Javier Vázquez Delgado recomienda: 100% Marvel HC. Spiderman y Veneno: Problema Doble

Edición original:Marvel Comics, Spider-Man & Venom: Double Trouble vol. 1 #1-4.
Edición nacional/ España:Panini Cómics, 100% Marvel HC. Spiderman y Veneno: Problema Doble.
Guion:Mariko Tamaki.
Dibujo:Gurihiru.
Entintado:Gurihiru.
Color:Gurihiru.
Formato:Tomo en tapa dura (96 pp).
Precio:11,95€.

A diferencia de mis reseñas que son normalmente asépticas y por lo general objetivas, en este caso me siento en la obligación de poner mi corazón en lo que a continuación redacto. Este año ha sido duro para todos, pero para el que suscribe ha sido especialmente doloroso. Cuando cogí esta pequeñita joya, recordé quién soy, dónde estoy y por quién estoy aquí. Esta reflexión me ha traido al recuerdo mi infancia y mi relación con el mundo del cómic.

A mi temprana edad accedí a este mundillo casi a hurtadillas. A esto hay que sumar que casi era una aventura poder encontrar mes a mes los números seguidos de esa serie que querías continuar. Mis padres no estaban por la labor. Libros si, tebeos no. La explicación radicaba en “los tebeos tienen faltas de ortografía” (WTF). Posteriormente las reticencias de mis padres pasaron a un escalafón superior “los tebeos eran violentos” (WTF bis).

Mi problema no era la lectura, es decir amaba y amo la misma. Desde bien pequeño he leído y leído hasta aburrirme. Mi mayor logro fue leer en una noche la “Historia Interminable” (mi libro favorito). Tenía once años, y no podía dormir porque hoja tras hoja me imbuí en una maravillosa obra de arte plasmada en papel. Pero, insisto, el leer no era para mi un castigo o una obligación, era un placer, y por ello no entendía a mis padres.

Si bien, un día mi madre, cuando me vio leyendo un cómic de los Cuatro Fantásticos en inglés me miró y me dijo: “Hijo mío si es por el inglés, cada mes yo te lo compraré”. Así de tajante, así de simple, con ese cambio rotundo de opinión. Claro está, que para mí fue una oportunidad de oro empezando a leer comics USA con mis casi 20 años hasta el día de hoy.

¿Por qué hago esta pequeña introducción? Sencillamente porque he llegado a ser padre y ahora me encuentro con un problema que es común en la generación de nuestros hijos nacidos, cuanto menos, a partir del año 2.000. A mi hija le aburre la lectura, no le gusta leer, es un dolor para ella. Llegados a este extremo la vena del padre “autoritario” intenta insuflar por la “fuerza” ese elemento volitivo que es la lectura; por otro lado, el padre “empático” no quiere forzar algo que puede suponer un odio de cara al futuro por aborrecimiento.

Llegados a este extremo encuentro el tomo que es objeto de reseña. Claramente encaminado a un publico infantil. Formato cartoné, formato grande y con un precio doloroso. Pero bueno, un hijo es un hijo y por este maravilloso placer de la lectura nunca hago ascos. La pregunta que un seguidor de ZN se debe hacer ahora es si ha funcionado la adquisición de este tomito para que mi hija (y por ende los pequeños de cada familia) haya cambiado su opinión hacia la lectura. Seamos sinceros, no ha cambiado en nada, pero si es cierto que le ha gustado y eso es un paso importante para avanzar hacia dos caminos. Uno de ellos, que mi colección de cómics sea mi legado y no vaya a la basura; y el segundo, que el “gusanillo” le ha picado.

Por otro lado, este cómic es bueno para todas las edades. No nos equivoquemos. Un adulto puede llegar a disfrutar de la misma manera que un niño de diez años. La diversión que emana, su arte, la escritura o las payasadas de los personajes suponen un entretenimiento de gran envergadura. En este aspecto la labor de Mariko Tamaki es digna de elogio, puesto que conseguir que un niño de hoy en día se lea un cómic de tirón es ardua tarea.

Antes de leerlo mi hija, lo he leído (a modo del NO-DO) y lo he disfrutado como lo haría cualquier otra persona entre las edades de 5 y 11 años. El contenido es correcto y mantiene “enganchado” al lector joven. El humor que destila es tan distendido que me ha encantado. Ver como Veneno intenta convertirse en un héroe, aunque sea poco original es gracioso (pongámonos en la mente de un niño de 10 u 11 años). Como compañeros de cuarto, Spidey y Veneno actúan exactamente como cabría esperar, sin embargo, no creo que la mayoría de los lectores más jóvenes tengan ese problema. Es cierto que pueden percibirse muchos clichés, pero per se no tiene porque ser malo.

En cuanto al arte, ¿qué decir de un trabajo impecable a nivel cartoon? Gurihiru es un maestro. Su arte conserva esa calidad colorida y caricaturesca propia de sus obras (véase al respecto The Unstoppable Wasp). El color es vibrante si bien existen colores apagados en los fondos que hacen que los personajes de colores brillantes resalten muy bien.

Personalmente, esta obra es una gran distracción. Es una gran recomendación para nuestr@s hij@s. El precio asusta, pero merece la pena. Sin dudarlo debe estar en nuestra biblioteca o en la de nuestr@s pequeñ@s. Finalmente y para el recuerdo, la lectura de esta obra me trae a la memoria, de nuevo, a mi madre, que siempre estuvo encima de mi educación y crecimiento como persona. Una mujer que sin ser culta (en esos términos tan “esnob” que hoy en día se manejan) leía muchísimo. No escatimó al igual que mi padre en educación, a pesar de ser humildes, e inculcó en mí muchos de los valores que rigen mi vida. Por todo ello, le dedico con todo mi corazón esta reseña.



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