Javier Vázquez Delgado recomienda: Lois Lane #1-3

Edición original:Lois Lane núms. 1-6 USA
Edición nacional/ España:ECC Ediciones
Guion:Greg Rucka
Dibujo:Mike Perkins
Entintado:Mike Perkins
Color:Paul Mounts
Traducción:Felip Tobar Pastor
Formato:Grapa, 48 págs. A color.
Precio:3,50 € por grapa

Lois Lane lleva muchos años siendo alguien interesante más allá de ser la mujer de Superman. Al contrario que el estereotipo antiguo de novia de superhéroe, la periodista casi siempre ha destacado por su marcado carácter. Ella es intrépida, sagaz, testaruda, un personaje lleno de fuerza que bien merece serie propia.

Con Greg Rucka encargándose de guionizarla, el resultado puede ser (y es) magnífico. Un cómic periodístico y político con tintes del noir que tanto gusta a su autor, que además vuelve a demostrar lo bien que se maneja con personajes femeninos.

Esta grapa doble número tres incluye dos capítulos, 5 y 6 de 12, con la que se llega al ecuador de la serie y al momento de dedicarle unas líneas para averiguar qué tal es este cómic, protagonizado por la periodista más famosa del mundo de las viñetas.

La serie comienza en una habitación del hotel Drake de Chicago. Las viñetas nos muestran una empleada haciendo su trabajo, una tele encendida dando noticias, pero lo que prácticamente “oímos” es el “taktaktakataktak” del teclado de Lois Lane mientras escribe un artículo. Con esta primera página tan sútil y a su vez extremadamente representativa, Rucka marca el tono. No aparece siquiera, pero Lois Lane será protagonista absoluta sin que eso pese en ningún momento, tan solo con el fuerte teclear de sus dedos ya consigue llamar nuestra atención.

“No me importa mentir, pero odio ser deshonesta”.

Rucka recrea una Lois que, como debe ser una buena pareja, consuela y guía a su marido cuando lo necesita. A la vez que lo convence de la necesidad que tiene de guardar secretos. La mujer no es alguien fácil de tratar, algo que Superman sabe de sobra. La periodista lejos de aprovechar su influencia en el ser más poderoso del planeta para tener un “super aliado” en sus investigaciones, decide trabajar con Question (Renée Montoya) encargada de la acción del libro, siendo el brazo fuerte de Lois además de una amiga para la escritora.

La Question de Renée Montoya se reencuentra con el The Question original. Rucka recuerda la serie 52 en la que participara y diera luz al papel bajo la máscara de Renée, al morir Vic Sage en sus brazos. La propia Montoya reconoce no saber en qué continuidad vive (algo extensible a todo el universo DC). “Eras mi mejor amigo, me salvaste la vida y luego moriste”. “Pero yo…no fue así. Nunca ocurrió. Nada de eso ocurrió. Y todo ocurrió”. En cierta forma el autor hace lo mismo que en su run con Wonder Woman durante el Renacimiento. ¿Qué ha pasado?¿Qué no ha pasado? Realiza las preguntas que todos nos hacemos, expresa el desconcierto a través de los personajes, pero no da respuesta a las dudas, si acaso estas conducen directamente al metaverso de Johns, interpretado de forma algo libre por el autor.

En cualquier caso no tiene ninguna intención de explicar injerencia editorial alguna, se advierte el deseo de juntar a los dos Questions y el diálogo resultante es el más natural para alguien que ya escribiera los personajes anteriormente. Rucka da la impresión de seguir su continuidad. Snyder sigue la suya, Bendis la propia, Johns la de él mismo, Rucka no tiene por qué ser diferente. Además es el único al que no se le advierte un deseo de imponer su continuidad a la del resto. De hecho podría casar, como se ha mencionado, con la de Geoff Johns.

Lois recibe la visita de Jon que cuenta su inminente ingreso pide permiso a su madre para el ingreso en la Legión. La serie se puede seguir perfectamente sin ningún conocimiento del universo DC actual. Un Jon crecido y entrando como miembro novato en la Legión puede chirriar si no se ha leído el Superman de Bendis, pero no lastra la lectura, si acaso la serie logra interesar al lector por el resto de colecciones.

En el Incidente Leviatán ocurre un hecho que también se deja notar en este Lois Lane, la muerte del general Lane. Por primera vez la protagonista necesita realmente a Clark, también a Superman. Es palpable en esa viñeta en la que mira al cielo ansiosa por verlo aparecer. Este capítulo corta la trama de la investigación para centrarse en la difícil relación de Lois con su padre. Recuerdos del pasado la acechan; de cuando era una adolescente rebelde, de cuando la nominan a su primer Pulitzer o de una conversación con un bebé Jon presente, en la que las profesiones de padre e hija chocan inevitablemente. Un número emotivo y necesario pues no habíamos visto el duelo de Lois, ni en Superman, ni en el Incidente Leviatán.

El británico Mike Perkins es el encargado del dibujo, que resulta solvente y apropiado a la historia de Rucka. Poco exigido en escenas de acción, son escasas, cuando debe realizarlas demuestra su excelso nivel con Question como protagonista. Sus rostros no son los más expresivos, pero representa excelentemente el aire decadente y sombrío de la ciudad de Chicago, con un entintado preponderante, manteniendo muy bien el pulso a la colección. Del color se ocupa Paul Mounts que, al igual que el dibujante, se adapta fenomenalmente a la trama utilizando una paleta oscura muy conveniente. Numerosos artistas se dan cita para las consabidas portadas alternativas, entre otros Nicola Scott, Mirka Andolfo, Elena Casagrande, Jenny Frison o Sana Takeda cuya ilustración es utilizada como portada de esta reseña.

Una serie que ensalza los valores del buen periodismo en la figura de su protagonista al tiempo que critica los malos vicios en los que cae la profesión con demasiada asiduidad. Rucka pone en evidencia el poco rigor y el carácter comercial de algunos medios, así como la desidia y comodidad en la que se aloja el ciudadano mucho más deseoso de entretenimiento que de verdad. La trama está bien perfilada, es interesante, los personajes están bien representados, aunque todos son creados en función de la protagonista. Lois es dueña absoluta del cómic a pesar de las apariciones de Superman, Superboy o Question. Con un dibujo solvente y apropiado por parte de Mike Perkins, esta colección periodística y política con ligeros tintes de noir y referencias al universo DC, es una de las mejores lecturas que ofrece el catálogo de DC cómics.



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