Javier Vázquez Delgado recomienda: Reseñas DC USA: Batman/Catwoman #1

Edición original: Batman/Catoman #1
Guion:Tom King.
Dibujo:Clay Mann.
Entintado:Clayton Cowles.
Color:Tomeu Morey.
Formato:32 pags color.
Precio:4,99€.

Tres cosas tenemos que tener claras a la hora de encarar la primera lectura de este cómic. Primer punto. Tom King está en la cresta de la ola: ha estrenado dos series (Rorschach y Batman/Catwoman) en el último mes y Strange Adventures, que va por su séptima entrega, se coronará (si Dios existe, el hombre es bueno y reina la justicia) como mejor serie en los Eisner del año que viene.

Segundo punto. La etapa de Tom King en Batman es (en una palabra) irregular. Mientras que Yo soy Gotham es simplemente desconcertante, La guerra de las bromas y acertijos es un cómic muy malo; pero por otro lado Ciudad de Bane y Batman/Elmer Fudd podrían considerarse fácilmente como dos de las mejores obras del escritor. Tercer punto. Las aportaciones de Tom King a la franquicia de Batman han sido sistemáticamente obviadas por la editorial para potenciar el enfoque blockbuster de James Tynion IV (algo que King probablemente ya sabía, por lo que podemos inferir de su tratamiento del carácter cíclico de El hombre calendario).

La relación de Batman con Catwoman es uno de los pilares de la etapa King en Batman, y esta relación responde a un tropo muy propio de King y tan viejo como la propia humanidad: ¿se puede amar estando en guerra? Es decir, ¿tiene hogar el soldado? Aunque las coordenadas emocionales de Batman/Catwoman son las mismas que las de la serie regular, lo cierto es que hay diferencias importantes entre una y otra. La historia de Batman/Catwoman se divide en tres secciones (segmentar el relato es un recurso con el que King se siente especialmente cómodo; por fortuna para él, el cómic es el medio idóneo para trocear la información narrativa.

La primera sección (el pasado) nos cuenta el primer encuentro de la gata y el murciélago. La segunda sección (el presente) muestra como la relación peligra por la aparición de Andrea Beaumont (la villana de La máscara del fantasma). La tercera sección (el futuro) muestra el día después de la muerte de un anciano Bruce Wayne. El nexo de unión entre todas las secciones es el Joker.

La historia es emotiva, pero no magnífica. A pesar de las tres líneas temporales se echa de menos cierta ambición formal presente en Strange Adventures y en Rorschach . Por supuesto, si de King estamos hablando, “falta de ambición formal” simplemente quiere decir que está a años luz de cualquier otro guionista de su generación. Como punto negativo, habría que destacar cierta aparatosidad confusa a la hora de saltar de un tiempo a otro; no obstante, las transiciones ciertamente extrañas del cómic logran crear una cierta reflexión sobre el paso del tiempo (el verdadero tema de la obra).

Clay Mann, de entre todos los colaboradores habituales (Mitch Gerads, Jorge Fornés) de King es probablemente el menos reconocido. Pero en este cómic (ayudado por un Tomeu Morey cuya mayor virtud parece ser realzar los lápices del dibujante con sus colores vivos), Mann hace exactamente lo que se le pide: dibujar hombres con los músculos de acero enamorados de mujeres bellas.

En definitiva, nos encontramos ante lo que todo apunta será una obra menor de un gran escritor. O, quien sabe, quizás estemos a las puertas de un revolución. Con Tom King nunca se sabe, pero solo por el sabor de la posibilidad merece la pena comprar sus cómic.



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