativo, las viñetas de Conner asumen con pasmosa naturalidad el ritmo sincopado del Watchmen original. Hasta la fecha, este sigue siendo uno de sus mejores trabajos.
TILLIE WALDEN
Tillie Walden es, por derecho propio, una de las figuras más brillantes del panorama actual del cómic. Nacida en 1996, esta jovencísima autora estadounidense con residencia en Austin (Texas) se animó a empezar a dibujar durante sus últimos años de instituto tras asistir a un inspirador taller de cómic con Scott McCloud, unos dibujos que terminó publicando en internet gracias a la insistencia de su padre. Su calidad llamó tanto la atención del editor de Avery Hill Publishing, un sello de cómics británico, que le ofreció realizar un libro para ellos. El resultado se convertiría en su primera obra: The end of summer, una fábula con aroma a Little Nemo sobre un chico que combate la enfermedad y el aburrimiento de un invierno de tres años junto a su gato gigante. Aquella obra publicada en 2015 la haría debutar con un premio Ignatz que sería el primero de muchos.
De la mano de Avery Hill, Walden continuó su producción con I love this part (2015), que le granjearía un nuevo Ignatz y una nominación a los Eisner a Mejor one-shot, y A city inside (2016). Durante este tiempo comenzaría también a cursar sus estudios de arte secuencial en el Center for Cartoon Studies, donde su tesis final sobre su infancia como patinadora se convertiría en la que sin lugar a dudas es su obra magna: Piruetas. Esta monumental biografía, con la que pasaría a publicar con First Second Books, enamoró a crítica y público en todo el mundo y le valió a su autora un récord, el de ser la persona más joven en ganar un premio Eisner con tan solo 22 años. Es también el primer trabajo de Walden que hemos podido disfrutar en España gracias a la labor de Ediciones La Cúpula, editorial que hasta la fecha se ha encargado de traernos todos sus siguientes trabajos.
Casi a la par, su siguiente hito sería En un rayo de sol, un webcómic con el que la autora se adentró en la ciencia-ficción para poner patas arriba todos los códigos del género y convertirlo en una poderosa epopeya romántica llena de personalidad. La obra fue editada en formato físico por First Second en EEUU y por Avery Hill en Reino Unido, y se haría con una nominación Eisner a Mejor webcómic. Su último trabajo ha sido ¿Me estás escuchando? (First Second, 2019), una íntima historia que mezcla realidad y fantasía con la que, una vez más, se ha hecho con un premio Eisner al Mejor álbum gráfico junto a dos nominaciones más.
La producción de Tillie Walden se caracteriza sobre todo por una exquisita sensibilidad capaz de calar hasta el alma. Su intimismo e introspección desmenuzan incontables experiencias y emociones personales, desde el amor, la adolescencia, los traumas o la amistad. Otras de sus grandes señas de identidad es la presencia prácticamente imperante de personajes femeninos, entre los que casi siempre ocupa un hueco especial la homosexualidad tratada desde su experiencia personal como lesbiana. Su característico arte, muy influenciado por su afición al manga desde la infancia, imprime un lirismo a sus obras capaz de convertir sus páginas en auténticos poemas visuales en los que su magistral uso del color brilla con luz propia. Una autora absolutamente indispensable cuyo techo aún está por descubrir.
Obra destacada
Piruetas, de Tillie Walden. Ediciones La Cúpula (First Second)
Como tesis final de sus estudios en la CCS, Tillie Walden decidió contar una historia de patinaje sobre hielo, un deporte que practicó durante doce años de su infancia a nivel semiprofesional. Quién le iba a decir a aquella muchacha que la obra resultante sería todo lo que es Piruetas.
No es sencillo definir de qué trata Piruetas, pero desde luego reducirlo a un cómic sobre el patinaje se quedaría ridículamente corto. A partir de aquella parte tan importante de su vida, Tillie Walden traza un eje desde el que realiza una biografía con una profundidad pasmosa. Resulta difícil imaginar que una persona tan joven tenga tanto que contar y reflexionar sobre su vida, pero resulta impensable que además sea capaz de hacerlo con tanto talento. Piruetas es un retrato de la madurez en el que su autora se desnuda por completo, una suerte de confesión ilustrada en la que explora con enorme sinceridad su paso de la infancia a la adolescencia condicionada por el precoz descubrimiento de su homosexualidad y su difícil aceptación en un lugar tan tradicional como Texas. El trauma de cambiar de ciudad, la soledad de no encajar con los demás o el distanciamiento con los padres son algunos de los temas que también encontraremos en esta monumental obra.
Su arte es la otra cara de la perfecta combinación de la obra. Con un trazo fino y limpio, Walden realiza un trabajo en perfecta sincronía con su narración, con un minimalismo que consigue transmitir al lector el sosiego con el que su autora nos relata su vida, pero también la soledad que tanto sufrió durante su niñez. Su personalidad gráfica queda además totalmente magnificada por su color. El morado sustituye al negro e impera durante todo el cómic con la única compañía de ciertos destellos amarillos, transmitiendo una elegante sobriedad a la obra.
Si no habéis leído Piruetas, ponedle solución. Pocas obras conmueven tanto durante su lectura y marcan tanto tras ella. La única pega que se le puede poner es que su autora tenga que cargar con la presión de haberse puesto un listón tan difícil de superar con tan solo 22 años.
WENDY PINI
Wendy Pini nació en 1951 en San Francisco. Su apellido de soltera era Fletcher, pero lo cambio por el de su marido cuando se casó en 1972 con Richard Pini. Se trata de una figura sin la que es imposible entender el actual auge del cómic independiente y underground estadounidense. No lo es por ser únicamente una autora de primer nivel, sino que su apuesta por los derechos de autor y autoedición de su serie Elfquest, sirvió para que los autores que ahora trabajan para la industria estadounidense tengan más alternativas a las dos majors. Para ello contó con la ayuda de su marido Richard, pero ella es la fuerza creativa de la pareja ya que Richard ejercía de coguionista y asumía las labores editoriales. También es muy importante su labor a la hora de denunciar el machismo imperante en la industria del cómic.
Su infancia estuvo marcada por lecturas sobre mitología y libros de fantasía. En estos años comenzó a escribir sus primeros relatos en los que, además de esas influencias, también se veía su pasión por la obra de Shakespeare, la historia, cultura y mitología nipona y la poesía épica del Ramayana. Todas esas influencias se verán en sus trabajos posteriores. Sus primeros trabajos se pudieron ver a finales de los sesenta en diversos fanzines y revistas de ciencia-ficción. Durante sus años de universidad trató de realizar en solitario una adaptación al cine de animación de Stormbringer, la novela con la que Michael Moorcock ponía fin a la saga de Elric. Por desgracia, no pudo concluir el proyecto, pero en 1987 se publicó Law & Chaos un libro que recopilaba todos los dibujos que realizó para el mismo. Aunque la versión en papel es muy difícil de encontrar desde hace unos años está colgado de manera íntegra en su web.
En 1974 comienza a realizar ilustraciones de manera profesional para revistas como Galaxy, Galileo y Worlds of If. Por esa época se produce su primer contacto con los cómics ya que guioniza un número de Red Sonja, como dato curioso cabe señalar que cuando iba a las convenciones de cómic se solía disfrazar de este personaje.
1978 es un año clave en su carrera, ya que ve la luz el primer número de Elquest, dentro WARP Graphics, la editorial que crea junto a Richard para autopublicarse. Con el tiempo WARP (acrónimo de Wendy and Richard Pini) publicaría a otros autores como Colleen Doran, Robert Asprin y Martin Greim. El primer arco de las aventuras de la tribu del lobo está compuesto por los primeros veinte números de la serie publicados entre 1978 y 1984. Se convirtió en el primer gran éxito de las compañías independientes americanas propiciando una explosión de títulos y editoriales que cambio el mercado. Lo que obligó a las majors a crear de sellos como Epic o Vertigo, además de otorgar mayor libertad a autores como Miller o Moore, entre otros.
Después del primer arco aparecieron varias series que exploraban el pasado y el futuro del rico universo que habían creado en diversos formatos y editoriales. Hoy en día la serie sigue tan viva como siempre, aunque ahora se editan en Dark Horse, que está recopilando la serie y publicando nuevas aventuras, con Wendy a los mandos.
En los últimos cuarenta años, además de seguir contándonos las aventuras de sus elfos, Wendy ha trabajado para editoriales como Marvel, First Comics, Comico, DC Comics y Dark Horse. Entre esos trabajos destacan la adaptación de la serie de televisión La bella y la bestia y la que hizo del cuento de terror de Edgar Allan Poe La máscara de la muerte roja. Por desgracia, como la mayoría de su obra, ninguna de las dos se ha publicado en España.
A lo largo de su carrera ha recibido un sinfín de premios entre los que destacan su más que merecida elección para formar parte del salón de la fama de los Eisner.
Obra destacada
The Complete ElfQuest Volume 1: The Original Quest, de Wendy Pini y Richard Pini. Dark Horse Comics
Además de su importancia a nivel editorial e histórico, hay que señalar que el primer arco de Elfquest ha envejecido estupendamente. Se trata de una serie de fantasía que se aleja de la influencia, casi absoluta, de Conan y de las novelas de Tolkien que tenían casi todas las historias de la época. Es una obra con una visión de la fantasía menos grandilocuente, violenta y masculina, pero sin perder la carga épica y romántica que caracterizan las mejores obras de fantasía. En Elfquest se pueden ver muchas de las inquietudes sociales herederas del movimiento hippie, como la ecología, los conflictos raciales, la violencia o el papel de la mujer. Todas esas problematicas siguen, por desgracia, de actualidad, algo que hace que la obra siga vigente y tenga un carácter más adulto que muchas de sus obras contemporáneas.
Uno de los puntos fuertes de la serie es el elenco de personajes principales, que resultan muy humanos lo que hace muy fácil empatizar con ellos, gracias a lo bien que están construidos y al dominio de Wendy Pini de las expresiones faciales. Casi por primera vez en el género vemos a personajes principales femeninos fuertes como Leetah, su relación con Cuchillo es un fiel reflejo de la lucha de sexos de la época, que no tenía cabida en los cómics de las majors.
Wendy Pini hace un trabajo gráfico fantástico que consigue integrar todas sus influencias para conseguir una obra con personalidad propia. En su dibujo se pueden ver trazas del manga con la narrativa más clásica propia de las grandes tiras de prensa.
Estos primeros números de la serie son una joya, tan buena como alguna de las más afamadas que creo el cómic americano de los ochenta, pero que está algo olvidado por no tener detrás el aparato de marketing de Marvel y DC, capaz de revestir de genialidad obras mediocres.
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